15:40 2 de Mayo de 1927,
Estás en el despacho, fumando tu cuarto cigarro de la tarde,el cenicero a tu izquierda rebosa de colillas de los días anteriores. Frente a ti tienes el álbum de fichas policiales abierto de par en par, en Providence no hay ni veinte personas fichadas y casi todos los casos están resueltos.
Está ciudad en la que nunca pasa nada te apesta sobremanera, es el peor destino que podían dar a un hombre de tus aptitudes pero así es la vida y así se las gastan los cabrones de Pinkerton, la gran mayoría de los casos no dejan de ser robos y peleas, amén de las muertes naturales, que cuando se producen te obligan a ir a los entierros a fisgar, muchos vecinos te conocen con el nombre del "Enterrador", pues pasas más tiempo en el cementerio de Swan Point que en tu propio despacho.
Llevas un tiempo dándole vueltas a la idea de dejar la agencia y establecerte por tu cuenta en otra ciudad, trabajar por libre, aquí en Providence conoces a un tipo de esos: Konrad Summers, aunque éste es patético y estás convencido de que le va aún peor que a ti.
Pero si tú te establecieses por tu cuenta, a buen seguro te irías a una gran,gran ciudad, dónde hay asesinatos, crímenes, misterios y cosas así.
Hace tiempo soñabas con viajar alrededor del mundo investigando un caso de cuya resolución dependía el futuro de la humanidad... pero ya no te haces tantas ilusiones.
Tan inmerso estás en tus pensamientos, que tardas un par de minutos en darte cuenta de que el teléfono de la oficina está sonando.
Al descolgar el teléfono, te comunica la operadora que tienes una llamada de Samuel Pollen. ¡ Ese cabrón arrogante de la oficina de Nueva York! uno de los principales responsables de que estés en Providence...
La operadora os comunica, escuchas a Pollen toser antes de hablar
- Hall, estoy esperando tu llamada. ¿No te dije que estuvieras atento al periódico todos los días? apuesto a que no has leído el periódico que te dejan en la puerta de la oficina hoy tampoco. ¿No tienes nada que decirme? , eres un inútil Hall, como sigas así te enviaremos a algún pueblucho de mala muerte- en verdad era arrogante Pollen y hablaba con un desprecio casi imposible para un ser humano, te consideraba como una auténtica basura, como si fueras peor que una lombriz.
Las horas, interminables en aquel agujero decrépito, me empujaban irremediablemente hacia una espiral descendiente, tentándome a caer nuevamente bajo el embrujo de la botella de whisky... Aquella lucha era agotadora y me impedía avanzar de una u otra forma. Por desgracia no había mucho que yo pudiera hacer, por mucho que lo intentara, no podía aprovechar una oportunidad que no existía.
Lo encontraba deprimente, sabía que aquel lugar no era precisamente el más favorable para mi rehabilitación e incluso empezaba a sospechar que los responsables de mi traslado, en realidad, pretendían con ello fomentar mi autodestrucción.
Ese malnacido de Pollen... ¿acaso temía que le arrebataran su puesto? No encontraba una razón más simple y directa, estaba claro que con tipos como él jamás conseguiríamos acabar con el mal del mundo civilizado. ¿Dónde quedaban ahora las lecciones del cumplimiento del deber, del compañerismo o de la responsabilidad? Sin duda tenía razones de peso para temer por su puesto...
Maldito egoísta...
El persistente sonido del teléfono que había pasado inadvertido para mi percepción, se hacía notable en aquel preciso momento obligándome a volver de mi abstracción con cierto aire de premura.
Palidecí por un momento cuando escuché aquel nombre de boca de la operadora, tuve la sensación de que, inexplicablemente, habría conseguido enterarse de los pensamientos que acababan de habitar recientemente en mi mente y en pocos segundos necesité desestimar aquella opción, dando paso a la sensatez y a la casualidad...
-Eh... – Intenté recuperar mi compostura. Me había pillado completamente por sorpresa y la situación, por desgracia, no me dejaba en un buen lugar. Odiaba tener que darle la razón y admitir mi irresponsabilidad; no lo haría, pues sabía que él mismo era el responsable de mi apatía. En lugar de eso intenté recobrar fuerzas y tomármelo como una oportunidad de demostrar mi valía y cerrarle su presuntuosa bocaza.
Estirando mi cuerpo de manera cómica intenté alcanzar el periódico sin desprenderme del telefóno con la esperanza de que, si lo conseguía, tal vez pudiera encontrar la noticia que me indicara de qué demonios estaba hablando.
-Estaba a punto de hacerlo, señor... – Hablaba de forma pausada, pero no en exceso, lo justo para obtener algo más de tiempo en mi búsqueda sin que resultara excesivamente evidente.
-Lo he recibido hace escasos minutos... – Centré mi atención en los titulares sabiendo que si se trataba de algo tan imperioso como su tono indicaba, no sería muy difícil de dar con ello.
-Al parecer el servicio de reparto ha tenido problemas hoy y se ha retrasado en demasía.
Resopla - que tenga yo que hacerte el trabajo... ¡ soy tu supervisor, no tu niñera ! haz el favor de leer el periódico.
Dejas un momento el teléfono para caminar hasta la puerta de la oficina, agacharte , tomar el periódico y ojearlo. Supones que a lo que se refiere Pollen es a la esquela que aparece en la parte inferior de la portada:
-Ya veo...
Al ver la noticia supuse que Samuel solo pretendía tocarme la moral y sabía que realmente disfrutaba con ello. Al menos a simple vista no parecía la noticia más impactante de la semana, si no una corriente esquela de un desafortunado profesor al que no creía tener el placer de conocer. A no ser claro está que...
-¿Tenemos motivos para desconfiar de la causa de la muerte?
Pregunté intentando determinar el verdadero alcance de la noticia, la naturaleza del caso, de su significado; queriendo obtener cualquier tipo de información que Pollen tuviera al respecto y quisiera ofrecerme, así como lo que realmente necesitaban que hiciera. Me encontraba aún un tanto aturdido por el sopor de la tarde y no tenía muchas ganas de que se anduviesen con rodeos, menos aun tratándose de él.
Arrogante como él solo
- ¿ No pretenderás que haga TU trabajo por ti verdad? eso es lo que tienes que averiguar, como siempre, procedimiento habitual. Vas al funeral, haces unas cuantas preguntas y a ver qué sacas- estaba claro que te tocaba hacer lo de siempre para nada, cada vez que había una muerte , aunque fuese la de una vieja centenaria, te tocaba preguntar a los familiares, doctores y demás... odiabas esta ciudad de todo corazón.
- Tu única misión es estar enterado de lo que pasa allí e investigar todas y cada una de las muertes, robos, despariciones y peleas. ¡ Joder ! y encima me tengo que enterar yo antes que tú que estoy en otro Estado... lo tuyo es increíble. Bueno, hazme llegar tu informe por correo cuando termines. ¡ Ah! y ni se te ocurra volver a meter la pata, o te enviaremos a Texas a contar vacas.
Carraspea dando por terminada la conversación y esperando que te achantes para colgarte, típico de Pollen.
-Entendido, ya me pongo con ello... – No perdí ni un segundo en colgar el auricular, no solo por mi falta de agrado ante las palabras de mi superior si no también en mi deseo de salir de aquel agujero y mantenerme entretenido, aunque fuera para desempeñar la típica misión de enterrador una vez más...
Al menos tomaré algo el aire.
Pero antes tenía que planificar un poco mi forma de proceder, siempre me gustaba tenerlo bien organizado, al menos en cuanto a los casos se refería, pues solo era necesario echar un vistazo a aquel despacho para opinar completamente lo contrario.
Entre el desorden pude hacerme, no sin esfuerzo, con las herramientas que yo consideraba básicas aunque normalmente al final nunca necesitaba hacer uso de ellas, me gustaba llevarlas encima.
Me equipé con mi abrigo y mi bombín para dirigirme en coche a la universidad de Brown, tenía toda la tarde para conocer más a cerca del difunto profesor y no me iba a quedar de brazos cruzados hasta la hora del entierro.
Ideas:
-Informarme sobre la vida de Baxter: su historia, sus últimos estudios. Empezaré por la universidad, preguntando a sus compañeros de trabajo, a sus alumnos etc.
-Hemeroteca: Ellen Bankes.
-Historial médico. Causas de la enfermedad, informe de autopsia, etc.
-Familia. Hablar con ellos para profundizar en la causa de la muerte. Podría hacerlo en el entierro.
- En cuanto a la Universidad y a la hemeroteca del periódico no hay problema.
- En cuanto a los familiares quizás no sea el mejor momento para hablar con ellos teniendo en cuenta que el fallecido seguramente esté de cuerpo presente y que les vas a ver mañana en el funeral, aunque podrías empezar por la residencia de los Baxter.
-Historial Médico, lo más probable es que no le hayan hecho ni autopsia, no lo sabes, quizás mañana puedas enterarte.
Lo dejo todo a tu criterio, tu rolea dónde vas y yo te voy informando de todo.
Ahora voy a la universidad, luego ya se verá xd.
Lo que puse era un poco la forma que se me ocurre de afrontar el caso (y para que luego no se me olviden xd), evidentemente no tienen por qué ser todas válidas, quizá al final ninguna ha servido para nada y he tenido que hacer otras que han ido surgiendo. ;)