Partida Rol por web

Michael toma el diario y empieza a leer, una hora y otra hora y otra, y otra.... hasta que finalmente a eso de las 15:30 termina de leer el diario. Exhausto, deja paso a Konrad.

Esto es lo más relevante:

Konrad se sienta y empieza a leer el diario, al igual que sus predecesores, tarda horas en leerlo. A media tarde Michael se queda dormido, mientras que poco después, Harper se despierta y decide dar un paseo para despejarse.

Poco antes de las 20:00, Michael despierta de la siesta y a las 20:45 vuelve Harper de su paseo sin novedad. Konrad termina de leer el diario a eso de las 22:00.

Esto es lo más relevante:

Cuando Konrad termina de leer, Michael y Harper se sientan en la mesa

- Bueno señores, ¿qué les ha parecido? da la sensación de que son los sueños de Philip o lo que recordaba de ellos escritos en su diario, luego esos sueños se los enseñaba o se los contaba a su hermano Julián y él hacía las anotaciones que aparecen en cursiva. Aunque en el último sueño no aparece la anotación de Julián. No puedo precisar nada más del diario, no conozco los lugares que menciona ni los nombres que en él aparecen.

Leer aquel fantasioso diario no le había proporcionado nada a Konrad. Era simplemente eso: un diario de sueños. No había encontrado ninguna pista sobre que podría haber propiciado su asesinato, y desde su punto de vista, le había parecido una completa pérdida de tiempo

- No se Harper; aunque el último sueño estaba muy bien descrito para ser un sueño, no creo que haya nada relevante o especial en ese diario. Yo también sueño a veces que voy volando, o que le parto la cara al comisario que me echó del cuerpo de policía. Aunque me llama la atención que en el último sueño menciona que consumió una droga.

La jornada había transcurrido sin dejar apenas tiempo a la reflexión personal. La lectura se había prolongado más de lo que en un principio habría esperado, a demás, no sé si por lo complejo o por lo tedioso del asunto, apenas había sido capaz de sacar una conclusión que no desembocara en la necesidad de poder contar con la opinión de un experto, si es que había, o de alguien al que todo esto no le sonara a chino...

-Tal vez Julian no fuera informado del ultimo sueño... – Y por eso no aparecían sus indicaciones relativas.

-En ese caso, seguro que podría darnos su opinión después de leerlo, así como podría también ponernos al día en todos estos misteriosos asuntos de los que sabemos que está al tanto... – Y ojalá encontráramos respuestas en él, pues cada vez surgían en mayor número y cuándo se apilan demasiadas uno termina perdiendo la cabeza o abandonando, algo que no podía permitir plantearme.

En cuando al dibujo, tampoco habíamos avanzado nada...

Asiente con la cabeza serio

- No me cabe ninguna duda de que Julián debería ver el diario, es otra de las personas a las que deberíamos visitar para intentar ampliar la información de la que disponemos.

Por otro lado, tengo un conocido que... aunque no sea muy muy fiable quizás pueda sacar algo más en claro. Se trata de un ocultista... no me gustan mucho esa clase de personas pero dadas las circunstancias no sería mala idea hacerle una visita mañana después de ir a ver a Ángela.

Se levanta para estirar las piernas y mientras camina alrededor de la mesa contesta a Konrad

- Konrad... eres una de las personas más excépticas que he visto, forma parte de tu naturaleza y de tu trabajo pero ¿de verdad crees que ese diario onírico es normal? ¿a quién se le ocurre un diario de sus sueños? ¿y el último sueño? ¡por el amor de Dios! da muchos datos y nombres... y el mapa....estoy convencido de que aquí está pasando algo que se nos escapa.

Konrad arquea una ceja ante el comentario sobre el amigo ocultista; va a poner alguna pega, pero Harper tiene razón. Ante las extrañas circunstancias del caso que están tratando, no queda más remedio que tratar con gente de ese mundillo. A él siempre le han parecido paparruchas e invenciones para sacarle el dinero a incautos que creen en fantasmas; de hecho un caso en el que trabajó consistía en desenmascarar a uno de esos charlatanes, pero viniendo de Harper no le queda más remedio que darle un voto de confianza. Su amigo nunca ha sido fantasioso; de hecho es un profesor de universidad. No es el tipo de persona que se inventaría tonterías sobre fantasmas y espíritus.

- No me parece normal el diarío de sueños; de hecho nada de este caso me parece normal. Pero bueno, si estaba ayudando a su hermano el psicólogo tampoco me parece tan raro. Quiero decir, yo no soy psicólogo, pero se supone que los psicólogos estudian esas cosas, ¿no? Sobre el último sueño, ya te he dicho que me resulta peculiar lo bien que está narrado y descrito; yo no suelo recordar más que unos retazos de lo que sueño. Pero lo que más me llama la atención es la droga. Quizás el estar bajo los efectos de alguna sustancia propició el que recordase tan bien el sueño.

- Mañana deberíamos registrar a fondo su casa. Yo a diferencia de ustedes, no soy experto en registros... podría quedarme hablando con Ángela en el salón mientras ustedes registran la casa con algún pretexto, o ... igual si pedimos permiso nos lo dé. Puede que a mí sí. ¿Qué opinan?

Asentir no hizo sino mostrar su evidente aprobación al respecto. Echarle un vistazo a esa casa era algo que llevaba queriendo hacer desde el principio aunque todos sus intentos habían resultado infructuosos. No obstante ahora como grupo lo veía mucho más factible, por no olvidar el dato de que parecía haberse ganado un poco más la confianza de Angela desde la última vez.

-Me alegra que disponga usted de esas amistades, señor Harper... – Mencioné en lo referente a su amigo ocultista. Evidentemente yo nunca creí en ese tipo de cosas, pero nunca acostumbraba a cerrar ninguna posibilidad.

-Como bien dices, Konrad, el tema de la droga es interesante... Tal vez si descubrimos algo más acerca de ella encontremos la causa del infarto. – Aunque la autopsia no había indicado nada al respecto, siempre había alguna posibilidad.

-En ese caso será mejor descansar, mañana promete ser una jornada muy movida.

- Tiene usted razón señor Hall, quédense aquí otra noche. Ya saben que no molestan, voy a ir a acostarme... si me necesitan ya saben cuál es mi habitación.

Y dicho esto empezó a recoger un poco el salón antes de subirse a acostar.