Mes 2. Día 7, 09:00. Cafetería. Nivel 5
Keira no dijo nada ante las palabras de Duncan cuando la calificaba de alegre. A ella no le parecía que su rostro y actitudes fueran sinónimo de jovialidad. ¿Desde cuándo hacía que no reía con ganas? Ya ni lo recordaba. Un poco antes del ataque Skull se había dado cuenta de que el chico por el que suspiraba miraba a Yum mucho más de lo normal y que de alguna manera se estaba aislando mucho del resto de los reclutas, como si no terminara de encajar en ninguna parte.
- Para desayunar juntos es mejor tener al amigo que el médico, seguro que el segundo me cuenta las calorías - Comentó haciendo un atisbo de sonrisa. Eso ya era un paso - ¿Los guapos nunca mueren? Entonces yo seguro que la palmo mañana... - Lo decía a modo de broma pero en el fondo esa afirmación le quemaba. Se suponía que era más bonita que Ziam y la oriental había conseguido todo lo que ella no había logrado, ni que la mirase Einar con interés, haciendo que su autoestima saliera gravemente dañada. Nada realmente importante, pero encajar esa realidad llevaba su tiempo.
- Nos parecemos mucho Duncan - Dijo la rubia cuando le contó lo de Jim, suspirando cuando él le explicó la oferta que la conductora le había hecho - Solo puedo recomendarte que te alejes de ella porque con su juego acabará haciéndote daño y a Vera se lo hará casi seguro por lo que cuentas - Frunció el ceño, aquello no le gustaba absolutamente nada - De poco sirve ser atractivo cuando la persona que te gusta no es para ti. No quiero ser cruel, pero físicamente me consideraba quizás una de las más guapas de todo el Domo y mira para lo que sirve - Comentó encogiéndose de hombros - No se me acerca nadie y el chico que le gusta... Gustaba... - Era toda fuerza de voluntad - Fijándose en una mujer que siempre suele ir manchada de grasa. Así que no dudo que la personalidad de Yum debe ser brutal y la mía muy deficiente. Casi preferiría ser fea... - Señaló su abdomen haciendo referencia a sus cicatrices - Me esfuerzo por conseguirlo...
A Keira no le resultaba sencillo hablar de lo que realmente removía su interior. Dudaba de la Space Force y su validez para continuar en la misma, pero había descubierto en los últimos tiempos que le resultaba muy cómodo hablar con Sue y con Duncan, e incluso con Thompson. Así que dijo aquellas palabras a la persona que más tiempo le había dedicado el último mes. McCarthy era el primero en saber de dudaba y que casi había decidido marcharse.
- ¿Estabas firmando tu renuncia? - Aquella información le había pillado desprevenida - Sí me di cuenta de que había mucho movimiento en la enfermería, pero Sue me dijo que el problema era porque no follabais y di por hecho de que había un lío de faldas de por medio - Explicó. Y es que entre los sedantes que tomó y lo poco seria que era la pelirroja, lo normal era que Lartrem no se hubiera enterado de nada - Lamento que tu infancia haya sido tan dura, Duncan. De verdad no tenía ni idea de que te habías criado solo - Se notaba su voz afectada. Keira había sido una niña feliz, con padres preocupados por ella. Jamás vio un ataque similar por parte de los alienígenas y la crueldad del relato del doctor le hacía sentir una lástima profunda por él - No hablas como un imbécil, Duncan, no te trates así, has pasado por mucho y has logrado salir adelante... Oh... ¿Tenías un Lamborghini?... Fue en el primer coche donde perdí la.... - Se calló de golpe. Demasiado tiempo con Sue le pasaba factura - Bueno, ya sabes... - Sonrisa vergonzosa
Duncan explicó los motivos por los que se alistó y, a pesar de que a diario siempre tenía momentos en los que deseaba huir y marcharse a la tierra, aún creía en que podía hacer algo por la humanidad. El hombre cogió la mano de Lartrem y de manera indirecta le preguntó sus porqués.
- La propaganda de la Space Force me emociona - Dijo la joven siendo completamente sincera - Hubo un programa de televisión donde salían soldados espaciales explicando sus motivos de vida y me resultó inspirador. No sé bien explicarlo pero supe que quería ayudar a la gente, tender manos y sentir que tengo pleno poder sobre mi vida, que no está dirigida por mis padres... Quiero que la gente no sufra. Ayudar a la humanidad lo llamáis, será eso... - Era un alto ideal descubierto en un contexto social que tendía al individualismo. Keira debía encontrar muchas confrontaciones morales y dificultades a diario sobre los problemas del mundo, comparados con su vida acomodada - No, yo no quería cabrear a mis padres, pero sí demostrarles que puedo hacer cosas buenas por la gente... No sé como explicarlo... Sabía que quería estar en el ejército, es como cuando tienes muy claro algo y no sabes decir el porqué. Pero ahora siento casi lo contrario... Me pregunto cómo diablos yo puedo encajar en esto. No soy buena en nada y cuando puedo matar a uno de esos seres, me convierto en su almuerzo... Soy muy inútil... Y mi padre... Pufff... No deja de mandarme mensajes para que regrese a casa. Sé que ha hablado con Townhall y el teniente me ha estado preguntando sobre mis intenciones, aunque puedo decir que no me ha presionado...
A la rubia mujer pareció sorprenderle que McCarthy tuviera miedos, casi daba por hecho de que era el hombre más seguro y valiente de cuántos se hubiera cruzado, pues durante el ataque, él no se dio la vuelta y se marchó - Disparaste y salvaste vidas. ¿Cómo puedes dudar tras haber conseguido tanto? Yo te debo la vida. Ese día fuiste un héroe. Todos los días lo eres Duncan, por lo que hiciste y por lo que haces. Jamás he tenido tan claro que más gente como tú falta en el ejército, pero no como yo... A no ser que quieran cambiar el estilo de los uniformes... - Forzó la risa, asumía sus limitaciones - Eso sí, si me marcho, lo de ser tu amiga es algo que no va a cambiar. Me gusta mucho cómo eres y lo que me aportas. Seguiríamos en contacto.
Quizás uno de los motivos por los que ella se planteaba la marcha fuera precisamente por la presencia de Andersen, pero Keira negó con la cabeza - No, su presencia no me molesta. Ni siquiera que pudiera besar a Yum delante mía. Este tema me ha tocado mucho el amor propio y soy yo quien ya no quiero estar con él. Me quiero mucho como para aceptar ser su segunda elección... Lo de liarme con otro para quitarme el regusto amargo no lo descarto, solo hace falta encontrar candidato a quien le pudiera gustar. No creo que pueda soportar dos negativas en tan poco tiempo.
Este es el rol anterior al tuyo. Postea el tuyo y ya lo seguimos, es una conversación bonita como para perderla en el general.
Mes 2. Día 7, 09:00. Cafetería. Nivel 5
Duke siempre había sido bueno escuchando y animando a la gente pero Keira no lo estaba poniendo fácil, lo intentaba, como cuando decía que le contaba las calorías o que mañana la iba a palmar, pero no lo intentaba con ganas de verdad. Sonrió y frunció el ceño cuando se llamó fea, levantó un dedo admonitorio, pero no dijo nada, solo le sonrió y cuando dijo que se parecían se encogió de hombros
- Tú crees que nos parecemos? - Sonrió - Es un buen consejo, hasta René me ha aconsejado algo parecido, así que debe ser grave la cosa, porque no veo a René como consejero de asuntos del corazón. Es un buen consejo, en cuanto a Vera, ella sabrá, se la ve muy enamorada de Jim y según ella la necesita. No son asunto mío ya, bastante tengo con lo mío. - Sonrió con dulzura cuando dijo que ser atractivo no servía para nada. Estaba enfadada, así que la dejó estirar como un pez que acaba de picar el anzuelo y lucha por librarse. Estirar supondría romper la caña, había que dejar que tirara hasta que pudiera recoger poco a poco - Claro que sirve, te da opciones, más posibilidades, pero no hay nunca certezas ni seguridades. Eres guapa Keira, en el top 4 del domo con la gorra, el resto ya es cuestión de gustos, la 1, la 3, .... En cuanto a que nadie se te acerca. - Chasqueó la garganta - Igual me hubiera acercado, pero es que me descartaste en un segundo. No recuerdo que pasó, solo recuerdo que estaba siendo amable contigo y me miraste, así, evaluándome - trató de imitarla poniendo cara de poder traspasarla el alma - fue muy divertido. No sé si fue por bajito, por tirillas o por mudo.... pero no me lo tomé a mal. A cada uno le gusta lo que le gusta, y si a Einar le gusta la grasa pues que le vaya bien... Tú personalidad no tiene problemas Keira, pero igual fuiste un poco demasiado agresiva, hay gente a la que no le gusta eso, o que no le gustan tímidas o.... hay gente para todo... - Su rostro se ensombreció cuando se refirió a las cicatrices. Pestañeó y se quedó mirándola y finalmente suspiró, levantó las manos a modo de disculpa y le escribió - Se que ahora parecen horribles pero en cuanto sanen estarán mucho mejor. Me pase cerca de media hora cosiendo apretado para que te quedara la marca más pequeña posible, probablemente te quedará una línea de 1 o 2 milímetros de ancho... lo siento, no soy cirujano estético, lo hice lo mejor posible, sé que para ti es importante.... Siento no haberlo sabido hacer mejor.
Siguieron conversando y llegaron al tema de la renuncia. Sonrió y chasqueó la garganta cuando dijo lo que pensaba que había pasado Sue. Asintió y puso cara de inocente. - Sí, pero el brigada Lee "tropezo" - Marcó las comillas con los dedos - Con el cable casualmente. No más líos de faldas, con Jim ya he tenido suficiente. - Negó varias veces y sonrió, en plan, oye, vale ya, no te me pongas ahora a llorar, que estoy bien. Sonrió y le escribió - No te preocupes, no tenías porque saberlo, no es algo de lo que hable todo el mundo y la verdad no me gusta ir dando pena, ya tengo que aguantar bastantes miradas de lástima por lo de la afasia, solo quiero sentirme normal y que la gente me trate así. Fue malo, pero me ha traído hasta aquí, sino sería un granjero como mi padre y nunca nos habríamos conocido. A veces las cosas pasan por un motivo, las buenas y las malas, a veces pasan para que nos demos cuenta de lo que tenemos. - Sonrió y negó - No te preocupes, a veces me frustra, hablo así porque quiero que conozcas mi historia, a la persona detrás del médico, y sí, a veces me frustro conmigo mismo, por muy cirujano del año que haya podido ser. A veces solo quisiera haber podido hablar para poder decirle a la chica de la que estaba colgado que saliera conmigo. - Sonrió - Heather, pero eso es otra historia, y vas a tener que dedicarme una sonrisa luminosa si quieres que hable de ella, de esas que fundirían los casquetes polares. - Sonrió y cuando habló del Lamborghini abrió mucho los ojos. Los efectos de Sue en ella asomaban. Solo pudo chasquear la garganta y escribir - Ya sé, ya sé, de haberlo sabido antes lo había traído conmigo como objeto personal. Vaya, no sé como sería, pero el mío era de techo bastante bajo, debes ser medio contorsionista.... si Sue lo supiera te haría un interrogatorio. - Vaya, vaya con la rubia pensó el médico, igual es de las que te empotran callando.
Los motivos por los que se había alistado eran un poco infantiles, pero válidos, porque la publicidad era realmente buena. Asintió, él los había visto también y habían ayudado a que se alistara, no había sido el factor determinante pero eso de que te digan que estás ahí para salvar la raza humana era conmovedor.
- Entiendo. Es algo parecido a lo mío, claro, sin que tu familia fuera asesinada ni nada cruento. Por lo que dices, tus motivos siguen vigentes, hay gente a la que ayudar, manos que tender y tienes tu vida en las manos. En cuanto a lo de ayudar a la gente.... suenas a enfermera, sé que no es muy atractivo, pero si te interesa y te quedas te invito a que te formes como enfermera si quieres, o al menos que lo pruebes. - Asintió, bien hecho, no se cabrea a tus padres, le sonrió- Querías demostrarles que eras una mujer, que podía valerte por ti misma y que tienes muchas cosas que ofrecer. Estoy de acuerdo en todo ello, yo creo que hay una gran mujer en ti, fuerte e independiente. - A sus preguntas de como podía encajar no tenía mucho que responder, se encogió de hombros antes de escribir - No te puedo decir como encajar, porque yo no he encajado todavía. Suelo comer solo porque nadie quiere comer conmigo... así que no te puedo decir nada sobre eso, pero sí sobre lo de los skulls. - Duncan se puso muy serio antes de escribir - No eres una inútil y si lo vuelves a decir me levantaré y me iré. Aquel día murió una gran luchadora, hirieron a la mejor tiradora del domo, al mejor cazador, y a ti.... Tú crees que yo lo hice bien? Tuve suerte, suerte de que no fueran a por mi, porque cuando esos cabrones vienen ya puedes rezar.... No habías practicado el tiro, las armas que teníamos eran una mierda.... es como si mañana te pido que me operes del corazón, sabrías? Necesitas entrenamiento, tuviste mala suerte... no para demostrarle a tu padre nada, sino a ti misma. Vales, para el ejército, para lo que tu quieras, pero tienes que elegir si quieres valer para el ejército o no...... Yo solo te diré una cosa, mientras te decides, si quieres, podemos practicar en el nivel 7, me han dicho que hay unos simuladores muy buenos, tu y yo, si quieres Sue también, practicar.... y si no te quedas siempre podrás decir que aprendiste a usar una escopeta, seguro que eso te libra de la mitad de indeseables.
Sonrió con tristeza y negó - Aun así me pesan más las vidas que perdí que las que salvé. Dudo, me he pasado días sin dormir pensando en que podría haber hecho distinto, si hubiera visitado a uno antes que a otro en el campo de la batalla, si algo habría cambiado. No soy un héroe Keira, no lo soy, solo intento ser una buena persona, hacer mi parte... como tú puedes hacer la tuya, y no me refiero a los uniformes. - Torció un poco el gesto no le gustaba que se tuviera en tan baja consideración y le escribió - Seguro que me pateas el culo en los simuladores, pero al menos tienes buen gusto en los amigos, aunque sean bajitos. - Le sonrió y cuando dijo lo de encontrar candidato a quien le pudiera gustar sonrió más ampliamente. Calculaba que dos soldados espaciales se habían estado comiendo a Keira con la mirada al menos durante cinco minutos. La verdad es que los entendía, ya no estaba tan desmejorada, y era llamativa. Se acercó y le dijo - Tienes dos buenos candidatos a las 4 en punto, en unos pocos minutos...pero.... me pregunto...es la primera vez que te dan calabazas? Ya te digo yo, que la mayoría de hombres darían el huevo izquierdo por tenerte, alguien que se lo puede hacer en un lamborghini merece la pena... - le sonrió, tomándole el pelo y le cogió de la mano, con firmeza pero sin hacerle daño, tratando de transmitirle ánimos.
- Solo unos días más, aunque sea solo para que no puedas arrepentirte dentro de unos años. Yo prometo que estaré por ti, entrenaremos, y si te sigues sintiendo igual no insistiré más, respetaré tus deseos. No se lo contaré a nadie si no lo quieres...pero toma tu decisión, la que sea, la que te nazca de dentro, no traicionas a tu padre si decides quedarte, ni traicionas a tus amigos si decides irte.
Dio un largo trago a su taza de té y le escribió
- Creo que es suficiente de hablar de cosas serias.... estoy intrigado?....Como diablos se puede hacer eso en un lamborghini? Lo he estado pensando, y no hay manera.... ni siquiera clavándote el cambio de marchas... bueno, a no ser que sea descapotable...Aunque, creo que te gano.....en una piragua bajando un río.... y es que....siempre me he pillado por las más locas.
Mes 2. Día 7, 09:00. Cafetería. Nivel 5
- Sí creo que nos parecemos bastante, al menos en elegir a la persona que menos nos conviene - Comentó la rubia con un suspiro, sorprendiéndose de que Carracci le hubiera hecho algún comentario sobre los asuntos del corazón, no se le veía precisamente muy empático - Tómalo como que tanta gente opinando igual no debe estar equivocada. ¿No crees?... Y si Jim está con Vera porque la necesita, entonces esa relación parte mal de inicio. Deberían estar juntas porque se encantan...
Para McCarthy ser atractivo tenía algo interesante. Daba posibilidades y le recordó a la rubia que cuando se acercó a ella, hubo una mirada que consiguió poner una barrera con el médico.
- Si pasó eso, cosa que no recuerdo, es porque soy idiota... Con alguien como tú no se sufre, simplemente se está a gusto. Bien... - Le miró con cierto interés - ¿Te atraigo, Duncan?... Es decir... ¿Te gustaría conocerme más? ¿Acostarte conmigo, incluso?... - Preguntaba con cierta curiosidad
La disculpa sobre la cicatriz hizo que Keira negase con la cabeza - No, no estoy recriminándote nada. Me salvaste la vida, me has cuidado e incluso has hecho más... Vienes a por mí como un amigo, a ver cómo me encuentro... Por ti podría dejarme marcar hasta la cara... Lo estuve hablando con Sue, has hecho una labor espectacular y sobre todo me quedo con tu trato... Ha sido cercano, dulce, atento... Eres un buen amigo, Duncan, quizás el mejor que nunca hubiera podido imaginar.
Desde luego Lartrem estaba abriéndose mucho más a McCarthy de lo que cualquiera podía esperar de ella, comentando abiertamente sus sentimientos, escuchando los relatos del médico y queriendo saber más de él. Quizás por eso sonrió abiertamente antes de hacer una petición - Háblame de Heather, por favor. No me digas que llegaste a empotrarla en el Lamborghini... - Rio suavemente, el efecto Sue hacía mucho bien en el Domo.
Los motivos por los que Keira se apuntó a la Space Force llevaron a Duncan a proponerle un puesto en la enfermería, pero la rubia lo rechazó casi con un suspiro, anunciando - No es algo que me llame mucho la atención. No sé, me desagrada ver sangre por todas partes y, siendo sincera, no sé cuánto tiempo voy a quedarme. No deseo hacerte perder el tiempo en formarme cuando es probable que no tenga continuidad en el Domo.
Hubo una afirmación que hizo que ella negase con la cabeza de manera enérgica - ¿Qué diablos dices Duncan? ¿Cómo afirmas que nadie quiere comer contigo? Yo sí quiero... Es más, podría esperar a que terminaras las consultas para hacerlo juntos... Caes muy bien de manera general, ¿por qué piensas eso de ti?.... - Parecía completamente extrañada, como si la visión de sí mismo fuera distorsionada.
Keira asentía a su compañero cuando él le indicó que podían practicar juntos en el nivel 7, pues allí habían simuladores y siempre era buen momento para aprender a manejar las armas con presteza. Nadie podía esperarse lo que sucedió en el Domo, los skulls eran enemigos peligrosos, considerables, criaturas dignas de temer porque incluso el mejor de los reclutas, podía perder la vida entre sus garras.
- Me pasa como a ti. No perdono no haber hecho más, tampoco haber vivido mientras que otros caían. Tampoco soy una heroína, solo sé que tuve miedo y que sigo teniéndolo - Si algo conseguía McCarthy era hacerle sonreír. La joven abrazó al médico cuando le dijo que tenía buen gusto por los amigos, mostrando conformidad en aquella afirmación - ¿Dos candidatos? ¿A las cuatro? - Giró el rostro en la dirección y observó a los soldados que miraban donde se encontraba, suspiró, no parecía interesada - Sí es la primera vez que un chico que me gusta no se interesa por mí y la sensación es muy desagradable...
Y la decisión de quedarse o irse aún no sería tomada. La joven tenía que pensar, aunque no estaba convencida de qué hacer y quizás tardase días en tomar su elección de vida, las palabras de Duncan le habían animado en parte, pero por otra parte estaba su familia presionando y ella misma mostraba una inseguridad poco habitual que la mantenía bloqueada.
- Debo de seguir pensando... Y hacerlo en el Lamborghini es muy sencillo cuando se lleva falda... Te bajas del coche, te suben sobre el capó y te la met... ¿De verdad no te haces una idea de como hacerlo?... Por cierto, abollamos la carrocería. Suerte que teníamos un seguro a todo riesgo... - Le brillaron los ojos, aquella anécdota de vida le hacía bastante gracia.
¿Algo que añadir para terminarlo?...^^
Mes 2. Día 7, 09:00. Cafetería. Nivel 5
En eso tenía razón, se parecían en eso de tener mala puntería con las parejas, aunque en el caso de Einar no sabía si era así. Le parecía un tío recto, tal vez demasiado, y su único pecado parecía no haberle hecho caso a Keira. Sonrió y asintió mientras le escribía
-Es mi sino, cuanto más raras o menos interés real en mi tienen más me gustan, a veces he llegado a pensar que hay algo mal en mi porque sino no se explica. - Sonrió adoptando un aire ligeramente soñador mientras escribía - Pero sé que al final, a base de besar ranas encontraré a mi princesa, lo admito, el doctor del domo, cardiólogo de profesión, es un romántico. - Puso su comunicador a la vista y le enseñó el mensaje de René donde decía que debería buscarse otra mejor. Chasqueó la garganta y le escribió - Salvando los problemas ortográficos es un buen consejo. Sé que no estáis equivocados, y las pocas dudas que tenía se disiparon en el momento en que intentó seducirme de nuevo y dijo que tenía muchas cosas en la cabeza, que a ver si podíamos poner nuestra situación en tiempo muerto para poder aclarar otras cosas. - Suspiró - Cuando estás con alguien esa debe ser tu máxima prioridad y no la última de tus preocupaciones, así que lo tengo claro, dolerá unos días, pero de todo se sale.... En cuanto a Vera, tal vez debería hablar con ella, pero no me iba a creer, reaccionaría mal y pensaría que quiero quitársela. - Negó - A veces la única manera que nos damos cuenta que alguien no es para nosotros es estampándonos contra el muro, y sí, dos personas deben estar juntas porque lo sientes hasta en la punta de los pies, porque eres feliz simplemente pasando el rato con ella y porque cada beso sabe mejor que el anterior...
Entonces le contó algo divertido, el día que lo descartó, que era algo que para él no tenía importancia pero lo que le dijo después le hizo sonreír. Por un lado porque se repetía el cliché de toda su vida, el debería quererte a ti, pero no, quiero a este cretino que es alto y fuerte, ojalá encontrara uno como tú, toda esa mierda.... Él era como él, pero se veía que no, que tenía que ser como él pero no él, como él pero con 15 centímetros más, pesando 20 kilos de músculo y cara de malo. Sonrió con dulzura y negó
- No eres idiota, no es cuestión de inteligencia, el corazón quiere lo que quiere, y no quiere alguien para estar a gusto o no sufrir sino alguien que te encante, como tú dices - Se encogió de hombros con una sonrisa, que se quedó congelada por la estupefacción después del giro de la conversación. Se quedó mirándola fijamente y sonrió - Supongo que no es ninguna sorpresa para ti el saber que eres atractiva, pero si necesitas que lo diga, eres atractiva, mucho. - Sonrió - Conocerte, claro, eso es lo que estoy haciendo, ya te dije que creo que hay mucho más en ti de lo que dejas ver, aunque lo de acostarme contigo.... no sé, no me entiendas mal, debes tener un empotrón legendario, pero los dos acabamos de salir de una mala experiencia, no sé si nos haría bien o mal... Mejor hazme esa pregunta dentro de unos días cuando estemos más fuertes y tú no tengas un síndrome de Clerambault como un caballo. - Sonrió y le aclaró - No es extraño que una paciente crea estar enamorada de su doctor.....pero si aun así consideras empotrarme.....eso es que has pasado demasiado tiempo con Sue. - Le acarició el rostro con dulzura y le dijo - Necesito unos días para pasar página, pero ahora mismo solo con que te lo plantees ya me ayuda a mejorar mi maltrecha autoestima.
Duncan sonrió y le escribió - Y lo volvería a hacer, claro que vuelvo a ti, y volveré las veces que haga falta, pero lo de marcarte la cara no será necesario, me gusta como es. - Sonrió - Así que mientras yo trabajo vosotras habláis de mi, eh? . Vaya, vaya, la próxima vez que entréis en la enfermería os tendré separadas y amordazadas. - Sonrió - Es mi trabajo, mi trabajo es hacer que os sintáis a gusto dentro de mis posibilidades. Sé que hay médicos que piensan que lo mejor es no involucrarse emocionalmente, pero no es lo que yo pienso. Muchos pacientes se han convertido en amigos míos, otros no, pero me alegro que tu hayas escogido serlo, y Sue, bueno, Sue a veces es un dolor de muelas, pero es el mío y no lo cambio por ninguno. De todos modos, si finalmente renuncias, haz que un plástico revise las cicatrices, tal vez las puedan reducir, son magos en eso, yo arreglo corazones... no se puede saber de todo.
Se encogió de hombros y miró a su desayuno, mirada soñadora, suspiró. Aquella sonrisa debía haber robado muchos corazones, era bonita, cautivadora. Asintió. Se sentía cómodo con ella y la historia de Heather le ayudaría a conocerlo más. Empezó a escribir
- No, cero empotrones, ni siquiera un beso, nada. Veamos Heather Mosley. Nos conocimos en la universidad y fue un flechazo, a nivel de amistad. Nos entendíamos perfectamente. Es de esas personas que sabes lo que va a decir antes de que lo diga... Como era? Preciosa, piernas inacabables, curvas de escándalo, pero lo mejor de ella estaba dentro, simpática, mordaz, ingeniosa e inteligente como el demonio. Nos tenía a todos los de la clase locos por ella, incluso a los profesores, pero ella no se aprovechaba de eso, era amable, intentaba desalentar los acercamientos románticos pero nunca era borde si no le obligaban a ello. Me enamoré como un tonto, también mi mejor amigo Max, pero él si tuvo suerte, creo que la llegó a empotrar, aunque no llegaron a salir y después de aquello Heather se acercó más a mi. Me convertí en el receptáculo de sus confesiones, aunque nunca conseguí que me contara porque no salía con nadie. Ella siempre respondía lo mismo, cuando me lo pidas con tu voz saldré contigo..... - Sonrió avergonzado - Si supieras la de horas que perdí delante del espejo intentando hablar por ella...... pero no lo conseguí. Entonces decidí alistarme y ella me trató de loco, tratando de convencerme para que no lo hiciera, pero debía hacerlo, no podía mirar hacia otro lado y al poco me enteré que ella también se alistó. - Se encogió de hombros con una sonrisa y le escribió - Noor dice que está loca por mi, pero si lo hubiera estado no me habría rechazado... Es mi mejor amiga, es lo que hay.
Asintió y le quitó importancia a que no quisiera estar en la enfermería, había que valer para ello y ella no se veía, pero le sonrió poniéndole una mano encima de la suya cuando dijo que igual no tenía continuidad en el domo, solo para darle ánimo, su decisión no era fácil. En cuanto dijo que a que se refería con comer solo le escribió
- Las cosas han mejorado algo, pero he comido varios días solo. No es que nadie me mire mal, pero no he sido la primera opción de nadie: Los mecánicos comen juntos, los combatientes, las chicas, no es que haya tenido un grupo para comer, pero ya te digo, algo está mejorando, poco a poco. - Sonrió comprensivo y le volvió a acariciar la mano - Hiciste lo que pudiste con la formación que tenías, y lo que sientes es normal, es el síndrome del superviviente. Yo también lo siento, me gustaría que Lizza o Sarah estuvieran a salvo y que yo hubiera muerto, es normal, igual que tener miedo. - Le pilló por sorpresa el abrazo. Sonrió, al menos hasta que notó como cierta parte de la anatomía de Keira se hundía en su pecho. Tragó saliva y sonrió mientras le daba un par de golpes en la espalda. La separó con dulzura y señaló el comunicador, para indicarle que no podía hablar si lo abrazaba y habló de los candidatos que tenía, que no parecían ser de su gusto. Lo que si fue revelador fue lo siguiente. Le sonrió y se dio un golpe en la frente, eso lo explicaba todo.
- Keira, es normal, el que no te correspondan es horrible, pero eso nos pasa a todos, normalmente con 12 o 13 años, se supera y a partir de ahí se madura. - Volvió a sonreír - Tu problema ha sido el tener ese cuerpo y esa cara, nunca nadie te ha dicho que no y por eso se te ha retrasado el momento. Keira, los rechazos son normales, duelen pero nos enseñan, igual lecciones amargas, pero es así como los gustos cambian, y la niñita rubia de ojos azules y cara de ángel que nos gusta con 15 no se parece a la mujer con quien nos casamos, de jóvenes somos más superficiales, pero aprendemos y al final nuestro corazón aprende a ver lo que hay detrás de una buena fachada. Desagradable, pero dentro de nada ni te acordarás, te lo digo por experiencia, me han rechazado más de una vez y fíjate, sigo tropezando con la misma piedra con esperanza de que alguna vez acierte.
Asintió, necesitaba tiempo y se lo iba a dar, pero eso no quería decir que tuviera que estar sola, así que quedaría con ella, iría al simulador, pasearían, estaría por ella. La miró a los ojos, todo franqueza y le dijo - Tienes que pensártelo bien, no hay vuelta atrás. Yo estaré disponible por si quieres comentar algo, pero si te agobio por favor, dame un toque. - Se quedó mirándola y finalmente se carcajeó con su propia voz - AaaAAAaaaaAaaaAa... - Se quedó mirándola y escribió - Eso es trampa!!! Eso es hacerlo sobre no en... eso sí que puedo imaginarlo - Lo imaginó durante un segundo y se sonrojó, tal vez lo había imaginado demasiado. Sonrió avergonzado esperando que no se diera cuenta, tratando de cubrir esa vergüenza con su propia historia - Sí, una suerte... En mi caso fue en....la chica en cuestión, Amanda, era una loca del piragüismo, y creyó que era una buena idea hacerlo mientras bajábamos un río. La verdad, yo no soy muy buen nadador, pero me gustaba así que, lo intenté.... Las piraguas son barcos curiosos, mientras estás sentado van bien, pero a la que te incorporas un poco..... pues eso, después de los besos, cuando estaba para empotrar, me levanté...... y me caí de la piragua, con los pantalones bajos..... Casi me ahogó, pero lo que más me dolió fue la risa de la zorra esa.... después de eso no me llamó más, yo tampoco.... pero aprendí una lección. Nunca, jamás, hacerlo en un río, una piragua o con alguien que se llame Amanda.
Como veas, te he dado material jugoso, pero si ya está, ya está... y si no haces un último y cerramos :)