Ayer logré hablar un poco con Grey, le dije que nos reuniéramos en la Sala de Esparcimiento para hablar de algo, y aunque no especifiqué todo pues por suerte aceptó el reunirnos hoy al anochecer luego de que cada uno hiciera sus cosas. Yo recién había había terminado de estudiar un poco de primeros auxilios en la biblioteca y luego fui a la Sala de Esparcimiento, justo donde pude ver Grey sentada en uno de los sofás.
Fui caminando hasta allá, y cuando se dio cuenta de mi le saludé con la mano antes de sentarme a su lado, sacando de un bolsillo dos cigarros los cuales le mostré, ofreciéndole uno. -Hola hola Grey, ¿Cómo estás? ¿Quieres uno?- Pregunté con una ligera sonrisa ladina, esperando por una respuesta de su parte. En caso de aceptar sacaría entonces un mechero donde le pondría la llama cerca para que ella encienda el suyo y luego el mío, y tratar de acomodarme un poco en el sofá mientras daba la primera calada.
Tomé el cigarro entre mi dedo índice y medio, y luego de soltar el humo volteé a verla. -Oye, no nos conocemos mucho y eso, así que esto puede ser muy repentino pero a veces me gusta llegar al grano, así que mejor me disculpo desde ahora... ¿Qué hay entre tú y Eylo?- Pregunté con cierta curiosidad pero en voz baja, a pesar de que no habían muchas personas ya que algunos estarían dándose una ducha o algo y el lugar parecía algo vacío mientras poco a poco algunos reclutas venían a descansar. -De seguro ya otros te preguntaron luego de lo que pasó en... Bueno, ya sabes..- Se me llegó a agriar un poco el humor al solo pensar en ello, sobre todo al mencionar el día de la prueba de Quest. Luego de eso volví a quedarme un tanto mudo, algo raro en mí, pero traté de disimularlo un poco mientras me volvía a acomodar en el sofá, tomando uno de los cojines del sofá y poniéndolo en el espaldar, logrando con ese margen de tiempo volver a hablar. -En fin, sí... De eso quería hablar contigo.-
Dunne Grey estaba sentada en uno de los sillones del Domo, la muchacha portaba una bola 8, la que tenía color negro, en su mano y jugueteaba con ella de manera ausente, haciendo tiempo para que Ruiz se acercase hasta la sala de esparcimiento, justo donde habían quedado.
La exsargento sonrió levemente a Martín cuando le ofreció uno de los cigarros que portaba, no dudó en cogerlo y en aceptar el fuego del mechero. Ella se acercó a la llama y dio un par de profundas caladas, dejando salir el humo antes de darle respuesta a su pregunta.
- Gracias, Martín... Yo pues...estoy... No es poco teniendo en cuenta todo lo que ha pasado, pero tampoco puedo quejarme, sigo viva... - Comentó con un tono de voz suave, mientras los ojos verdes de la fémina buscaban los de su interlocutor - ¿Para qué necesitabas verme? ¿Necesitas algo concreto? - Preguntó con curiosidad mientras esperaba la respuesta del joven recluta. Muchos solían pedirle cosas que ella solía traer por medio de las naves de abastecimiento.
La cuestión sobre Eylo y ella le pilló casi de sorpresa. No obstante, y tras dar una pausada calada al pitillo, volteó su mirada hacia Ruiz y le dio respuesta, no una cubierta de engaños o máscaras, fue quizás mucho más directa y sincera de lo que pretendía, algo novedoso en ella.
- Estoy enamorada de él... Me gusta... Mucho... - Su comentario fue directo mientras el joven parecía incómodo, utilizando un cojín para hacerse al sillón de la sala y moverse un poco. ¿Estaba incómodo? - El día del ataque temí perderle. Me dejé llevar... - Sonrió levemente, no estaba arrepentida de ello - Hay algo que nos une, Martín, una sensación, una magia... Algo que nos conecta y... Es difícil de explicar... Solo sé que siento lo que siento...Y... bueno... Así estamos... - Le miró con cierta dosis de intriga, no entendía que toda la conversación fuera sobre eso - ¿Por qué querías preguntarme sobre esto? ¿Estás bien?... - Le puso la mano en su brazo y se preocupó por él, solía estar siempre bastante apartado del resto - ¿Estás cómodo aquí, Martín?... Tengo la sensación de que necesitas ayuda pero no sé de qué tipo, ni si puedo hacer algo para conseguir verte mejor en el Domo... ¿Extrañas a tu familia?
Cuando Grey explicó como se sentía luego de lo que pasó, supuse que era un buen comienzo: Estábamos vivos. Un punto que cualquiera de nosotros podía tener como base en todo esta locura, pero aún así, me entristecía muchísimo que fuera Sarah la que formara parte de las bajas, no solamente Mikhail.
Luego, finalmente obtuve mi respuesta: Se gustaban, y al parecer muchísimo. Alcé en sorpresa las cejas e hice mi cabeza un poco hacia atrás, muy sorprendido, aunque rápidamente logré volver a mi expresión normal mientras fumaba con algo de incomodidad... Ante esa incomodidad era por lo sucedido hace unos días, pero con esta incomodidad que ahora sentía por las palabras de Grey se mezclaban en un horrible coctel de incomodidad, pero por suerte no era alguien tan exagerado como para mostrarlo en cada pequeña molécula de mi cuerpo.
Cuando acabó por explicar que pasaba entre ella y Eylo y me preguntó por qué fue que le pregunté sobre ellos, tomé algo de aire y suspiré, pero antes de poder explicarme ella colocó su mano sobre mi brazo, la cual miré con algo de confusión hasta que escuché finalmente todo aquello que me decía. Abrí un poco los ojos y luego coloqué mi mano derecha con la que sostenía entre mis dedos el cigarro, sobre la suya, dándole unas leves caricias como para tratar de que se relajara un poco. -Oh no no, no pasa nada linda, de verdad.- Dije en un tono suave y con cierto cariño, tratando de que de verdad la mayor no se preocupara mientras negaba con la cabeza, y despacio y delicadeza apartaba su mano. -De verdad que no tengo problema, aquí es genial: Protect se parece mucho a Ignis así que no estoy nostálgico, tienen un buen equipo para entrenar, y...- Y entonces eso se volvió una de esas pausas incómodas que nadie esperaba, llegando a la realización de que, en estos meses que llevaba en el Domo, no encontraba cosas buenas que enumerar de todo esto. -Mierda... Y recién me doy cuenta que en todo este tiempo ni he hablado con mis padres ni mis hermanos, tal vez y estén preocupados...- Volví a suspirar de forma pesada, antes de llevar el cigarro a mis labios y darle una calada. Tenía la mirada puesta en un punto del sofá, con una mirada reflexiba mientras trataba de procesar todo eso, al menos por unos segundos antes de negar y levantar el dedo indice en dirección a Grey, como diciéndole que me esperaba un segundo mientras me levantaba y volvía con un cenicero en donde le eché la ceniza que tenía del cigarro.
-En fin, volviendo al tema: La razón por la que quise hablar contigo y te pregunté lo que te pregunté, fue porque me atraes Grey... O bueno, me atraías. Y si te parece raro que diga "atraer" en lugar de "gustar" es un poco larga la explicación, pero digamos que son diferentes para mí y refleja mejor lo que siento. Y volviendo nuevamente al tema, pues es simple: Nos llevamos bien, tenemos una buena química, al parecer pensamos igual en algunas cosas, tienes un buen cuerpo. Y en fin, es por eso que pensé en intentarlo contigo y hacer algo como, no sé, una "cita" y probar mi suerte, es por eso que ignoraba tus advertencias, pero con eso que me contaste...- Me encogí de hombros y ladeé un poco la cabeza, antes de volver a la normalidad y darle otra calada a mi cigarro, antes de posarlo en una de esas ranuras del cenicero, antes de ponerlo sobre la mesa de centro. -Pues simplemente no compito.- Y entonces solté el humo.
En ese momento ya no me notaba tan incómodo al estar sentado en el sofá, pero aún quedaba algo de esa incomodidad. -Era eso, Grey... Me atraías y quería tratar de ver si tenía oportunidad contigo, pero no. Y por favor no trates de consolarme ni nada, eso es incómodo en este caso de situaciones.- Reí un tanto divertido ante esto último, para entonces inclinarme, tomar mi cigarro y volver a darle otra calada.
Grey miraba a Martín con intensidad, como si quisiera conocer cuál sería el hilo de pensamientos del muchacho a partir de las pequeñas expresiones faciales que su rostro dejaba relucir. Cuando la mujer le dijo que estaba enamorada, las cejas de Ruiz indicaron asombro y, aunque pudo reponerse del gesto con rapidez, de alguna manera, la incomodidad de la situación se hacía patente. Dunne parecía saber por donde iba a decantarse la conversación.
La ex sargento parecía ser bastante cercana con Martín. De hecho, le había puesto la mano en el antebrazo y él, devolvió el gesto cariñoso poniendo su mano sobre la de ella. Era cierto que entre ambos había un feeling marcado, un entendimiento que no tendía a surgir de forma tan natural con los demás.
- Dos meses sin hablar con la familia, Martín. Y no creo que seas alguien despegado.... - Comenzó ella mientras observaba las volutas de humo del cigarro de su compañero, ascender - Quizás de alguna manera hayas estado tan centrado en tu nueva realidad, que no te hayas dado cuenta hasta el momento que dejas otra vida completamente aparcada. Y no deberías... - Le estaba dando un consejo por su bienestar - Los soldados espaciales también necesitan a su familia para tener estabilidad en su existencia... Sin la gente a la que queremos, no somos nada.... Seríamos como humanos sin alma... - Le miró a los ojos, sabiendo que lo que iba a decir no era bonito - Seríamos como Kurik... Y no, hay que sustentarse a la vida y a las personas que nos son importantes... - Suspiró antes de tomar determinaciones por él - Vas a llamar a casa, Martín Ruiz, de lo contrario voy a enfadarme mucho contigo... - Y con ese comentario le daba a entender algo al joven muchacho, le importaba - Y eso implica que podrías quedarte sin tabaco... - Una amplia sonrisa.
El joven igniano retomaba el tema por el que habían quedado para hablar, y las palabras del joven, no pillaban por sorpresa a Grey, como si de alguna manera, cosas así le hubieran pasado con anterioridad.
- ¿Hay diferencia entre atraer y gustar?... Bueno, la explicación puede ser larga pero yo tengo tiempo... Y tú el suficiente antes de llamar a casa... - Sonrisa - No voy a negarte que tenemos buena química y que compartimos algunas formas de ver las cosas... - Comentó la mujer afirmando con la cabeza - Vi tu interés, por eso te advertía, pero tampoco podía ser completamente sincera contigo porque no era el momento y estábamos Eylo y yo, en esa fase de... descubrimiento... - Comentó la fémina con cierta suavidad en su voz - Me alegra que no compitas porque no me gustaría ser una fuente de conflictos... Hubo una época de mi vida en la que podía haber estado con varios chicos a la vez sin que me supusiera problemas pero ahora... No quiero eso... Solo busco - Suspiró - Estabilidad... Estar con una única persona y ayudar a cualquiera de los que formen parte de mi nueva familia... - Tomó la mano de Ruiz entre las suyas - Como tú... Ya te considero como si lo fueras
Dunne negó con la cabeza ante la posibilidad de consolar a Ruiz, como si la idea no le agradara en absoluto - Solo se reconforta a las personas que han tocado fondo y tú eres demasiado fuerte como para eso, Martín. Así que déjate de tonterías, deja el cigarro de una vez y mueve el trasero para telecomunicaciones - Tiró de su brazo con energía, para levantarle, aunque se intuía que Grey no era una mujer precisamente fuerte - Y una vez que tu madre te regañe por descastado, algún día que los chillidos no lleguen a la puerta del Domo, me presentas como tu mejor amiga. O bueno, casi mejor como una amiga con santa paciencia y aguante... ¿Cómo ves eso, recluta?....
La mirada verde de Grey miraba con afecto a Ruiz, y es que estaba claro que a ella le encantaba la forma de ser de su compañero. A su lado era muy libre de ser ella misma, sin máscaras que la coaccionaran.
Con su primer comentario negué despacio con la cabeza, antes de ahora sí dejarle hablar sobre el tema familiar. Ahora mismo ya empezaba a sentir ese vacío que tenía, o que debí sentir en todo este tiempo que pasé en el Domo, una sensación que se incrementaba con las palabras de Grey mientras me limitaba a asentir con la cabeza. Con la mención de Kurik la vi por unos segundos de reojo antes de alzar la cabeza y asentir con ella, dándole la razón por completo en ese punto. Cuando finalmente me dijo que llamaría y que si no se enfadaría mucho, me sacó una sonrisa, pero en lugar de ser aquella sonrisa divertida, burlona o socarrona, era más una sonrisa dulce... Algo que en definitiva, era raro de ver, pero ante la amenaza de quedarme sin cigarros volvió esa sonrisa burlona, seguida de una carcajada antes de mover mi mano, restándole importancia. -Bah, esa mierda no me importa!... Las únicas veces que fumo son para estas, para romper el hielo y poco más. Estos son los mismos que me dio Billy hace tiempo de hecho... No sé si haya un termino, pero yo lo llamo ser un "Fumador social".-
Ya cuando el verdadero tema salió a la luz, por la pregunta de Grey me limité a asentir con la cabeza antes de dejarle hablar, ya dando a entender que lo explicaría cuando ella terminara. Me limitaba como siempre a asentir e interrumpir poco, escuchándola atento, aunque ese gesto que hizo cuando tomó mi mano entre las suyas y lo que dijo amenazaron en sacarme otra de esas sonrisas cálidas de antes, aunque solo se quedó en una sonrisa ladina, apretando ligeramente los labios. -Me alegra mucho que me consideres como tal Grey.- Dije ahora colocando mi otra mano sobre la suya, mirándola a los ojos con aprecio. -No nos conocemos mucho ni de lo que cada uno pasó antes de que nos conociéramos en el Domo, pero de verdad me alegra saber que hayas dado ese paso, y déjame decirte que no es uno muy sencillo... Créeme, he conocido gente así que no deja los malos hábitos como esos a pesar de que estén atentos y comprendan que eso les afecta, y aún así defienden eso sin saber el daño que les hace... Y déjame decirte que esas mierdas acaban con mi paciencia demasiado rápido.- Soltaba cortas carcajadas, bajas, mientras iba soltando la mano de Grey, aunque la otra que ella sostuvo seguía allí, donde tomaba su mano, dándole un ligero apretón antes de que me soltara.
Cuando finalmente dijo aquello de mi fortaleza incliné la cabeza ligeramente como diciendo gracias, antes de que ella jalara de mi brazo, a lo que solo reí un poco mientras me levantaba algo perezoso del sofá, como de un padre siendo zarandeado por su hija pequeña, pero en el proceso apagué el cigarro contra el cenicero y me levanté. -Oh no, no te preocupes, podrías saludar a mi familia ahora mismo.- Sonreí de manera algo alegre, notablemente de mejor ánimo mientras miraba el comunicador. -Aquí es de noche, así que en Poseidón ya debe de ser las 3 de la tarde, en Ignis deben de estar desayunando, y... Sí, en la tierra ya deberían de ser como las 11 de la noche, pero mis hermanas trabajan hasta tarde la mayor parte del tiempo.- Finalmente alcé la vista a la ex-sargento, con una mirada también que reflejaba ese aprecio que nos teníamos uno al otro, en especial por esos ánimos que me daba ahora. -Además, mi madre no es de pegar gritos ni nada, es una mujer dulce que de seguro se debe de estar preocupando mucho.- Sonreí algo divertido al imaginarme la escena, negando leve con la cabeza. -Además... Puede que conozcas a mi hermano mayor, está creo que en el PEC 8, y con el tiempo que pasé aquí de seguro Junior estará con él.- Sonreí confiado, aunque en camino a la sala de telecomunicaciones, decidí explicarme mejor esa diferencia entre Atraer y Gustar
-Verás... Los japoneses tienen algo, y es que ellos tienen 3 formas distintas de decirle "Te amo" a una persona. Una son para amigos y gente cercana, otra para la familia, y otra para su pareja. Y me parece una separación genial, porque la simple palabra "Te amo" tiene muchos usos, y creo que es importante tener alguna diferencia entre ellas, y es por eso que yo uso las palabras "atraer" y "gustar" de forma separada. Cuando digo de atraer es cuando es a un nivel más superficial, ¿Sabes? Cuando puede que sea algo físico, o cuando no conozca lo suficientemente bien a una persona. Cuando digo que alguien me gusta es cuando siento que ya conozco lo suficiente a esa persona como para tener un sentimiento mayor, algo que ya estás con la certeza de que no es un enamoramiento superficial y sin tanta relevancia...- Por la forma seria en que hablaba se notaba que eso era algo importante para mí, que me lo tomaba en serio, pero cuando llegaba al final de la explicación se notó como si mis animos volvieran a decaer. -Solo hubo dos personas que creo que me gustaban en este Domo... Una lamentablemente murió el día del entrenamiento con Quest, y la otra tiene perdidamente enamorado a Alvin.- Se notaba que esto era muy profundo para mí en la forma en que hablaba y como mi mirada se fue al suelo, con gran pesar, aunque luego de decir eso mis ánimos se recuperaron junto a una leve mueca ladina que tenía, mientras alzaba de nuevo la mirada hacia Grey. -Puede que no lo parezca Grey, pero soy alguien enamoradizo... Los irlandeses y los celtas en la época medieval hablaban con gran fervor sobre el amor único y verdadero, tenían énfasis en las emociones, y aunque no pertenezca a ellos igualmente es algo que comparto... Me encanta ese amor romántico de antes.- A este punto divagaba con una ligera sonrisa, mirando al frente mientras empezaba a abrirme con Grey. -El hacer todo por la persona que te importa, el arriesgarse uno mismo por el amor que tanto anhelas, esperar toda la eternidad por un último beso o un simple adiós de la otra persona para esperarla en la otra vida... Todo eso me encanta, desde las historias épicas hasta historias que podrían empalagar a cualquiera... Con cierto límite en esa última, claro.- Sonreí con cierta calidez y diversión, antes de negar con la cabeza sin aún mirar a Grey. -Pero hay veces en que los sentimientos simplemente me arrastran y yo solo me dejo llevar... Con Sarah me encantaba esa forma dulce de ser, ese respeto que tenía con todos, y nunca tuve la oportunidad de acercarme y conocerla por esta... Vacía rutina que tenía todos los días, sin relacionarme verdaderamente con nadie... Y al siguiente día Alvin besa a Becky justo frente a mi.- Sonreí con cierta amargura, seguido de una risa donde la frase "Reír para no llorar" podría ser perfecta para describirla. Una risa agria para cualquier oído que la escuchase, pero aún así sin un rastro de rencor o ira, simplemente como la de un anciano viendo toda la vida de los demás avanzar con vigor y alegría mientras la suya propia se marchitaba con el paso del tiempo.
-El que no pelee por tu amor es porque respeto ese sentimiento que compartes con Eylo, es algo muy difícil de replicar o siquiera romper... Pero no sé que llega a sentir Becky de Alvin, o si es correspondido con la misma fuerza, y es por eso que no tengo idea si luchar por ella en una batalla que ya está perdida, o reconocer que ya perdí la oportunidad...- La sala de telecomunicaciones ya se veía en la distancia, y desde que empezamos a hablar del tema del amor, ya había hecho que bajáramos un poco el ritmo para hablar de forma larga y tendida del tema, aunque al ver la puerta la bajé solo un poco más. -Lo peor es que lo que me pasó aquí en el Domo, eso de no tener alguna relación importante con casi todas las personas que conozco aquí no es la primera vez... Es como la segunda o tercera, creo... Siempre me veo acompañado, pero cuando trato de pensar en mis amistades significativas me cuesta pensar en una, incluso aunque ellas estén en la Tierra o Ignis, pero ninguna aquí...- Otra risa salió, aunque esta vez un tanto más contenta que aquella amarga anterior, volteando a Grey, tomando su mano y apretándola con algo de suavidad.. -Excepto tú, claro... Creo que eres una de esas amistades verdaderas que he hecho aquí Grey, y te lo agradezco... Lo que me jode es que haya sentido algo por ti y tú algo por alguien más.- Bromeé, volviendo así toda esa alegría y diversión del Martín de siempre mientras soltaba una carcajada, retomando el paso normal mientras llegábamos a la puerta. -Va, anda... Desde ahora te advierto que de seguro mis hermanos y mi padre son medio cabrones, capaz y pienses que eres la razón por la que no los llamé y que "me tenías ocupado", así que quedas advertida.-.
No era difícil ver que entre Martín y Grey existía entendimiento. La mujer le estaba indicando que debía llamar a casa, conectar con sus seres queridos y no dejarlos atrás, mientras que el joven, inicialmente en silencio, asentía ante lo dicho. La fémina tenía razón en sus argumentos y tras demostrar que se preocupaba por él, consiguió arrancar de Ruiz una sonrisa dulce, un gesto que a ella, no le pasó desapercibido.
- Así, que fumador social - La mujer le miró con la intensidad de sus ojos verdes - No distamos mucho en ello. No suelo atentar contra mi cuerpo de manera habitual... - Desvió la mirada a un lado, quizás por timidez o porque no estuviera siendo del todo sincera.
Grey le estaba tratando con familiaridad, como si el joven ya formara parte de su familia, siendo muy sincera en la parte que correspondía a Yilmaz, no queriendo forzar situaciones o comprometer a ambos varones en una relación triangular. Dunne se mostraba muy próxima con Martín, realmente había cierta chispa entre ellos que parecían compartir, o pudiera ser formas de entender el mundo.
- ¿Saludar a tu familia? - Le pilló por sorpresa esa afirmación pero la fémina no parecía sentir desagrado por la idea - Más delito tienes si encima tu madre es encantadora, debería hacértelo pagar Martín, por hacer que se preocupase... Yo de ti vigilaría muy bien el café de por la mañana, no vaya a ser que una muy mala persona le ponga pimienta dentro - Bromeaba, pero Ruiz tenía la sensación de que probablemente la ex sargento, fuera capaz de ello - Y no conozco a tu hermano, pero si me das un par de semanas puedo conseguir su expediente... - Y así de peligrosa era Grey, podía conseguir informes personales de varios PECs o al menos eso hacía creer.
La explicación sobre la diferencia de gustar y atraer le resultó muy interesante a la mujer, la cual atendía cada palabra del recluta con una escucha activa que determinaba aprendizaje.
- Vaya, entonces yo te atraigo y te gusta Becky y... - Se tomó un tiempo para decir su nombre, estaba claro que para Dunne tampoco había sido un plato de gusto perder a la compañera - Sarah... - Suspiró - Lo siento Martín, tienes que estar pasándolo muy mal por lo sucedido. Ojalá pudiera minimizarte el dolor y darte el apoyo que necesitas, aunque me temo que no soy la mujer adecuada para eso... - Atendió sus explicaciones sobre el amor cortés y el hecho o no de ser Ruiz enamoradizo - Es fácil enamorarse de alguien, la atracción, el deseo y el juego que surge en una pareja puede ser puro morbo. Pero hay algo mucho más profundo que hace simplemente que no te plantees estar con nadie más, saber que puedes perder a la persona amada... Creo que cuando encuentras a alguien realmente especial, simplemente se deja de ser enamoradizo... - Comentó con cierta tranquilidad - Creo que tu problema ha consistido en esperar demasiado. En el Domo las sensaciones son intensas, cada mes ocurren cosas y esto une o separa a las personas. Creo que si en algún momento alguien te encanta, debes arriesgarte y mostrarte tal y como eres. Siempre puedes pedirle una cita e ir a las cocinas para tener una cena romántica, seguro que Narel estaría dispuesta a ayudarte y hacer algún plato delicioso... - Comentó dándole la idea.
-Si alguien te gusta de verdad, luchas por esa persona. Das por perdida esas guerras, es respetable, pero eso significa que no era la persona que deseabas para ti, de lo contrario, no la dejarías pasar - Respondió cuando él dijo que no iba a luchar por el amor de una mujer que estuviera ya comprometida, algo en lo que Grey no estaba del todo de acuerdo - Debes pensar si merece la pena o no. Solo tú hallarás la respuesta. Si no comes, duermes o te agria el carácter, a lo mejor merece la pena intentarlo. Tu verás...
Ruiz apretó la mano de Grey con suavidad y la mujer le dio un abrazo sentido, cariñoso, que reforzaba la amistad que ella comenzaba a tener por él - Los amigos de verdad no tienen porqué acabar en relación. Quizás eso a veces sea lo mejor porque cuando la magia del fuego acaba, a veces se rompe hasta el cariño compartido. Hoy por hoy a nosotros no va a pasarnos. Soy tu amiga, eres mi amigo, podemos compartir muchas cosas aunque no sea la cama. Es quizás nuestra única frontera - Le guiñó el ojo, quería expresarle de que pasara lo que pasase, él no estaba solo y que siempre podía ir a buscarla.
La mujer no parecía preocupada de que su padre y hermanos pensaran que ella era el motivo por el que Martín no llamaba. La ex sargento acompañó a Ruiz hasta telecomunicaciones y una vez allí, Benedict le puso en contacto con su familia, ya dependía de él tener esa charla familiar para decir en casa que se encontraba bien y que estaba en período de formación. Ahondando o no, en los detalles sucedidos hasta le momento.
No pasó desapercibida su reacción de que no fumaba tanto como lo parecía, pero lo dejé pasar para no forzar la cosa. Pero cuando empezó a recriminarme sobre que era básicamente un crímen contra la humanidad no hablarle a mi encantadora madre por tanto tiempo, rodé los ojos hacia atrás e incluso rodé un poco la cabeza de manera exagerada, antes de bajar la cabeza mientras se me escapaba una risa seguido de dirigir mi atención a Grey. -Jo, Grey, tampoco te pongas así... No se vale extorsionarme cuando yo no tengo nada para hacerte lo mismo.- Bromeé divertido, antes de que mi sonrisa se borrara cuando la mujer mencionó sobre encontrar información de Maximiliano. -Pues te lo agradecería mucho si no lo haces...- Fue lo único que dije antes de volver a mi actitud normal.
Ya siguiendo el tema de las relaciones permanecí callado mientras la mujer hablaba, asintiendo con la cabeza, antes de suspirar de nuevo, denotando todo ese cansancio y desgaste emocional. -Es de lo peor... Eso de que una chica que me guste termine con otro me ha pasado, pero sumando lo de Sarah... Es bastante.- Fue lo único que podía decir. Ya había llorado por su muerte, y con ganas, así que no planeaba hacerlo de nuevo tan pronto. -¿Sabes? A pesar de que venga y te explique la diferencia entre "gustar" y "Atraer" hay veces que las lineas se difuminan bastantes, y todo se resume en querer estar con esa persona... Y pues, cuando se trataba de ponerlas en la balanza en las 3 no sabía diferenciar muy bien cada una, pero luego de pensarlo por un rato vine con esa conclusión que aún no estoy del todo seguro.- Expliqué con calma, un tanto rápido antes de dejar que la mayor hablara, aunque por aquellos últimos comentarios nuevamente esa chispa de diversión y carisma apareció. -Cuidado Grey, si me sigues animando así capaz y termine dándome de hostias en el ring con Eylo por ti.- Bromeé algo divertido, tal vez una broma un tanto pesada para ella, pero fue algo que se me ocurrió. -Pero gracias, lo tomaré en cuenta... ¿Crees que a Quest le encanten los detalles románticos o algo menos elaborado?- Y allí otro chistaco, esta vez sin poder mantener la seriedad y terminando en una divertida carcajada que se me escapó.
Y de nuevo vino la mujer tratando de animarme, algo que me confundió un poco pero la verdad me daba ánimos... Aunque me confundía más que todo. -Vale, pues a este punto ya siento que me das señales y consejos que me confunden...- Dije, pero luego de negar un poco con la cabeza y con un ademán con la mano, hice algo así como una señal para que no prestara atención tanto a eso que acababa de decir. -En fin, no creo que sea algo subconsciente como de que si no peleo por esa persona es porque no la considero lo suficientemente importante para eso, es solo qué... Si de por si ya perdí la batalla, será peor si pierdo la guerra.- Fue algo simple, sin muchos rodeos, y quería decir más como que en cualquier caso, si pensaba que al menos Grey merecía la pena pelear por ella... Pero con lo que contaba de los sentimientos que tenía por Eylo, de por si ya era jodidamente desmoralizador. Y ella de seguro notaba eso, que quería decir más, pero simplemente me callé.
Cuando Grey fue a por el abrazo, correspondí con mucho gusto. Se sentía bien, bastante... Pero al mismo tiempo tenía un sentimiento de vacío y tristeza, algo amargo pero dulce que combatían uno contra otro, una montaña rusa que subía y bajaba, y ninguno de los sentimientos tenía pensado dejarle algo de avance al otro... Desde pequeño me habían enseñado cuando era correcto mostrar esos sentimientos, a controlarlos y dejarlos ir, pero en este mismo instante sentía un gran bloqueo, nuevamente contemplando lo que pudo ser, pero solo observando como los escombros se acumulaban más y más al notar ese cariño que se tenían Grey y Eylo, algo que no entendía, que no parecía tener cabida en mi mente de como tenían algo así en cuestión de 2 meses, en el mismo tiempo que Eylo y yo la conocimos, y era simplemente desalentador. -Ja, va, puedo vivir con eso.- Respondí divertido, antes de finalmente entrar a la sala de telecomunicaciones.
Una vez allí finalmente hablaría con mi familia. Les presentaría a Grey claramente como una amiga, aunque antes de eso no faltaron esos comentarios de "¿Y esa muchacha tan bella que tienes al lado es tu novia?", solo que por suerte tal vez, mi padre lo había dicho en español, algo que esperaba que ella no entendiera. Luego de aclarar las cosas y las presentaciones, finalmente pasé a contarles que había pasado en todo este tiempo, sin ahondar demasiado, solamente algunos detalles, pero sin pasar por alto o evitar lo que pasó hace poco: Hubo un ataque, la zona no era segura y no nos permitieron salir. Murieron dos compañeros llamados Sarah y Kurik, y en otra ocasión les podría decir más, pero quería saber de cada uno de ellos. Quería saber que cosas estaban haciendo mis hermanos en Poseidón, que era lo que estaba haciendo Maximiliano, si acaso "Junior" terminó en el mismo PEC que Maxi y que era de la vida de mis hermanas en la tierra y mis padres junto con mi hermana menor allá en Ignis. De todo ello para al menos olvidarme de lo que había pasado recién, de todas esas dudas que tenía y pasar el mal rato.
Como no sabía si acaso iba a ser el cierre de la escena o si habría unos posts más sobre la llamada de la familia de Martín decidí resumir todo :) Espero que esté bien.