---------------Después del vendaval------------------------
Por la santiésima cruz
Thomas se ha pasado toda la noche en vela, acurrucado en una esquina junto sus perros Tina y Rumbo, rezando a Dios para que no le pasara nada. Un enorme pino, cuyo tronco estaba podrido, ha sucumbido al vendaval y ahora atraviesa y divide en dos la choza del pobre cazador, que se ha quedado sin refugio.
Calado hasta los huesos y con el agua hasta el culo, Arklo abraza fuertemente a sus perros, en un vano intento de sentirse seguro mientras observa la destrucción a su alrededor. Con 30 años y volver a empezar de cero, desde luego el destino parece que no ha querido ponérselo fácil.
Que vi hacer, Dios mío, Que vi hacer ahora...-
Tras pasarse un tiempo, quizás horas, repitiendo en estado de shok tan desgarrador lamento concluye que solo Dios puede darle una explicación de lo que ha pasado. Examina su conciencia buscando alguna razón por la que Dios le pueda haber castigado pero no encuentra motivo...
El padre Wybert sabrá.
Decidido se levanta, limpia las lágrimas y mocos de la cara y con ellos el estado de impotencia.
Si, el padre Wybert sabrá- Se repite a si mismo con voz fuerte, satisfecho por haber llegado a tan inteligente razonamiento él solo. Recoge los enseres de caza y cosas de su choza que hallan sobrevivido el vendaval y se dirige a la iglesia.
//Salgo de escena