La noticia ha caído como una losa entre las aldeas. La noche pasada entraron en la iglesia aprovechando que el padre no estaba y han robado todo el dinero del cepillo, y todos los objetos de valor que había en ella. Incluso han robado la biblia y los hábitos del cura. En la parroquia, todo es consternación y pena; no solo por el robo, sino también por la gran ofensa a Dios nuestro señor.
La gente habla de un grupo de caballeros de una orden llamada los Hospitalarios que se han adueñado del pueblo de Vineloot. Algunos hablan de diez, otros de cientos. No se sabe muy bien por qué están allí.
Se oye hablar por los caminos que el pueblo menos dañado es Drillstoke.