Sacáis a Konrad del coche como podéis, al veros entrar así en la consulta, la enfermera os señala una habitación mientras crispada os anuncia que irá en busca del doctor.
No ha pasado ni un minuto cuando el doctor Walters entra y empieza a examinar a Konrad con la ayuda de la enfermera...
Oscultando a Konrad
- Respira perfectamente, y su pulso es normal. Pero está inconsciente y tiene una fiebre altísima. Laura, ¿quiere ir al quirófano y traerme hielo?- la enfermera asiente y sale de la habitación.
- ¿pueden decirme qué ha ocurrido?
Rápidamente paso a dar explicaciones, señalando a Michael Hall:
- Konrad ha sido picado por una araña en un desván, el señor Hall ha logrado hacerse con ella y la trae para que pueda examinarla.
Estaba algo nervioso, no podía evitar sentirme en parte responsable del terrible estado en el que nuestro amigo se encontraba y no haber actuado antes.
-Nunca había visto una araña como ésta. – le facilité lo que quedaba de ella después de que Konrad la aplastara contra el suelo.
-¿Podemos ayudar en algo? – Lo último que pretendía era molestarle o entretenerle en aquel momento.
- ¡Es curioso! -exclama mientras examina ahora la mordedura-tuve un caso similar hace un tiempo que presentaba las mismas características y los mismos síntomas, la paciente casi muere. Si no recuerdo mal estuvo una semana o diez días inconsciente y en coma y luego se levantó como si nada.
Reacciono rápidamente ante las palabras del doctor.
- Disculpe doctor, ¿podría darnos el nombre de esa mujer? Como ve estamos ante un caso de vida o muerte. Por otra parte, ¿podría ampliarnos información acerca de la araña?
Repaso mentalmente el elenco del profesorado de Providence, buscando el nombre de algún entomólogo especialista en arácnidos o especies tropicales.
¿Tengo algún colega entomólogo o algo así?
Te viene a la memoria un antiguo Zoólogo de la quinta de Baxter que desgraciadamente falleció no hace ni un año, no conoces a ninguno de las nuevas generaciones, tendrías que enterarte en todo caso.
Mirando la araña
- Tampoco tengo la más remota idea de la especie de esta araña, ¿me la dejan? puede que tras un par de llamadas consiga enviarla a la Universidad de Boston para que le echen un vistazo, aunque tardaré unos días en contestarles, si le parece bien señor Welles, puedo llamarle o mandarle un telegrama cuando sepa algo.
Se calza unos guantes y empieza a toquetear la araña y la guarda con cuidado en una probeta de cristal. Mientras se quita los guantes comenta
-El nombre es Cynthia Baxter, pero lamentablemente no recuerdo con exactitud el caso...
Tiradita de Elocuencia a ver si podéis ver sus archivos (podéis tirar los dos).
No daba crédito a lo que veía, ¿es que no iba a hacer nada?
-Pero entonces... – Añadí a modo de establecer prioridades, intentando que se dejara de rodeos en momentos como estos.
-¿No se puede hacer nada? – exclamé señalando al pobre Konrad.
Estaba claro que nos había dado, puede que de forma casual, un dato interesante. Sería el primero en apreciar el valor de esa información, el primero en querer saciar la curiosidad referente a la familia Baxter, avasallándole a preguntas. Pero algo era más urgente que investigar aquello, evitar que otra vida se cobrara en la ciudad.
¿Realmente pretendía esperar a que volviera a la normalidad por si mismo?
Motivo: elocuencia
Tirada: 1d100
Dificultad: 5-
Resultado: 31 (Fracaso)
- Cynthia Baxter, la hija ... susurro mientras miro a Michael Hall.
Vuelvo a dirigir mi atención hacia el doctor y con un gesto le dejo el encargo de la araña.
- Mande la araña a Boston, allí tienen mejores medios que aquí para analizarla. ¿No tendrá algo relacionado con la picadura de la señorita Baxter en sus archivos?
Motivo: Elocuencia
Tirada: 1d100
Dificultad: 5-
Resultado: 64 (Fracaso)
Mira al Konrad yaciente y niega con la cabeza
-Si mis sospechas son correctas, su amigo entrará en coma muy pronto para salir del coma misteriosamente en unos días. No se preocupen por él, pues estoy casi convencido de que sobrevivirá, en cualquier caso se quedará aquí reposando, como no podemos darle nada, trataremos de cuidarle lo mejor posible-dice mientras pasa la mano por la frente de Konrad. A todas luces era evidente que el Doctor Walters ya había visto la enfermedad en otra ocasión y sabía qué había que hacer, pero... ¿y si se equivocaba?
- Lo lamento pero mis archivos son estrictamente profesionales, imaginen que cualquiera que viniera pudiera leerlos... lesionaría la intimidad de mis pacientes también.
A ver si os inventáis una buena excusa acompañada de Charlatanería.
Nació un suspiro que denotaba resignación al encontrarse ante aquella situación, suponía que tendría que confiar en el profesional y esperar que no se equivocara.
Aunque tal vez pudiera aprovechar la situación para intentar convencerle.
-Esas arañas empiezan a ser abundantes en la ciudad... – nadie dijo que tenía que ser completamente sincero para conseguir avanzar en nuestra investigación, lo hacía no obstante con toda la buena intención. –Si no encontramos una solución, pronto su consulta se verá abordada por casos similares. – Intenté evidenciar lo que sería una situación insostenible para que cediera.
-Podemos ayudar a encontrar similitudes... al igual que usted yo también me debo al secreto profesional. - Añadí intentando colocarnos en el mismo bando.
Motivo: Charlatanería
Tirada: 1d100
Dificultad: 55-
Resultado: 59 (Fracaso)
Apoyo presto la historia del señor Hall:
- Como bien dice mi compañero, podrían empezar a llegar casos de este tipo. No sabemos cuántas arañas hay, piense que con el ejemplar que le dejamos estudiar y su saber podría usted salvar a mucha gente.
Dejo el interrogante en el aire para que su mente valore las posibilidades.
Motivo: Charlataneria
Tirada: 1d100
Dificultad: 5-
Resultado: 35 (Fracaso)
Suspira y apunto está de concederos ver los expedientes que hay en sus archivos pero en el último momento parece pensárselo mejor y dice en tono enérgico
- Lo siento de veras, pero como les digo me es imposible mostrarles mis archivos. No obstante pondré este caso en conocimiento del Juez Braddock y que él decida.
Y llama a la enfermera para darle más instrucciones sobre los cuidados de Konrad. Una vez ha acabado añade
- Creo que poco más pueden hacer aquí señores, dejen descansar a su amigo- dice para quitaros de en medio sutilmente. Ha estado apunto de ceder...
-Está bien... – resignado, no había mucho más que pudiésemos hacer.
-Si sucede algo avísenos. – le facilito una de mis tarjetas donde Harper también podría añadir su propio número de teléfono.
-Estaremos a la espera.
- Descuiden, les comunicaré cualquier novedad en relación a su amigo. Y siento no haberles podido ser de más ayuda caballeros. Si el Juez lo autoriza, les enseñaré mis archivos encantado- y mira disimuladamente hacia un cuarto que parece un almacén o un despacho.
Escribo mi teléfono en el dorso de la tarjeta del señor Hall y se la entrego al doctor.
- Hasta la vista doctor, cuídele bien.
No bien hemos salido de la consulta y hemos puesto el pie en la calle me dirijo a Hall:
- Y ahora, ¿por dónde seguimos la investigación?
Estoy un poco confuso y desorientado tras el accidente de Konrad. Es mi amigo y yo le he metido en esto.
Michael se mantuvo en silencio unos minutos, intentando ordenar pensamientos, reflexivo, en busca de la mejor opción posible. El estado de su compañero no era poca distracción, no obstante, finalmente habló.
-Deberíamos de entrevistarnos con esos “expertos” en sueños, en busca de su conocimiento. – Y eran más de dos los que estaban al corriente de las experiencias de philiph, no obstante, para empezar tal vez lo mejor sería hacerlo con alguien conocido...
-¿Qué tal si vamos a ver a ese amigo ocultista suyo, señor Welles? – Aunque era una propuesta que el propio Harper había formulado en la casa de la señora Angela, se adueñaba ahora de ella.
Le resultaba muy oportuno buscar ayuda de alguien ajeno a todo aquel entramado, más aun tratándose de un conocido.
Las palabras de Hall me sacaron de mi ensimismamiento.
- Muy cierto señor Hall, con el tema de Konrad se me había ido por completo de la cabeza. Sin duda es el momento de acudir a Vladimir Kuznetsov, a ver qué nos cuenta sobre esos sueños.
Haciendo una breve pausa para reflexionar, añado:
- Es posible que Konrad esté ahora mismo viajando por ese mundo que conoció el profesor Baxter. Debemos estar preparados e informados.
Una nueva energía me mueve hacia delante,hay que ayudar a Konrad como sea. Aún así noto con cierta vergüenza mi barriga rugiendo bajo mi ropa. Ni siquiera en estos momentos de tensión se me quita el hambre.
- ¡Maldita dieta!
Michael conduce tres calles más allá hasta la consulta del señor Kuznetsov.
Escena cerrada.