Aún faltaba una semana para el examen de legislación y mucha gente estaba al borde de un ataque de nervios. Yo para aquel entonces había planteado diferentes estrategias para superar la prueba: Chuletas, me había pasado varias horas en la biblioteca traspasando aquel conocimiento de los libros a papeles diminutos donde apenas se apreciaban bien los textos; Bolígrafos serigrafiados, al tras luz se veían genial lo único que necesitaría un arsenal y eso podía ser un problema; mp3, sería un puntazo que pudiera escuchar lo que preguntan; incluso había pensado en escribir con tinta invisible todos los artículos en las paredes del aula, así pasaría totalmente desapercibida que mirara a la pared, aunque el hecho de ir con gafas con cristales amarillos igual daba el cante. Tampoco me quería obsesionar mucho, faltaba una semana.
Decidí pasarme por el gimnasio, a ver qué se cocía allí. Entré por la puerta y vi a Martin practicar con la comba, la verdad que aquel chico era un portento físico - ¡Hola! - Me acerqué - oye, es la primera vez que veo eso - la comba - ¿Dónde están? - me indicó el casillero y allí en un cajón. Fui, cogí una más o menos de mi altura y me puse a practicar a su lado - hacía mucho tiempo que no practicaba, es fácil - igual el problema era la resistencia porque saltar no tenía ningún misterio.
- El otro día, en la carrera... volaste, ¿practicas todos los días o siempre fuiste rápido? - igual tenía que salir a correr para coger resistencia, a mí no me había ido muy bien, tuve suerte y todo de no quedar la última pero había quedado la sexta por la cola, sabiendo que los tres últimos habían recibido castigo, había respirado de milagro.
Como era costumbre, nuevamente estaba en el gimnasio por segunda vez el día. Mañana y si tenía ganas o tenía tiempo libre, en la tarde, algo ligero como ahora que solamente saltaba la comba, algo para relajar mi mente y hacer algo de resistencia. Llevaba puestos unos shorts deportivos, zapatillas, una camisa gris de tirantes y sobre esta una sudadera del mismo color sin las mangas, con una capucha sobre mi cabeza y reluciendo un pequeño logo de la Space Force en el pectoral derecho.
Y así, con mi mente divagando y mi cuerpo actuando en automático, finalmente alguien llegó: Jim. -¡Hey!- Y entonces perdí la concentración, llegando a pegar con la cuerda con el pie. Chasqueé con la lengua y parecía que maldecía muy en voz baja, antes de tomar los dos extremos de la comba con una mano y saludar con la otra. -Ah sí, están por allí, en la caja de arriba.- Apunté al casillero y esperé para ver como luego se unía a mi, mientras sonreía con la misma amabilidad de siempre. Cuando ella empezó caminé un poco hasta un lado donde tenía mi botella con agua, de la cual bebí antes de dejarla y volver a mi lugar, empezando a saltar la comba de nuevo a un paso más lento y calmado para seguir la conversación.
Por el tema y la pregunta no pude evitar reír, una corta risa honesta, antes de negar con la cabeza. -Entreno de una a dos veces el día, aunque la segunda vez depende si tengo tiempo libre y si no estoy tan cansado. Trato de mantener mi rutina de cardio, hacer algunas pesas y en definitiva hacer piernas. Pero, te juro que nunca he practicado correr lo suficiente para hacer lo que hice.- Empecé a sonreír de forma amplia, aunque sin mostrar los dientes, con la mirada algo perdida al frente mientras trataba de recordar alguna ocasión similar. -Pero igual hay veces en las que esas cosas me pasan... No sé, es como si algo se incendiara por dentro... En Ignis hay algo así parecido, tiene un nombre más "espiritual" podríamos decirlo. Cualquiera que es de Ignis sabe de la historia de Magnus Craig, un trabajador de mina cualquiera, solo que era una mole, alguien que a pesar de tener una estatura bajo de la media tenía con mucho músculo. Los primeros años cuando las empresas mineras llegaban a Ignis, la infraestructura y el tener que trabajar en una atmosfera tan pesada , a veces los cálculos que se hacían no eran del todo precisos. Marcus y su equipo de mineros fueron a trabajar como un día cualquiera, antes de que la mina donde estaban se cerró, parecía que la gran mayoría del recorrido había sucumbido, pero por suerte la cámara donde estaban seguía intacta. Tenían 5 horas de oxígeno en un recorrido de 4 horas, pero el equipo de afuera de la mina temía de que, un mal movimiento o una roca sacada del lugar, terminaría por derrumbarlo todo.-
Mientras contaba la historia, el ritmo en el que saltaba se hizo un poco más rápido, para seguirle el ritmo a Jim más que nada. -Fue entonces cuando Magnus y su equipo, con todas las herramientas de minería que tenían, decidieron abrirse paso por cuenta propia. De camino a la salida, encontraron que su mina estaba cerca de otra cueva natural llena de bichos claramente hostiles por toda la conmoción de la mina que colapsó. Con sus armas y los taladros se abrieron paso, perdieron gente en su camino y el viaje se hizo largo al tratar de seguir el camino de la cueva natural hacia la superficie, pero estaba cerca... No fue hasta que al final, se encontraron con unos gases peligrosos y la entrada de la mina cubierta de rocas. Trataron de utilizar la poca energía que les quedaban en sus taladros, pero se quedaron cortos... No fue hasta que Magnus, en un intento desesperado trató de usar sus propias manos para abrirse paso. Empezó a remover la grava de su lugar, luego rocas pequeñas, y antes de que él y sus compañeros, quienes también se le unieron se dieran cuenta, ya estaban moviendo gigantes escombros para abrirse paso y unirse a sus familias. De los 20 que entraron, solo 9 sobrevivieron, serían 10, pero dos de esas personas lograron aspirar parte del gas, una de ellas siendo Magnus, quien fue el que sobrevivió. Él y su equipo se convirtieron en celebridades locales de Protect y algunas otras colonias ya formadas, y gracias a él se trató de redactar una ley que se encargaba de proteger mejor a los mineros y la integridad de las minas, en lugar de abrir un agujero en la tierra y mandar a 50 condenados en busca de dinero a un lugar donde podrían morir... Claro, a día de hoy hay empresas que pagan una miseria, pero el legado de Magnus se mantiene como un héroe local.- Al contar la historia se notaba un gran orgullo en mí, algo que me motivaba, pero entonces caí en cuenta en algo. -AH sí, no te expliqué el termino. Cuando Magnus salió y lo entrevistaron a él y su equipo para saber que había pasado, dijo: "No sé, fue como un fuego que tenía en mi estómago, algo que me dio las fuerzas para seguir. Pensé: "No, no pienso morir en una puta cueva llena de bichos y ya", sentí un gran Rencor contra la mina, la cueva, y no pensaba morir allí" Y desde entonces eso, el sacar fuerza, resistencia o algo desde adentro se le conoce como Rencor, y se usó para cosas como playeras, tazas, y un montón de cosas de ese estilo antes de adaptarse a lo que Ignis representa. No siempre el Rencor puede ser dirigido y usado para algo malo o dañino, puede usarse como dedicación a algo como a... No sé, usarlo en un examen, o extraer la fuerza de tu Rencor para tener paciencia, es un termino que se puede usar para casi todo, pero se resumen en extraer una fuerza desde adentro y sacarla, de usarla.- Después de eso volteé a Jim a la que sonreí. -¿Y bien? ¿Te gustó la historia?-
Tras escoger una comba apropiada para mí me coloqué a su lado y empecé a ejercitarme. Al principio no era capaz de saltar y hablar al mismo tiempo, así que, le cedí para que hablase él mientras yo trataba de tener un ritmo que no fuera excesivamente lento - bueno, si entrenas una o dos veces al día puedo entender que tengas un buen físico para aguantar carreras - la verdad es que era bastante, yo con un entrenamiento al día ya iba sobrada.
No había entendido lo de "incendiarse por dentro" salvo que fuera que le daba asma aunque me extrañaba que así fuera, porque en ese caso no podría correr tanto. Además que Martin me lo encontraba cada poco, era como si le gustara ir de un lado a otro.
- Ahm, espiritual... como el yoga? - aunque me citó un nombre Magnus Craig que nunca lo había escuchado antes - no, no me suena - no lo conocía de nada, pero por suerte Martin estaba segura de que me diría quién es - así que de Ignis? - me sonaba la aquel lugar, igual ya había estado aunque por las cosas que comentaba no parecía que hubiéramos estado a la vez - venga cuenta, ¿Quién es Magnus Craig? - en principio no tenía idea de quién era ese individuo pero ahora como que, dándole focos, quizás podríamos despertar a la gente que últimamente estaba grogui.
Martin empezó a hablar y yo al principio lo escuchaba si bien hubo un momento en que paré de saltar a la cuerda para prestar atención a lo que decía - Ese Magnus ¿Es pariente tuyo? - no entendía muy bien porqué había entrado en escena aquel tipo y menos aún que siguiéramos con un ejemplo del que nadie conocía.
De pronto Martin se giró y dijo que ya había acabado. Miré a mí alrededor por ver si alguien cambiando de perspectiva, la cosa mejoraba, pero es que ni con esas - ¿Que si me ha gustado? Bueno, no entendí muy bien eso de la fuerza interior ¿Como si fueran poderes? - dudaba que hubiera gente en aquel planeta con capacidad con semejantes posibilidades.
-Jajajaja! No no no. No es pariente mío y tampoco es como si tuviéramos súper-poderes, aunque las personas nacidas en Ignis somos considerablemente más fuertes que las personas nacidas en la Tierra o Natgrew.- Explicaba con calma mientras bajaba el ritmo de los saltos hasta que me detuve, con la respiración algo pesada mientras tomaba una toalla que tenía cerca y me sequé la cara.
-Magnus es como una leyenda "local" de Ignis, como... No sé, es como una figura histórica de la que se cuentan historias, y aún así no sabes si son verdaderas o falsas, como Robin Hood y eso. En cuanto a pensar en el Rencor como el Yoga, pues es algo parecido... Aunque la historia de Magnus depende de quien la versión que cuenta: Algunas veces nunca hubo esos gases tóxicos, en otras sobreviven más o menos de su equipo y así van, con detalles que se quitan o se agregan, y eso pasa con el "Rencor". Algunos lo llaman de forma diferente como "Ascua" y esa versión me gusta más, pero todos esos nombres son para lo mismo.-
Tomé de nuevo la botella de agua, y mientras volvía a Jim seguí explicando. -¿Has visto en películas o Comics como una madre levanta un auto completo para sacar a su bebé del peligro? ¿O cuando el protagonista de una serie está apunto de morir pero sigue de pie y luchando? Pues de eso es lo que se trata: De todas las fuerzas que usamos en un momento de peligro o de vida y muerte. Los humanos tenemos algo en nuestro cerebro, es un Switch que tenemos para auto-preservarnos, ya que nosotros somos más fuertes de lo que somos capaces: Supongamos que puedes levantar con dificultad una pesa de 5 kilos, ¿No? Bueno, si no tuvieras ese "switch" en tu cabeza, podrías ser capaz de levantar el doble o el triple, pero claro, terminarías con los músculos explotados y con alguna herida severa... Nos auto-limitamos para evitar que nos hagamos daño, y eso básicamente es el "Rencor" o "Ascua" del que hablamos, el de rebasar los límites de nuestro cuerpo y usar esa fuerza interna al exterior.-