Drea llegó acompañada de Mindy, la cual se despidió en la puerta porque tenía sus propias cosas que hacer. Al llegar se dirigió a lo que quería hacer, visitar a su hermanastro. Los policías de la recepción le indicaron dónde estaban los calabozos y tras llegar a ellos, pudo ver no solo a Rowdy, si no a su vieja amiga. - ¡Anda Rowdy, mira quien ha venido! - Rowdy parecía estar especialmente callado, a pesar de que Gabbi seguía teniendo esa mirada y sonrisa de superioridad absoluta.
¿Qué haces por aquí? ¿Vienes a ver al hermano que mandaste a prisión? - señaló con un pulgar a un muy derrotado Rowdy. Era muy curioso que justo ellos dos acabaran en la misma celda, pero la influencia de Ghostface llegaba muy lejos. - No te preocupes, lo tengo bien cuidado, además, que acabara aquí solo era parte del plan del señor G. ¡Lo que más odia son los abusadores! Al igual que ese asqueroso de Anthony Riley, que encima era con menores. - hizo una mueca de asco.
Había pasado de ser la indiferente Drea, a la odiada Drea. O así es como me sentía.
-A-ahora nos vemos- solté como despedida una vez estuve en las inmediaciones de la comisaría. Haber caminado junto a Mindy con aquellas miradas de reojo que me lanzaba, no era el momento más tierno a contar en lo que podía ser mi último día de vida. Pero oye, al menos nos acompañamos mutuamente y sin necesidad de volver a escuchar lo que dijo Sydney. Eso del si se te abre la herida, mueres.
¿Tendrían todavía algo de rabia acumulada por medio asfixiarlos con el extintor?
-¿Gabbi?- entrando con comedidos pasos al calabozo, me fijé en ambos notando la presión de mi vientre.
"Si se te abre en la noche, mueres"
Joder, qué tranquilizador- pensé cogiéndome a los barrotes con ambas manos.
-S-sé que soy una tonta- dije al hablarles queriendo que Rowdy me mirase- Sí... Por no haber visto más allá de HBO y Netflix- ¿No haría falta explicarles que me tiré años sin sospechar de Gabrielle, de los "problemillas" de mi hermanastro con las mujeres o del final inesperado de game of thrones, no?
-¿Recuerdas las veces que fingí ser alérgica a la cebolla frita? ¿Las noches enteras que me he pasado leyendo foros? ¿Viendo supuestas imágenes de ovnis en medio del cielo para no leer los comentarios que me dejaban en las redes sociales?- triste, pero cierto. El 99% resultaron ser maquetas mal hechas.
-No creo que nada en mi vida haya sido... idílico -¿Rowdy sabría lo que significaba aquello? -Me he equivocado, he actuado de un modo paralelo. Huyendo del verdadero mundo que se mueve alrededor nuestra.
Entre abrí los labios negando despacio con la cabeza -Si estoy aquí no es tratando de pediros explicaciones o respuestas por vuestros actos. Ni tampoco voy a exigir que me perdonéis por el daño involuntario que os he causado... Pero sí quiero que sepáis una cosa. Y es que siempre he actuado creyendo que hacía lo correcto. Nunca fue mi intención causaros daño.
Rowdy miró con cierto desprecio a su hermanastra. Por mucho que se estuviera disculpando ahora, no había dudado ni un momento en venderle a la poli en cuanto tuvo la oportunidad... Aunque no tardó en volver a ponerse cabizbajo y mirar al suelo, después de todo y aunque le tuviera cierto rencor, sabía que ella había actuado bien, a diferencia de él.
Por otra parte Gabbi, que solía estar tan animada como de costumbre, poco a poco se fue enfadando. - ¿Esto va enserio? ¿¡Me estás tomando el pelo!? - sacó el brazo por la reja intentando alcanzarla y agarrarla. - ¡Ni te atrevas a pedir perdón, ni decir que has actuado mal! ¡Joder si supieras la envidia que te tengo de que el señor G te admire y quiera cuidarte! - gruñó llena de rabia, era la primera vez que Drea la veía así... Tan colérica.
Finalmente, frustrada, golpeó el barrote con su cabeza y se quedó así, sin que Drea pudiera mirarle a los ojos. - La que se ha portado mal, la que se ha llenado de envidias, la que te tiene asco, soy yo, por eso estoy aquí y tú ahí. - poco a poco empezó a resbalarse hasta quedar de rodillas. - No decepciones al señor G, si te admira es porque todo lo que has hecho, es con tu buen corazón, al igual que su hermana.
Al decir eso, se quedó en silencio un momento. - Su hermana... Cuando llegue el momento ¿del lado de quien te vas a poner? - era una muy buena pregunta que quizá la propia Drea no se había planteado aún, pero que antes o después iba a tener que afrontar.
-¿Admirarme? ¿A mí?- me eché hacia atrás, distanciándome de los barrotes a los que se abalanzó Gabbi.
-Eso no es posible- O por lo menos para mí aquello no tenía sentido. Nadie me había valorado en nada. Ni cuando les recomendaba pelis, ni cuando les pedía tirar los cubos de palomitas a... llamadme loca: la papelera.
-No, yo... ¿Por qué voy a tener que posicionarme? Me refiero. Erick quiere parar esto de las muertes a inocentes, igual que Lara. No… no son tan diferentes- dije esperando oír un “no, claro que no lo son Erick solo ha matado de mentirijilla a varios".
Gabbi entonces empezó a reír. - De buena te pasas a tonta, amiga mía. - levantó su rostro y la miró con lágrimas en los ojos y una sonrisa bastante macabra. - ¿Tú crees que a su hermanita le va a parecer bien que el señor G siga matando a gente? Incluso si se lo merecen. - fue entonces cuando se levantó y se giró hacia el interior de la celda.
Pero no te preocupes... El Señor G ya tenia pensado que hacer para que ella despertara su mismo sentido de la justicia. - y con aquellas macabras palabras, le dio la espalda a Drea. Y hablando de espaldas, la friki pudo notar una mano encima de su hombro, viniéndole por detrás, era un policía indicándole que se acabó el tiempo de visita.
No quedaba mucho tiempo para el anochecer, pero aun así ¿qué haría con el poco tiempo que le quedaba?
Fue triste y desconcertante verle las lágrima además de esa sonrisa macabra a Gabbi.
A fin de cuentas tenía muchos recuerdos con ella. Las notas que nos pasábamos en medio de clases con la señorita Click, las quedadas frikis con videojuegos de por medio... Con Rowdy, en cambio, todo se resumía más a un "tú estás chalada".
-¿Q-qué más sabes? ¿Qué más va a pasar esta noche?- mirando un segundo hacia atrás tras el susto que me pegó aquel policía al tocarme el hombro, la curiosidad saltó incipiente. Solo que algo tarde... quizás.
-¡Por favor Rowdy, Gabbi!- exclamé cuando el agente pasó a tirarme del brazo sacándome del calabozo.
Al Angelika