Motivo: daño
Tirada: 1d10
Resultado: 8(+2)=10
Motivo: daño
Tirada: 1d10
Resultado: 2(+2)=4
Es que el fabricante nos paga comisión
Los disparos se suceden en apenas un segundo y a pesar de lo certero de los tiros, uno de los disparos de Michael incluso impacta en la cabeza de la criatura, las balas de gran calibre que destrozarían a un ser humano corriente y moliente, no abaten a la bestia, sino que ésta se limita a emitir un chillido agudo que hace que os duelan los oídos.
Un nuevo rayo sale disparo desde la caja metálica que porta la bestia hacia Vladimir que está como un pasmarote pero tampoco logra darle.
Silvia y Vasily siguen quietos, al igual que parapsicólogo ruso.
Motivo: ataque a 5 Konrad 6 Michael
Tirada: 1d6
Resultado: 4
Motivo: ataque
Tirada: 1d100
Dificultad: 50-
Resultado: 88 (Fracaso)
15-9 (armadura) = 6 PV
El primer disparo había fallado, y parecía que a aquella cosa amorfa no le afectaban las balas igual que a un animal corriente, pero de momento no se le ocurría otra cosa que hacer que seguir apuntando y disparando, con la esperanza de que alguna de aquellas balas abatiera a la criatura
Motivo: Revólver
Tirada: 1d100
Dificultad: 60-
Resultado: 17 (Exito)
Motivo: Daño
Tirada: 2d10
Resultado: 8(+2)=10, 10(+2)=12
22 PV - 9 = 13
Tras quedarme pasmado y aterrorizado por la criatura, al ver que viene a por mí, reacciono. Así, saco mi escopeta, y espeto a la criatura—. Come plomo rruso, serr infecto.
Dicho esto, aprieto el gatillo, pero las postas no alcanzan al crustáceo volador. No obstante, tengo más cartuchos. Pronto probará lo que pasa por molestar a un parapsicólo ruso.
Motivo: Escopeta
Tirada: 1d100
Dificultad: 60-
Resultado: 81 (Fracaso)
Pues igual yo hasta llevo dos de esos revolvers...
Apunto nuevamente al monstruo y disparo con cuidado, sea lo que sea es duro de roer, cualquier otra cosa de este mundo ya habría sucumbido ante nuestros disparos. Intento no pensar en ello mientras aprieto el gatillo.
Motivo: Arma corta
Tirada: 1d100
Dificultad: 40-
Resultado: 44 (Fracaso)
Nunca había visto nada parecido, a pesar de los aciertos, esa criatura parecía no inmutarse y sus ataques eran realmente aterradores.
Prefirió no cuestionarse nada y se apresuró a disparar nuevamente contra ella.
Motivo: arma corta
Tirada: 1d100
Dificultad: 60-
Resultado: 21 (Exito)
Motivo: daño
Tirada: 1d10
Resultado: 2(+2)=4
Aquello era una batalla en toda regla, el sonido de las armas era ensordecedor y casi todos los disparos fueron certeros y dejaron a la bestia voladora como un colador de café. Tras los disparos de Michael, la bestia cayó en picado con tan mala fortuna que cayó a plomo sobre el bueno de Michael y aplastándole contra el suelo.
Se levanta una gran polvareda que dura un par de minutos hasta que una vez disuelta, véis a la repugnante bestia gelatinosa acomodada sobre la tierra y de Michael no hay ni rastro.
Motivo: ¿Cae sobre alguien?
Tirada: 1d100
Dificultad: 50-
Resultado: 48 (Exito)
Motivo: Sobre quién?
Tirada: 1d6
Resultado: 3
Motivo: daño total
Tirada: 1d20
Resultado: 18
—Porr las barrbas de Rrasputín —murmullo mientras la polvareda se disuelve. Voy buscando a Michael, sin dejar de apuntar con mi escopeta, por lo que pueda pasar. No estoy seguro de que esa cosa no vaya a levantarse.
No obstante, no parece haber rastro del investigador...
¿Que coño...?
Konrad terminó de bajar de la torre y miró los restos de la bestia a la que acababan de abatir. Había caído sobre Michael, pero no se veía ni rastro del investigador privado, lo que le hacía suponer que había tenido un mal final si aquel ser lo había aplastado por completo. No se atrevía a acercarse; aquella cosa aún podría ser peligrosa incluso muerta, así que para asegurarse le disparó otra vez en la masa de tentáculos que aquel ser tenía por cabeza antes de recargar su arma.
- ¡Señor Hall... señor Hall!
No puedo creerme que hayamos perdido a un compañero de esta manera tan triste. Tiene que estar por alguna parte, esto no puede haber ocurrido. Miro alternativamente al profesor ruso y a Konrad, buscando una explicación lógica sin palabras. Intentando que alguien me diga que no acabamos de perder a un hombre ante nuestra vista.
El ruso se acerca hasta los "pies" de la bestia y se agacha para ver si ve algo debajo. Niega con la cabeza
- lo ha debido aplastar completamente. Esta mierda debe pesar por lo menos una tonelada... pobre hombre, pobrecillo -miraba con repugnancia a aquella cosa. No había sido capaz ni de pegar un sólo tiro, pero al menos no había enloquecido ni se había desmayado como la pobre Silvia, a la que nadie parecía tener en cuenta.
- Es una especie de abeja voladora, algo parecido. Nunca oí que hubiese seres semenajantes... quizás haya venido de ... del lugar que les mencioné, del planeta oscuro. Es posible, sí, muy posible. Por cierto, ¿Encontraron algo en la torre?
Abro y cierro la boca como intentando decir algo coherente pero las palabras no me terminan de brotar, tras varios intentos consigo hilar:
-¿Y ahora qué haremos?
Por desgraica los papeles los tenía Hall, pero recordaba más o menos lo que ponía
- El guardia está muerto, y encontramos unos papeles, como una especie de diario. Estaba siguiendo a Silvia para encontrar a las mismas criaturas que ella mencionó. Por lo que ponía parecía que sus intenciones no eran precisamente buenas, y que estaba trabajando para alguien.
Luego miró a Harper
- En lo que a nosotros respecta, no creo que podamos mover esa cosa por nuestra cuenta. Quizás deberíamos avisar a la policía de Providence -por su gesto quedaba claro que no le atraía mucho la idea- O informar a la empresa para la que trabajaba el señor Hall
- Un momento, un momento... deberíamos ayudar a Silvia lo primero. Luego y en vista de que no podemos mover esa cosa de momento y que se nos va a hacer de noche si vamos hasta la guardia de esos seres, propongo que volvamos al observatorio y nos llevemos a Silvia con nosotros. Hablaré con Vasily para que pida ayuda a un par de amigos que tenemos en el pueblo y nos ayuden a mover a esa criatura mañana. Luego podemos enterrar a su amigo e ir a la guardia de esos seres.
—Que así sea pues. Ayudemos a Silvia pues. Poco podemos hacerr ya porr el señorr Hall... —digo al resto, mientras me echo la escopeta al hombro, y miro a la mujer, para decirla—. Usted dirrá, señorrita. Sólo esperro que no haya más de esos cangrrejos voladorres...
Silvia que yacía caída junto a un arbusto no podía contestar al ruso y se limitó a soltar un quejido. Hicísteis un corro alrededor de ella y Vladimir tras darle un par de tortitas la mujer vuelve al mundo de los lúcidos, o más o menos pues al ver a la criatura desplomada se vuelve a desmayar.
Konrad tiene que coger a la mujer en brazos y llevársela como a un fardo, por lo que la marcha hasta el observatorio se hace pesadísima.
Escena cerrada.