«Idiota...»
Nichole palideció al ver la patada que Erick le propinó a su propia hermana y se quedó observando a través del cristal, sin poder hacer nada para ayudar a la chica. Al escucharle decir que lo único que le importaba a ella era la reputación de su tito, sus labios formaron una suave mueca y su mirada se afiló. Pues claro que le importaba su tito Benja y había hecho todo aquello para poder ayudarle a atrapar a Jack Anderson. Si no hubiera sido por él, ni siquiera habría sabido que era un asesino. Pero no era justo que dijera que había estado aguantando a aquel imbécil sólo por eso.
— Está cegado por su puto narcisismo... — Murmuró, dándose cuenta de que por mucho que se le dijera, continuaría obcecado con su absurdo ideal de justicia. Estaba enfermo y su odio acabaría consumiéndolo.
Ahogó una exclamación al ver la última patada que le propinó a Lara, dejándola inconsciente. Sus ojos se habían humedecido y apretó sus puños con fuerza. Tenía el cuerpo tenso y un ligero temblor lo sacudía.
Durante unos segundos se fue la luz y Nichole se quedó quieta, asustada, temiendo que Erick hiciera alguna cosa para matarlos a todos, pero cuando la luz regresó, parecían estar bien y el cristal se encontraba abierto. En ese momento, todo el aplomo y la adrenalina que había estado aguantándola durante aquellas dos horas, se desvaneció y sintió su cuerpo débil y sus piernas parecieron volverse de gelatina. Se dejó caer de rodillas al suelo y rompió a llorar, dejando que todo el miedo que había estado conteniendo aquellos últimos días se desbordara en forma de lágrimas.
Vio a Drea y a Daphne tomar enseguida las riendas de la situación y envidió su fortaleza. Durante unos minutos se perdió en su propia autocompasión, hasta que finalmente consiguió controlar el llanto y dirigió su mirada hacia Daphne, secando sus ojos con el dorso de sus manos, en un gesto infantil.
— Hay que decirles la verdad... Todo el mundo sabe quién es Ghostface... — Le respondió y buscó su teléfono con mano temblorosa. Antes de marcar el teléfono de su tito se detuvo y volvió a levantar la mirada, dirigiéndola esta vez hacia la friki. Sus ojos se habían abierto, preocupados y un pequeño gemido salió de sus labios. — Mierda... Le dejé una nota a mi tito explicándole que veníamos hacia aquí y le dije que creía que estabas relacionada con Ghostface. No creo que la haya visto todavía, la dejé a propósito en un sitio donde sólo la viera por la mañana. Tenía miedo de que si lo averiguaba antes avisara a la policía y nos pusiera a todos en peligro... — Se calló unos segundos y su mirada se dirigió hacia Lara. Era consciente de que si decían que ella era la hermana de Erick Hallwinter, no tardarían en descubrir quienes eran los padres de ella y eso podía meterles en serios problemas... — Le diré que estaba equivocada y que no sé quién es la hermana de Erick. Tenemos que guardar ese secreto... — Propuso, esperando una confirmación por parte de todos antes de marcar el teléfono de su tito.
Denver negó con la cabeza al escuchar a Daphne. - Si hubiera querido matarnos o hacernos algo, ya lo habría hecho. Tampoco nos habría dejado acceso al móvil. - miró sin ningún tipo de sentimiento el cadáver de Elsie. La veía ahí muerta, había completado su venganza aunque no por su propia mano y aun así... No sentía nada.
Dio un par de pasos atrás y se apoyó contra la pared, dejándose caer hasta acabar sentado y mirando al techo. - El tipo que habló a través del móvil... No sé quien era, pero siento que tiene razón. - se echó las manos a los ojos, quizá para tapar las lágrimas que probablemente estuvieran a punto de salir, algo que su cada vez más quebrada voz, podía confirmar. - Perdí un hermano durante el entrenamiento militar, hoy he perdido a mi hermana porque los dos nos creíamos soldados cumpliendo una misión, pero no tiene sentido, han perdido la vida por nada.
Cuando salga de aquí, quiero hacer otra cosa, algo más tranquilo. - agachó la cabeza. - Creo que se lo debo a mis dos hermanos, vivir por ellos. - estaba realmente desanimado y perdido, pero había tomado una decisión y lo único que podía hacer era agradecer no haber matado a nadie aquella noche... Ya iba a tener bastantes pesadillas, como para que encima le persiguieran los muertos en sueños.
Mindy también corrió a socorrer a Lara, pero al ver que Daphne ya se había encargado de ella, decidió no intervenir. Aún sentía bastante enfado contra Daphne, pero sabía que a pesar de todo se preocupaba por Lara.
No pudo evitar hacer una mueca de disgusto y cruzarse de brazos. - ¿Y ya está? ¿Eso es todo? Hemos llegado hasta aquí y Erick se nos ha escapado delante de nuestras narices... Siento que hasta que no esté entre rejas, no vamos a poder descansar tranquilos. - sacó su móvil y revisó la lista de su clase.
Al menos ahora tenemos su foto... Pero si huye o se oculta, tampoco va a servir de mucho. - se notaba que para ella aquello no era un final feliz, sino más bien uno inconcluso.
Renata estaba en shock. Sentada de medio lado en el suelo, con aquellos ojos sin vida atravesando sus gemelos, las manos también contra el suelo buscando sostén mientras su boca entreabierta apenas dejaba pasar el aire que se le escapaba del pecho.
¿Realmente iba a matar a su hermana? ¿Sangre de su sangre? ¿Había mayor blasfemia? Le dolía todo el cuerpo, pero también el corazón. Y el orgullo. ¿Que mal había hecho ella? ¿Defender a Daphne cuando Jack la humilló? ¿Intentar proteger a su familia? ¿a sus compañeros de clase en el cine? ¿Salvar al señor Oldman? ¿Intentar reunir pruebas para que Jack pagara sus delitos? ¿Dejar su idea de esconderse de lado para ayudar a Denver, un completo desconocido, a encontrar a su hermana? ¿Correr de nuevo a ayudar a Drea cuando pensaron que estaba en peligro? Y aún asi, parecia que no había hecho nada, solo cosas malas.
Pero ella solo lamentaba no haber estado con Steve cuando estuvo en peligro. Que su amigo ya no estuviera...
Se mantuvo en silencio, evitando mirar a Scott cuando fuera a besuquear a la pija, y solo pareció sacarla de su estado de semiausencia, el cambio de actitud de Denver. Verlo tan vunerable... como pudo se arrastró por el suelo hasta llegar a él, apretando los dientes para no gritar de dolor, y le rodeó los hombros con un brazo, pero no dijo nada. A veces no hacia falta decir nada.
Y Erik... Desde luego no iban a poder dar con él. No ese día al menos. No ella, desde luego. Pero era cierto que viviría con miedo sin saber detrás de que esquina podía volver a aparecer para matarlos. Y daba igual que tuviera un motivo o no, mientras él tuviera "su motivo"
Cogí la mano de Daphne cuando se agachó a mi lado, auxiliando a Lara.
Piiii
Con los ojos brillosos todavía y el recorrido de la lágrima en la mejilla, esperé nerviosísima perdida inquieta que alguien cogiera al otro lado la llamada... especialmente cuando, una especie de vibración, me hizo apartarme el dispositivo de la oreja para echarle un vistazo a la pantalla los segundos suficientes como para confirmar que... -¿Eh?- no. No tenía a ninguna "asistente" en línea.
Mierda... Le dejé una nota a mi tito explicándole que veníamos hacia aquí y le dije que creía que estabas relacionada con Ghostface
-¿Cómo?- reaccionando ante la voz de Nichole, giré la cara hacia atrás. Cayendo en lo importancia de debatir la pregunta de Daphne y en la probabilidad de si me podía ir de allí esposada con un mono naranja...
-Yo...- carraspeé la garganta- también creo que debemos guardar el secreto- móvil a la oreja de nuevo -P-pero no solo sobre la relación de Erick con Lara. Sino... que... -momento de reflexión -Deberíamos centrarnos en señalar a la señorita McCarthy (?)- afirmación sin afirmación- Ella es quien ha intentado matarnos. Quien asesinó a Steve- miré en esta ocasión a Renata.
-Nos guste o no, él nos acaba de salvar- ojos ahora en dirección a la zona donde se encontraba Scott y Nichole.
-¿Qué tal si decimos que no hay más asesinos? Cesarían las investigaciones, seguiríamos con nuestras universitarias- y aburridas -vidas... ¡Y la familia de Lara seguiría criando patatas sin ser descubierta!
—Tienes razón Denver, que bueno que estés con nosotros.
Sí, sonaba cursi, pero era sincero. Y si el muchacho estaba encaminandose a poder llevar una vida mejor después de todo el infierno que había atravesado creía que Sydney estaría satisfecha.
—Habria que decir que lo del vídeo donde Steve perdió la vida y Erik se adjudicaba su muerte fue mentira... Porque fue mentira ¿Verdad? Fue Elsie quien los asesinó.
Volvió a mirar a Drea y creyó entrever el dolor detrás de sus palabras. Pero por muy sinceras que fueran sus ideas seguramente sería difícil de creer que no solo buscaba proteger al hombre que le había robado el corazón.
—Pero Drea y Nichole tienen razón. Hay que proteger el secreto de Lara... Ella trató de salvarnos a todos y exponer a Erik... Podría ponerla en el ojo de la policía.
No hay cosa que más joda que te esfuerces en pensar un plan y luego se venga todo abajo.
Yo, como buena mente criminal, tenía el plan perfecto, pero... tuvo que venir el héroe de los Hawllinter, el Ghostface real, a dar lecciones de la vida. Patético hombre vengativo. Su problema es que no tiene ni idea de lo que realmente significa la muerte. Pero ya era bastante, teníamos con una señorita McCarthy muerta y mucho que explicar, al parecer.
Fui a acercarme a la pequeña de los Mui y la señorita Martin, pasando al lado de Nichole y le dije algo en un susurro, aunque lo pudieron oír todos.
- [Lástima. En otro momento será, señorita Bloomer.]- reí mientras escuchaba a unos y otros.
Eso era todo, básicamente. Habíamos sobrevivido y había mucho que contar. Pero... sí, como decía el hermano de la señorita Doyle... Se acabó.
- [La señorita "Lara" siempre ha sido y seguirá siendo una "Mui". Nadie la ha relacionado nunca con los Hallwinter excepto nosotros, y solo porque ella lo ha dicho. Así que, a menos que alguien se vaya de la lengua, las cosas seguirán así.]
Me acuclillé sobre Lara para ver su estado y sin mirar a Drea, la recordé algo.
- [Eso va por todos, señorita Martin. Recuerde el trato. Y las pruebas que pueda haber].-
Me levanté, tan solo para girarme hacia Daphne.
- [Hay un problema]. - Señalé con la mirada al cuerpo sin vida de la profesora.- [¿Quién ha matado a la profesora? Cuando nos hagan esa pregunta, pensad bien qué responder, porque la diferencia es hacer quedar a la profesora como una mártir o como una cómplice de asesinato al que le salió mal la jugada].
No quedaba mucho más por hacer y yo, me aburría. El bueno de Scott quería salir y yo... debería honrar mi promesa.
- [Ha sido un placer verles. Hasta... nunca. Espero].
Un vahído se apoderó del cuerpo de Scott y súbitamente, recuperé el control de lo que era mío. Me sorprendí de que fuera sin más. Y de qué no notara esa presencia tras mis ojos de que alguien más estaba ahí dentro de mi cabeza conmigo.
- ¡Nichole!- Di un par de zancadas para abrazar a mi chica- ¿Estás bien?
Era tan reconfortante poder volver a abrazarla que me hizo temblar al tocar de nuevo su piel y notar su pelo cerca de mi rostro. No sabría que hacer si la perdía o la hubiera pasado algo. Quizá... hubiera perdido la cabeza para siempre. Tras un corto beso y una sonrisa, me aparé despacio para ir a ver al resto.
-¿Estáis todos bien? Deberíamos ir saliendo de aquí cagando leches. Yo me encargo de Ren, que alguien Ayude a Drea con Lara.- Me acerqué a Renata intentando sonreír, pues.... estaba bastante contento de que hubiera salido con vida. Si no... quizá hubiera sigo igual que con Nichole. Habría matado a alguien. Preferiblemente llamado Erick Hallwinter. Lo perseguiría hasta el fin del mundo si hiciera falta con tal de vengarla.
- Estás hecha una mierda, ¿sabes, Ren?- Intenté hacerla sonreír mirando como poder sacarla de allí, sin romperla más de lo que estaba.- Tranquila, pequeña, yo te cuido. Tooodo lo que necesites. ¿Operación Fraile Gordo otra vez?
Finalmente los jóvenes cargaron con los cuerpos de los heridos y poco a poco, deshicieron el camino que tanto les había costado recorrer, aunque esta vez sin la presión del tiempo, ni puertas que les impidieran el paso, ni las pulseras venenosas, sin puzles que resolver y menos aún con animatrónicos que les persiguieran.
Al llegar a la recepción, una blanca luz los dejó cegados y es que no solo les esperaban allí algunas ambulancias y coches patrulla, si no también una gran cantidad de periodistas ansiosos por ser los primeros en dar la noticia de lo que allí había pasado... Aunque pronto todos ellos se distrajeron al recibir una notificación en el teléfono*.
Cuando los periodistas vieron aquello, sus esfuerzos por conseguir respuestas de los supervivientes aumentaron, pero por suerte para ellos, la policía intervino y evitó que los incordiaran más de lo necesario, en especial después de todo lo que habían pasado, pues quien no estaba herido físicamente, estaba destrozado físicamente.
La matanza había terminado, podrían volver a sus vidas... Si es que podían recuperarse de todo aquello.
*Escena "Noticias"