Partida Rol por web

-¿Y bien? ¿qué clase de misterio escondes, hermanita?
con tanto artista y tanto comediante a tu alrededor... no sé qué pensar.

Se ríe, como una niña.

-Y, ¿qué te pasa? le has lanzado a ese soldado una mirada que habría helado la hoguera por sí sola... no entiendo nada de lo que haces últimamente, mi querida Mille!!

Viendo que Mille se mantiene con la boquita cerrada, Jutta desiste. Es evidente que no quiere decirle nada de sus planes.

Así que se encoge de hombros, y se aparta, acercándose a las demás.

Ya en mi habitación, mi hermana me interroga sobre mis planes, bueno, es mi hermana, nadie mejor en quien confiar...algo nerviosa me siento junto a ella en el borde la cama...

Jutta, me gustaría intervenir en la actuación de los artistas...pero sabes que para unas damas de nuestra condición eso no es posible... me quedo mirándola durante unos instantes, esperando su reacción...

Por supuesto que padre me mataría si se enterara, además, hay cosas que no me gustan en el señor del castillo, ya te lo dije antes, ciertas actitudes no estan demasiado bien...y por otra parte, creo que podré ayudar a Terresia indirectamente... mis palabras quizás sean confusas, puesto que aun no he terminado de ultimar los detalles

Con respecto a lo del soldado...ay, pequeña hermana, hay miradas que hablan por si solas...y ese soldado...bueno, ya no eres una niña, sino una mujer preciosa y demasiado atractiva para los hombres... a pesar de que mi tono intenta ser severo, me resulta imposible, tomo la mano de mi hermana entre las mias...
Solo digo que tengas cuidado a quien sonries, no soy las más indicada para decirte que te mantengas alejada de la plebe, pero si puedo decirte que seas muy cuidadosa con las apariencias...por desgracia, importan demasiado en el castillo...y...una cosa es segura, nunca habrá ningún hombre lo suficientemente bueno para ti...eso lo pensare siempre... digo con una sonrisa...

La mitad de las palabras de Mille son un misterio para mí. No entiendo qué quiere decirme, o qué está diciéndome. Escucho con cara de poner mucha atención, y la pongo. Pero después de toda su parrafada, cierro la boca, que me ha quedado bastante abierta, reflexiono unos instantes, y emprendo mi propio ataque:

-A ver, a ver... un momento, y por partes. ¿qué quieres decir con lo de la función? ¿lo que estás preparando es una actuación... tuya? ¡Dios mío! ¡qué emoción!

doy palmas, con alegría, y me río ante la idea.

-¡Yo también quiero participar! ¿En qué estás pensando? ¿Una obra histórica, quizá? ¿o un romance, un bello romance entre dos enamorados? ¿o quizá un relato épico, con caballeros y nobles destinos...?

De golpe el rostro se me ensombrece.

-¿Por qué no ha de ser bien visto? ¿qué quieres decir? Nunca nos han impedido hacer nuestros recitales, cantar en las recepciones de Palacio, o tocar algún instrumento amenizando alguna velada... O recitar... ¿por qué actuar habría de ser distinto? ¿y por qué no con los actores de la plebe? ¿qué hay de malo en eso...?

Cierro los labios en mi mohín de descontento, y frunzo el ceño, pensativa. Más cosas se agolpan en mi mente, muchas que no comprendo.

-Y... ayudar a Terresia... ¿en qué...? ¿podemos oponernos a las decisiones de los mayores? O con lo que has dicho sobre el Señor de Scofferi... ¿puedes oponerte a los actos suyos que no te gustan? Veo que hay muchas cosas que no son como quisiera que fueran... como querría que hubiesen sido... pero... ¿puedo oponerme a ellas...?

Mi mirada es ahora una súplica, un ruego. Estoy pendiente de la respuesta de mi hermana, con cada fibra de mi ser.

Pero sólo un segundo.

Inmediatamente bajo la vista, y enrojezco. Y sigo, en un tono más bajo, casi murmurando...

-Yo... lo que de verdad quisiera... lo que me gustaría... no es ser atractiva para los hombres. No sonreí a ese soldado con la intención de agradarle... no, no pensé en eso. Vi que miraba azorado, y me divirtió. Tampoco quiero gustar a los hombres, en general... aunque sí que hay uno... que quisiera que se fiajara... tú ya sabes quién es... Sighard... pero yo...

Mi voz muere sofocada entre mis manos, pues hundo mi cara arrebolada en ellas...

Sabía que me iba a pedir participar, no me importaría que lo haga, pero temo que no entiende que no es lo mismo actuar en la corte que juntos a los actores…

No hay nada de malo en actuar junto a los actores de la plebe, para nosotras no, pero mucha gente no lo entendería, y padre tampoco…considerarían que sería como rebajarnos a su nivel… ella debe saber las costumbres del castillo, una cosa es tener “buenas relaciones” con ellos, y otra bien distinta es mezclarse con ellos…

Con respecto a lo de oponernos a sus decisiones, por supuesto que no podemos…por lo menos no abiertamente… una sonrisa cómplice a su hermana… Ellos tienen más poder, pero nosotras debemos ser más inteligentes…ya veremos lo que podemos hacer para ayudar a nuestra amiga…

No puedo reprimir la sonrisa que se dibuja en mis labios cuando mi hermana habla de su afán de gustar a Sighard…la rodeo con mi brazo y en voz baja le susurro… Oh, vamos hermanita, eres preciosa y eso no lo puedes evitar, por eso te digo que le romperás el corazón a muchos… un ligero beso en la mejilla… Y en cuanto lo de gustar a Sighard, tendremos que hacer algo al respecto ¿no?, ¿Qué papel te gustaría interpretar en la obra? digo mientras la miro con ternura…

Con la misma celeridad con la que he enrojecido, mi rubor se disipa.

Miro a Mille, la ilusión brillando en mis pupilas. ¡Un papel en la obra!

-Pues... no sé... ¿qué papel crees que puedo interpretar? ¿qué obra representarás finalmente?

Todo lo demás se ha borrado de mi mente...

Me quedo mirando a mi hermana, tan contenta como ella por la ilusión que le ha hecho...

¿La obra?, aún no la tengo decidida...tengo que ha..maldi.. coloco mi mano en la boca antes de acabar la palabra... me acabo de acordar que había quedado con ellos para esta noche... me quedo pensativa unos instantes...

Quizás estemos a tiempo de llegar, o tal vez deberiamos dejarlo para mañana.. la hora es tardía, y no parece una buena idea ir a verlos...

Mejor mañana, y se que no es necesario que te lo diga, pero esto es un secreto entre hermanas, ni siquiera a las demás, se quedarán mudas cuando se enteren digo mirándola algo más seria...

-¡Jajajajaja! ¡Un secreto! ¡Pues claro!

Lo digo con alborozo. Pero cuando comprendo que Mille está realmente preocupada por mi discreción, me pongo seria.

-No seas tonta... sabes que nunca, nunca, nunca te perjudicaría. Nada se sabrá por mí, te lo prometo...

Luego la abrazo con enorme cariño, casi sofocándola, y me separo de ella, guiñándole un ojo.

-Y ahora... ¿a dormir...?

El abrazo de Jutta me parece la mejor manera posible de acabar el día...la quiero tanto...

Confio plenamente en ti hermanita, y si, venga, te acompaño a tu habitación y despues a dormir, que mañana tenemos que visitar a quien tu ya sabes... la sonrisa me ilumina el rostro a mi también, es dificil no contiagarse de la maravillosa excitación de mi hermana...