Partida Rol por web

La mayor parte de la fachada y las tejas de este edificio de mármol está cubierta con pintura plateada. Toda la estructura está adornada con embellecedores de plata, muchos con forma de Murkrow, y una exquisita estatua de plata de un Murkrow se apoya en una barra del mismo material sobre la entrada principal. Este ostentoso establecimiento es el Restaurante Grimaldi, el único restaurante de Shakonya, donde por tan solo 300 P. podrás comer el menú del día, con bebida y postre incluído que te saciarán durante el resto del día. Además, si así se desea, entre plato y plato se puede retar a alguno de los camareros. Para ello solo habrá que solicitarlo en la barra y uno de ellos retará a un combate 1 vs 1.

Un agradable hombre parece ser el encargado del local, lleva apoyado en su hombro un Murkrow, y se muestra muy sonriente ante su público.

300 monedas... Fueron las palabras suspiradas y llenas de desazón que salieron de la garganta de Ardsen.

Miró a su Seedot buscando reconfortar su decepción. Amigo, creo que éste no es lugar para nosotros. Dijo hacia su macuto esperando una sonrisa de su pokémon.

Dirigió su mirada a su compañero Ren y mientras se llevaba las manos a los bolsillos y sacaba un puñado escaso de monedas, le comentó con pesadumbre. Lo siento tío. No puedo costearmelo todavía, creo que tendré que volver a casa de mis padres.

No sabía que comer costase tanto dinero. Pensó para sus adentros... ¿Cuánto dinero le había hecho gastar a sus padres durante tanto tiempo? Prefería no pensarlo.

Ren al ver la reaccion de Ardsen no dudo en ofrecerle acompañarle a comer.

"No te preocupes, esta corre de mi cuenta, así comemos juntos." A Ren no le hacia gracia comer solo.

"Yo pediré el combate entre platos, así de paso entrenamos un poco" Incitando a Ardsen a realizar lo mismo con la intención de mejorar como entrenadores

Tras sus palabras Ren se acerco para pedir el menú y solicitar los combates entre platos.

"No te preocupes, esta corre de mi cuenta, así comemos juntos."

Ardsen no era el mejor ejemplo de educación y si a eso se le añadía la sensación de hambre tan alarmante que tenía, cualquier atisbo de quedar bien brillaba por su ausencia.

Muchas gracias Ren. Te lo devolveré en cuanto pueda. Aunque bien sabía que intentaría que ese momento se retrasase todo lo posible hasta el olvido. De igual manera, sus pensamientos positivos hacia ese chico se elevaron aún más si cabe.

"Yo pediré el combate entre platos, así de paso entrenamos un poco"

Al escuchar la palabra "combate" ese ardor típico en él salió a flote. ¿Combatir? ¿De verdad te apetece... Cerró la boca. ¿le apetece combatir en un restaurante? Pero tenía mucha mucha hambre. Y aquel chico le iba a invitar. Sus lecciones de moral podían esperar un poco. ... te apetece un buen chuletón? A mi me encantaría. Podríamos compartir si es muy grande y pedir más cosas.

Ardsen esperaba no tener que ver combates durante su almuerzo. Ver pokemon sufrir en aquel lugar le dolería tanto que no le permitiría disfrutar de un buen pollo asado o chuletón de tenera a la brasa.

-"Chuleton eh? ... Me parece una gran idea! Me apunto!!" Contestaba desde la barra, no había pasado  desapercibido que Ardsen no quisiera combatir, era un detalle interesante. Por otra parte Ren era consciente de que habia prometido a Kalel una revancha y tanto Ren como sus Pokemon querian ser mas fuertes para no volver a perder. 

-"Bueno pues no se hable más, pidamos chuletones" tras solicitar la comida y los combates Ren se acerco a Ardsen para ir a una una mesa y comer tranquilos, Ren buscaba una mesa con ventana ya que le gustaban las vistas. -"Te parece bien aquí? Espero que no tarden mucho, ¡me muero de hambre!"

Te parece bien aquí? Espero que no tarden mucho, ¡me muero de hambre!"

Me parece perfecto. La verdad que Ardsen no estaba acostumbrado a muchos lujos, de hecho la simple situación de haber entrado a un restaurante le parecía toda una experiencia alucinante. ¡Yo también me muero de hambre!. Repitió con complicidad. Miró a su alrededor con la esperanza de que ningún maldito psicópata decidiese provocar una enfermiza batalla entre inocentes pokémon. A mi me encanta casi cruda, que se note la sangre. Concluyó relamiéndose de gusto

El camarero no tardó mucho en atender a los dos clientes, pues a esa hora el local se encontraba bastante vacío. Tomó nota de los platos que le solicitaron y después envió la comanda.

Tras realizar aquel acto, llegó junto a Ren y le dijo: ¿Has solicitado la opción de combate entre platos, verdad? Dijo de forma retórica. ¡Pues venga, ponte en pie y vamos a combatir en aquella zona despejada de la sala! Ambos se dirigieron hacia el lugar indicado.

¡Murkrow, es hora de que demuestres a este muchacho de que pasta estamos hecha!

Era un Murkrow con una extraña variedad de color, pues su pelaje en lugar de ser oscuro, era de tonalidades moradas y plateadas.

La mayor parte de la fachada y las tejas de este edificio de mármol está cubierta con pintura plateada. Toda la estructura está adornada con embellecedores de plata, muchos con forma de Murkrow, y una exquisita estatua de plata de un Murkrow se apoya en una barra del mismo material sobre la entrada principal. Este ostentoso establecimiento es el Restaurante Grimaldi, el único restaurante de Shakonya, donde por tan solo 300 P. podrás comer el menú del día, con bebida y postre incluído que te saciarán durante el resto del día. Además, si así se desea, entre plato y plato se puede retar a alguno de los camareros. Para ello solo habrá que solicitarlo en la barra y uno de ellos retará a un combate 1 vs 1.

Un agradable hombre parece ser el encargado del local, lleva apoyado en su hombro un Murkrow, y se muestra muy sonriente ante su público.

¡Señor! Por favor - Jian vio dificultades en llamar la atención de alguno de los camareros que se acercó a la vista de los dos nuevos entrenadores que habían llegado al Restaurante Torrealta - Dos menús bien grandes por favor, ¡Que tenemos mucha hambre! - Observó a Gazo, que parecía meditabundo o tal vez no tan efusivo desde que atraparan al pokemon de hielo en la factoría. Un combate para probar a su nuevo pokemon seguro que le subiría el ánimo - Y por favor señor, querríamos unos combates pokemon ¿Verdad que sí Gazo-Kun?

Observó a su alrededor, para ver si había algún otro entrenador en el restaurante, o si se estaban librando combates pokemon. Pero desde luego, él ardía en deseos de librar su segundo combate pokemon, con la intención de quitarse la sensación derrotista que sufría tras ver las poderosísimas descargas de Abra-kun

El joven peliazul se quedó embobado admirando el restaurante de un lado a otro. No le importaría pintar alguna de escena de un combate en este lugar, aunque su gusto iba más por los exteriores, los interiores también le resultaban interesantes de vez en cuando. 

Cuando Gazo iba a echar mano de su libreta para hacer un rápido boceto del lugar, su pequeño amigo tomó la iniciativa y lo sacó de su ensimismamiento. Si, si, por supuesto. Contestó el muchacho. En un acto reflejo se quitó el auricular que aún llevaba puesto y su cara comenzó a iluminarse, de repente parecía otro completamente distinto, sus ojos ardían de emoción. 

Ardsen contempló con nerviosismo cuando su compañero y aquel sádico camarero no eran capaces de reprimir sus ansias agresivas llegando a combatir incluso en el interior de un restaurante.

Tapando su macuto para evitar que su pokémon escuchase aquella atrocidad escuchó la puerta abrirse y dos chicos entrando.

Y por favor señor, querríamos unos combates pokemon ¿Verdad que sí Gazo-Kun?

¿También combates? ¿Pero que clase de pueblo sanguinario es éste? Ardsen no podía reprimirse más. ¿Hasta que punto iba a tener que soportar toda esa vorágine de violencia a su alrededor? ¿Cómo podría detenerlos? Dirigiendo la mirada a su macuto, podía entrever por la pequeña rendija, la silueta de su pequeño Seedot, tan indefenso e inocente. Quizás... si fuese un poco más poderoso... podría evitar más actos de ese tipo...

-"Oh un Mukrow, ya veo." Ren cogió la pokeball de Feltching y la lanzó. "Vamos fletching, este es para ti."

Ren estaba emocionado de poder tener un combate contra alguien con mucha mas experiencia, aunque no se iba a dar por vencido.

-"Vamos fletching, que no te pille por sorpresa, ¡usa Nitrocarga!" Estaba decidido a realizar el primer movimiento para intentar pillar por sorpresa a Mukrow ya que ese color tan extraño le hacia creer que iba a ser extremadamente fuerte. 

Fletching parecía muy animado y con ganas de combatir, se envolvió en llamas y se dispuso a atacar

Una mujer, que a juzgar por su ropa parecía la cocinera del local, atendió a los dos muchachos recién llegados. Pues Bruno, el camarero parecía estar ocupado enfrentándose a Ren en un "combate entre platos".

La mujer tomó rápidamente la comanda y se la llevó a la cocina para que sus compañeros empezasen el servicio. Después volvió a salir y con una magnífica sonrisa miró a Gazo y a Jian. Bien, si habéis solicitado la opción de "Combate entre platos" tendréis que retarme a mi. Si os apetece podemos echar un combate doble, dos de vuestros pokémon, contra dos de los míos. ¿Os parece buena idea? Pero antes de sacarlos esperó a ver si Gazo y Jian estaban dispuestos

No muy lejos de allí, estaba el camarero Bruno enfrentándose a Ren.

El rubio decidió sacar también a un pokémon volador para enfrentarse al Murkrow de su rival. Pero el rival era mucho más rápido y poderoso y comenzó atacando él. Del pico del pokémon salió un rayo de oscuridad que dejó gravemente herido a Fletchling que apenas fue capaz de aguantarlo.

A duras penas, el pokémon se puso en pie para devolver el impacto y a pesar de que aún no era un pokémon de fuego, envolvió su cuerpo en llamas para golpear a su rival y ya de paso aumentar un poco su velocidad.

La mayor parte de la fachada y las tejas de este edificio de mármol está cubierta con pintura plateada. Toda la estructura está adornada con embellecedores de plata, muchos con forma de Murkrow, y una exquisita estatua de plata de un Murkrow se apoya en una barra del mismo material sobre la entrada principal. Este ostentoso establecimiento es el Restaurante Grimaldi, el único restaurante de Shakonya, donde por tan solo 300 P. podrás comer el menú del día, con bebida y postre incluído que te saciarán durante el resto del día. Además, si así se desea, entre plato y plato se puede retar a alguno de los camareros. Para ello solo habrá que solicitarlo en la barra y uno de ellos retará a un combate 1 vs 1.

Un agradable hombre parece ser el encargado del local, lleva apoyado en su hombro un Murkrow, y se muestra muy sonriente ante su público.

Un combate doble junto a su amigo era algo que le resultó realmente atractivo. Gazo miró a Jian con una medio sonrisa en los labios. A mi me encanta la idea, tú decides. Le dijo visiblemente emocionado por compartir estrategias con él. En la mano del pintor ya había una pokéball dando vueltas, esperando la decisión de su pequeño compañero.

Con Supun no podían perder. Sacó su pokeball y pensó en el papel que había desempeñado hasta ahora, y pensó si debía darle otra oportunidad. Miró a Gazo, con la admiración de ver a un gran maestro al que ha visto vencer una vez tras otra y ahora le tendía la mano para llamarle a su lado, Gazo apretaba los labios sin saber qué decir atenazado por el miedo de poder fallarle en este momento crucial para ambos. Asintió consciente de sus propias limitaciones

  - Sí claro Gazo-senpai, ¿a quién debo usar?

Wilhelm entró emocionado y se fijó en dos chicos de los que había visto hoy ¿Habían venido a comer, a pelear o a ambas cosas? Su mirada barrió el local en busca de su madre, Edwar o Beky. Quería enseñarles a su nuevo compañero. Así que se acercó a la barra donde estaba el señor con el Murkrow

Rookidee se hinchó y le chilló al otro pájaro cuando lo vio, imitándolo subiendo al hombro del chico.

- ¡Buenas tardes! Un menú del día, por favor - pidió la comida al tiempo que sacaba su monedero del bolso.

En cuanto Jian dio el visto bueno la pokéball que giraba en la mano del pintor frenó en seco y la sujetó firmemente con los dedos, a la espera de que la cocinera diera la orden de inicio de la batalla.

Usa al que quieras. Ambos serán excelentes en batalla si confías en ellos tanto como ellos confiaran en ti. Contestó Gazo a su amigo sonriente.

Compartir una batalla doble con Jian los iba a unir más. Y sobretodo para Jian iba a suponer conocer a un Gazo alegre y animado que nada tenía que ver con el ensimismado Gazo habitual.

Cuando el inocente pájaro de Ren fue duramente golpeado por aquel cruel camarero, Ardsen se levantó de su asiento instintivamente.
No iba a permitir que el pokémon de su compañero sufriese ante tan vil enemigo.

Seedot, prepárate. Dijo a su pequeño amigo mirando al macuto. Tenemos que dar una lección a alguien. Sentenció con determinación.