Contagiado por el nerviosismo de Hall yo también me pongo en pie, los extractos del libro mostrados han removido mi conciencia. Está claro que el personaje clave es Silas, si logramos hacernos con él muchos misterios ahora ocultos serán desvelados.
- ¿Primero hablamos con Wilson o con Patterson?
En medio de mi agitación compruebo que el doctor Kuznetsov se ha quedado sentado meditabundo. Así que me dirijo a él:
- Doctor, ¿tiene alguna pista más?¿se le ha ocurrido algo nuevo?
Motivo: Discusión
Tirada: 1d100
Dificultad: 10-
Resultado: 70 (Fracaso)
Motivo: Ciencias Ocultas
Tirada: 1d100
Dificultad: 80-
Resultado: 28 (Exito)
Al margen de lo contenido en las cartas, sabes que en culturas indígenas el comerse el cerebro de los monos es un acto ritual que dice que mejora la salud y la longevidad. Incluso has leído sobre indígenas que se comen cerebros de otros animales e incluso cerebros humanos.
—Sí —contesto con tono firme—. Si se comía los monos, segurramente hiciese como en estas trribus. ¿Saben lo que se comen? El cerrebrro. Perro algunas trribus van más allá, y no sólo se conforrman con el cerrebrro de monos. También se comen el cerrebrro de otrros humanos, piensan que da longevidad y salud.
—Yo extrremarría la prrecaución si vamos a verr a ese hombrre... —termino diciendo. Si esto fuese Rusia, directamente entraría con mi escopeta, y preguntaría después. Pero no estamos en Rusia...
- ¡Oh descuiden! Silas es un hombre inofensivo, no tengan ustedes miedo de él. No sé la motivación exacta o ha perdido el juicio o qué, pero no es violento, eso también se lo digo.- saca un papel y empieza a escribir -aquí les apunto la dirección del profesor Wilson, creo que había marchado de viaje, si no ha vuelto deben esperar unos días.
-Comparto la opinión de Vladimir. – Añado en alusión a nuestro modo de actuar.
-Las apariencias poco importan a la hora de tratar con una mente enajenada... – Respondo a Harold con seguridad, yo mismo había gozado de la simpatía de Silas y entendía su opinión, pero ahora ya no estaba dispuesto a bajar la guardia en ningún momento.
-En estos extractos relacionan los rituales con la muerte de amigos o familiares, hay mucha coincidencia con nuestro caso...
-Pero las desapariciones de los primates fue muy anterior a la fecha de la muerte... – Analizó en voz alta tras comprobar la fecha de aquel informe.
-¿Acaso se estaba preparando? – Es decir, pudo saber que su amigo no tardaría en morir y en lugar de intentar evitarlo simplemente aprovecho la oportunidad que le brindaba aquel acontecimiento. -¿O fue él quien lo propició? – Un cruel asesinato...
-Me temo que no sería prudente posponer ese encuentro por más tiempo – expuse con rotundidad mirando a Harper. No me hacía gracia dejar a un posible demente suelto, le encontraba suficientemente peligroso tras aquellas conjeturas.
Tragando saliva saco vuelvo a secarme el sudor de la frente con el pañuelo, la perspectiva de ver a ese monstruo no me resulta para nada agradable. Aún así comprendo las razones de Hall.
- Adelante entonces, Silas nos espera.
Qué ironía, apenas pronuncio esas palabras mi estómago me recuerda que hace horas que no recibe alimento alguno. Sabiamente me olvido de la comida con gran esfuerzo de voluntad... al menos hasta la entrevista con Silas.
El hombre se despide
- Les deseo toda la suerte del mundo y cualquier cosa que necesiten no duden en venir a verme.
Dejáis el despacho del Administrador y camináis de vuelta al coche. Son ya las 20 :45 y os asalta la duda de si ir a ver a Silas ya mañana a primera hora o no.
vosotros diréis,.
Una vez fuera del despacho, expongo mi determinación.
- Señores, creo que la urgencia reclama ir a visitar a Silas a estas horas intempestivas. Así le pillaremos por sorpresa y veremos que somos capaces de sonsacarle. Para mañana a primera hora dejamos al profesor de chino.
Si no hay impedimento alguno partimos hacia la casa de Silas.
-En marcha. – añado, respaldando la decisión de mi compañero.
-Tendremos que extremar las precauciones... – dijo refiriéndose a la protección que la oscuridad aportaría a los infames, añadiendo complicaciones y amenazando aún más su ya de por si delicada tarea.
-Pero no creo que pudiera conciliar el sueño sin antes zanjar este asunto. – supuso con decisión mientras les conducía a su vehículo. Conocía el camino.