Partida Rol por web

Nichole se había quedado en shock al escuchar a la loca de Elsie. Ni siquiera reaccionó cuando la pulsera se volvió roja, amenazando su vida. Su mirada permanecía anclada en el desquiciado rostro de la profesora. ¿Qué pretendía...? No, no podía... Las palabras de Megan consiguieron que la joven reaccionara. Pestañeó, todavía ligeramente aturdida y volvió su mirada hacia la muñeca para ver como cogía el hacha y se dirigía hacia Scott, con la intención de...

— ¡¡NOOOOOO!! —

Se abalanzó en su dirección, con la intención de detenerla, de placarla, como si fuera una machaca de esas del fútbol americano. Pero antes de llegar a ella, la cabeza de la muñeca reventó y quedó desmadejada en el suelo. Nichole se detuvo y se quedó mirándola, con la pupilas dilatadas y las lágrimas emborronando su mirada. 

A pesar de haber estado en shock y no haber reaccionado, había escuchado todo lo que ocurría a su alrededor. Bajó la mirada y la clavó un instante en la pulsera. Estaba temblando, no quería morir, pero tampoco podía soportar la idea de que otros murieran. Estaba cansada de tantas muertes, estaba...

Furiosa.

Levantó nuevamente la mirada, dirigiéndola hacia la profesora, llena de odio y rabia.

— Estás loca. Te atreves a juzgarnos cuando tú eres una zorra asesina. Tarde o temprano descubrirán quién eres y acabarán atrapándote. Pagarás por todo lo que has hecho.

» Te quejas de que los alumnos de "Historia del Arte" no te hacían mucho caso... ¡Ohhh... pobrecita...! Pobre profesora que se ha sentido ignorada y se iba de clase llorando. Eras tan patética, tan jodidamente patética. Y-y te crees con el derecho de juzgarnos cuando no sabes nada... No sabes nada de nosotros. —

Apretó los puños y las lágrimas empezaron a correr por sus mejillas.

«No quiero morir...»

Mientras hablaba, a pesar de que sabía que el tiempo corría en su contra, esperaba estar distrayendo lo suficiente a la señorita McCarty para que los demás buscaban alguna solución, tenía que haber algo, mierda... No podía morir...

— Te aseguro que como muera alguno de nosotros, vas a pagar por todo lo que has hecho. Mi tío, Benjamin Bloomer, es el mejor fiscal de la ciudad y no descansará hasta descubrir que ocurrió aquí y ten por seguro que lo descubrirá. Si me haces daño pondrá todo su esfuerzo en vengarme y, tarde o temprano, pagarás por lo que has hecho. — Su mirada se afiló. — Si yo sobrevivo y alguien más muerte, también te aseguro que voy a ir a por ti y explicaré todo lo que has hecho. Así que la única opción que te queda es la de liberarnos a todos. Si lo haces, podrás seguir con tu miserable vida y al final todos olvidarán el terror de estas últimas noches... Mantendremos el secreto de tu identidad. —

Tenía que ganar tiempo y, a pesar de que era una puta psicópata, intentaba llegar a la razón que pudiera quedar en aquella desquiciada mente. A pocos metros estaba el hermano de la "sintecho", que hacía un rato había presenciado como ésta le rajaba el cuello a su querida hermana. No se conocían, pero en el fondo de su corazón rogó que comprendiera que era su única salida, si no lo conseguía, iban a morir... 

Tras apoyar a Renata en alguna superficie Elsie hizo su aparición y soltó su discurso y por mientras Daphne se fijó en la habitación. Un hacha sobre la mesa, cadenas en el techo, ganchos y carne colgada de esos ganchos. No siquiera se preguntó si sería carne de verdad conociendo el perfeccionismo del personal del museo. En tanto la profesora al fin mostraba todas —o casi todas—, sus cartas. Los hacía pasar por juegos, solo para divertirse, por mucho que dijera lo contrario. Al final pretendía siempre haber acabado con todos. Con todos menos uno. ¿Y como funcionaba eso? ¿Cómo pretendía evitar el ese único que saliese no la atacase en el acto o le avisará a la policía? Seguro tenía planes para matarlo luego. O para "darle la oportunidad" de seguirle el juego. Frunció el ceño.

Cuando los hizo votar por alguien vio que Denver sin llevaba la pistola. Seguramente aún cargada. ¿Quedaba una, dos? Iba a votar por él. Si Elsie lo dejaba salir el podría usar el arma y... 

Pero todo se volvió a enredar cuándo Megan había decidido optar por la opción lógica y seguir las reglas del juego. ¿Dónde está Asimov cuando se le necesitaba?

Iba a avanzar cuando la detonacion la hizo encogerse. ¿Alguna vez unos de acostumbraría a eso? Pronto el eco del disparo se esfumó, así como se había esfumado tambien la cabeza de la muñeca. Gracias a Dios los que habían diseñado a Megan le habían puesto el centro neurálgico en la cabeza y no habían Sido más creativos. Por si acaso...

Daphne recogió el hacha del sueño y corto piernas y brazos de la muñeca, no sin tener que recordase continuamente que era una muñeca por el realismo con el que estaba hecha. Miró a los demás. 

—Mas vale no arriesgarse. Los monstruos derrotados siempre se levantan llegando al final. 

Volvió hacía la profesora y la apuntó con el hacha. 

—¿Entonces eso es todo? ¿Nos matarás sin más? ¿No vas a respetar las reglas del juego? En las películas siempre había una oportunidad para que se salvarán todos, pero morían por su propios pecados y malas decisiones, siempre había una manera de salir del juego  ¿y ahora no nos vas a dar esa oportunidad?

​​​​​​​Sabía que había algo de lógica detrás de esa locura. Una lógica oscura y macabra, si tan solo pudieran aprovecharla...

Desconocía aquello del fraile gordo _{y creo que se notó por la forma en la que arrugué la frente mirando a Scott.}

Venga, que yo te llevo

De todas formas… bueno, ¿Qué más daba eso viendo que íbamos a morir todos el color de nuestra pulsera?

-Señorita McCarthy…- musité entre medias de una ristra de chorizos que había colgada _{y tuve que apartar varias veces porque me daba en la cara} –Esto… no es más que una forma de enmascarar su propia rabia y egoísmo. Supongo que lo sabe. ¿Verdad?

Agaché la mirada. Sabiendo que aquella podía ser la última idea absurda que se me ocurriera en vida. _{¿Después de usar una sartén en la cabeza para evitar la radiación del 5g y su "conexión" con las migrañas?}

-N-no es que me ilusione proponerlo... - dije acercándome a un cuchillo _{después de las intervenciones de Denver, Nichole y Daphne} –Pero si queréis... puedo encargarme de...- "cortar pulseras" _{y muñecas.} Evidente referencia a lo que en su día hizo Samantha Collins. La madre de Lara... _{Claro que en este caso, si yo cortaba, no sería justamente la que se salvara.}

Renata lo sabía. Sabía lo que había que hacer. Quién hubiera visto las pelis sabría cómo se salvaba el prota al final de la peli. Bueno, solo uno de los protas. Estuvo noches sin dormir cuando la vió solo imaginando lo que sería tener que serrarte tu propio pie.

Sus ojos fueron hacia Drea - Hay varias hachas, mejor que un cuchillo, creo... Podemos hacerlo entre todos .. Merecemos salir todos de aquí. No somos tan malos como ella dice. Yo he visto como nos protegiamos. A nuestras familias también. Eso no cuenta? - nuevas lágrimas se derramaban por la mejilla de la latina. Probablemente sin piernas y ahora sin mano. 

Estiró su brazo con la pulsera y apartó la mirada mientras su cuerpo temblaba. 

Mientras Nichole intentaba convencer a la zorra sociópata, a sus espaldas, la friki y la Latin Queen empezaron a decir cosas sin sentido. La pelirroja apartó un momento la mirada de Elsie, para ver qué se proponían y, al ver el cuchillo que sostenía la otra sociópata y el hacha que había cogido la latina, sus ojos se abrieron como platos y sintió como sus piernas flojeaban. 

— ¡Oh my god...! — Exclamó, echándose hacia atrás hasta apoyar la espalda contra el cristal. Había visto las intenciones que tenían reflejadas en sus miradas derrotadas y no le gustaba, no le gustaba una mierda. No-no-no... Se negaba a que le cortaran... ¡Oh my god...! Estaban locas, no podían proponérselo en serio... 

Se volvió, apartándose nuevamente del cristal para poder mirar una vez más a Elsie. 

— Acaba con esto de una maldita vez. Ya te has divertido suficiente. Si lo detienes podrás irte y nadie sabrá sobre tu implicación. Pero si sigues adelante, te prometo que acabarás pagando por todo esto. —

No me jodas. Llegar hasta allí para seguir igual y encima morir. Tenía cojones la cosa.

Y ahora, Drea, quería hacer de leñador con nuestras manos. ¡Y un cojón de pato! Porque si nos cortaban la mano, nada impediría que nos desangráramos igualmente y perdiéramos el conocimiento. Total, qeu Elsie ganaba.

- Estás tan cegada, Elsie... -Dije con cierta rabia- ... Lo que los alumnos no aprecian era tener clases en general. No a la profesora. ¿No recuerda cuando te invité a un perrito caliente? ¿También rechazaste ver los fuegos artificiales conmigo? O siquiera pasear un rato. - Negué con la cabeza.- ¿Eso no te hizo sentir bien por un segundo solamente?

[Scotty... déjame un momento. Yo sé lo que hacer. Y si hay que morir... bueno, mejor que no este delante, amigo]

[Prometo no volver a encerrarte. Esta vez... serás consciente de todo]

Di un golpe al cristal con el puño, frustrado. Se nos acaban las opciones a no ser que... Está bien. No había alternativa.

-Señorita McCarthy-. Salió de mí esa voz, con cierto tono a lo Zapp Branigan.- Diría que me alegro de volver a verla, pero sería mentir y yo nunca miento.- Me acerqué de nuevo al cristal para encararme con la profesora.- Por qué no lo hacemos a mi manera: Solo uno muere. El resto...- Saqué del bolsillo del pantalón, mis pastillas. Buenos, las del otro Scott-... con una te relajas. Con dos te quedas casi dormido del todo. De esa manera nadie más muere, salvo que usted quiera que alguien no se las tome. De esta manera, cuando usted escape, no habrá nadie para detenerla y podría avisar a la policía alegando que la hija del antiguo asesino está ahí dentro con sus colaboradores y usted ha sido la única en poder salir.- La miré de medio lado. - Tal y como usted lo había planeado.

Toqué el cristal con las yemas de los dedos e inspiré aquel aroma a miedo que había en la sala.

- Yo me encargaré de que muera alguien. Lo prometo. Pero solo...- Toqué con el índice la pulsera.-... apagué las pulseras. Morir envenenado no es nada divertido. Salvo que seas Joffrey Baratheon, claro.

Yo también voto por mí. - habló finalmente Denver, con una gran determinación. - No hagáis locuras, ella no quiere que nadie se escape, si no son las pulseras será otra cosa. Seguramente a quien sobreviva lo torturará hasta que lo vuelva loco y decida no hablar... Pero para eso tendrá que derrotarme. - cerró el puño y miró a los demás. - Sé que ella sabe luchar por lo que vi en las noticias, pero tengo el mismo nivel de habilidad que mi hermana ¡no podrá contra mi ella sola!

Elsie quien tenía un rostro divertido cuando comenzó el juego, pero poco a poco, se fue apagando hasta mostrar una decepción absoluta. - No puedes votar por ti mismo, eso es egoísta, idiota. - suspiró con gran pesadez al ver la desesperación de los demás, por primera vez podían verla realmente triste.

Pensaba que estábamos llegando a entendernos. - miró al suelo, apenada. - Que a lo largo de todas estas salas, habíamos estado teniendo una conversación intelectual y que estabais apreciando el arte que tanto amor. - suspiró otra vez y apoyó su mano contra el cristal, ni en clase la habían visto tan decepcionada. - Habíais resuelto tantas cosas y con tan poca información... En especial vosotras dos. - señaló a Drea y a Nichole. - No os lo he puesto fácil en ninguna sala, quitando la de Lara, que os dije exactamente lo que hacer, pero vosotras dos habéis sabido que hacer en todo momento.

¿Cómo ibas a saber que había que tirar la segunda tele? - a medida que hablaba, su mirada iba alternando entre Nichole y Drea, como si de un partido de tenis se tratara. - ¿Cómo ibas a saber que la puerta te iba a decapitar si no ponías algo en medio que te protegiera? ¿Cómo ibas a saber que debías aliarte con M3gan para que te dejara pasar? ¿Cómo ibas a saber que podías usar el pis para ahorrar sangre? - bufó, mosqueada y dio un puñetazo al cristal. - ¡Joder, aunque los demás también han tenido alguna ocurrencia ingeniosa, vosotras dos os estabais saliendo! ¡Pensaba que estabáis entendiendo el verdadero arte! ¡Qué me estabais entendiendo!

Pero aquí... No. - negó con la cabeza y dio un paso atrás. - Dije que solo sobreviviría el más votado, evidentemente si alguien se votaba a sí mismo lo iba a anular, porque era egoísta. ¿Pero y si todos eráis los más votados? Simplemente con que cada uno hubiera votado al de su lado, habría sido suficiente. - dejó caer una pequeña lágrima, pura y sincera. - No solo quiero ser famosa porque, bueno, ser famoso mola... Si no porque nunca nadie en mi vida me ha comprendido y ahora que veía una chispa de esperanza en esta oscuridad, veo que nuevamente sois la misma escoria que el resto del mundo. - sacó de su bolsillo un mando y lo presiono. - Ninguno merece salir de aquí y tú, Denver... No voy a violar las reglas de mi juego, pero como bien dices, tengo algo preparado para ti. Adiós. - pulsó aquél botón que finalmente, activaba todas las pulseras que estuvieran en rojo, pues la de Denver se tornó verde.

Para sorpresa de todos, la pulseras se abrieron y cayeron todas al suelo. Esto era algo que no había hecho Elsie y es que se sorprendió tanto o más que los participantes de sus juegos, aunque no tanto como cuando las luces del lugar se tornaron azules.

Justo detrás de Elsie apareció Ghostface, que hasta ahora había estado oculto, siendo su máscara iluminada por la luz azul de aquella sala. Por suerte, para todos, Drea le había dicho dónde iban a ocurrir los juegos incluso antes de que les llegara el mensaje en el móvil, lo cual le dio tiempo más que de sobra al enmascarado a colarse y prepararse para intervenir.

Lo siento, perdóname Elsie.

No sabía cuán rota estabas, nunca me di cuenta de lo mal que te sentías contigo y el mundo que te rodeaba... Y te forcé hasta los límites más insospechados, te pedí cosas que nunca le habría pedido a nadie y finalmente... Acabaste por romperte.

Por un momento, Elsie dio un salto hacia atrás del susto tras ver al enmascarado. Miró al suelo durante un segundo, apenada, por primera vez se había mostrado como realmente era, una persona que solo buscaba comprensión en aquél mundo que tantas veces le había dado la espalda... ¿Tan diferente era de Drea? ¿O es que cualquier friki incomprendido estaba condenado a acabar así si no se le cuidaba?

Finalmente empezó a reír. - Yo no soy tu fracaso Erick. No rompiste a Elsie MacCarthy... ¡Fui yo!

Un silencio sepulcral inundó la habitación durante un instante. - Entonces mi amiga está muerta. - con el cuchillo en la mano, caminó rápidamente hacia ella y se lo clavó en el estómago. - Y ya solo queda el monstruo... - Elsie estiró los brazos, aceptando su destino y finalmente... Murió.

Tras aquello, las luces tomaron un color neutral, blanco y los supervivientes pudieron ver que Lara había desaparecido de donde estaba. Distraídos con lo que estaba pasando con Elsie no se percataron ni de como ni de cuando desapareció, pero la respuesta la obtuvieron pronto cuando una horrible criatura de alguna sala ya descartada, la dejó caer justo al lado de Erick desde el conducto de ventilación.

En cuanto aquella bestia retornó al conducto, Ghostface se acercó a Lara. - Todo esto, lo he hecho por ti, por mí, por la justicia y en especial por acabar con todos aquellos a los que nuestro padre siempre ha odiado ¡los que han hecho que portemos esta máscara! - le tendió la mano. - Vamos a limpiar juntos este mundo.

El dolor de sus piernas era una constante, un latido sordo que le recordaba lo que podía perder. Pero Scott la había cuidado una vez más. A su manera, pero siempre ahí. Incluso a riesgo de que la pija se enfadara con él. Y por eso, mientras cerraba con fuerza los ojos esperando el golpe del hacha que le arrebataría otra parte de ella, pensó que a él no podía perderlo también. 

Quizás no ahora, quizás no en un año.. pero pelearía por él para tenerlo de vuelta también al igual que hacía con sus sueños y su familia, porque se había dado cuenta que sobre todas las cosas, Scott era dueño de su corazón. Tanto su lado bueno, como su lado malo. Y sonrió 

Espera... Que pasaba? Abrió un ojo, luego el otro. Se quedó conmocionada, expectante, como si estuviera en una peli, escuchando y viendo. Y parecía que ahora se avecinaba la decisión final... 

Nichole sintió un estremecimiento por todo el cuerpo al escuchar el cambio de tono en la voz de Scott. De nuevo estaba allí, cogiendo el control de su novio y... Espera, ¿qu-qué estaba pasando? ¿De verdad estaba proponiendo algo para que se salvaran? La joven apartó la mirada de los desquiciados ojos de Elsie y la dirigió hacia él, confusa. 

Su plan se basaba en la premisa de que alguno de ellos tenía que morir y por supuesto, el Scott oscuro pretendía ser la mano ejecutora. Incluso le pareció ver un brillo de expectación en sus ojos café. Un escalofrío recorrió su espalda y sus ojos se enturbiaron. 

«¡Scott...!»

Y la esperanza de conseguir que Elsie recapacitara, que si no era por ellos lo hiciera por ella misma, para poder vivir tranquila sin que nadie supiera que ella era una asesina, se esfumó con sus siguientes palabras.

En otra situación, quizás, su reconocimiento por su forma de actuar en las anteriores salas habría henchido su orgullo y prepotencia. Pero en aquel momento lo único que sentía era un enorme y frío vacío en su interior. Iba a morir, lo podía ver en sus ojos. 

Al escuchar lo que había esperado de ellos para resolver aquella sala, sintió un ligero vahído. ¿De verdad esperaba que cada uno votara por el de al lado? Pero... ¿Cuándo había dicho que tenían que votar? Dijo que iban a morir todos menos uno y... Ella había estado tan ofuscada en conseguir que cambiara de idea, había visto la muerte tan cerca, que no se había parado a pensar en que aquella sala también tenía una solución.

«Tito, lo he intentado, perdóname...»

En los últimos segundos que le quedaban de vida pensó en su tío. Todavía seguiría durmiendo y por la mañana encontraría su nota y... Sería demasiado tarde...En el momento en el que vio como la señorita Mccarty presionaba el botón del mando que acababa de sacar, cerró los ojos, esperando sentir el pinchazo en su muñeca. ¿Sería una muerte rápida o empezarían a retorcerse de dolor, mientras sus músculos se agarrotaban y la espuma empezaba a salir por su boca?

Hubiera deseado poder abrazar a Scott, poder sentirle una última vez, pero él no estaba allí, él se había ido y por primera vez Nichole se sintió agradecida de que ese capullo hubiera aparecido y su novio no tuviera que sufrir la agonía que estaban a punto de experimentar...

Pero no sintió ningún pinchazo en la muñeca, en su lugar la pulsera se abrió, cayendo al suelo. Confundida, Nichole volvió a abrir los ojos y sus pupilas se dilataron al ver la figura de Ghostface. Se quedó como una mera espectadora, viendo como éste mataba a la profesora y se reunía con Lara. 

¿Estaban a salvo? No terminaba de creérselo, hacía un instante había estado tan segura de que iba a morir, que ese cambio de situación la dejó por un momento completamente descolocada. 

— Erick... — Pronunció su nombre, pero apenas salió un hilillo de voz. Tragó saliva y apoyó la mano en el cristal que los separaba. — ¡Erick...! — Llamó más fuerte, buscando llamar su atención. Recordaba lo que le había pedido Lara cuando creía que iba a morir, en la sala de Hannibal y tenía que intentar hablar con él. Aunque no sirviera de nada, tenía que intentarlo...

— Hablas de justicia, ¿pero quién eres tú para dictaminar lo que es justo y lo que no? Por culpa de vuestros actos ha muerto gente inocente. Steve, Sidney, Dorcus... Kristian... ¿Tu justicia justifica todas esas muertes? ¿Cómo vas a poder vivir con ello? Has demostrado tener muchos recursos y eres inteligente. Utilízalos para colaborar con la verdadera justicia, para poder presentar las pruebas que a veces la policía no consigue y poder juzgar a los culpables y que no queden libres. Mataste a Jack Anderson, pero con su muerte lo único que conseguiste fue que quedara libre de sus pecados y para el mundo fuera un mártir, una víctima más de Ghostface. Si hubieras permitido que todas las pruebas que teníais contra él hubieran llegado a mi tío, él habría pagado por sus crímenes y estaría pudriéndose en la cárcel. Pero lo único que has conseguido ha sido arruinar la reputación de mi tío, mientras que la de Jack continúa impune... —

Con el cuchillo en mano y el asentimiento de Renata exponiendo el brazo, tragué saliva nerviosa _{mirándola con el susto en la cara}. No sabiendo si alzarlo ya o esperar _{¿alguna señal alienígena-terrícola?}

-Tranquila. No pasa nada. No pasa… _{¡Mentira! Si que pasaba...} Ella temblaba y yo lo hacía por igual. -Joder, joder-, que no éramos estrellas de mar. La mano no iba a crecer con ningún radiactivo nuclear... _¿verdad?

Apreté la empuñadura. El corazón se me iba a salir por la boca e, instintivamente, volví a tragar saliva cuando de repente sucedió lo de Elsie y…

-¡Erick!- enmudecida por los nervios, solté de golpe el cuchillo _{de los chorizos}.

Asfixiada por la presión acumulada en los últimos días, mis ojos no tardaron en brillar encharcados. ¿Sería por seguir viva? ¿Por que Erick pretendía continuar con su justicia? Si... Quizás aquello fuese un global... Pues desgraciadamente, Gabbi llevaba razón. A él solo le importaba su revancha. Solo le importaba Lara. Solo… me quedé callada escuchando lo que le decían los demás.

_{¿Ese era el final?}

Lara estaba muy agitada cuando cayó desde el techo, después de todo no se esperaba que aquél animatrónico de la nada se la llevara y por si fuera poco, acabó haciéndose algo de daño en su trasero. Al tener enfrente a su hermano y escuchar su oferta, frunció el ceño y le apartó con brusquedad la mano. - ¿¡Pero te estás oyendo!?

Se levantó dando una voltereta hacia atrás, aunque todos pudieron ver como casi se cae al ponerse de pie, después de todo junto con Drea era la persona que más sangre había perdido y aún no se había recuperado, aun así, no dejó mostrar su debilidad demasiado. - Acabas de matar a nuestra profesora y tú mismo admites que es por tu culpa que se volviera así, incluso la has llamado amiga y no has dudado en asesinarla. - señaló entonces al otro lado del cristal. - ¿No ves también a la gente? Están destrozados mentalmente y aun así solo claman justicia.

Alzó los puños y se puso en una posición defensiva, la primera vez que veían de esa forma a Lara. - ¡No eres quien para decidir quien vive o quien muere, menos aún para manipular a tanta gente en tu causa! ¡Es mi deber y mi destino pararte aquí y ahora!

Ghostface estaba parado en el sitio, mirando la mano que acababa de golpear Lara y escuchó su diálogo sin interrumpirla. Guardó su cuchillo y empezó a caminar hacia ella lentamente, lo cual hizo que la rubia bajara la guardia y no estuviera preparada para la patada que le propinó en un costado, algo que hizo que casi cayera al suelo. - Eres tú la que no escucha, eres tú la que está ciega.

La propia Elsie admitió que fue ella misma la que acabó con su bondad. - la agarró de los pelos y la forzó a mirar hacia los supervivientes. - ¡Y ellos también han actuado no por la justicia, si no por sí mismos! ¿O te piensas que realmente a Nichole le importaba meter entre rejas al puto asesino de Jack? Incluso ahora mismo lo que más parece lamentar es la reputación de su tio.

Y no te creas que Drea es mejor, si yo hubiera sido más feo o no le hubiera hecho caso ¿crees que le habría importado una mierda algo de lo que me pasara a mí o a ti? - la soltó con brusquedad contra el suelo y le volvió a propinar una patada en el estómago. - Y no creas que los demás son mejores, todos han hecho cosas malas o simplemente, se han dejado llevar por sus delirios hasta aquí, ninguno se podría decir que realmente es bueno, a pesar de que no todos son malos.

Pero yo voy a acabar con todo Lara. - esta vez, volvió a sacar su cuchillo y se quedó mirándolo unos instantes. - Con este filo y esta máscara, acabaré lo que Dana Scully empezó. Ella solo quería un mundo mejor donde no existieran las malas personas que acabaron con su reputación y con la vida de su hijo. ¡Nuestro padre solo quería un mundo sin la gente que lo torturaba todos los días y abusaba de él sin dejarle rechistar! ¡Yo instauraré el nuevo orden mundial, yo seré la cara de la revolución, el mundo será un lugar mejor cuando acabe con todos, pues seré el símbolo de la venganza al que temerán todos aquellos que siempre actúan por su propio beneficio a costa de los demás! - alzó el cuchillo. - Y si tú no estás conmigo ¡no tienes cabida en este mundo! - lo bajó entonces de golpe, con la intención de clavarlo encima de la rubia.

Lara con los golpes, había acabado escupiendo sangre, recurso que no tenía muy disponible a estas alturas, pero por suerte para ella, logró reaccionar a tiempo antes de que el cuchillo se clavara en su pecho, anteponiendo su brazo y recibiendo un largo tajo en este, pero por suerte, no demasiado profundo.

Aprovechando el movimiento y utilizando sus piernas, logró desequilibrar al enmascarado. Su respiración estaba agitada, se la notaba al límite, pero había conseguido un poco de ventaja contra él. - ¡Yo he convivido con ellos, tú no! - gritó enfadada, mientras intentaba colocarse encima de su hermano. - ¡He visto la bondad en sus corazones y aunque no siempre han hecho cosas buenas, no todo es blanco y negro, la gente es una escala de grises y lo importante es que les he visto intentar ser el gris más claro posible! - recibió un puñetazo en la cara con la mano libre de su hermano, pero lo recibió sin pararlo, para utilizando el movimiento, desequilibrarlo con su mano libre y ponerse encima de él.

Aclamas que quieres acabar lo que Dana Scully empezó y continuó nuestro padre... ¿Pero de qué servirá? - el enmascarado forcejeaba, parecía que iba a escaparse en cualquier momento, pero fue cuando Lara le dio un cabezazo, rompiendo aquella máscara y mostrando al fin el rostro de Erick Hallwinter, además de dejarlo levemente aturdido. Durante la confusión, cogió el cuchillo y lo colocó en el cuello del chico. Lara parecía al borde del desmayo, pero aun así, continuó. - Dana mató a mucha gente y aun así tiempo después, volvió a ocurrir otra matanza porque la gente volvió a portarse mal, esta vez con papá y ahora nuevamente, ha vuelto a ocurrir orquestada por ti, otra matanza ¿no entiendes que esto es un ciclo sin fin?

Si Dana no hubiera empezado, ahora mismo tú y yo no estaríamos aquí, no te habrías puesto esa maldita máscara, símbolo de la venganza como tú llamas, ni habría muerto tanta gente a lo largo de los años. - suspiró y sacó de su bolsillo trasero con su mano libre, su teléfono, para reproducir un vídeo que tenía guardado.

Hijo mío. - se escuchó a través del dispositivo, una voz pausada. - Sé por lo que debes estar pasando, yo mismo estuve en tu situación hace unos años. Hay gente horrible en el mundo y por desgracia, son la cara visible de este... Pero también hay gente muy buena, gente que se esfuerza por hacer el bien y aportar luz en este oscuro mundo, como River Vega o Samantha Collins, quienes a pesar de todo lo que han pasado y lo que les hice sufrir, me perdonaron, me entendieron y me dieron no solo una nueva vida, si no una hija preciosa a la que amar.

Jamás pensé que fruto de mi esporádica relación con tu madre nacerías tú y siento no haber contactado contigo antes. También me arrepiento de no haber expuesto a tu madre antes y haber dejado que su mal se expandiera hasta a ti, pero si la acusaba a ella, irían a por mí y aunque he hecho cosas horribles, no podía permitirme alejarme de mi nueva familia.

Lo siento Erick. Todo esto también me ha pillado un poco de sorpresa, pero espero que Lara te haga llegar este mensaje. El odio y la muerte solo generan más odio y más muerte, además de que serás una persona muy infeliz, tendrás que vivir con el peso de toda la muerte que has causado y las pesadillas... - suspiró de forma bastante sonora. - Las pesadillas te van a seguir hasta el día en que mueras, te lo digo yo.

Por eso mismo te suplico hijo mío, no seas como yo, no quiero que mates a nadie en nombre de la justicia. Si realmente quieres que el mundo sea un lugar más justo, debes hacer el bien, rodearte de buenas personas, de personas que hagan que quieras ser una persona más bondadosa y amable, porque con siendo peor que las malas personas, es decir, siendo más oscuro que ellos, no aportarás luz. Solo siendo la luz traerás luz a este mundo.

Solo así encontrarás la felicidad y lograrás que la gente cambie.

Cuando el vídeo terminó, tanto Lara como Erick tenían alguna que otra lágrima en sus rostros. La rubia guardó el móvil en su bolsillo y dejó el cuchillo en el suelo. Se puso en pie, lentamente, estaba al borde del desmayo. - Toda la gente que está aquí, ha venido por el bien, para detener los asesinatos, para proteger a sus seres queridos, gente que incluso en el pasado ha estado en nuestra contra y se burló de nosotros. - dedicó una mirada especialmente a Nichole y a Mindy. - Pero aun así, aquí están, por el bien común. Ellos son el cambio que el mundo necesita, no esa máscara.

Le tendió la mano a su hermano, al igual que él había hecho un momento con ella y a pesar de que la simbología era muy similar, pues le estaba ofreciendo unirse a ellos, el significado era completamente distinto. - Aún hay tiempo de compensar todo lo que has hecho, te ayudaré, te lo prometo. 

Erick se incorporó poco a poco hasta quedar de rodillas ante Lara, observando su mano, observándola a ella. - Lo siento... Pero tú nunca fuiste parte de esto, nuestros caminos no se van a cruzar ahora. - con un veloz movimiento, le propinó un golpe en el costado que finalmente hizo que cayera inconsciente al suelo. Miró a los demás e hizo que las luces se apagaran.

A pesar del pánico inicial, el apagón no duró mucho y tan solo unos segundos después las luces volvieron, dejando ver que el cristal que los separaba estaba ya abierto, dando acceso al cadáver de Elsie y al cuerpo inconsciente de Lara, aunque no había ni rastro de Erick.

Todos pudieron ver también que sus teléfonos volvían a funcionar con normalidad y además, que solo habían pasado dos horas desde que entraron a aquél lugar, por lo que aún era de noche.

Un pinchazo.  

Y no te creas que Drea es mejor

Eso fue lo que noté al escuchar aquellas palabras que, la verdad, tampoco iba a rebatírselas. Pues ser friki y haber sufrido bullying _{desde que aprendí a decir mi nombre} no me eximía de las equivocaciones en la vida. Pero... igualmente dolía _{junto al resto de puñaladas, quemaduras, extracciones sanguíneas...}

-_Erick- Una lágrima se resbaló por mi mejilla izquierda. Cargada de un abismal vacío por haberme creído que él, Anthony Erick, era el buen chico que me había salvado en varias ocasiones. -_{N-no puede ser...-} ¿Qué le había llevado a acabar diciendo aquello? ¿Por qué intentaba también apuñalar a su propia hermana?

-¡NO!- corriendo hacia el cristal, puse las palmas de ambas manos sobre estas queriendo que parase _{señalase una cámara y ambos se abrazaran fingiendo haberlo hecho por aparentar.}

_{¿En serio no podía volverme a la sala de antes, ingerir de nuevo el gas del sueño y fantasear por unas milésimas de segundo con algo más... entrañable?}

-¡Lara!- tras el apagón con el que desapareció Erick _{y me hizo arrugar la mirada,} me metí rápidamente en la sala donde la chica permanecía inconsciente –Lara, despierta. Voy a llamar a emergencias, ¿vale? Tú... _{no te muevas} aguanta- añadí pulsando torpemente el número de una ambulancia que la asistiera a ella y Renata. Quien todavía seguía con los ojos "decorándole" las piernas.

A la par de Drea, Daphne corrió hacia el otro lado del cristal para asistir a Lara, pero al estar más lejos llegó más tarde. Rápidamente se sacó la chaqueta —Ahora que ya no corrían riesgo por la pulsera—y la puso bajo la cabeza de Lara, mientras de preocupaba de ponerla boca arriba. Ya no sabría si el truco de ponerse la pulsera sobre la manga habría podido haber protegido del veneno y dió gracias internamente por ello mientras exhalaba un gran suspiro. Se sentó en el suelo junto a Lara y Drea mientras veía como está última llamaba para pedir una ambulancia. 

De repente se sentía muy agotada, aún cuando no era quien más había hecho en el asunto. Cuando Drea había sugerido cortar sus manos para avanzar solo se había ido hacia atrás, atemorizada, no veía como eso les salvaría ni como evitarían desangrarse hasta la muerte después de eso. El hacha que había arrancado de las manos de Megan aún estaba donde la había dejado, sobre uno de los mesones. Lentamente su vista pasó por todos aquellos que habían llegado hasta aquella sala tratando de no morir bajo los juegos de Elsie. ¿Que pasaría con Nichole, Jack, Mindy, Renata, Denver y Drea.

Jack en último instante había dado poder a su otro yo para que tomase el control de su cuerpo al parecer. ¿Volvería a ser el de siempre? ¿Había perdido Nichole al amor de su vida? Y, hablando de amor, Drea había visto como aquel hombre que la había enamorado huía sin siquiera mirar atrás mientras que Renata había sufrido una fea herida en su pierna que quizás podría joderle la carrera para siempre. Y Denver, Denver seguramente lo habría perdido todo.

Vio que Lara siguiera cómoda y volvió donde los demás dónde, tras ponerse el único guante que le quedaba, comenzó a recoger todas las hachas y todo lo que pudiera hacer daño para alejarlo del muchacho. 

—Denver, puedes vigilar las entradas por favor, no queremos que Erik vuelva a darnos una sorpresa... —luego se dirigió a los demás — ¿Que le vamos a decir a la policía?

Lo más lógico era decir la verdad, pero ¿No atraería eso la venganza de Erik sobre ellos?  

—Erik en algún momento puede creer que somos una amenaza aún para él.