Partida Rol por web

Harper Welles sale de casa a toda prisa, la ciudad está ya completamente en pie y el bullicio es bastante notorio, gentes van de aquí para allá, los tenderos hacen sus ventas y pese a que hace aún un poco de frío, se atisba ya el comienzo el final de la primavera y el comienzo del verano.

Harper camina saludando casi a todo el mundo, algunos vecinos y conocidos se extrañan al verle pasar con cara de preocupación y  con esos andares tan nerviosos.

Tomando la calle Down llega Harper a la residencia de los Baxter, una casa de estilo victoriano de tres alturas y un sótano muy parecida a la que él mismo posee.

Abre la cancela metálica recién pintada de blanco y se introduce en el cuidado jardín de los Baxter, en el que dos altos robles flanquean la casa, la hierba y todo tipo de plantas dan un toque exótico al jardín.

- Por fin he llegado.

La casa otrora tan conocida para mí me resulta sutilmente amenazante, no puedo dejar de pensar en la horrible visión del Baxter espectro. Noto como el frío primaveral me hace temblar ante la puerta, me hace temblar demasiado. Llamo una vez con demasiada fuerza, el segundo aldabonazo me logro controlar.

- Por Dios que abran pronto.

Tras algo menos de medio minuto esperando la bonita puerta de madera blanca barnizada se abre y tras ella aparece una mujer que reconoces perfectamente, es el ama de llaves de tu queridísimo profesor: Angela Vincenzo.

Una mujer madura, ya pasada la sesentena con un rostro castigado y contraído por el dolor, ves a Angela más vieja que nunca, parece como si de repente hubiese envejecido diez años de golpe.

La mujer tiene el rostro rojo y los ojos sumamente hinchados, al verte en el umbral no puede contenerse y comienza a llorar negando con la cabeza.

- ¡ Oh Señor Welles! ¡ Qué miserable desgracia! ¡ tan de repente ! era tan bueno...- dice más cosas pero llora tanto la mujer que es lo único que puedes entender. En verdad la mujer está afectada.

- Por Dios Angela, no llore.

La recojo en mis brazos y la palmeo en la espalda suavemente.

- Vamos mujer, he venido en cuanto me he enterado. No llore por favor... que...Su llanto me esta destrozando, he visto a esa mujer tan vital muchas veces y no puedo soportar tener que consolarla.

- Entremos dentro, digo entre lágrimas, aquí estamos dando el espectáculo. ¿Y sus hijos? ¿se ha logrado contactar con ellos?

Asiente y junto con Harper entran en el hall y después a uno de los salones del ala izquierda de la casa, ambos toman asiento y ya más tranquila y agradecida contesta a las preguntas del profesor

- Sólo he podido hablar con Emmott, irá mañana al funeral. Cynthia está en Inglaterra y tardará en enterarse y de Colin no sabemos absolutamente nada desde hace unos meses, ese chico es increíble. ¿Ha leído usted la esquela del periódico?- dice sonándose con un pañuelo blanco.

- Sí, he leído la esquela. Cuenta conmigo para lo que haga falta, ya lo sabes. Estoy aquí para ayudar en todo lo que pueda. Mi viejo profesor... con todo lo que hizo por mí. Me quedo pensativo un segundo.

- Pero, no sabía que estuviera enfermo. ¿Qué pasó? ¿tan repentino fue? La digo cogiéndola las manos con cariño.

- Le agradezco mucho su visita, ya sabe que llevo toda la vida con los Baxter, para mí han sido como mi propia familia. El profesor murió anoche repentinamente, de un infarto al corazón fulminante. No sé... esas cosas supongo que ocurren, ¡ pero es que estaba tan vivo y tan sano! ya lo sabe usted, es... era , aún no me he hecho a la idea, un hombre con una vitalidad increíble, activo y con algo siempre en mente. ¿Irá mañana al funeral?

- !Por supuesto que iré al entierro¡ Eso no lo dude. Usted ya sabe que me era muy estimado el profesor. Es momento de acompañar a la familia, le incluyo a usted Angela. Sé el cariño que tiene a esta familia e imagino por lo que está pasando.

No puedo evitar estremecerme al recordar mi visión nocturna y muy a mi pesar indago un poco más sintiéndome fatal conmigo mismo... pero necesito saberlo.

- ¿Pero no se pudo hacer nada por él? ¿sufrió algún disgusto anoche?¿cómo se descubrió el accidente?

Un sudor frío recorre mi espalda al ahondar en el misterio... esa horrible luminiscencia verde, Dios no puedo quitármela de la cabeza.

Le vuelve a entrar la llantina, a duras penas puede hablar

- ... durmiendo... tenía alguna complicación- se refiere al corazón - pero nada serio... murió en la cama. Fui a llamarle y él estaba... muerto- la mujer no puede hablar más, al ver sus ojos te das cuenta de que sufre en demasía y quiere que te vayas, que la dejes sola.

Aparto la mirada sintiéndome como una lombriz por hacerla pasar por ese trago tan desagradable.

- Debo irme y dejarla en soledad, ha sufrido mucho en las últimas horas.

Me despido afectuosamente y le reitero mi promesa de ir al entierro al día siguiente. Salgo a la calle y tomo una gran bocanada de aire fresco al cerrar la puerta. Me despeja un poco pero aún persiste la imagen de la sollozante Angela en mi mente. Me alejo cabizbajo hacia mi casa.

Camino lentamente de vuelta a casa, no dejo de pensar en el tema que me tiene sobrecogido desde anoche. Es justo al atravesar el umbral de mi puerta cuando recuerdo a alguien que podría ayudarme con sus métodos. Mi amigo el investigador Summers, raudo me dirijo hacia el teléfono y le pongo una conferencia.

- Seguro que él sabe por dónde empezar a investigar. Conoce muchos casos, alguno se le parecerá.

Me digo a mí mismo notablemente esperanzado.