Partida Rol por web

Tras lo acontecido en el Stream de José Santomé, al principio la gente se lo tomó con calma, pensando que era parte del Show, pero cuando vieron que los móviles dejaron de funcionar y los drones a sobrevolarles, el pánico cundió, haciendo que toda la gente que allí había reunida, empezara a huir en masa hacia afuera.

Era peligroso intentar huir con ellos, pues el riesgo de ser aplastado era enorme, de hecho no costaba mucho diferenciar como varias personas, tropezaban, caían y eran aplastadas por varias decenas de pies en masa.

Si no querían correr el mismo destino que aquellos que ahora se encontraban en el suelo, debían buscar otra opción.

Tras lo acontecido en el Stream de José Santomé, al principio la gente se lo tomó con calma, pensando que era parte del Show, pero cuando vieron que los móviles dejaron de funcionar y los drones a sobrevolarles, el pánico cundió, haciendo que toda la gente que allí había reunida, empezara a huir en masa hacia afuera.

Era peligroso intentar huir con ellos, pues el riesgo de ser aplastado era enorme, de hecho no costaba mucho diferenciar como varias personas, tropezaban, caían y eran aplastadas por varias decenas de pies en masa.

Si no querían correr el mismo destino que aquellos que ahora se encontraban en el suelo, debían buscar otra opción.

Tras lo acontecido en el Stream de José Santomé, al principio la gente se lo tomó con calma, pensando que era parte del Show, pero cuando vieron que los móviles dejaron de funcionar y los drones a sobrevolarles, el pánico cundió, haciendo que toda la gente que allí había reunida, empezara a huir en masa hacia afuera.

Era peligroso intentar huir con ellos, pues el riesgo de ser aplastado era enorme, de hecho no costaba mucho diferenciar como varias personas, tropezaban, caían y eran aplastadas por varias decenas de pies en masa.

Si no querían correr el mismo destino que aquellos que ahora se encontraban en el suelo, debían buscar otra opción.

Tras lo acontecido en el Stream de José Santomé, al principio la gente se lo tomó con calma, pensando que era parte del Show, pero cuando vieron que los móviles dejaron de funcionar y los drones a sobrevolarles, el pánico cundió, haciendo que toda la gente que allí había reunida, empezara a huir en masa hacia afuera.

Era peligroso intentar huir con ellos, pues el riesgo de ser aplastado era enorme, de hecho no costaba mucho diferenciar como varias personas, tropezaban, caían y eran aplastadas por varias decenas de pies en masa.

Si no quería correr el mismo destino que aquellos que ahora se encontraban en el suelo, debía buscar otra opción.

Tras lo acontecido en el Stream de José Santomé, al principio la gente se lo tomó con calma, pensando que era parte del Show, pero cuando vieron que los móviles dejaron de funcionar y los drones a sobrevolarles, el pánico cundió, haciendo que toda la gente que allí había reunida, empezara a huir en masa hacia afuera.

Era peligroso intentar huir con ellos, pues el riesgo de ser aplastado era enorme, de hecho no costaba mucho diferenciar como varias personas, tropezaban, caían y eran aplastadas por varias decenas de pies en masa.

Por suerte, este grupo se encontraba lo suficientemente alejado como para estar a salvo si se quedaba allí... Al menos a salvo de ser aplastados, pues no tardaron en llegar varios drones que empezaron a ronadarles demasiado cerca.

Al parecer Jack Anderson también estaba siguiendo el canal de Jose Santomé, al punto en el que este parecía enviar un par de mensajes a estos, prestando escasa atención a su novia o al resto del festival, al menos hasta que este empezó a descontrolarse y volverse un peligro para lo más importante del muchacho.

-¡Mi pelo!. -Exclamó Jack Anderson llevándose las manos a la cabeza y huyendo del lugar con premura, perdiéndose entre la multitud, aunque lo más probable es que se dirigiría a su coche. -¡Esas hélices pueden despeinarme con el viento!.

Al parecer, Jack Anderson se preocupaba más por su cabello que por todo lo que estaba pasando en el lugar, incluyendo a su novia que, en circunstancias normales, este simplemente llevaría a un lugar relativamente seguro o trataría con cierto cariño, ahora que estaba siendo atentado su cabello al parecer no.

-Pero qué pollas está pasando.- Mascullé por lo bajo al llegar a aquel sitio.

Llegué levemente tarde, al evento, aunque pude seguirlo mientras andaba. Había supuesto que casi todo el mundo estaría allí, y por mucho que me tentara la idea de llevarme el puesto de perritos tirando de él hasta allí para conseguir más pasta... pronto deseché la idea. Cerraría un poco antes y listo.

Qué me iba a imaginar yo que un maniaco estaba matando peña. Y encima, la gente empezó a correr formando una marea que era jodidamente evitable.

- [¡Scott, chico!]- Ahora no. La voz, ahora no era el momento...-[Súbete a un árbol, gilipollas]-

Estaba calmado, aunque no lo suficiente para pensar con claridad. Pero aquella voz, lo hacía por mí, e instintivamente, aunque mi cuerpo no lo moviera yo mismo, se subió a uno de los árboles ocultándome de los drones y de la marabunta de gente.

Eso me asustaba cada vez más.

- [Un gracias estaría bien, pero te lo cambio por... uno de esos que hay en el suelo. Déjame que los envíe cómodamente a otro lado más cómodo, Jajaaj]-

- ¡NO!- Grité aferrándome a las ramas.- ¡Desaprece!- Algo inútil desde luego.

El móvil no tenía cobertura ni al parecer ninguno de los demás. Tan solo pude observar a la gente correr y rezar a los Loa para que ninguno de mis amigos estuviera malherido. Desde esa altura, intenté, a simple vista, identificar a alguien conocido.

-[Aburrido...]- Se quejó la voz -[Ya has oído al tío de la máscara: podría ser cualquiera]- 

Sydney, que parecía no haberse percatado del efecto de sus palabras en Klaudia, no añadió nada más. Uno de los drones se movía torpemente hacía los lados, como si estuvieran ajustando la posición inicial adecuada, y Sydney no le quitaba el ojo de encima. Cuando Danno se le acercó con una birra, Sydney se sobresaltó. Parpadeó confusa, recordando de repente que se encontraba en Nueva York y no a cientos de kilometros de ahí.

-¿Ah--? Sí, gracias.-se recompuso, aceptándola. Aunque todavía lanzaba miradas de sospecha a los drones, poco a poco volvió a la conversación. Resopló divertida cuando Danno la incluyó en "encantadoras damas", cuando ella no se veía como nada de eso. Decidió devolvérsela, aprovechando la confianza que le tenía.-¿Cuáles son esos negocios que dices? Solo te veo durmiendo en clase o bebiendo en The Time Club.

Los drones empezaron su rutina, y Sydney se esforzó en relajarse. Era un poco más fácil cuando se concentraba en las imágenes de colores y la música y no pensaba en que los drones le recordaban a los que tenía el ejercito estadounidense. Claro que era un poco difícil relajarse cuando de repente un asesino mostraba la careta y amenazaba con asesinarlos.

Sydney lo tuvo muy claro cuando agarró del brazo a Danno y a Klaudia con una determinación y fuerza inauditas. Si hubiera tenido dos brazos más, habría agarrado también a las hermanas Wong. Su cara estaba desencajada por el pánico, pero habló con una claridad y una determinación que no había mostrado en mucho tiempo.

-Seguidme.-les ordenó a los cuatro, empezando a tirarles hacía atrás, hacía la dirección por la que habían entrado. Pero en vez de seguir la ruta principal, en la que la gente se arriesgaba a morir aplastada, Sydney les señalaba una ruta a través de los árboles y la maleza.-Tendremos cobertura de los drones desde ahí. No os separéis de mí.

-¿Vegetación nocturna?- al menos con esa confesión dejé de sentirme "la friki".

De hecho, no sé por qué pensé, ¿Cuánta gente seguiría comiéndose los mocos a escondidas?

Creo que hemos conocido a tu hermano...

-¿Cómo? ¿Rowdy?- bajando las manos que había dejado paralizadas, me quedé atónita imaginando en qué lío se habría metido.

Exhibirse, comer seductoramente un chicle y mirar por debajo de las gafas de sol, era lo normal. Pero por el gesto de Daphne…

Bip bip

Bip bip

La continua y repetitiva vibración del móvil me obligó a cambiar la atención. El canal de José echaba humo y los drones no tardaron en surcar los cielos. Primero con imágenes normales y luego con la cara de -¿Ghostface?

-¿Y esto?- abrí los ojos imaginando que Santomé lo tenía planeado para darnos un susto, (o quizás hacer una broma respecto a las últimas pelis) y así subir el número de suscriptores. A fin de cuentas, los streamer cogían ideas de cualquier sitio, y el tema de la mañana en clase fue el miedo.

-No me jodas…- No obstante, las alarmas empezaron a asaltarme con el acuchillamiento.

Accediendo a la aplicación, vi desde el móvil lo que estaba siendo grabado -¿Lo estáis viendo?- los gritos de la gente y esa textura que parecía tener la sangre del vídeo, distaba mucho de la que gente como yo o José nos costeábamos para los disfraces de Halloween _{(es decir, la del chino de barrio americano).}

-Decidme que estoy desfasada y esto es un flasmob de esos modernos.

Daphne se alzó de hombros lentamente cuando Drea mencionó el nombre de su hermano. Confirmando todos sus temores. Ella sacó su móvil impulsada por los pitidos que, tanto ahí como de otras partes del parque comenzaban a llenar el aire. Asimismo el cielo se fue cubriendo de drones saludos de todas partes que comenzaron a dibujar hermosas formaciones contra el cielo nocturno. 

—¡Ah sido buena idea venir acá! —mencionó mientras sacaba el móvil. No pensaba mirar el directo, pero iba a aportar al menos con la visita. Siguió mirando al cielo —el brazo de vuelta al de brazo de Lara—, apuntando al cielo cada vez que una formación nueva se mostraba.

—¡Mirá, ghostface! —dijo con la sonrisa infantil creciendo cada vez más. Cuando Drea pregunto "¿y esto?" La miró a ella y luego al móvil al ver que estaba mirando el directo. La visión de Santomé corriendo entre los árboles le hizo alzar una ceja. Pero cuando la cámara tambaleó y el asesino le saltó encima se quedó helada con ambos ojos muy abiertos por la sorpresa. 

—Que... ¿Qué mierda es esto? —levantó la mirada apenas el directo terminó. sus ojos se posaron uno por uno en Lara, Terrance, Thomas, Anthony y Drea. Escuchó la pregunta de esta última y negó con lágrimas en los ojos. 

—No... Eso... Eso parecía sangre real. Más le vale a ese gilipollas que sea una broma porque si no...

¿Si no qué? Calló, en otras circunstancias habría corrido a averiguar más del asunto. Pero esta vez la víctima era alguien cercano, alguien con quien compartía casi día a día. Sin embargo algo de esa pasión aún debía quedar adentro. 

—Hay que hacer algo... ¡Ese imbecil ha dicho que va a ir por cada uno en este parque!

Al acercarse Steve sonrió ante el reclamo de su amiga, pues ciertamente se lo esperaba. -Pues si te hace sentir mejor la señorita Nichole rechazó que la lleve a la casa. Así que tu querido amigo volvió a hacer el ridículo. ¿Cómo te fue con el director? ¿Te hizo caso?- Tras preguntar eso saludó a la profe y al hermano de Renata. Por un momento sentía que tendría una noche amena y que pasaría distraído, lo que no esperaba era el tipo de distracción. 

De la nada el rostro que era sinónimo de malas películas y horas perdidas apareció en el cielo para lanzar una escalofriante advertencia. Al inicio Steve se lo tomó como una mala broma, pero poco a poco al percatarse de la reacción de la gente supo que algo malo había pasado y que debían salir de ahí. Para él habría sido sencillo salir corriendo, la estampida de gente no le representaba un riesgo por su corpulencia y agilidad, pero no estaba dispuesto a dejar a Renata, su hermano y Valentina desprotegidas. 

-¡Necesitamos subir a algo elevado y esperar a que esto pase! Ren dile a tu hermano que se sujete de mis hombros, yo lo cuidaré y ustedes dos no se separen de mí, sujétense de mis brazos si es necesario, pero no pierdan el equilibrio.- Instruyó Steve mientras buscaba activamente ese lugar elevado para ponerse a salvo o que alguna de ellas sugiriera una mejor idea. Mientras tanto pondría todo su empeño y fortaleza física en cuidar de sus tres acompañantes, poniendo su cuerpo como escudo si era necesario. 

A pesar de que Nichole sabía que José tenía muchos seguidores, se sorprendió al ver a tanta gente en Central Park. Iba a ser imposible encontrarse con Mindy. Caminaron un poco y cuando encontraron un sitio donde pudieran ver el espectáculo, sacó el móvil del bolso para mandarle un mensaje a la rubia y preguntarle por dónde se encontraba.

Tras eso entró en el canal de José, aunque su mirada se dirigió hacia el cielo al ver que empezaba el espectáculo de drones. En seguida se dejó hipnotizar por el juego de luces y por la música que sonaba por todas partes. Parecía una niña pequeña, fascinada con el espectáculo, como si estuviera viendo por primera vez unos fuegos artificiales. 

Mientras miraba hacia el cielo apoyó la cabeza en el hombro de Jack, juntos formaban una pareja envidiable. Los dos eran guapos y daba la sensación de estar tan unidos...

Cuando apareció la máscara en el cielo, Nichole se tensó e irguió de nuevo la cabeza, formando una mueca con los labios. Acababan de estropear el espectáculo, ¿en qué estaba pensando José? Tenía un gusto tan vulgar... Dirigió su atención al móvil para ver qué decía, qué clase de explicación daba por aquella chorrada. 

Mientras seguía la retransmisión y veía como José caminaba, siguiendo unas indicaciones, la muchacha se mordió el labio y miró un momento hacia Jack, aunque enseguida volvió su atención al teléfono. 

Al ver aparecer al tío de la máscara, empezó a sonreír, creyendo que todo formaba parte del espectáculo. Era terriblemente cutre, aunque en parte tenía su gracia. O eso pensó hasta que vio como sacaba el cuchillo y empezaba a acuchillar, una y otra vez, al streamer. 

¿De verdad estaba pasando eso?

Sintió como se le helaba la sangre en las venas, sin poder dejar de mirar la retransmisión. Sus pupilas se habían dilatado y su corazón empezó a bombear con fuerza la sangre por todo su cuerpo. No podía ser, eso debía ser una broma, ¿no...? 

La gente empezó a gritar, a correr y a empujarse. Asustada, levantó la mirada del móvil y vio que Jack desaparecía entre la multitud, corriendo como alma que persigue el diablo. La había dejado sola...

— ¡Idiota...! — Masculló entre dientes y se pegó a una caseta de helados, cubriéndose bajo su pequeño tejado, buscando apartarse de los empujones. Miró hacia arriba, hacia donde estaban los drones y esperó a que la zona se hubiera despejado un poco para moverse con cuidado, procurando pasar por debajo de los árboles y no llamar la atención de los drones. 

Intentó llamar a Scott, seguro que también estaba por allí y en ese momento le necesitaba tanto... Él nunca la habría dejado sola. Estaba asustada y estaba tan sola... Pero la línea no funcionaba, tal y como había fardado ghostface. 

¿Por qué era tan idiota? Se había metido en aquel juego estúpido de ser la novia de Jack Anderson por intentar acercarse a él y averiguar qué secretos ocultaba y hasta la fecha no había descubierto nada. Y por culpa de eso, había alejado a Scott de su lado... Seguro que estaba con la tonta de Renata, ayudándola y ella estaba allí, tan sola...

— Scott... — No se había dado cuenta de que se había echado a llorar hasta que tocó sus mejillas húmedas. Apretó con fuerza los dientes y buscó el spray de pimienta que siempre llevaba en el bolso. Miró a uno y otro lado y cuando le pareció que ya no corría peligro de ser aplastada por la gente, salió de su escondite y empezó a caminar, buscando las coberturas que pudieran darle los árboles. Tenía que salir de allí...

No le dió tiempo a contestar a la pregunta de Steve. Volvió el rostro hacia el cielo pues el espectáculo comenzaba. Su ceño se frunció levemente al ver de repente la imagen tan famosa de aquel asesino en serie. Que informaran de que habían perdido el control de los drones hizo que Renata buscara a su hermano y le rodeara los hombros con un brazo, pues no sabía si aquello podía infundirle miedo.

De repente todo se volvió dantesco provocando que un sudor frio le bajara por la espina dorsal y anclándola al suelo hasta que las palabras de Steve la devolvieron a la realidad. La gente corria enloquecida 

- Juancho no sabe trepar - dijo en respuesta a las indicaciones de su amigo. La voz le había salido más asustada de lo que ella querría reconocer. Su mirada buscó con rapidez hasta que lo vió. Muy cerca de ellos había un camión de los que se abría un lateral y donde estaban colocados algunos altavoces del espectáculo  - Allí - Señaló para que supieran a donde se dirigían ellos dos corriendo hasta colarse debajo 

- Que juego más divertido, ¿eh? - Susurró al oido de Juacho mientras le cogía de la mano. Le temblaba todo el cuerpo pero intentaba controlarlo para que no se notara mucho - Ahora hay que estar muy callado hasta que yo te diga, ¿vale? - Las palabras de Gosthface resonaban en sus oidos y no estaba segura de cuanto tiempo sería seguro estar escondidos allí, así que permaneció alerta porque en cuanto fuera posible, saldrían de allí para correr todo lo que pudieran

Las lágrimas de Daphne me trataron de confirmar que el suceso de central park era verdadero.

-¿Sabéis si hay algún sitio en el que podamos escondernos?- dije. Aunque no negaré el haberme quedado con las ganas de coger una de sus lágrimas con el dedo para asegurarme que a la chica no la habían metido también en esa comedia y eran de mentira. _{No me juzguéis, lo vi en alguna peli.}

-No puede ser. Si Ghostface es de Anderson Creek -A ver- moví la mano. Como si eso me fuera a traer ideas -Centrémonos, que parece que estamos en medio de la peli de Mars Attack. Cuando se produce la invasión de los alienígenas que...- me paré al darme cuenta. No era un buen momento para hablar de invasiones en la tierra. ¿No?

Por los gritos que seguían de fondo, supuse que no.

Con el móvil en las manos mandé un par de mensajes rápidos y elevé la vista al paisaje en el que nos encontrábamos. Una de las zonas más despejadas del parque. Despejada... O sea, ¡Maldita vegetación nocturna! ¡Pero si lo que necesitábamos era algo que nos cubriera!

Algo como...

-Creo que lo tengo- musité fijándome sobre todo en Anthony y Daphne -Los árboles- si Ghostface había conseguido pasar desapercibido hasta el ataque. La oscuridad y las ramas deberían ocultarnos a nosotros también -¿Qué tal si nos subimos por parejas?

Por lo visto aquellos drones también podían escuchar lo que decían, pues en cuanto Drea comentó lo de subirse a los árboles, uno de ellos realizó una embestida bastante fuerte contra ella. Por suerte el dron no era excesivamente grande y a pesar del dolor, no hubo ninguna consecuencia más.

El problema venía en que no solo un Dron estaba allí vigilándolos, si no que habían unos cuantos al rededor y si la embestida de uno ya había sido dolorosa, el incesante ataque de al menos media docena y los que fueran llegando, iba a ser terrible. Un nuevo dron estaba dispuesto a estamparse contra Drea, esta vez apuntando a su pierna, pero por suerte para esta, Anthony de una patada lo desvió e incluso dañó levemente. - ¡La entrega es en otro sitio! - comentó mientras realizaba la patada.

Joder, sí están duros estos bichos... - se frotó la pierna con la que golpeó, parecía que él mismo se había hecho daño. - Yo los distraigo, parece que la idea de subirse a los árboles no les gustó, así que debe ser un gran plan. ¡Yo estaré bien, puedo meterme luego en el agua del lago, ahí no podrán atacarme! ¡Corred, escondeos en unos árboles sin que estos aparatos sepan donde estáis!

Lara se había echado las manos a los oídos desde que empezó el ataque de los drones, algo completamente contrario a como estaba de ilusionada al principio. - Quiero irme a casa, quiero irme a casa, quiero irme a casa. - mustiaba por lo bajo, asustada.

Finalmente vio como Anthony decidía entretener a los drones para ganarles tiempo para esconderse. - Es cobarde por nuestra parte, pero aquí no podemos hacer nada más, confiemos en él. - su voz temblorosa mostraba el pánico tan grande que tenía, a pesar de querer ayudar, no podía, de hecho sentía que iba a estorbar.

Joder, joder, joder. - decía nervioso el chico. - Si hubiera ido a los entrenamientos del equipo de baseball, ahora podría arrearles bien fuertes, pero no... Tenía que ir a artes dramáticas, para así ver si conseguía también juntarme con alguna buena actriz. ¡Pero es que los chicos de los equipos de deporte son muy agresivos y a mi me da mal rollo lesionarme, que cuerpo solo tengo uno!

Terrance le dio una sonora colleja para que se callara. - Ya tío. - tras lograr su cometido, miró con seriedad a Drea. - Llévatelo tú, yo me quedaré con Anthony y le echaré un cable. - le miró con seriedad. - No os preocupéis por nosotros, estaremos bien, centraos en que no os vea ningún dron y esconderos entre los árboles.

Valentina ayudó a escoltar a Juancho hasta debajo de aquél camión, apartando como pudo a la multitud con sus propios brazos, sin soltar al pequeño de la mano. - Ya estoy mayor para estas pinches mierdas. - comentaba a disgusto. - Cuando salgamos de aquí, creo que deberíamos evitar que Juancho vuelva a ver a algún streamer de estos, más aún ir a ningún evento.

Debajo del camión, los cuatro se sentían relativamente a salvo. Desde allí podían ver como poco a poco la gente se iba alejando del lugar, dejando bastantes caídos por el camino. La vista no era agradable, en especial porque era imposible diferenciar si aquellos que andaban en el suelo seguían con vida o simplemente estaban heridos y necesitaban ayuda, una ayuda que de hecho, no iba a llegarles, al menos en un período breve.