Partida Rol por web

Mes 2. Día 7, 10:00. Simulador de puntería. Nivel 7

Los permisos para ir de un nivel a otro eran temporales. Inicialmente los reclutas podían moverse libremente por el nivel 5, 6 y 7, con alguna pequeña salvedad. En cualquier caso, siempre se podía solicitar a Quest un permiso especial si estaba debidamente justificado, y la mujer demostraba una eficiencia metódica permitiendo accesos durante un período de tiempo concreto y medido.

La joven acababa de terminar muerta bajo un ataque triple, y habría comenzado de nuevo otra sesión virtual si no fuera porque escuchó como alguien llamaba a la puerta del simulador.

Estoy monopolizando la sala, debo dejar que otras personas la usen...

Milena abrió la puerta y su primera reacción fue disculparse - Perdón, lo sé. Llevo mucho  tiempo... Debería haberme percatado de la hora. Lo siento de verdad.... - Lo que le sorprendió fue la respuesta de McCarthy felicitándola, algo que consiguió sacarle los colores, pues se había quedado con el hecho de ser descabezada por el último skull - Uys, vaya... Gracias... Podía haberlo hecho mejor... ¿No es irónico que venga a verme el médico después de que el simulador me haya matado? - Rio con diversión, era una muchacha que tenía mucha chispa y parecía ingeniosa - ¿Conocernos? Me parece una idea fabulosa... - Dijo la joven dejando el rifle en el sitio correspondiente, era ordenada con el material, otro punto a su favor para trabajar en la enfermería.

La joven muchacha salió entonces del simulador hasta el pasillo. Varios de los soldados que habían visto su actuación le palmeaban el hombro o la espalda, tratándola como a una igual. No se veía que nadie tuviera intenciones deshonestas o acercamientos inadecuados, como si realmente aquella jovencita pudiera ser la hermanita pequeña de muchos de aquellos varones y mujeres que le sacaban un buen pico de edad.

- Bueno Duncan, tú me dirás. ¿Dónde quieres que hablemos?... - Le preguntó sin perder esa chispa brillante que tenía en su mirada. Era bonita, no por físico sino por sus gestos y la alegría que transmitía. Un bombón que podría traer locos a los chicos de veinticuatro años para abajo y que a los mayores de dicha franja de edad le daría cierta ternura por la bondad y dulzura que desprendía la muchacha. Era muy distinta a Noor, pues Joyse se veía resolutiva, mordaz e independiente, mientras que Kawalski emanaba un aura que podía llevar a engaño por su comportamiento tan encantador.

- Yo no decido en donde encajo. Servir es mi lema, Duncan... - Dijo como si fuera un mantra aprendido - Si crees que puedo hacerlo bien, probemos... Y tras eso la decisión debe ser tuya... Yo tengo esto - Levantó sus manos - Y están a disposición de quien las necesite... Sé algo de primeros auxilios. Me enseñaron en el PEC 3, mi padre siempre consideró importante que supiera curar mis propias heridas, aunque debo reconocer que no soy experta, ni mucho menos... Puedo cambiar apósitos, hacer torniquetes y calmar a alguien que haya sido herido... Seguro que de tu mano aprendo mucho más... - La joven se la veía dispuesta y capaz, pero no daba opiniones propias, tan solo decía algo que le habían enseñado y tenía grabado a fuego. Ella vivía para servir, esa era su realidad.

Mes 2. Día 7, 10:00. Simulador de puntería. Nivel 7

Duncan sonrió, la chica debía estar avergonzada por una marathón de skullreps muertos y debía ser consciente de que la gente esperaba, pero no era su culpa ser tan buena. La felicitó, y estuvo contento de que estuviera en su domo, porque cuantos más rifles como esos hubieran menos heridos también. Era encantadora, por su juventud, pero letal, muy letal. Se encogió de hombros y alzó una ceja

- Mejor? Dales un poco de cancha a tus fans, si lo haces mucho mejor se van a pedir la baja por depresión. - Sonrió y le escribió - Un médico siempre sabe donde sus servicios se necesitan antes de que se necesiten, es como un sexto sentido, aunque mejor que las muertes sean virtuales, que las de verdad llevan mucho papeleo....aunque, ese skull no te hubiera matado, tal vez herida, pero no muerta, de eso me encargo yo. - Esperó pacientemente a que soltara el material y correspondió a su entusiasmo con una sonrisa. Si hubiera podido hablar hubiera dicho yupi, o guay, porque su entusiasmo era contagioso, pero solo le permitió que pasara delante de él para que recibiera las felicitaciones de su club de fans. Aunque fans no era la palabra más adecuada, la trataban como una de ellos, a pesar de su juventud, tal vez porque habría vivido en aquel PEC o en algo parecido. Duke esperó paciente, verla disfrutar de esas atenciones era divertido y él había demostrado muchas veces que tenía una paciencia a prueba de bombas. En cuanto acabaron le pidió que le siguiera con un gesto y cuando le preguntó de que quería hablar simplemente le contestó

- De ti, la enfermería, nosotros, ese tipo de cosas. Si vamos a pasar tiempo juntos conviene que nos conozcamos, ver si nos entendemos, ya sabes, tiene que funcionar para ti y para mi. - Duke negó con una sonrisa. Apreciaba la respuesta de manual pero no le valía, aquello no era un examen, era una charla distendida, y así se lo hizo notar - Se pueden servir de muchas maneras Milena y esto es voluntario, creo que se te puede dar bien, eres metódica y toda dulzura, justo lo que necesita un médico a su lado, pero no debe ser una obligación. Si estuviéramos en una emergencia podría ser una orden, pero no lo es, solo creo que tienes cualidades, pero esto va más allá de que un mudo dijera tu nombre - sonrió ante la ironía - va de que tú también lo veas. Podemos probar, si creo que no vales te lo diré, pero por mucho que sepas hacer con esas manos prefiero no contar contigo si eso no es lo que te hace feliz del todo. Bien, eso ayuda mucho, me gusta tu padre aunque curar tus propias heridas es mala idea, a no ser que sea una emergencia, los puntos salen torcidos cuando se los cose uno. - Sonrió y asintió antes de escribir -

- Bien, creo que para que nos conozcamos mejor lo suyo es que me presente. Soy Duncan, o Duke, si estoy de servicio doctor, pero los tratamientos muy formales me irritan, por eso siempre que puedo me aprendo los nombres de las personas que trabajan conmigo, eso está bien para ti? Me costaría llamarte Kawalski, pero si te incomoda la cercanía lo intentaré - Se encogió de hombros y la miró con franqueza - Dirigí un hospital, tengo un par de técnicas operatorias con mi nombre y todo eso, pero no me gusta que me hablen de eso, lo digo por si buscas información sobre mi, que no me gusta que me den coba, soy una persona sencilla y valoro la honestidad sobre todo. Que más? Bueno, jugué al rugby en la universidad, mis padres murieron en un ataque skull y me críe en un orfanato, duermo poco y a veces se me olvida comer. Me gustan los animales pero no aguanto los gatos, les tengo alergia, ah, y no puedo hablar por una enfermedad que se llama afasia, que parece que está remitiendo. Esto más o menos te da una pincelada de quien soy, aunque espero que nos conozcamos más. En cuanto a ti, bueno, admito que desconozco a tu padre, pero entiendo que debe ser alguien importante en la space force, lo que me preocupa es el asunto del envenenamiento...y de tus guardaespaldas. Que me puedes contar sobre eso? No tengo problema con tener que probar tus comidas, pero si me la tengo que jugar por ti me gustaría saber en que me estoy metiendo.....

La miró con paciencia, con su mirada de puedes contármelo todo... independientemente de lo que contestara, después del mal trago le preguntaría

- Y que me puedes contar de Milena? No en plan el curriculum, que entiendo que debe ser impresionante, sino de la ..- dudó un poco, mujer podía ser interpretado como de muy mayor, chica como que la veía muy joven - persona. Te comías las verduras? Tuviste una infancia feliz? Que serías si no fueras soldado? Ese tipo de cosas que me puedan contar quien eres.

La joven Milena mostraba una actitud bastante humilde, a pesar de sus logros, e incluso se intuía de fondo que era muy exigente consigo misma, una característica que había adquirido a lo largo de los años como consecuencia de haber tenido una rígida e inflexible educación, nada similar a la infancia de los niños terrestres.

- ¿Fans?... Puff.... Con la de soldados buenos que hay en el PEC, seguro que iban a venir a adorarme precisamente a mí - Quitaba hierro a los halagos - De verdad, molaría que en estos simuladores pusieran a los médicos a hacer operaciones virtuales cuando el avatar cae herido. Lo comentaré en tecnología, quizás pueda llegar a hacerse un avance - Comentó tras escuchar las palabras de McCarthy que le inspiraban a seguir el juego virtual con otros especialistas.

Kawalski estuvo conforme de hablar con Duncan para conocerse más, era bastante fácil conectar con ella, no veía parte mala en ninguna de las propuestas que generalmente le afectaban, como si cada decisión que se tomaba fuera evaluada desde el mejor de los prismas, y es que un carácter tan jovial, la hacían perfecta para incluso los trabajos peor considerados, que no era el caso de los primeros auxilios.

- Yo nunca he atendido a gente en una batalla real, bajo estrés. Aunque sí he hecho cursos y simulaciones - Informó la muchacha con una sonrisa tímida - Y no me gusta decir que no sin probar antes si realmente soy buena y útil en el puesto, por eso jamás me negaría, porque entiendo que ves en mí alguien con cierta capacidad y solo podremos salir de dudas probando y quedando bajo tu mando... Por mi parte es más que aceptable, todo un reto - Y de nuevo esa sonrisa amplia, despreocupada, la de una joven que derrochaba energía positiva.

Y comenzaba la verdadera presentación, indicando el médico como le gustaba que le llamasen, ya fuera dentro o fuera de servicio. Ahora le tocaba a Milena dar su opinión sobre la manera de tratarse.

- Mis amigos me llaman Milena normalmente, excepto Billy, él me llama "Lena"... - Se sonrojó levemente como si no entendiera el porqué había explicado eso - Generalmente me llaman por mi apellido los mandos, o mi padre cuando he hecho algo mal, así que casi prefiero que me llamen por mi nombre, si me dices Kawalski daré un respingo y esperaré lo peor... - Risa leve, aunque se denotaba que realmente no bromeaba - Perfecto, puedo llamarte Duncan en tiempo libre, pero cuando esté bajo servicio pasaré a decirte doctor... - Todo fluía demasiado, era una joven que evitaba las complicaciones donde no las había.

Hubo una gran cantidad de información personal de McCarthy, explicando toda su historia, la laboral y hasta el deporte que practicaba en la universidad. La bonita muchacha empatizó con el hombre cuando dijo que había vivido en un orfanato, estaba claro que ella sabía lo que eso significaba.

- Yo también he vivido en un orfanato durante varios años... De pequeña en el PEC de mi padre, y he estado en campamentos militares terrestres... En el orfanato conocí a Eylo, y en un campamento a Billy... - Comenzó a contar - Yo siempre he sido una buena chica, tuve mi época rebelde pero me duró muy poco, mi padre es muy estricto y según él, me quitó la tontería en dos días... Lo peor es que tiene razón... - Era difícil imaginarse aquel dulce de niña dando guerra - Me gustan los animales pero nunca he podido tener una mascota porque eso se interponía con mi rutina de entrenamiento. Pero una vez tuve un Myrmex que estaban criando como soldado, al menos hasta que aprendió a morder... - Era un tipo de hormiga gigante que se utilizaba, la variedad soldado, como un animal de ataque y defensa.

Hablar del tema del envenenamiento le quitó buena parte de la alegría a la joven, como si de alguna manera ella misma no entendiera el porqué había sucedido eso.

- No sé porqué pudo ser. Yo no me llevaba mal con nadie de mi Domo, es más, me llevaba muy bien con el resto de los reclutas, hice amigos y todo... Fue... Raro... Un día comí un guiso y de ahí solo recuerdo malestar, mareos, sudor frío, ahogo y ganas de vomitar... Estuve un tiempo ingresada.... - Suspiró, no parecía mentir al respecto - Mi padre es comandante del PEC 3, pero él no había bajado para que mis compañeros pudieran tenerme odio... Es más, los mandos me exigían a mí más que a los demás, me castigaron incluso tres veces. Es raro. No quiero pensar que alguien me odiase por el simple hecho de que mi padre fuera militar. De hecho, había más hijos de militares en mi Domo... Pero me tocó a mí.

Hablar de ese tema no solo le creaba confusión, también pena. De alguna forma, que te quisieran matar implicaba que alguien no valoraba en nada tu propia existencia.

- Yo nunca he deseado ser otra cosa que no fuera soldado espacial para servir a la humanidad. También debo decir que desde pequeña en casa me han educado para esto. Ha sido una suerte que mi deseo fuera lo que en casa me inculcaran, de lo contrario, no habría sido feliz... - Le miró a los ojos - Soy muy afortunada Duncan. Tengo a mis padres vivos, compañeros que me quieren y un futuro por delante para hacer el bien... ¿Quién es Milena Kawalski?... Un eslabón más de la cadena que debe ser la Space Force. Nadie especial, pero alguien necesario para mantener el resto de la cadena unida. Una soldado dispuesta a servir.

Y es que así era la bonita joven, alguien que tenía su identidad tan impresa en su carácter, que no se planteaba todo lo que hubiera querido ser como idea peregrina. Ella simplemente, era quien era, una recluta que sin lugar a dudas, sería soldado espacial.