Visto lo peligrosa que se había vuelto Nueva York y que la persona en la que más confiaban había decidido, entre risas, prenderle fuego al pelo de otro ser humano, las hermanas Wong decidieron volver a su hogar de origen, renunciando a la beca y trayendo en cierta medida el deshonor a su familia.
A pesar de todo, Sofía estaba increíblemente feliz de volver a su país, donde podía hablar tranquilamente su idioma predilecto, pues nunca acabó de encajar demasiado bien el inglés... Tampoco conoció a nadie que le interesara lo suficiente como para aprenderlo.
De vuelta en su tierra natal, aspiraba a llevar una vida clásica en su país, basada en los valores y tradiciones chinas.
Quien no estaba demasiado contenta con la vuelta a su país fue Julie. En estados unidos se sentía mucho más libre y le parecía que estaba aprendiendo mucho más, en especial a nivel cultural y social. Continuó con su carrera de fotografía, la cual se vio severamente afectada por las normativas del país en el que estaba, ya que eran bastante restrictivos con lo que era y no era correcto fotografiar.
Por las noches, Julie miraba a través de la ventana el estrellado cielo mientras fantaseaba con su vuelta al Nueva York, algo que, por mucho que quisiera, sabía que simplemente iba a ser eso, una fantasía, pues sus padres no iban a dejarla ir sola sin su hermana, menos aún sin nadie que la esperase allí o a quien pudiera acudir en caso de tener algún problema.