Después de comer y beber opíparamente veo las cosas mucho más claras.
- Está bien, mañana me pondré en contacto con el hijo de Philip. Espero que haya algo que investigar porque remover la muerte de mi mentor tan pronto...
No quiero enemistarme con esa familia tan querida para mí. Pero haré lo necesario para borrar cualquier signo de peligro que se cierna sobre ellos... o sobre mí. Tengo el pálpito de que Philip me quería avisar de una amenaza justo antes de morir.
Konrad terminó de comer; como siempre, unas buenas costillas sirven para levantarle el ánimo.
- Mejor espera a que te llame yo. Primero trataré de hablar con el ama de llaves; es mejor evitar molestar a la familia, de momento.
Terminó su cerveza y pidió la cuenta
- No te preocupes, a esta invito yo. Ya hablaremos más tarde de mis honorarios -añade con una sonrisa
- Está bien, esperaré tu llamada. Y cuando acabe todo esto te invitaré a comer en uno de mis restaurantes preferidos, ya me dirás la diferencia.
Voy colocándome el abrigo mientras observo el panorama proletario que va atiborrando el local.
- Dios quiera que la próxima semana le pueda devolver la invitación.
Tras la comida, ambos amigos montaron en el coche y caballerosamente, Konrad acercó a Harper hasta su domicilio, con la promesa de recibir una llamada al día siguiente, en cuanto Konrad hubiera hablado con Angela.
Konrad réstate 1,25 $
Escena cerrada.