Partida Rol por web

Después de un día en el que sentía la cabeza bastante embotada debido a legislación principalmente, decidió salir a tomar el aire en una posición alejada de la vista de los demás, donde podía relajarse y escuchar a Becky sin ser visto. A pesar de intentar que la gente se uniera, que hicieran un frente común y de disfrutar en compañía, Billy tenía esa extraña dicotomía, necesitaba sus momentos de paz y tranquilidad alejado del bullicio habitual de un lugar donde había varias personas. Tenía un sitio fichado, guarecido del viento donde era difícil verle y podía sentarse simplemente a dejar pasar los minutos o las horas sintiendo una suave brisa. 

La noche era fresca pero agradable, llevaba una taza de humeante café, era uno de esos momentos en los que echaba de menos el tener una buena novela de esas que tanto le gustaban... tendría que buscar la manera de hacerse con unas cuantas. Así iba caminando, pensando en sus cosas cuando vio a Daya. La piloto le había caído muy bien, aunque no habían tenido tanto trato como le hubiera gustado para conocerla más... recordaba en aquella charla que tuvieron la primera semana y recordaba la calidez que transmitía, lo cual le daba la impresión de que iba a ser una cualidad muy necesaria en un Domo con tanto individualismo y tantos egos. Decidido a dejar su rato de soledad para más adelante le hizo un gesto de saludo con la mano y se acercó. - Buenas noches... ¿Café? - ofreció su taza a la piloto, aunque había dado ya un par de tragos pero quedaba una buena ración, total William era prácticamente adicto al café y el día que menos tomaba, tomaba cuatro tazas... hoy ya llevaba seis. 

- ¿Qué tal llevas el primer mes? - preguntó sinceramente interesado por conocer un poco más a Banerjee

Sonrió al escuchar la voz de quien se había acercado a ella. Abrió los ojos y buscó los de William sin borrar de su rostro esa sonrisa.

Estaba sentada en el suelo, con sus piernas cruzadas y sus manos sobre sus rodillas, pero relajó sus postura en ese momento. Se estiró y se echó hacia atrás, apoyando las manos en el suelo y estirando las piernas.

-No, gracias. Si tomo café ahora no pegaré ojo. Pero muchas gracias de todas formas. Estaba meditando, pero acababa de terminar-mintió descaradamente, porque le agradaba la visita-¿Quieres sentarte conmigo mientras te tomas el café? Si no me fallan los cálculos dentro de un rato pasaremos a través de una nube de polvo y podremos disfrutar de algunos meteoritos interesantes. Desde aquí se ven mejor, hay menos  luz que cerca del domo-le hizo una señal al muchacho para que se sentara junto a ella.

Miró como se sentaba a su lado, pendiente de que no se le cayera la taza de café-No es muy normal verte por el exterior de noche, de hecho, nunca hemos coincidido. Deberías salir algún día. Hay veces que sale Becky y canta, no deberías perdértelo porque tiene una voz digna de escucharse. Otros días, como hoy, no sale nadie. Esos días los aprovecho para estar un poco a solas conmigo misma aquí fuera, me hace sentir como si estuviera en mi planeta, en Innum.

Guardó un poco de silencio pensando en la pregunta de William-Respecto a tu pregunta…no lo llevo mal, pensé que lo llevaría peor la verdad. Vengo de una familia muy numerosa, de la que nunca me he separado, y pensé que los echaría mucho más de menos, que tendrías días de bajón sabiéndolos lejos, pero no tengo tiempo a pensar casi, a situarme, pasa todo demasiado rápido. Muchas cosas que hacer, mucho que estudiar, mucha gente a la que conocer…-lo miró, levantando una ceja y resoplando-Hay gente aún con la que apenas he hablado y no debería ser así. Somos un equipo, debemos conocernos y aprender a trabajar juntos, nos guste o no. Pero los días no me dan para más. Y ahora, con tener que estudiar todo el temario de leyes… ufff menuda losa nos ha caído con eso, ¿verdad? Nunca pensé que tendría que estudiar algo parecido a estas alturas ya-y eso sin pensar en que continuamente quería estar pendiente de Vera para cumplir la promesa que se había hecho respecto a la muchacha, cosa que no le pesaba en absoluto pero la tenía preparando planes y situaciones de continuo.

Daya dirigió la mirada sobre ellos, buscando quizás uno de esos meteoritos de los que había hablado, el primero que daría lugar a un buen rato de entretenimiento.

-¿Y tú? ¿Cómo lo llevas? Desde fuera, sin saber… creo que eres de los que mejor lo llevan por ahora.

- Si claro - respondió con una sonrisa a su invitación. Daya le había caído muy bien y se alegraba de haber coincidido con ella - Vaya cálculos - afirmó sonriendo, usó su mano para cubrir el café en caso de que viniera la nube de polvo y que no se le echara a perder. Se sentó cerca de Banerjee dejando ver una sonrisa apacible, algo nada habitual en él. De alguna manera, la forma de actuar de la joven desarmaba la máscara que solía mostrar a los demás, era como una hermana mayor que te conoce en profundidad y a la que sabes que no puedes engañar, sólo que no quería hacerlo... simplemente. Estaba claro que le había parecido percibir mucha bondad en ella a pesar de su breve conversación anterior o quizás sólo deseaba poder mostrarse tal cual frente a alguien. - Salgo a veces, aunque bueno... es normal no verme - admitió con una sonrisa algo melancólica - A veces necesito esa paz y... estoy acostumbrado a esquivar la vista de los demás - Cuando Daya empezó a hablar de su planeta y de su familia, William escuchaba embelesado apoyando la cabeza sobre la rodilla, tratando de imaginar como sería eso... un hogar que echar de menos, una familia numerosa a la que la sola idea de tener lejos te transmite ese tipo de melancolía. - ¿Cómo son? ¿Cómo es? - Preguntó con gran interés, buscando saber más de esa familia que le describía y de su planeta. 

 Y ahora, con tener que estudiar todo el temario de leyes… ufff menuda losa nos ha caído con eso, ¿verdad? Nunca pensé que tendría que estudiar algo parecido a estas alturas ya

- Los estudios nunca han sido mi fuerte... falta de dedicación, supongo - Generalmente se libraba en ese tipo de pruebas por el hecho de ser bastante espabilado, pero la constancia necesaria para estudiar jamás había sido su fuerte. - En realidad no creo que las pruebas sean tan determinantes... a fin de cuentas la legislación se puede aprender, primeros auxilios y tiro con un conocimiento básico puede ser más que suficiente dentro de la misión de cada uno, aunque sólo es una teoría - 

-¿Y tú? ¿Cómo lo llevas? Desde fuera, sin saber… creo que eres de los que mejor lo llevan por ahora.

Se encogió de hombros con algo de tristeza en la mirada para luego echarse un poco para atrás, apoyando las manos en el suelo y perdiendo la vista en el cielo - Decepcionado y bastante enfadado... lo que hizo Kurik me parece una salvajada... cuando lo averigüé hablé con algunos para hacer algo, pero muchos preferían no tomar parte... - Se echó hacia delante apoyando en ese momento los brazos sobre las rodillas dobladas y mirando al suelo - Admito que es algo que me ha afectado mucho... era consciente que la Space Force no iba a ser un baluarte de valor y honor... pero eso... - Recordaba con claridad el momento en el que había conseguido convencer a Lizza de que le contara lo que ocurrió, lo devastada que se sentía y la rabia que a él le inundó... la reacción de varios compañeros fue una losa más sobre el ánimo del joven. - Pero bueno... sé aparentar... a fin de cuentas ese es mi papel ¿no? - giró el rostro hacía Daya con una sonrisa de medio lado cargada de pena... 

-Sí… digamos que una tiene aficiones raras.

Lo observó a su lado y lo escuchó atentamente. Entendía a qué se refería-Sí, me pasa a mi igual. Supongo que lo dan las circunstancias y retirarse un poco siempre viene bien, pero no siempre. Hay veces que la soledad ayuda, pero otras puede ser un arma de doble filo. ¿Has meditado alguna vez? Sal conmigo a hacerlo de vez en cuando, te enseñaré. Consiste básicamente en que estaremos aquí los dos, tranquilos, sin necesidad de hablar, pensando cada uno en lo nuestro… pero sentiremos que no estamos solos realmente porque hay alguien que quiere compartir nuestro silencio y lo entiende, sin más-inclinó hacia un lado la cabeza, esperando que aceptara su invitación aunque solamente fuera un día para probar. Sabía que los dos podrían hacerlo sin problema y se sentiría mejor sabiendo que el muchacho no andaba solo de noche por los exteriores dándole vueltas a la cabeza. Y, además, sabía que le gustaría estar allí con William, como en Innum había pasado muchas noches así junto a su hermano. El era una de las dos únicas personas en el domo, a quien podía proponerle aquello.

-¿Cómo son? ¿Mi familia?-preguntó sorprendida porque no se esperaba esa pregunta, aunque algo en ella le habló mucho de William y la animó a contar cosas que, aunque normales para ella, quizás no lo eran tanto para el muchacho-Ufff son… a ver… es como si en una casa hay un tornado continuo-soltó una carcajada, acordándose del desorden ordenado, como ella solía llamar a su casa-Somos ocho hermanos. Mi hermano mellizo y yo somos los mayores. Los demás son bastante más pequeños, creo que los dos le dimos demasiada guerra a mis padres de bebés y tardaron en decidirse a seguir ampliando la familia. Todos vivimos en la misma casa, las chicas compartimos dormitorio, somos tres, y los chicos se reparten en otros dos. Junto a mi casa está la casa de mis tios por parte de padre. Ellos son siete en total, mis tios y sus cinco hijos. Y en la casa contigua, viven mis abuelos. Imagínate… cuando no viene uno a casa viene otro, los niños pequeños correteando entre casa y casa, las comidas son una verdadera locura porque mi abuela se empeña en cocinar para todos… y, un poco más lejos, pero en el mismo asentamiento, tengo otros dos tios y tres tias, todos con sus respectivas patuleas de niños-sonrió acordándose de ellos mientras su mirada se perdía en la oscuridad del cielo nocturno de Protect-Aparte, los más mayores trabajábamos juntos. Mis abuelos y todos sus hijos e hijas y correspondientes maridos y esposas, y los primos más mayores, en total, llegamos a ser diecinueve trabajando en el negocio familiar. Y, ¿sabes que es la bueno de todo? Qué todos nos entendíamos y nos llevábamos bien. Cada uno sabía qué tenía que hacer para que todo funcionara. Era un engranaje perfecto… -tuvo que tragar y respirar hondo para no emocionarse al recordarlos-Si quieres ver cómo es una tarde cualquiera con ellos, acompáñame un día haga una conexión con ellos. No molestarás en absoluto, al revés, a todos les gusta conocer quien es parte de mi vida ahora. Estoy segura de que te harán algún encargo tipo… no dejes que coma tal o cual cosa que le sienta mal, vigila que se junte con gente buena… ya sabes, ¡cosas de madres!

Hizo una señal alrededor de ellos, desviando su atención al entorno-Y todos ellos, salvo mi hermano, están en Innum. Innum es como una hoya a presión fabricando vida. Es un planeta naciente, en desarrollo. La vegetación es básica y abundante en forma de helechos, algas, algunos árboles que han ido desarrollándose más, algunas plantas con flor que generalmente son venenosas. Casi todo el planeta está cubierto de agua, las zonas secas son muy escasas y muchas de ellas son volcanes en activo que hacen que sea inhabitable esa parte del planeta por los gases que expelen. No hay mucha fauna entendida como "animales que corretean o vuelan". Lo que más abundan son las sopas. Es cuando el agua del planeta se queda confinada entre tierra seca y, debido a la temperatura y la humedad y miles de cosas más, se genera el caldo de cultivo perfecto para la vida. Si vienes a Innum, nunca bebas de esos sitios o alojarás en tu cuerpo a millones de seres microscópicos, la diarrea mínimo, te la llevarás puesta. Es bonito. Muchas veces intento imaginarme qué seres saldrán de allí dentro de miles de años… Pero hasta ahora me tengo que conformar con las predicciones que hacen los científicos que estudian el planeta. Innum es un laboratorio gigante, casi el noventa por cierto de las personas que viven allí son científicos que lo estudian. Yo conducía un vehículo aéreo que los transportaba de sus bases a las zonas de estudio y, mientras que esperaba a que terminasen me gustaba hablar con ellos e interesarse por sus descubrimientos-hizo una pausa, recordando-No todos te contaban, ya sabes… "Es confidencial, señorita. Se le agradece el interés, pero no puedo contarle nada"-sonrió, negando con la cabeza-Otros te lo contaban sin problema. Es muy interesante cuando me dejaban ver las cosas con los microscopios por ejemplo y me explicaban que era lo que veía. Y ya no habló más de mi que está sonando demasiado egocéntrico. Venga, tu turno, ¡cuéntame de ti!

Se estiró y se tumbó de lado, apoyándose en uno de sus brazos para poder mirar a William de frente mientras lo escuchaba.

 -No lo sé si serán o no tan determinantes, pero tenemos que hacer lo posible para superarlas todas lo mejor posible. ¿Sabes? No quiero que nadie se quede atrás. Cada uno aportamos algo único. Somos también un engranaje, pero aún no estamos coordinados… estos días aquí, cuando nos dejan solos… creo que es para eso. Estar solos es una forma de llegar a comprenderlo por nosotros mismos, a conocernos. Vale, aún no sé cómo encaja Kurik, no te lo puedo negar, pero si está aquí es por algo. Pero después de lo sucedido y siendo Kurik tan hermético, creo que tardaremos en saber qué papel juega él en el equipo.

Pero Daya no se esperaba escuchar lo siguiente que William le contó. Arrugó el ceño y se sentó de frente al muchacho, guardando silencio durante un buen rato, preocupada, intentando digerir todo lo que acababa de escuchar.

-No, no es para nada tu papel… -le dijo sinceramente, preocupada por él- Tu opinión y tu trabajo cuenta lo mismo que el de los demás-adelantó su mano y agarró la del muchacho-Oye, sé que estas cosas hay que ganárselas… lo sé, pero quiero que sepas que puedes contar conmigo para lo que necesites, por muy tonto que te parezca. Y no te minusvalores en absoluto, eres igual de importante que cualquier otro, no quiero escucharte decir eso de ti más-no apretaba fuerte su mano, pero intentaba transmitir algo que las palabras no podían en aquel momento-No sabía nada de lo de Lizza, me enteré en el comedor y fue un golpe duro, realmente, creo que aún no he llegado a procesarlo. Ni siquiera he hablado con ella porque se junta todo y no hemos tenido ocasión. Creo incluso que cuando llegue ese momento, no hablaré del tema, prefiero que ella vea que todo es normal a su alrededor y que puede confiar en los demás, aunque ahora le parezca duro, no creo que le agrade estar continuamente hablando del tema-miró fijamente a William unos segundos, pensando si realmente quería saber o no quienes habían sido los reclutas que le habían negado a William la ayuda ni qué había propuesto él hacer al respecto-En la Space Force encontrarás valor y honor, pero eso no significa que el cien por cien de los que estamos aquí tengamos esas cualidades. Simplemente tienes que buscar a las personas que para ti lo son y unirte a ellas. En el domo hay gente así, estoy segura, lo intuyo… lo sé. Quizás esas personas con las que hablaste no son lo que esperabas, quizás también tienen miedo de que moviendo ficha sean ellos los que se busquen su expulsión de alguna forma o, en este caso, el acoso de Kurik. Ten en cuenta que somos casi completos desconocidos muchos de nosotros. No es un asunto simple lo de Lizza.

Soltó su mano, pensativa-Los mandos lo saben ya. No podemos hacer mucho más, salvo intentar que Lizza se sienta segura y observar a Kurik para que no vuelva a hacerlo. Ni eso ni amenazar a ninguno de nosotros de ninguna forma. ¿Crees que a ella le gustará esto? ¿Salir aquí con nosotros sin necesidad de hablar? Solo estar y sentir un rato que no tiene ninguna obligación para con nadie. Tú tienes más confianza con ella, coméntaselo a ver qué le parece. Siempre será bienvenida.

 Acababa de enrolar a William en aquellas salidas los dos solos y lo sabía. Quizás solo viniera un día más, quizás le gustara y siguiera saliendo regularmente o quizás nunca más viniese porque considerase aquello un rollo. Todas las opciones serían correctas a ojos de Daya. Pero ella esperaba sinceramente que viniese al igual que quería que aceptara su invitación a conocer a su familia, pero no le insistiría en absoluto, él era libre de elegir. Pero a ella le encantaría tenerlo a su lado y poder ayudarlo si lo necesitaba de nuevo. Nadie debería sentirse solo allí.

Billy reía ante el comentario sobre las aficiones raras. Movió la cabeza hacia los lados como respuesta a la pregunta sobre haber meditado alguna vez, la verdad es que ni siquiera lo había intentado. La explicación parecía profunda y agradable, nunca había estado en una situación así - Bueno, podemos probar - afirmó con una sonrisa de gratitud. 

Escuchaba embelesado las explicaciones sobre la familia de Daya, le resultaba increíble lo numerosas que eran las familias y le resultaba fácil imaginarse en medio de todo ese caos. Se le humedecían ligeramente los ojos al escuchar todo aquello, agradeciendo que estuviera oscuro. Le sorprendía sobre todo lo fácil que parecía cuando explicaba lo bien que trabajaban juntos, pensando que ahora mismo debería de añorar mucho aquella sinergia. - Me encantaría - afirmó con mucha emoción, aunque un poco entrecortada la voz. Le parecía un gesto maravilloso que le invitara a algo así y personal. - JaJa. Bueno, puedo vigilar que te juntes con gente buena, aunque tendrá que haber hueco para mi en tu equipo - afirmó riendo en broma. - ¿Qué tal le va a tu hermano? ¿Dónde está? - William tenía aún esa parte de inmadurez de quien no se da cuenta que está preguntando demasiado y lo cómodo que se encontraba con Banerjee animaba a que preguntara mucho. 

La explicación de su trabajo le llamaba la atención, parecía fantástico conocer a gente diferente, a científicos y poder aprender - Kalina es bióloga, seguro que estaría encantada de contarte cosas. Está fabricando un habitat para las especies de la zona y poder hacer estudios propios - afirmó al tiempo que se llevaba una mano al mentón - Además, se que necesita ayuda para conducir con el material necesario hasta la cueva... Y no se fía demasiado de Jim - terminó con una amplia sonrisa. Por la descripción del planeta daba la impresión de que era un sitio complicado para vivir, aunque atraer científicos seguro que era bueno para su economía - Parece un sitio en el que hay que andarse con cuidado, tu planeta - sentenció finalmente, él no había conocido ese tipo de ambientes, de hecho empezaba a ser mucho más consciente de lo benigna que había sido la situación económica familiar. 

- Oh, no te preocupes. Me gusta escuchar - afirmó con gran convicción, la verdad es que pocas veces se había sincerado sobre su vida, ni siquiera era a propósito, simplemente había cosas a las que prefería no darle demasiadas vueltas. Aunque de alguna manera la piloto, con su candor le generaba una confianza que era toda una novedad para él - ¿De mi? - Parecía meditar la respuesta, aunque finalmente se lanzó - Mi madre... mi madre era muy guapa - no sabía porqué, pero le parecía que era algo que decir, aunque a veces el recuerdo se volvía borroso - Era muy buena, le gustaba leernos a mi hermano y a mi... le encantaba hacer galletas y dejarlas para que se enfriaran en sitios donde no pudiera cogerlas, porque siempre intentaba coger algunas cuando estaban demasiado calientes - Una leve sonrisa cargada de nostalgia aparecía en la cara de Thompson - Murió teniendo yo diez años - aquel comentario hizo que un par de lagrimas se derramaran en la tierra bajo ellos, hacía mucho de aquello pero el recuerdo permanecía firme en su corazón - Mi hermano tenía ya dieciséis, así que dos años después se unió a la Space Force y me quedé bastante solo... - Aunque esa parte le producía una gran tristeza, lo disimulaba como podía forzándose a mostrar una sonrisa que era ligeramente falsa - Mi padre es comandante de un Pec y bueno... nunca ha tenido mucho tiempo para su familia, al menos para la parte que no cumple sus ordenes - Comentó, con pena y rabia a la vez, dejando claro que se refería a él - Siempre nos daba sermones sobre lo bien que vivíamos y que deberíamos estar agradecidos... aunque a mis cumpleaños y obras siempre venía algún subalterno, pues él "estaba demasiado ocupado con asuntos importantes" - continuó poniendo una voz forzada en la última frase. - Con mi hermano siempre me he llevado bien, aunque no nos podemos ver demasiado ya que él es piloto de combate y siempre está en alguna misión, pero hablamos a menudo... Mi padre no acepta que un hijo suyo no esté en la Space Force... así qué heme aquí. Aunque debería haber venido ya hace dos años. Pero cuando estás acostumbrado a burlar una férrea vigilancia militar orquestada por tu padre desde los doce años, no suele ser difícil escaquearse después de seis años de experiencia - recordó con una sonrisa más divertida. Recordaba el día que se escapó, no dieron con él hasta seis días después y el enfado de su padre era enorme. - Así que ya ves - sentenció obligándose a sonreír - La viva imagen de una familia feliz - terminó con una amarga sonrisa - Pero bueno... ahora marco mi camino... no quiero entristecer la noche, cuando un precioso fenómeno atmosférico está de camino - 

Thompson miraba sorprendido el gesto de Daya, era algo extraño para él, hacía muchos años que había desistido de tener amigos, de hecho los militares destinados a vigilarle rotaban cada poco, mucho más rápido si empezaba a congeniar con alguno. Apretó la mano de la piloto devolviendo el gesto - Sé que puedo contar contigo... o al menos es me transmites... no te preocupes por mi de verdad - dijo con seriedad, tratando de quitarle hierro al asunto. 

- También pienso que para eso nos dejan a solas... Y Kurik... bueno, está aquí porque su padre es militar... la misma situación que yo... Su padre es sargento, el de Smart es comandante en el alto mando... No todos estamos por ser necesarios - Otra cosa de la Space Force que no le gustaba mucho, tener un buen contacto era más útil que ser bueno en tu trabajo, otra de las razones por las que no acababa de confiar en la propia Space Force, aunque buena parte estaría relacionada con la dedicación que le ha otorgado su padre durante toda su vida. - Si, lo de Lizza es complejo y ya no sólo por lo que pasó... Quien podría sentirse seguro con él... eso es lo peor. Sólo entiende el idioma de la fuerza, como si no hubiera otra cosa importante, cuando es mil veces más valioso un médico, un piloto o un ingeniero... Se lo comentaré descuida - prometió con una leve sonrisa de medio lado - Aunque primero me tienes que enseñar a meditar, a ver si voy a ir haciendo el ridículo - Algo propio de Billy, cuando algo ahondaba muy seriamente, trataba de hacer un comentario humorístico para relajar la carga emocional. Alguien que llevaba tanto tiempo encerrado en si mismo, sin alguien de confianza tenía que proteger su caparazón lo mejor que pudiera. 

- Por cierto... - Dijo antes de seguir a otra cosa... - Esto... lo de mi familia... bueno, no se lo he contado a nadie... en realidad prefiero que no lo sepa nadie... - Había decidido confiar en ella, por la bondad que le transmitía, pero no le apetecía que nadie anduviera juzgando el por qué estaba allí ni nada. 

Había algo en el tono de voz de muchacho, en la forma de escucharla o, quizás, en su postura corporal que hizo a Daya sentir que debía abrirse aún más a él.

-Ya me junto con gente buena…-dejó una pausa antes de seguir hablando, para que él entendiera que lo decía por él mismo-si no te habría largado con la excusa de que estaba en mitad de mi sesión de introspección innumita. Cuando pongo cara de pocos amigos, suelo espantar a la gente-bromeó, sabiendo lo que le costaba poner mala cara y echar a la gente de su lado-Pues la verdad es que aún no sabe decirme, se está asentando en Natgrew aún. Se fue unas semanas antes que yo solamente y ha estado buscando casa y trabajo durante este tiempo, con unos primos, no está solo, como yo aquí-se quedó pensativa, dándose cuenta de algo en ese momento-Realmente, creo que le va bien aunque él era un poco conservador cuando le pregunté. Se está asentando, sí, pero ha conocido a una chica a la que me presentó el otro día. Parece simpática y confío en el criterio de mi hermano, tiene muy buen ojo con la gente a la que se arrima. Fíjate…tantos años en Innum y nunca había estado con nadie y en dos meses conoce a una chica en Natgrew. ¡Vaya! Tendré que chincharlo la próxima vez que hable con él.

-Lo echo de menos, una vida entera junto a él y ahora….-miró arriba y a la derecha y levantó su mano, señalando en aquella dirección-…está en aquella dirección. Natgrew. Mi madre y mi padre se meten con ambos diciéndonos que dos menos para criar, que ya era hora de que volásemos nosotros solos. Mis hermanas pequeñas se han repartido mi parte del armario y del escritorio y creo que han sacado mi cama fuera, no me han dicho donde la han puesto aunque mucho me temo que ha terminado en el invernadero, siendo bien pensada, y han hecho una zona de juegos en esa parte del dormitorio. Mis hermanos pequeños dicen que echan de menos que no les haga la cama, los deberes o les prepare el desayuno. Ya ves, alegría generalizada por habernos perdido a los mellizos de vista. Pero el día que organizo una conexión con ellos… allí están todos, peleándose por preguntar, hablar y asomarse a la pantalla. El día que vengas, ármate de paciencia, porque te van a freír a preguntas -rió con ganas, porque podía imaginarse perfectamente la situación.

Cuando William le comentó lo que estaba haciendo Kalina, se quedó pensando un rato mirando las estrellas-No tenía ni idea. Ella es una de las personas con la que menos relación he tenido desde que llegamos… y no debería ser así, tengo que sacar un hueco para hablar con ella, sí, estoy segura de que tiene muchas cosas interesantes que contarnos. Es importante que sepamos que fauna y flora hay aquí para evitar accidentes por desconocimiento con las especies del planeta. ¿Sabes que compartimos el hangar con unos bichos que anidaban en las Eagles? Pásate un día y te los enseño. Tengo pendiente desde que los vimos el comentárselo a Kalina. ¿No se fia de Jim? ¡Ah! ¿Pero de Jim se fia alguien? -preguntó con voz cantarina dejando claro que había pasado de nuevo al modo broma-Podría ayudarla, claro, no me cuesta nada.No se cómo conduce Jim, pero creo que… a ver… pensemos… lento estoy segura de que no.

Giró la cabeza hacia él mientras lo escuchaba hablar sobre su familia. No pudo evitar que su corazón se encogiera cuando supo que no tenía madre desde que solo tenía diez años y que su padre y su hermano no eran, precisamente, la unidad familiar que un niño de esa edad necesita ni, de mucho menos, un adolescente. No entendía aquella estructura de familia, tan diferente a la suya, pero sabía que su caso no era lo más común en la galaxia. Pero le costaba entender una familia sin cariño y proximidad-Hay veces que es mejor tener menos dinero y posición, pero ser más feliz. Así pienso yo al menos. También creo que la familia no siempre tiene que tener lazos de sangre. Muchas veces un buen amigo es la mejor familia que uno puede encontrar, todo se basa en intentar ser feliz y buscar lo que uno quiere, cómo tú estas haciendo ahora, y no quedarse sentado llorando la suerte que uno ha tenido-lo miró con cariño, a pesar de la oscuridad distinguía lo suficiente sus facciones-No entristeces la noche, todo lo contrario. Me haces sentir bien teniéndote a mi lado esta noche. Soy afortunada. Tengo a mi lado al mejor escapista del universo, debe ser complicado burlar la vigilancia militar, tuviste que poner en una situación comprometida a esos soldados ante tu padre. ¿Me cuentas qué hacías para darles esquinazo? Yo de pequeña he tenido que ser muy diferente a ti. ¿Que hacias para traer a tu padre de cabeza? ¡Anda! ¡Cuentame!

Después de escuchar el relato de William, le hizo un pequeño gestó para que la imitara. Se tumbó en la tierra, boca arriba y puso sus dos manos sobre el estómago.

-No pienso lo mismo, creo que todos somos necesarios. Piensa en qué eres bueno y en qué te diferencias de los demás. Estoy segura de que encontrarás algo. Y, si no lo encuentras… me comprometo a averiguarlo yo. Y no te preocupes, no diré nada a nadie sobre lo de tu padre y por qué estás aquí sin tu permiso. ¿Has confiado en mi no? No voy a romper esa confianza. Y ahora… las palmas de las manos sobre el estómago, ponte cómodo y cierra los ojos…¡vamos!

Su voz cambió y comenzó a hablar mucho más bajo, más suave, más despacio si todo eso era posible.

-Durante un rato solo hay una regla… no pensar en nada… cada vez que tu cabeza piense en algo… lo que hiciste esta mañana… el examen de legislación… en tu padre… date cuenta y, simplemente, di… Daya me ha dicho que no piense en nada…

-Siente la respiración en tus manos…. cómo se mueve tu estómago... Coge aire… lentamente… suéltalo… no pienses en nada… vamos a hacerlo durante unos minutos… Coge aire lentamente… suéltalo... siente tus manos moverse con tu respiración... no pienses en nada...

-Seguro que ahora estás pensando en algo… mente en blanco… sigue tu respiración… siente tu cuerpo sobre la tierra de Protect… y ahora… escucha al planeta...

El silencio que les rodeaba había cogido forma a su alrededor durante los minutos que llevaban allí tumbados, tenía casi entidad propia, hasta que William comenzó a detectar sonidos que, hasta ese momento, no había escuchado.

Escuchó algo corretear cerca-Es peludo e inofensivo… muy pequeño… nos tiene miedo… tiene unos hermosos ojos verdes…es muy bonito…

Un sonido rítmico se escuchó entonces, unos minutos más tarde, y la suave y calmada voz de Daya susurró después de unos segundos- Es uno de los motores de presión del complejo, suena cuando tiene que regular la presión…

Una ligera brisa movió el pelo de Daya y esta sonrió-La respiración del planeta…

-Coge aire… suéltalo…siente a tu cuerpo. No pasa nada si piensas en algo. Solo sé consciente de ello y dile a tu mente que no tiene que pensar durante estos minutos… dale unas merecidas vacaciones de unos minutos…dile que no tiene que trabajar, que se lo permites y que aproveche...

Daya se mantuvo en silencio durante unos minutos.

De repente otro sonido leve pero llamativo rompió el silencio que los rodeaba. Fue algo parecido a un chisporroteo y un leve zumbido. Sobre ellos.

-Y ahora… abre los ojos…

El techo estrellado que tenían sobre sus cabezas pareció brillar entonces con mucha más fuerza y nitidez. Miles, millones de estrellas, se desplegaron ante la mirada de ambos. Y, de repente, un enorme meteorito cruzó el cielo de izquierda a derecha repitiendo el ruido que habían escuchado hacia unos segundos hasta que se desintegró en cientos de miles de motas de polvo que brillaron una última vez antes de apagarse. No tardó en aparecer un segundo y un tercero. Al cabo de un rato, ya habían perdido la cuenta. Era precioso.

-Bienvenido a la noche de Protect, William. Ya conoces una de mis aficiones favoritas.

Una sonrisa pícara fue toda la respuesta que recibió Daya ante el comentario de que Billy estaba entre la gente buena, aunque agradeció profundamente el comentario. Reía con ganas ante la broma, le costaba imaginarse a Daya con cara enfadada, pues siempre se había mostrado receptiva y colaboradora con todos cuantos se le acercaban, de hecho había conseguido bastantes avances con algunos de los miembros que podían resultar más conflictivos del Domo. 

Escuchaba lo que contaba de su hermano con sumo interés, se notaba en como hablaba de él que estaban muy unidos, lo cual arrancaba una sonrisa de ternura a William. Le parecía increíble que estando tan lejos supiera tanto de su día a día, eso le decía que la comunicación era constante, pensando que la primera semana en la que no tenían acceso a comunicaciones habría sido duro para ella. Siguió con la vista hacía donde señalaba Banerjee, esforzándose como si fuera capaz de alcanzar a ver aquel lejano planeta desde allí, imaginando como sería la vida de los habitantes de allí. 

Los comentarios sobre su familia sacaban mucha ternura en Thompson, le parecía fantástica aquella familia y la unión que había entre ellos - Estoy convencido de que cambiarían todo el espacio del mundo por seguir teniéndote allí - susurró en un tono bajo, como no queriendo interrumpir mientras narraba su vida antes de la Space Force. Antes de aquel lugar. - Bueno, se me da bien evadir preguntas - respondió a su advertencia sobre la vez que coincidiera con ellos. 

- Bueno Kalina puede ser un poco suya, tímida y tal, pero ningún muro que no puedas derrumbar - sonrió convencido de que la bondad natural de Daya podría hacerse un hueco en la científica. Lo de la existencia de los bichos en el hangar sorprendió a Thompson, al parecer estaba todo bastante abandonado cuando llegaron - Pues me encantaría verlos - había una curiosidad innata en Billy, que le impelía a investigar todo cuanto estuviera en su mano. 

Podría ayudarla, claro, no me cuesta nada.No se cómo conduce Jim, pero creo que… a ver… pensemos… lento estoy segura de que no

- Creo que le preocupa más que ni siquiera vaya en línea recta - bromeó animado - Seguro que agradece mucho que le ayudes... de hecho creo que habrá una expedición en la que nos vendría bien algún conductor o piloto de apoyo para la que nos podrías venir muy bien - Luego bajando el tono poniendo una fingida actitud de conspiración - Aunque podría ser peligroso - sonrió. 

Hay veces que es mejor tener menos dinero y posición, pero ser más feliz 

- ¿Hay veces en las que no? - Preguntó con una sonrisa, aunque sólo podía imaginar lo que era crecer de otra manera, pues al final sólo conocía realmente como había crecido él y desde luego consideraba que no era lo mejor. Asentía ante las afirmaciones de la piloto, unas afirmaciones con las que estaba totalmente de acuerdo - Sentarse a llorar nunca ha sido mi estrategia... - A pesar de la situación económicamente benigna en la que se había criado, el sentirse siempre solo le había llevado a ser de carácter firme, dispuesto a enfrentarse a cuanto fuera injusto, su propio código moral había surgido de las novelas que tanto le gustaba leer. 

Tengo a mi lado al mejor escapista del universo, debe ser complicado burlar la vigilancia militar, tuviste que poner en una situación comprometida a esos soldados ante tu padre. ¿Me cuentas qué hacías para darles esquinazo? Yo de pequeña he tenido que ser muy diferente a ti. ¿Que hacias para traer a tu padre de cabeza? ¡Anda! ¡Cuentame!

- Bueno... tampoco exageremos. Tengo mis momentos - respondió con un encogimiento de hombros. - Solía meterme en líos en el instituto, faltaba a clases, me colaba en sitios donde no debíamos entrar... lo típico en esa edad - afirmaba con una sonrisa amplia - Escapar de la vigilancia militar si que era lo que sacaba lo mejor de mi - rio mientras lo decía - A veces muy dignamente, les decía que tenía que ir al baño y luego abría la ventana mientras me escondía en un pequeño armario que había. Entonces después de un rato, cuando entraban preocupados, veían la ventana y pensaban que me había escapado así que se dispersaban para buscarme y yo me iba a escondidas detrás de ellos - Confesaba con risas divertidas, casi que aquello había sido de las mejores experiencias que había tenido de joven - Aunque a partir de los 14 años ya me costaba entrar en el armario, así que tenía que poner en practica mejores recursos... tenía una grabadora bastante moderna, que grababa mi voz como si cayera y la lanzaba por la ventana de mi habitación que daba a la parte delantera de la casa, para luego escaquearme en silencio por la puerta trasera, aunque no tenía llaves de la casa, nunca me hicieron falta - afirmó riendo al recordar todo aquello. - A menudo llamaban a mi padre del instituto o propietarios de viviendas abandonadas que habían llamado a las autoridades y eso siempre acababa en grandes discusiones y castigos, pues había tenido que abandonar sus "importantes obligaciones" por mi culpa. Así que cuidado, soy una mala influencia - terminó advirtiéndole con una sonrisa divertida. 

Siguió las indicaciones de Daya - Como ves, sólo soy bueno en meterme en líos, en escaquearme y en entrar donde no debo - aunque sonreía cuando lo decía. Colocó las manos sobre el estómago, siguiendo con cuidado las indicaciones de su recién adoptada hermana mayor. Trataba de dejar en blanco su mente, aunque no sabía hasta ese momento de cuan difícil podía resultar, al final se encontraba centrándose en el tacto, en el movimiento rítmico y acompasado de su estomago al respirar, en los sonidos de la noche de aquel planeta. Alejaba los recuerdos de su mente, a pesar de costarle, pues estaba acostumbrado a tenerlos bajo control ya que cuando salían a veces costaba volverlos a guardar, sin embargo este ejercicio que estaba realizando con Banerjee le ayudaba mucho incluso para eso. 

Es peludo e inofensivo… muy pequeño… nos tiene miedo… tiene unos hermosos ojos verdes…es muy bonito…

A pesar de haberlo sentido, no pudo evitar abrir los ojos para tratar de ver a aquella criatura, sorprendido por la tranquilidad que emanaba Banerjee, aunque rápidamente dándose cuenta de que lo estaba haciendo mal volvió a la posición anterior tratando de recuperar la compostura, aunque ahora le costaba pero lo consiguió después de unos breves instantes. 

Siguiendo las indicaciones de Daya, dejó reposar a su cerebro, algo que le costaba sobremanera, pues ni siquiera en su hogar le había dejado reposar, siempre alerta, siempre pensando, siempre dando vueltas a como escaquearse de la vigilancia impuesta... Era una sensación totalmente nueva, casi pensaba que si se dejaba lo suficiente podría flotar. Cuando abrió los ojos siguiendo las indicaciones de la piloto un mundo cargado de belleza se abrió ante sus ojos. Tenía los ojos abiertos al máximo como si tratara de captar cada escena, cada segundo, cada ápice de aquel momento mágico. 

- Desde luego que entiendo que sea una de tus aficiones favoritas. Es... es... perfecto - no se veía capaz de describirlo de otra manera. 

- Gracias - acertó a decir tímidamente, sintiendo que había presenciado algo maravilloso y que era importante que Daya lo hubiera compartido con él.  

-No hay que agradecer nada... solo disfrutarlo.

Estuvieron un rato en silencio, disfrutando del espectáculo natural- Es una de ellas, sí, la que más me gusta. Aquí es especial, hay una atmófera diferente a la de Innum y se ve todo mucho más claro e intenso. Te convenciera o no lo de la meditación, te agradezco que por lo menos lo hayas intentado. Sí, sé que lo hiciste. La cadencia y la profundidad de la respiración cambian. Si te decides a venir conmigo más veces... puede que algún día sientas que el universo entero te abraza y, te aseguro, que es posible que te quedes dormido alguna noche...

Se volvió de lado, apoyando su codo sobre la tierra y su cabeza en su mano, incorporándose para mirarlo directamente. Sonreía de una forma especial, como tal vez nunca le hubiera visto él y quizás nadie más del domo.

-....así que practica conmigo, no vengas solo a hacer esto al principio. No quiero ser la culpable de que pases una noche al raso.

Se lo quedó un instante mirando, recordando algo quizás.

-Creo que has vivido muchas más cosas que yo aunque son varios los años que nos separan. Me estaba planteando adoptarte como hermano pequeño, pero... no se si tendrías que adoptarme tu a mi como hermana pequeña-su voz reía con confianza al decir aquello, no lo decía en broma, se lo planteaba de verdad-Se te da bien evadir preguntas, escaparte de sitios, colarte en otros, ser invisible. Me vas a tener que dar alguna clase de otra a ver si espabilo. Tienes un potencial increíble aquí y estoy segura de que los mandos lo saben. Solo tienes que esperar a que llegue tu momento- Le guiñó un ojo y se puso boca arriba de nuevo, se notaba que estaba acostumbrada a aquello, que no le importaba ensuciarse si eso implicaba estar a gusto.

-Venga, te cambio que me enseñes como evadir preguntas por unas lecciones especiales en una de las Eagles y, si me apuras mucho y te interesa, algo de mecánica para los motores. ¡Poco más puedo ofrecer! Pero necesito saber un par de trucos sobre eso. Me hacen falta, de siempre, no de ahora.

De alguna manera se sentía cómodo estando allí en silencio y estando acompañado lo cual era toda una novedad para él, apenas había tenido un par de personas que pudiera llegar a tener cerca de considerar amigos y aún así fue durante breve tiempo... sus amistados siempre habían sido novelas, novelas de aventuras a las que había llegado a valorar más que a muchas personas. 

Sonreía divertido ante la posibilidad de quedarse dormido en aquel suelo que generalmente resultaba incómodo, aunque extrañamente es cierto que hoy lo era un poco menos. - Ha sido increíble - decía con un tono bajo, como si temiera destruir la armonía que se había formado hace apenas unos instantes - Me encantará venir contigo -. Cuando ella le miró, de una manera especial que no alcanzaba a comprender sintió por primera vez en muchos años que podía ser vulnerable... que podía ser él mismo, de alguna manera era una sensación extraña... Incluso cuando perdió a su madre hace ya 10 años, su padre jamás le había permitido ser vulnerable o un "debilucho" como hubiera dicho él y sentía que con Daya era distinto. No pudo evitarlo y en una reacción salida de lo más profundo de su corazón la abrazó, encajando la cabeza en el cuello de la piloto... No alcanzaba a entender porque, pero se sentía a salvo, perceptor de un candor que creía olvidado... incluso algunas lágrimas caían por su rostro... como si en aquel gesto estuviera tratando de descargar todo el dolor que había ocultado debajo de infinidad de capas de indiferencia o actitud chulesca... de alguna manera en ese momento era el niño que jamás había sido anteriormente, enfrentando por primera vez en muchos años el dolor de la indiferencia, la desidia... enfrentándolo en silencio, sólo estando cerca de alguien que se preocupaba por él... Aunque tenía a su hermano no era lo mismo aún sabiendo que su hermano lo quería, a fin de cuentas su hermano tenía sus propias obligaciones, sus propias batallas y siempre parecía estar en medio, preocupado por buscar un entendimiento imposible entre padre e hijo. Una vez pasados unos minutos, en los que de alguna manera Billy se sentía agotado se separó, aunque no había dicho ni una palabra haber enfrentado tantos sentimientos ocultos le había dejado exhausto. 

Llevó unos instantes calmarse, aunque sentía que no era necesario, que a ella no le iba a molestar, le salieron unas palabras de manera automática influidas por todas sus vivencias pasadas - Lo... lo siento... no debería ser tan infantil - Su personalidad, su actitud y su comportamiento había sido forjado por soldados, siempre duros y gracias a todas esas novelas que había leído y la mala relación que tenía con su padre siempre supo que era lo último que quería ser... pero de alguna manera siempre quería verse como alguien fuerte... quería ser quien protegiera a los demás... 

-Creo que has vivido muchas más cosas que yo aunque son varios los años que nos separan. Me estaba planteando adoptarte como hermano pequeño, pero... no se si tendrías que adoptarme tu a mi como hermana pequeña-

Sonreía despacio ante los comentarios de Banerjee - Quizás la vida me ha hecho tener más picaresca... pero creo que en madurez y en relacionarse con los demás me aventajas sobremanera... acepto el cargo de hermano pequeño con gusto - asintió sonriendo de corazón, no era una sonrisa de las habituales, que solían tener dejes indolentes, ufanos o pícaros... era una sonrisa de amor fraternal, ese sentimiento cuando te preocupas por alguien con quien sabes que puedes ser tu mismo... - No creo que los mandos lo sepan... estoy aquí porque mi padre es quien es... pero él asume que no valgo para nada... que soy débil y egoísta - Aunque no valoraba en demasía la opinión de su padre, bien es cierto que el hecho de que la imagen que tenía al respecto de los miembros del ejército fuera su padre y los hombres que mandaba a vigilarle tampoco ayudaba a que cambiara mucho su opinión sobre ellos. 

-Venga, te cambio que me enseñes como evadir preguntas por unas lecciones especiales en una de las Eagles y, si me apuras mucho y te interesa, algo de mecánica para los motores. ¡Poco más puedo ofrecer! Pero necesito saber un par de trucos sobre eso. Me hacen falta, de siempre, no de ahora

- Parece que tenemos un trato señorita Banerjee - dijo en broma - Aunque evadir preguntas no es nada fácil, hay que jugar mucho con los dobles sentidos para no dar una respuesta certera y contrarrestar con un comentario o pregunta que atraiga la atención... Cuando hables con tu familia nada funcionará, porque todos querrán saber de ti - sentenció sonriendo con ternura, pensando en cuan genial debía ser aquello - Pero el día que vaya te ayudaré -  

Vio el brillo en los ojos del muchacho una fracción de segundo antes de que aterrizara entre sus brazos. Daya sonrió en silencio, abrazándolo y acariciando levemente su espalda con su mano, intentando transmitirle serenidad y compañía. No lo sentía llorar, pero sabía que lo estaba haciendo y que lo necesitaba en ese momento, así que no lo detuvo, ni intentó consolarlo con palabras. Muchas veces solo se necesitaba saber que hay alguien a tu lado que te acompaña y Daya pensó que aquel era uno de esos momentos. Así que esperó a que fuera él el que se recompusiera a su ritmo, sin presión y sin prisas, tenían toda la noche para ello si era necesario y además, sabía que no lo dejaría ir hasta que lo viera bien, así que la hora no importaba aquella noche.

Levantó la mirada a las estrellas y cerró los ojos unos instantes. Cuando los abrió, buscó con su mirada la primera estrella que había percibido titilar y se centró en ella largo rato, tendría que buscar su nombre al día siguiente.

Sintió como William hizo amago de separarse de su abrazo lentamente pasado un rato, así que ella abrió sus brazos y lo dejó ir, buscando su mirada cuando se separó.

-¿Infantil? Demostrar tus sentimientos no es ser infantil-le regañó cariñosamente-es ser humano, además, seguro que ahora estás más tranquilo que hace un rato. Llorar viene bien aunque a los hombres os hagan creer que no sirve para nada.

Alargó sus manos y le limpió las lágrimas de sus mejillas. Quería preguntarle lo que pasaba por su cabeza para poder ayudarlo en lo que pudiera, pero algo le decía que preguntar reabriría viejas heridas e intuía que lo que él necesitaba era poder confiar en ella, que ella estuviera allí cuando él la necesitase.

-¿Aceptas el cargo?-preguntó, alegrándose de que lo hiciera mucho más de lo que él podía intuir-¿Seguro que quieres tener una hermana mayor aquí dentro? ¡No sabes lo cansina, controladora y mandamás que puedo llegar a ser!-rio, abrazándolo ella a él ahora-Me alegro de que aceptes.

Separó su abrazo y lo escuchó poniendo en perspectiva sus palabras-Eso no debe importarle a los mandos. Si has tenido la oportunidad de entrar aquí porque tu padre ha movido hilos… -negó levemente mirándolo- eso ya pasó hace un mes, olvídalo. Ahora es tu momento para ver si te gusta esto o no. Estás lejos de él, ya no estás bajo su vigilancia, aquí eres autónomo, uno más y vas a tener que ganarte tu puesto como cualquiera de este domo. ¿Por qué te crees que estas en el doce y no en el quince? ¿Por qué te crees que compartimos ducha y retrete? Si esto te gusta, sácalo adelante y, si no te gusta, decide hacer otra cosa sin preocuparte por lo que él piense. Solo se feliz con tu decisión, pero no tienes que decirlo hoy, ¿eh? ¡que te veo venir! -le revolvió el pelo y lo miró inquisitivamente-No eres ni débil ni egoísta. ¿O te tengo que recordar quien se metió en la Starliner el otro día?

Lo miró largamente, dejando que él reposara la pregunta y se hiciera así mismo otra. ¿Por qué entró en la nave? Podían ser muchas las razones que él tuvo para seguir a Grey y acceder a cambiar los exámenes pero, en el fondo, el objetivo a conseguir era que todos aprobaran el examen. 

-Y sí, tenemos un trato. Pero no me llames señorita más o te doy una colleja-advirtió guiñándole el ojo.

-Por cierto, te escuché el otro día, en el comedor, cuando te enfrentaste a Quest-hizo una pausa viendo como preguntar lo que llevaba tiempo en su cabeza y aprovechando la coyuntura para que el muchacho dejara de pensar de aquella forma tan negativa para él e invertir los papeles-Conoces a Icaro de antes… Verás, no sé en qué momento aparecerá por aquí, pero supongo que lo hará en cualquier momento o como muy tarde cuando toque examen de pilotaje. No le sentó muy bien lo que sucedió en la Starliner después de nuestra selección, no fue muy educado y si hay miradas que matan nos dedicó una muy explícita a Einar y a mi cuando vio que íbamos a sacar a la nave de la Tierra. Creo que nos lo pondrá difícil a los dos, es una intuición. Puedo equivocarme, ¿vale?. Pero intuyo que no nos va a tener en buena consideración. Lo dejamos en mala posición teniendo que bajar abajo con vosotros, pilotamos su nave sin su permiso explícito, hicimos caso a Grey... ¿Qué opinas tu que lo conoces? ¿Me equivoco? -hizo un gesto con su mano, deteniendo al muchacho antes de que hablara- Sin compromiso, no tienes que contestarme si no quieres, solo que saber que lo conoces y que me puedes dar una pista de la reacción que puede tener al volver a vernos, a verme, me ayudaría a estar preparada para ese momento. 

El desahogo que sintió el joven fue máximo. Era como una catarata de emociones que llevaba muchos años siendo contenida y que por fin había encontrado una manera de dejar escapar una gran presión. Realmente no era capaz de explicar que es lo que le hacía sentirse tan cómodo con Daya, pero le aportaba una calidez que parecía lejana en el mundo de William... Al separarse del abrazo él la miraba con una ternura infantil que pocas veces se le podía ver, a pesar de su actitud habitual, cuando la miraba había destellos de inocencia, una inocencia que creía perdida pero jamás había llegado a madurar. 

Mientras la piloto le limpiaba los restos de lagrimas de su rostro, una sonrisa apareció en el rostro de Billy, entendía que su familia le echara de menos, pues a su lado se sentía apreciado sin ser juzgado, justo lo que él pensaba que debía ser una familia. - Encantado - respondió sonriendo tímidamente aunque era una sonrisa profunda, de las que iluminan porque surge de lo más profundo, al tiempo que correspondía al abrazo de su, ahora, hermana mayor. - Bueno... como buen hermano pequeño, puedo ser un poco trasto - respondió a su comentario, mientras mantenía una sonrisa que parecía no fuera a desaparecer en un tiempo. 

Escuchaba con atención a lo que decía, y su sonrisa se ensanchaba cuando le revolvió el pelo, cuando sacó a colación lo de la Starliner había algo que quería decir, ahora era importante que lo supiera - Por cierto... no cambié mi nota - afirmó mirándole profundamente a los ojos, para él era importante que supiera eso - Sabía que me había quedado flojo, pero hasta que no vi las notas no sabía que nota había sacado... no... no entre por mi - El tiempo jugó en su contra, así como el hecho de no estar solo en la nave, aunque nunca tuvo intención de revisar su propia nota y era importante que Daya lo supiera, pues entendía que los actos al final representan quienes somos. - Entré... bueno, Grey quería entrar, pero creí que era menos arriesgado que fuera yo... y además, hay ciertas cosas que me quedo más tranquilo si el riesgo lo corro yo. Había muchos compañeros que merecían aprobar... un mes es muy poco tiempo y se habían esforzado... así todos contentos y además el premiar el esfuerzo ayuda a que se sigan esforzando... - 

Las preguntas sobre Ícaro sacaron una leve sonrisa algo incómoda en el joven ya que por desgracia no le iba a poder ayudar tanto como le gustaría - En realidad no lo conozco... - asintió tímidamente - Sé que perdió a su mujer hace tres años y desde entonces está muy vigilado por muchos rumores de... bueno... de problemas con el alcohol y acciones como lo que nos pasó. A veces actúo como si supiera más de lo que sé, pero quería provocar a Quest o si no creo que aquella situación hubiera acabado terriblemente mal para Grey - La verdad es que no había pensado en ello, pero si había salido todo a la luz puede que Ícaro ya ni estuviera en el ejercito - No me preocuparía demasiado por ello, si no lo han expulsado, estoy seguro que lo tendrán apartado de cualquier nave una buena temporada... Aunque no creo que Einar se fuera a sentir bien si supiera esto, por eso tampoco veo necesario comentarlo... - William sabía que había sido Einar quien había hablado con Townhall cuando hablando con él buscaba el permiso para poder pilotar los eagles, lo escuchó de refilón cuando iba a por el café para Sarah durante su combate con Kurik. - ¡Por cierto! Fue genial vuestro pilotaje, me vas a tener que llevar de paseo - y luego continuó con una mirada traviesa - Ya tengo un objetivo que quiero visitar - 

Había algo en Billy que lo estaba haciendo brillar por si solo aquella noche. Desde que lo conocía, nunca lo había visto así y ahora veía lo poco que lo conocía realmente, lo poco que quizás él se había dejado conocer. Se alegró de tener la oportunidad de conocerlo y que él la dejara hacerlo.

-¿Un poco trasto, dices? Lo soportaré-exclamó, convencida de ello, mientras observaba cada detalle de sus movimientos, más fluidos, más naturales, más relajados conforme pasaba la noche. Pensó en lo sola que ella se había sentido al principio, en el sentimiento de vacio que algunas noches llenaba su cama cuando las prisas del día pasaban y todo quedaba en silencio. Billy era mucho más joven y la pose que solía poner de chulito y sobrado la habían engañado, seguro que como a muchos más en el domo. Se estaba quitando la careta con ella y debajo había un joven igual de perdido que ella misma, pero con mucho bagaje a sus espaldas que no ayudaba.

Levantó una ceja, sorprendida ante la revelación-Pensé que todos los cincos de la lista eran obra tuya, el tuyo incluido. Pero eso habla mucho más en tu favor, en tu forma de ser. Por eso te decía antes que dejes de pensar en lo que tu padre piensa de ti. Tu eres tu y tienes que construirte a ti mismo sin ese pilar… creo que no te ayuda-le devolvió su mirada, sin perder el contacto visual, intuyendo que era importante para él-Le has dado una oportunidad a todo el que le cambiaste la nota. Una oportunidad impagable. Legislación no sirve para mucho salvo para suspender y perder ese comodín. Verás, yo creo que se examen sirve para poco. La mayor parte de toda esa legislación se nos habrá olvidado en días, quizás en semanas. Lo que aprenderemos será lo que vivamos realmente, eso será lo que nos marcará. ¿Cómo te crees que he aprendido yo a que a un mando hay que saludarlo usarlo su rango y apellido?-lo miró con la pregunta en la mirada-¿Por qué Einar lo haya hecho miles de veces? ¿Por qué en el articulo 22 del párrafo 3 de la sección 5 del reglamento diga que siempre hay que dirigirse con respecto y usando siempre el rango para hablar con un superior? No-dijo rotunda-Ha sido la mirada del brigada la que me lo ha enseñado. Ya no se me olvida en mi vida. Y si me hubiera llevado una sanción, doblemente me lo hubiera aprendido. Todos aprenderemos la legislación. Pero no a base de codos. Esto-hizo un gesto con sus brazos abarcando al domo, a Protect-nos lo enseñará poco a poco y grabándolo con fuego en nuestro corazón, por mucho que le pese a Einar.

Suspiró, recordando algo en ese momento-¿Te dijo Grey que no tocaras las notas de Eylo ni la mía? Estoy segura de que no lo hizo. Por lo menos la mía no la has tocado, sé que me salió mal y que podía estar tanto aprobada como suspensa. Ambos le dijimos que no queríamos que cambiaras la nuestra-lo miró con entendimiento, Billy había reaccionado igual que Eylo y ella, queriendo dar una oportunidad a los demás-Hay ciertas cosas que deberás dejar que corran el riesgo los demás o, por lo menos, el que gestione la idea. Aunque no te puedo negar que Grey lo hubiera tenido mucho más dificil para entrar en la Starliner que tu esta noche. Has hecho un gran trabajo-pensó un poco en cómo resumirle lo que había pasado en el comedor-Gracias a ti creo que Townhall admira a Jim, aunque Quest la odia proporcionalmente-rio divertida, recordando la cantidad de ideas vertidas por la muchacha en la mesa de los mandos. Si por inventar daban premios, Jim lo había ganado con creces-Eylo ha hecho un trabajo excelente, ha entretenido a Townhall de una forma espectacular. Grey… madre mia, Grey, la que ha liado en el comedor con Kurik y después con Quest. Martin se ha ocupado del brigada Joe y cuando ya no lo ha podido entretener más, he tenido que intentar detenerles, porque iban de camino a la Starliner y tu aun no habías vuelto. Y el resto creo que piensan que, o bien estamos los cuatro como cencerros o escondemos algo que no tienen ni idea de lo que es y sobre lo que nadie ha preguntado hasta ahora. Pero las notas están cambiadas, nadie ha descubierto lo que has hecho y tenemos a todo el domo que no cabe en sí de alegría gracias a ti. Grey me ha sorprendido con esta idea, yo pensaba que… pensaba que ella no aceptaba lo que le habia pasado y que sus viajes fuera del domo cada vez más largos eran para, no lo sé, estar sola, darle vueltas a la cabeza… estaba preocupada por ella porque no sabía en qué andaba. Pero nunca me hubiera imaginado esto.

Escuchó atenta lo que Billy le contó sobre Icaro-Bueno, supongo que en algún momento, para el examen con las Eagles, mandarán a alguien. Al propio Icaro o a un sustituto. Si es Icaro no nos quedará otra a Einar y a mi de tragar con lo que nos encontremos. Es más,  pensándolo bien, creo que sea quien sea quien venga a examinarnos, nos mirará con lupa a él y a mi, por lo del Starliner. Nunca debía saberlo nadie y se han enterado al final todos los mandos. Lo que no se es cómo no hemos terminado Einar y yo sancionados o expulsados y cómo lo han sabido-bajó la mirada, pensativa, sintiendo qué sabía la respuesta y no saber quien había sido el que había hablado-Bueno, no soy tonta, sé porque lo saben. Lo que no se es quien lo ha dicho. ¿Me gustaría saberlo? Supongo que sí, pero eso se sabrá con el tiempo…estoy segura. ¿Por qué se iba a sentir mal Einar porque hubieran retirado a Icaro? El sabe más que nadie que no podía pilotar en ese estado, era un peligro...

-¿Un objetivo que quieres visitar?-le lanzó una mirada curiosa, no era justo la forma de expresar normalmente que se quería ir a un sitio de visita-No un lugar, no, un objetivo. Creo que me voy a arrepentir de esto pero, ¿qué objetivo?

Sonreía ante el comentario de Daya de que lo soportaría, era una sonrisa que le salía del corazón, algo poco habitual en él, sobre todo en público. Había asumido que siempre tendría que guardar sus emociones sobre todo, en el ejército. Pero allí estaba Banerjee, cambiando todas sus ideas con bondad... Eso afloraba lo mejor de Billy. 

- Bueno, el piloto seguía en el Starliner así que no me podía entretener mucho - afirmó con una sonrisa algo traviesa y tímida a la vez - Revisé las notas de aquellos que lo tenían más difícil y que más se habían esforzado... así como la de Kurik - Estaba claro que no le parecía bien cambiar aquella nota - No se ha esforzado en nada, pero me lo pidió Grey como un plan que tiene para que se pueda integrar... si funciona, pues tendrá que valer... - Él opinaba que el ruso no tenía redención, a fin de cuentas su actitud era su naturaleza, pero no cejaría en su empeño de intentarlo mientras fuera posible ya que les tocaba seguir aquí con él. Asintió ante los comentarios de la piloto, a fin de cuentas era lo mismo que pensaba él - Si, la legislación es imposible aprendérsela de memoria a menos que seas Einar - dijo divertido, disfrutando de aquella conversación más de lo que había disfrutado en mucho tiempo, riendo de verdad con una risa sincera y juvenil. 

- Si que me lo dijo, la verdad es que estuve tentado, pero me parecía justo respetar vuestros deseos... tampoco tuve tanto tiempo, entre revisar y modificar cada examen comprobándolo con uno perfecto me llevaba mi tiempo... Revisé el de Yum, que tenía un 4, pero me parecía muy injusto la verdad... Alvin, aunque sacó un 6, ya que estaba echando una mano pensé que merecía medio puntito más... Sue tenía un dos y Sarah un tres, pero al final era igual, consideraba que se habían esforzado mucho y merecían más - A fin de cuentas ella sabía lo que había hecho, y ya que había decidido abrirse con Daya, que supiera lo que decidió estando allí quizás le ayudará a entenderle mejor. - Luego revisé los exámenes de Becky, Donner, Anne, Vera y Kurik... Becky me pareció que podía tener problemas pero sacó un 9 por si sola, le di medio punto por su gran esfuerzo... Donner sacó un 3, Anne un 2 y Vera un 0... La verdad es que a Vera pensaba ponerle un 4, para que se siguiera esforzando, pero que se esforzara un poco más, aunque luego pensando que a Kurik que también tenía un 0 debía ponerle un 8 por el plan de Grey, decidí que aprobara... Y me alegro, ya que ser la única que suspendiera debería de ser muy duro - Estaba claro que no le gustaba ponerle un 8 a Kurik, de hecho lo había hablado con Grey, que un 8 era demasiado y podía cantar... pero bueno, esperaba que ella supiera lo que hacía - Luego para no correr riesgos no podría revisar más de dos exámenes, a Stealer le subí del dos que había sacado y a Jim del 5 raspado - Finalmente había contado lo que había hecho, y no sabía como reaccionaría, aunque ella ya sabía lo que había ido a hacer - No invertí tiempo ni en el examen de Eylo ni en el tuyo ni en el mío - En realidad él no estaba nada seguro de haber aprobado, y al final la nota lo había confirmado, un 5 pelado... sonreía satisfecho, a fin de cuentas consideraba que había ayudado a quienes se lo merecían y a Kurik también. 

Miraba a Daya con curiosidad, pensaba que ella sabría quien había sido el que le había dicho a Townhall lo que pasó - De lo que pasó vosotros no teníais responsabilidad, las consecuencias de eso fue que degradaron a Grey... - Tenía muchas dudas sobre contar lo que sabía porque al final no debía ser cosa suya... - Bueno... respecto a como se enteraron... no digas nada, es cosa suya, pero fue Einar quien se lo dijo a Townhall y creo que debe ser él quien lo diga cuando considere oportuno - El tema del objetivo era más delicado - Si - asintió con una sonrisa traviesa - Creo que se donde está el bunker que usan para el contrabando y quería ir para monitorizar sus movimientos para poder informar a los mandos... para que ganen puntos algunos reclutas que lo merezcan, y había pensado en ti - afirmaba sonriendo. 

No pudo evitar un gesto de sorpresa al escuchar que el piloto estaba en la Starliner cuando entró a cambiar las notas. Realmente, ahora que lo pensaba, no se había parado a pensar en quien había pilotado la nave hasta el domo, había dado por hecho de que lo había hecho el Teniente, Quest o Lee, pero ahora Billy le hacía caer en que había alguien más que no había descendido de la nave.

-Estas como una cabra…te podía haber pillado, ¡tenías que haber abortado la misión!-exclamó, intuyendo que aquel inconveniente no había sido tal para el, sino todo lo contrario, le había supuesto un reto adicional que había estado encantado de rebasar-Sí, había pactado con Kurik que le daría un ocho para que accediese a cambiar de actitud, a formar parte del grupo. No sé si lo conseguirá, Kurik es… Kurik-lo dejó ahí, no sabía cómo definirlo. Era tan diferente a ella que no podía entender aquella forma de ser-¿Sabes una cosa? Es de los pocos con los que no he cruzado ni una palabra aquí. Y nos hemos jugado el tipo todos también por él. Espero que sirva de algo y cambie… No me imagino saliendo un día ahí fuera, enfrentarnos el día de mañana a los skullreps y saber que mi vida puede depender de él.

Sentía curiosidad por el piloto ahora que sabía que había alguien en la Starliner y que no se había dignado a bajar-¿Viste al piloto? Dime que no te paseaste por detrás de él haciéndole burlas… Es extraño que no bajase con el resto y que decidiera quedarse allí, ¿no crees? Aunque a lo mejor cuando están en otro lugar deben quedarse... no lo sé, tendré que preguntarlo, ahora tengo curiosidad por saberlo

Escuchaba a Billy asintiendo lentamente mientras le contaba a quien había ayudado en el examen y a quien no, sintiéndose orgullosa de la forma en la que él había decidido que exámenes mirar, los criterios que había seguido para elegir a los compañeros. No era una tarea sencilla ni trivial, sobre todo con la presión de saber que en todo momento podía ser descubierto-Me alegra que le hicieras caso a Grey con la petición de Eylo y mía. Yo no estaba segura de que fuera a aprobar, sabía que no me había salido muy bien pero…-su mirada se perdió en las estrellas un instante, pensando en algo, quizás en alguien-…pero si la hubieras cambiado no me hubiera sentido a gusto conmigo misma. Preferí suspender y tener que esforzarme más en las siguientes si finalmente no aprobaba. Eylo no sé porqué lo pidió, pero conociéndole un poco, puede que sus razones fueran parecidas a la mía. Así que Yum y Vera suspensas… ¡con lo que lo han intentado! Gracias por cambiar la nota de todos, espero que no sospechen nada de lo que ha pasado aunque, si quieres que te diga algo, el brigada intuyó que algo pasaba. Me intentó sonsacar, me preguntó que estábamos tramando. El se dio cuenta de que estábamos intentando entretenerlos para que no salieran del comedor. Ten cuidado con él, no se anda con tonterías, es muy observador… -si, lo era. Se había dado cuenta de su tatuaje y ella ni tan siquiera había detectado que lo hubiese mirado. Había pensado en eso mucho y había llegado a la conclusión de que tuvo que estar observándoles a todos durante la comida o se había leído los informes de cada uno de ellos antes de llegar al domo.

Se volvió, esta vez muy sorprendida, a mirar a Billy. Se había quedado sin palabras. ¿Einar? ¿El propio Einar? Tardó en reaccionar y, aún así, no supo qué decir. Ahora que lo pensaba tenía su lógica viendo como el muchacho era a la hora de tratar con las leyes, pero no había pensado que fuera él mismo quien, después del mal rato que pasaron teniendo que decir que hacer, esos segundos en los que Grey les ofreció pilotar o no, fuera él mismo el que decidiera poner las cartas sobre la mesa y confesar que lo habían hecho. Había jugado con Grey, la había puesto en entredicho y había conseguido que la degradaran. Había jugado con ella misma sin saberlo, que podía encontrarse ahora mismo camino de Innum si el Teniente se hubiera tomado aquello de otra forma. Y lo malo no sería haberse ido por acceder a pilotar la Starliner, sino por desconocer quien había ido a contarle la verdad al Teniente. ¿Por qué no le había dicho nada Einar? ¿Por qué no le había consultado? Tomaron la decisión entre los dos…

Pero no dijo nada en voz alta pues no quería hacer sentir culpable a William por haberle dicho aquello e intentó ocultar su turbación. No se sentía engañada por Einar, no, no era eso, era algo más parecido a la falta de confianza que a sus ojos era aquello. Después de pilotar juntos, después de tantas horas en las Eagles, no le había dicho nada de lo que pensaba hacer y de lo que, después, había hecho.

Ya pensaría en ello más tarde, decidió, siguiendo el hilo de lo que estaba contando William en ese momento. Levantó una ceja, asombrada de lo mucho que desconocía Protect-¿Me estás diciendo que hay contrabando? ¿Aquí? ¿De? -se cruzó de brazos y miró al pequeño ladeando la cabeza con una sonrisa traviesa-Ya… déjame que adivine… ¿necesitas una Eagle para un vuelo de reconocimiento?

Billy sonreía de manera picara y un poco inocente cuando Daya le decía que estaba como una cabra... - Vaaaamos... había mucho en juego - afirmó poniendo una cara falsa de niño bueno en actitud bromista. Luego salió el tema de Kurik, aunque fue él mismo quien lo había sacado en un primer momento. - Mejor no tratar con él, es como un perro rabioso... sólo entiende la violencia y la fuerza... no sé como ha podido llegar a entrar aquí alguien como él - Kurik era un tema que enfadaba bastante a William, saber lo que había hecho y que no haya habido consecuencias era como un puñal en el corazón. No acababa de entender que le pasaba a aquellos a los que se lo había contado y que optaron por no actuar... Le cogió la mano a Daya con preocupación - Si tienes que salir, intenta estar en un equipo diferente... creo que jamás podría sentirme a salvo con alguien así al lado... está dominado por las emociones más viles de la humanidad... - 

Reía ante el comentario de Daya - JaJa, aunque no lo parezca tengo un mínimo de cabeza. Era muy importante lo que estaba haciendo como para tirarlo todo por la borda porque me pillaran... aunque estuve tentado - Afirmó haciendo como que pensada de manera exagerada, a modo de broma - Si que es extraño... quizás es de los que le gustan no separarse de su nave - sentenció con un ligero encogimiento de hombros. 

Asentía despacio ante la idea de que no quería que le cambiaran la nota, en realidad el joven pensaba igual y por eso no miró su nota tampoco, había poco tiempo y en realidad pensaba que él no era quien más lo merecía, así que optó por otros reclutas. Anotó mentalmente los comentarios sobre el brigada. Así que habían traído dos perceptivos... posiblemente para controlar a Grey, aunque el problema es que ahora eso le cohibía a él también, se lamentó. Parecía ligeramente turbado ante la expresión de Daya cuando le contó lo de Einar, no conseguía entender bien el porqué pero estaba claro que algo le preocupaba. - Creo que se lo sonsacó Townhall, cuando pedía permiso para él y tu con el tema de los eagles... aunque no pude escuchar toda la conversación... no me gusta que me pillen - finalizó. 

Respecto al tema del contrabando no tenía demasiadas ideas de que era lo que se contrabandeaba - Apenas sé que existe porque lo mencionaban en las notas que había en el archivo de telecomunicaciones... por un comentario de René y Kalina creo que dieron con él, aunque ellos creen que es otra cosa - afirmó sin estar del todo convencido de que es lo que había, razón de más para ir a curiosear, sonreía divertido, la curiosidad era una de las mayores motivaciones de Thompson. El hecho de saber algo, no para usarlo, no para beneficiarse, si no por el hecho de saber. Que hubiera algún secreto escondido esperando a ser descubierto y él no estuviera al tanto era algo que le movía por dentro. Respondió con una amplia sonrisa ante el comentario final de la piloto - Bueno, sólo quiero ir a curiosear e instalar algunas cámaras y micros... tener una vía de escape por si surgen problemas siempre es útil -