Partida Rol por web

Tras el pequeño susto que le dieron entre Jack y KristIAn, Nichole se sintió más tranquila tras llegar a las oficinas de su padre. - ¿De verdad necesitas un móvil nuevo? - le dijo su tío/chófer. - El que tienes está bastante bien a mi parecer, de hecho parece el último modelo. - miró su propio móvil e hizo una mueca de disgusto. - Sinceramente, a mí si me hace falta uno nuevo...

No pensaba en acompañarla, pero finalmente pensó que debía conseguir alguno mejor, después de todo era el hermano del dueño, algo bueno podría sacar. Benjamin se quedó en recepción, diciendo quien era y lo que quería, por otra parte Nichole tenía su propia tarjeta por lo que podía ir a donde le placiera.

Nichole había llamado a su tito con la intención de hablar un tema con él, pero al decirle dónde se encontraba, insistió en pasar a recogerla. 

En cuanto se subió al coche le abrazó y enterró su rostro en su pecho. Mientras le esperaba no había parado de darle vueltas a la desconexión de Scott y Renata y el miedo había ido ahogándola cada vez más.

Mientras Benja conducía, Nichole le contó sus temores.

— Tito, no sé si Ghostface está volviendo a atacar... — Le dijo y las lágrimas empezaron a asomar a sus ojos. — Las otras veces que ha aparecido, ha venido precedido por un bloqueo en las comunicaciones y... No puedo contactar ni con Scott ni con Renata... Necesito otra línea, no sé si es porque mi móvil está hackeado o es que ellos... — Ahogó un sollozo y cubrió su rostro con ambas manos. 

Cuando llegaron a la oficina central, antes de bajar del coche, recordó lo que había querido decirle. Se acercó a él y empezó a hablarle en el oído para evitar que nadie, ni IAs ni oídos indiscretos, pudieran escuchar lo que le estaba diciendo.

— Por cierto, esta noche Juan, el jardinero, irá en nombre de Jack Anderson al parking de caravanas a recoger un paquete, no sabe de parte de quién... Han quedado a las 23h. Imagino que se hará pasar por él... Puede que esta sea la oportunidad que necesitabas para pillarle... — Le dijo, posando ambas manos sobre la de su tito . — ¿Puedes ir con la policía para pillarlo? Creo que tiene relación con todo esto que está pasando... Lleva a la policía, tengo miedo de que algo ocurra... — Tras decirle eso, se apartó un poco de él y le miró fijamente a los ojos y sus labios formaron una suave mueca.

Al entrar en la oficina dejó a su tito en la recepción y ella fue directa a las oficinas donde se encontraban los agentes. Se acercó a uno de ellos, lo conocía de haber estado más veces por allí y le pidió una copia de su sim y un nuevo teléfono. Tras eso, se dirigió hacia el despacho de su papi. Saludó a su secretaria y, sin esperar su confirmación, se acercó a la puerta y la abrió.

— Hola papi, he venido a hacerte una visitilla... — Larson quería que le metiera en la base de datos, pero no podía fiarse de él... No podía arriesgar todo el trabajo de su padre por lo que le estuviera diciendo una IA...

Benjamin tomó nota en su cuadernillo de lo que dijo Nichole, estaría preparado para aquella noche, pero visto que no tenían nada más que hablar, ella se marchó a ver a su padre.

Llegó al despacho, donde su padre parecía estar trasteando con un teléfono móvil, al llegar su hija apartó la vista un momento. - ¡Hola querida! - le dijo entusiasmado. - ¿No has venido con tu amiguita? Siempre que vienes a probar alguna app te la sueles traer. - miró de lado a lado, en busca de Mindy. - Bueno, siento no haberte instalado la App en casa, pero ya sabes, tengo mucho mucho lío. - como de costumbre, Nichole no era su prioridad.

Dame tu teléfono y te la bajo con mis credenciales, así puedes probar el filtro de uñas y de paso me das tu feedback. - extendió la mano, esperando que su pequeña le entregara el móvil.

— Mindy está en el hospital... — Al nombrar a su amiga, Nichole esbozó una mueca triste y un pequeño suspiro salió de sus labios. Normalmente probar las nuevas apps que desarrollaban el equipo técnico de su papi solía animarla, pero tenía demasiadas cosas en la cabeza y, la verdad, se había olvidado de la última que habían creado. 

Iba a sacar su móvil, pero de repente tuvo una corazonada y decidió dejarlo en el bolso y éste lo dejó sobre una de las sillas. 

— Papi, quería preguntarte por Erick Hallwinter. — Le dijo y se acercó a él, abrazándole por la espalda y apoyando su mejilla en la de él. — ¿Sabes algo de él? Tengo entendido que su familia ha tenido que esconderse por el acoso que estaban sufriendo por fans de Ghostface... — Bajó su tono de voz, confiando en que KristIAn, ni nadie más, pudiera escucharla. — Papi, ¿es posible que hayan instalado un virus en Conect@dos? Ghostface tiene acceso a todos los móviles y me han dicho que es posible que venga de aquí... —

Michael le dio un par de palmadas en el moflete a Nichole. - El chico Hallwinter... Sí, ahora que lo mencionas, debería haber venido hace un tiempo, pero aún no hemos tenido noticias suyas. - puso una pequeña mueca, extrañado ¿por qué le interesaba a su hija aquello? - Puedo intentar hablar con el padre, pero ya sabes como son en esta familia, contactar con ellos cuesta más que hablar con el presidente del país.

Luego solo pudo empezar a reír. - ¡¿Pero quién nos va a hackear cariño?! Estamos en la sede de Conectad@s, tenemos un montón de antivirus por todas partes, así que cualquier virus que pase por aquí, se va escaldado. - parecía muy seguro de sí mismo, pero gracias al escaneo a su propio móvil que Nichole hizo en la biblioteca, recordó que los antivirus solo buscan virus conocidos... ¿Y si hubiera algo desconocido?

Anda, anda, no digas tonterías cariño. - suspiró después de la carcajada, bastante a gusto. Separó a su hija, sin usar fuerza pero si mostrando que quería su espacio. - El chiste ha estado bien, pero si no necesitas nada más y no te apetece probar las Apps, tengo trabajo que hacer cielo.

— ¿Podrías intentarlo? Es que tengo entendido que Erick es un crack y me gustaría conocerle... — Nichole le dio un beso a su papi en la mejilla antes de ser separada de él. 

— Pero... ¿Y si fuera un virus nuevo? — Insistió con el tema del virus, aunque sabía que su padre era demasiado celoso de su trabajo y, si conseguía que admitiese algún posible error, sería un milagro. — Ya sabes que los antivirus sólo detectan los que conocen... Haz que lo mire un experto, porfi... —

Pero, para variar, su padre parecía querer deshacerse de ella. Siempre hacía lo mismo y, aunque no solía importarle ya que a cambio conseguía lo que deseaba, a veces lo que necesitaba era un abrazo paterno o sentir que le importaba algo a su papi. Suspiró y le sonrió.

— Esta bien, no te molesto más... Voy a ver si ya tienen mi copia de la sim y mi teléfono nuevo. tailoviu papi — Le dijo mientras se alejaba y cogía de nuevo el bolso para colgárselo del hombro.

Sí claro, lo intentaré, lo que sea por mi nena. - le contestó con un guiño. No iba a admitir que lo hacía porque pensaba que a Nichole le podía interesar el hijo del Hallwinter y tenerlo como nuero era un punto increíble para la empresa. - ¿Y un virus nuevo? ¿Sabes lo difícil que es eso? ¡Tendrías que ser un genio al nivel de Einstein para crear algo desde cero! - se reclinó un poco más en su asiento. - Y por muy nuevo que sea, en algún momento mostraría signos ¿no crees? Pero todos los sistemas funcionan correctamente, no hemos tenido retrasos ni quejas de ningún tipo... Así que no pasa nada pequeñaja mía.

Parecía imposible hablar con él, haría cualquier cosa menos admitir que sus sistemas pudieran fallar, estaba demasiado centrado en generar nuevos proyectos que le generaran nuevos ingresos antes que en reforzar su seguridad.

Finalmente acudió a por lo que había venido, pero tras realizar la llamada comprobó que efectivamente, ni el teléfono de Scott ni el de Renata estaban activos, a pesar de que había llamado desde un teléfono nuevo.

«Pero...» Alguien que había sabido crear una IA como KristIAn podía considerársele un genio. Nichole suspiró y asintió con la cabeza a su papi.

— Hasta la noche... — 

Se despidió y salió de su despacho, dirigiéndose a la mesa del chico al que había pedido la copia de la sim. Una vez la tuvo, la instaló en su nuevo teléfono y lo encendió. Al primero que intentó llamar fue a Scott y después probó con Renata, pero ambos seguían incomunicados. 

«Mierda...»

Se había quedado mirando la pantalla fijamente, como si de aquella manera pudiera invocar a Scott, pero en lugar de eso vio una nueva notificación de un usuario desconocido. Abrió el mensaje, con la mente todavía en su amor, y de repente se quedó completamente helada. 

Así que eso era lo que le había explicado Renata, mensajes que se borraban sin dejar rastro... Pero... Ghostface era capaz de saber dónde se encontraba al segundo... Un escalofrío recorrió su espalda y corrió hacia el baño mientras apagaba el teléfono nuevo y le sacaba la sim. 

En cuanto entró en el servicio, tiró la sim por el inodoro y tiró de la cisterna y el teléfono nuevo lo tiró al suelo y empezó a pisotearlo con todas sus fuerzas. No iba a permitir que Ghostface la aterrorizara de aquella manera. 

Dos, tres, cuatro pisotones y la pantalla se resquebrajó de arriba a abajo. Lo cogió del suelo y lo estampó contra la pared y volvió a cogerlo y empezó a tirar del papel higiénico, envolviendo el teléfono una y otra vez, hasta que acabó con todo el rollo y, la enorme pelota que había creado, la tiró en el contenedor de compresas. 

Tras eso se sentó en el suelo, apoyando la espalda en la pared y respiró profundamente. Sacó su teléfono del bolso, su pulso todavía temblaba. 

— KristIAn... ¿Estás ahí? Per-dona... Yo... Tenía que asegurarme... —

Al ver aparecer de nuevo a KristIAn en la pantalla de su móvil, Nichole respiró aliviada. Sí, vale, estaba siendo controlada por una IA, pero prefería eso a la sensación de impotencia y pánico que le había generado el mensaje de Ghostface. 

Respiró profundamente, tal y como le estaba aconsejando KristIAn. Aguantó durante 5 segundos el aire en sus pulmones y después lo dejó ir, poco a poco. Repitió la misma operación varias veces, hasta que sintió que su pulso se normalizaba. 

— Pedí una copia de la sim, para intentar llamar de nuevo a Scott, pero Ghostface me localizó al instante. — Le confesó y sus labios formaron una suave mueca. Se sentía como una tonta. Se había dejado llevar por la paranoia y acababa de comprobar que KristIAn en verdad no tenía nada que ver con Ghostface. Suspiró.

— Ya me he deshecho de ella y del teléfono. Volvemos a estar solos... — Se mordió el labio y desvió un instante la mirada hacia la puerta cerrada. Seguía sentada en el suelo, suerte que en la empresa de su padre limpiaban bastante a menudo los baños. — Le he pedido a mi papi que intente localizar a la familia Hallwinter para preguntarles por Erick. Si alguien puede averiguar algo es él... Cuando sepa algo ya me lo dirá. — Había vuelto a dirigir su mirada hacia la pantalla del móvil. — También le he advertido a mi papi de la posibilidad de que Conectad@s tenga un virus, pero creo que no me va a hacer caso... Y-y estoy preocupada por Scott. Las otras veces que se han perdido las comunicaciones ha sido porque Ghostface estaba atacando... — Le dijo y su voz tembló. — Iré a ver si lo encuentro... — ¿Y qué podía hacer? No tenía ni idea, pero no soportaba la idea de perderle... — ¿Puedes ir probando cada cinco minutos si recupera la cobertura, porfi? —

KristIAn tenía razón, había estado perdiendo el tiempo con el tema de la segunda sim y el nuevo móvil, pero es que todo aquello la estaba poniendo de los nervios y empezaba a sospechar de todo el mundo... Suspiró. ¿Ahora confiaba más en la IA? Quizás no tenía otro remedio, le quedaba eso o dejar que Ghostface supiera cada uno de sus movimientos. 

Mientras escuchaba la propuesta de KristIAn vio que aparecía una nueva notificación en Conectad@s. La abrió y su ceño se frunció al ver que se trataba de Jack, soltando una de sus perlitas. 

— ¡Oh my god...! — Murmuró y se mordió el labio, pensando en lo que la IA acababa de proponerle. — Está bien, prueba con los demás teléfonos de clase, menos con el de Jack, él ya sabemos que sí que lo tiene activo... — Le dijo y se levantó del suelo. — Voy a conectar los earphones y puedes hablarme a través de ellos sin que nadie se entere. — Sacó sus earphones del bolso y los conectó por bluetoth al teléfono, tras lo cual se colocó el del oído derecho, cubriéndolo con el cabello para que no se notara que lo llevaba puesto. 

— Voy a ver qué hace mi tito. Cuando puedas dime quiénes tienen su teléfono conectado, porfi... — Le pidió y salió del baño, dirigiéndose hacia recepción, con la intención de encontrar allí a su tío Benja.

KristIAn parecía estar procesando la última petición de Nichole, algo que parecía que le iba a llevar un poco más de tiempo del habitual. Nichole caminó decidida a recepción, con la intención de encontrarse con su tio.

Al llegar allí pudo verlo con uno de los empleados, el cual parecía bastante estresado. - ¿Entonces si le doy aquí dices que reproduce música a través de otro dispositivo? Joder, yo es que en mi coche había dejado que sonara la radio siempre. - asentía, bastante contento de entender su nuevo móvil. - ¿Y lo de enviar los stickers como me has dicho que era? - tras esa pregunta, el pobre empleado del lugar dio un leve cabezazo hacia abajo, sin golpear nada, al menos a nivel físico, pues quedaba bastante claro que con aquél movimiento acababa por destruirse la poca cordura que le estaba quedando... Anda que aguantar a gente así por el sueldo mínimo.

Al ver a Nichole, Benjamin se giró hacia ella y la saludó. - Hey cielo ¿cómo fue con tu padre? Yo creo que he aprendido mucho. He estado tan enfrascado en los libros desde siempre que la verdad es que he renegado del uso de la tecnología, pero la verdad es que es muy interesante lo que son capaces de hacer estos aparatos hoy en día.

Al ver a su tito alucinando con el nuevo teléfono, Nichole sonrió y se cogió a su brazo. 

— Bienvenido a la tecnología, tito. Ahora podrás mandarme stickers chachis. — Le dijo y tiró suavemente de él, en dirección a la salida. — Salgamos de aquí. No quiero robarte mucho más tiempo. Volveré a la uni. Quiero ver cómo están mis compis. — A través del aerphone acababa de recibir el mensaje de KristIAn y sentía que algo malo estaba ocurriendo. La última vez que había visto a Scott, Renata, Daphne y Steve había sido en clase, ¿seguirían todavía por allí? Bueno, recordaba que Scott había salido corriendo detrás de Klaudia, pero seguro que había vuelto. 

De nuevo se estaba emparanoiando, seguro que habían apagado sus teléfonos para evitar que Ghostface les controlara, pero... 

«Mierda...»

— ¿Me puedes acercar a la uni? — Le pidió, poniéndole ojillos y esbozó una suave sonrisa.