Partida Rol por web

No dejo de dar vueltas a la nueva documentación con la que nos hemos hecho a ver si puedo aplicar alguno de mis conocimientos.

Konrad saca el diario de Baxter y sus notas de la gabardina

- Yo he encontrado esto. Menciona de nuevo la droga, y lo que es más interesante, quien se la proporcionaba: el mismo psicólogo que le animó a hacer el diario onírico. Es más, cuando Julian se negó a proporcionarle más droga, él mismo decidió robar la fórmula y fabricarla, aunque no hemos encontrado ni la fórmula ni la droga en el registro. También menciona a un tal Francis, que tradujo para él unos caracteres chinos que vió en su sueño. Deberíamos ir a visitar a ambos.

Luego saca las notas que tomó en la habitación de Ángela

- También he conseguido algo de información sobre Ángela, aunque no creo que sea para nada relevante. Harper, ¿sabes si Ángela tenía algún marido o hermano que muriese en un accidente?

-Entiendo tu preocupación por esa droga... – Afirmé tras leer el contenido de aquel diario.

-Es muy probable que haya sido responsable de la muerte del señor Philip – y encontrar la fórmula podía demostrar muchas cosas. Tal vez estuviéramos a un paso de resolver todo aquello.

-En cuanto a su salud mental, empiezo a dudar de que fuera estable. Creo que estaba obsesionado por revivir aquel detallado sueño en busca de ¿el destino del hombre? Y pudo conducirle a una sobredosis. – En todo caso la autopsia lo hubiera revelado... Había algo que seguía sin cuadrar.

Sigo ensimismado leyendo e intentando bucear en mis conocimientos y apenas oigo en la lejanía a Konrad preguntarme por Angela. Tras quedarme unos segundos pensativo le respondo:

- Lo cierto es que no sé prácticamente nada sobre su vida, la conocí ya trabajando para la casa Baxter. Sólo sé que emigro desde Italia.

Vuelvo a sumergirme en los diarios. 

Te empieza a entrar un sueño atroz, empiezas a bostezar constantemente cada pocos segundos, los ojos se te cierran, intentas evitarlo haciendo gala de toda tu fuerza de voluntad pero es inútil, intentas hablar pero no puedes, todo lo que puedes hacer es inclinarte sobre tu lado derecho y apoyar la cabeza contra la ventanilla del copiloto, en seguida, quedas profundamente dormido.

Mientras estáis hablando, os dáis cuenta de que Konrad empieza a bostezar una vez y otra y otra y otra... hasta que véis como se golpea contra la ventanilla del copiloto y se queda completamente inmóvil.

- ¡Por Dios Michael acelera, Konrad no se encuentra bien!

Mi voz suena apremiante y preocupada. Konrad es un tipo duro, lo que sea que le ha picado debe ser muy dañino.

A punto está Michael de en una curva con poca visibilidad, llevarse por delante a un hombre que cruzaba sin mirar, pero en el último momento, logra esquivarle dando un volantazo subiendo una de las ruedas a la acera.

El coche se interna en el centro de Providence hasta llegar a la consulta del doctor Walters...