El viejo Ernestus y su lazarillo Wyric llegan a la puerta de la casa del recolector.
-Veamos si que alimentos tiene a la venta...
El anciano llama a la puerta con tres golpes de su bastón de avellano. Wyric mientras tanto apoya la bolsa de mandarinas en el suelo para liberarse un rato del peso de la misma.
//Ernestus y Wyric entran en escena
-Vaya, no parece que haya nadie en casa...empiezo a pensar que es costumbre en este hombre...
¡Toc,toc,toc!
Tres nuevos golpes secos de bastón en la puerta vuelven a sonar.
-Si no abre será mejor que nos vayamos...aunque podríamos pasar de nuevo por la taberna aver si el joven Will puede vendernos algunos alimentos que no se estropeen pronto...
-Bueno Wyric, será mejor que volvamos a la taberna a por algo más de alimento y luego regresemos al hogar...el recolector estará cogiendo setas.
El anciano da una palmadita cariñosa al niño mientras se gira para irse del lugar.
//Ernestus y Wyric salen de escena