Partida Rol por web

En cuanto escuchó el sonido del juguete de goma, Nichole sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. Dirigió su mirada hacia el cuchillo, con los ojos muy abiertos.

«¿Un juguete...?» Se preguntó, todavía sin terminar de comprender qué estaba pasando. Volvió a mirar a Ghostface y terminó de quitarle la máscara, para descubrir que bajo ésta se ocultaba el rostro de Dorcus Cao. Sus piernas se volvieron de gelatina y quedó de rodillas delante del chico, sin poder apartar la mirada de sus ojos, que se iban apagando poco a poco. Sus palabras la dejaron en shock y sus labios empezaron a temblar al ser consciente de que había matado a Dorcus. 

Si no hubiera pedido a su tito que mandara a la policía, Dorcus seguiría vivo... 

Pero... ¿Y si de verdad hubiera sido Ghostface...? El policía no tenía la culpa, él había actuado presto, protegiéndolas, pero... 

«Está muerto...Está muerto...Está muerto... Mierda...» Ese pensamiento no paraba de repetírsele una y otra vez... Dorcus siempre había sido bastante plasta, pero acabar así, acribillado en un sucio parking de caravanas... No se lo merecía; joder, había sido su culpa..

De fondo escuchó la voz de Mindy diciendo que había visto a Scott y que estaba bien, pero no podía reaccionar... Seguía mirando, con los ojos muy abiertos, la mirada muerta de Dorcus Cao.

Tardó unos segundos en poder reaccionar. Sentía una presión muy fuerte en el pecho y el deseo de gritar y de echarse a llorar, pero... Tenía que ser fuerte, no podía quedarse llorando y lamentándose por lo que acababa de ocurrir. Si no reaccionaba todos pensarían que era una idiota y una llorona. Tragó saliva y respiró de forma entrecortada, recuperándose poco a poco 

— Imbécil, ¿por qué tenías que disfrazarte de Ghostface y correr con un juguete en forma de cuchillo? — Dijo con voz afilada, aunque al final de la frase ésta tembló un poco, y se incorporó, volviéndose hacia Daphne.

Pestañeó, evitando que las lágrimas que se habían acumulado en sus pupilas consiguieran liberarse y sus labios formaron una suave mueca. 

— Apenas le he entendido. Un tal señor G, no escuché bien su nombre, le pidió que trajera un póster y él pensó que era buena idea disfrazarse y asustarnos. — Se volvió a mirar a Mindy.

— ¿Dónde le has visto? — Le preguntó, mirándola a los ojos. A pesar de que se estaba haciendo la fuerte, quién la conociera un mínimo se daría cuenta del pequeño temblor en sus pupilas y de como apretaba los dientes para no romper a llorar. 

—¿Espera qué?

Como en cámara lenta Daphne observó el cuchillo alejarse rebotando en una forma que no debería haber rebotado. Volvió a mirar al enmascarado, negando con la cabeza, mientras Nichole revelaba su rostro y no pudo evitar llevarse las manos a la cara cuando vió quien era. 

¿No había sido todo más que una broma de su parte? ¿Pero que es lo que estaba pensando? ¿No podria haber hecho simplemente su rutina de esconderse detrás de algo y saltar de improviso? Se mordió el labio, mientras la sangre que se esparcía por el terroso suelo del parking le manchaba la suela de las botas. Dió un par de pasos atrás mientras volvía a mirar al grupo. 

¿Que habría pasado si hubiese llegado hasta ellas? Si no hubiera golpeado la caravana, si no hubiesen gritado, si... Era muy difícil no pensar en todas las maneras en que las cosas no hubieran sucedido con habían sucedido. Daphne se secó un par de lágrimas que se le habían escapado a la vez que miraba a Nichole.

—¿Que... Que te ha dicho? —preguntó mientras veía como se le iba a otro de sus compañeros de clase. 

En cuanto escuchó el sonido del juguete de goma, Nichole sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. Dirigió su mirada hacia el cuchillo, con los ojos muy abiertos.

«¿Un juguete...?» Se preguntó, todavía sin terminar de comprender qué estaba pasando. Volvió a mirar a Ghostface y terminó de quitarle la máscara, para descubrir que bajo ésta se ocultaba el rostro de Dorcus Cao. Sus piernas se volvieron de gelatina y quedó de rodillas delante del chico, sin poder apartar la mirada de sus ojos, que se iban apagando poco a poco. Sus palabras la dejaron en shock y sus labios empezaron a temblar al ser consciente de que había matado a Dorcus. 

Si no hubiera pedido a su tito que mandara a la policía, Dorcus seguiría vivo... 

Pero... ¿Y si de verdad hubiera sido Ghostface...? El policía no tenía la culpa, él había actuado presto, protegiéndolas, pero... 

«Está muerto...Está muerto...Está muerto... Mierda...» Ese pensamiento no paraba de repetírsele una y otra vez... Dorcus siempre había sido bastante plasta, pero acabar así, acribillado en un sucio parking de caravanas... No se lo merecía; joder, había sido su culpa..

De fondo escuchó la voz de Mindy diciendo que había visto a Scott y que estaba bien, pero no podía reaccionar... Seguía mirando, con los ojos muy abiertos, la mirada muerta de Dorcus Cao.

Tardó unos segundos en poder reaccionar. Sentía una presión muy fuerte en el pecho y el deseo de gritar y de echarse a llorar, pero... Tenía que ser fuerte, no podía quedarse llorando y lamentándose por lo que acababa de ocurrir. Si no reaccionaba todos pensarían que era una idiota y una llorona. Tragó saliva y respiró de forma entrecortada, recuperándose poco a poco 

— Imbécil, ¿por qué tenías que disfrazarte de Ghostface y correr con un juguete en forma de cuchillo? — Dijo con voz afilada, aunque al final de la frase ésta tembló un poco, y se incorporó, volviéndose hacia Daphne.

Pestañeó, evitando que las lágrimas que se habían acumulado en sus pupilas consiguieran liberarse y sus labios formaron una suave mueca. 

— Apenas le he entendido. Un tal señor G, no escuché bien su nombre, le pidió que trajera un póster y él pensó que era buena idea disfrazarse y asustarnos. — Se volvió a mirar a Mindy.

— ¿Dónde le has visto? — Le preguntó, mirándola a los ojos. A pesar de que se estaba haciendo la fuerte, quién la conociera un mínimo se daría cuenta del pequeño temblor en sus pupilas y de como apretaba los dientes para no romper a llorar. 

No podía moverse. Aunque seguía mirando a Juan, por el rabillo del ojo había visto quien era "Gosthface". Ya no le importaba porque carajo estaba allí. Le señaló al latino el cuerpo sin vida con la mano temblando de furia

- Esto es lo que trae Jack y Gosthface. Sufrimiento y dolor - Le daba igual si Jack era o no el asesino, pero su falta total de empatia y conciencia hizo que lo metiera en el saco.

Luego se dirigió enfurecida hacia Jayden, el policia al percatarse que se encontraba ahí parado como un escaparate - ¡Y tú! ¡No piensas hacer nada! ¡Se está muriendo! ¡Ayudalo! ¡llama a alguien! - Renata aún no se había dado cuenta que estaba muerto, solo sabía que la rabia de las injusticias le quemaba las entrañas - ¡CLARO, COMO NO ES UN PUTO BLANQUITO DE MIERDA NO PASA NADA!¡HAS DISPARADO A UN INOCENTE CABRÓN! ¡AL MENOS MUESTRA ARREPENTIMIENTO! - le dió un fuerte empujón en el brazo que no tenia el arma, luego en el pecho, y así hasta que alguien la parara porque ella no podía detenerse.

No podía moverse. Aunque seguía mirando a Juan, por el rabillo del ojo había visto quien era "Gosthface". Ya no le importaba porque carajo estaba allí. Le señaló al latino el cuerpo sin vida con la mano temblando de furia

- Esto es lo que trae Jack y Gosthface. Sufrimiento y dolor - Le daba igual si Jack era o no el asesino, pero su falta total de empatia y conciencia hizo que lo metiera en el saco.

Luego se dirigió enfurecida hacia Jayden, el policia al percatarse que se encontraba ahí parado como un escaparate - ¡Y tú! ¡No piensas hacer nada! ¡Se está muriendo! ¡Ayudalo! ¡llama a alguien! - Renata aún no se había dado cuenta que estaba muerto, solo sabía que la rabia de las injusticias le quemaba las entrañas - ¡CLARO, COMO NO ES UN PUTO BLANQUITO DE MIERDA NO PASA NADA!¡HAS DISPARADO A UN INOCENTE CABRÓN! ¡AL MENOS MUESTRA ARREPENTIMIENTO! - le dió un fuerte empujón en el brazo que no tenia el arma, luego en el pecho, y así hasta que alguien la parara porque ella no podía detenerse.

Jayden no se dejó intimidar por Renata, tampoco mostraba ningún tipo de arrepentimiento. Sacó pecho para paralizar los empujones de aquella chica de forma robusta. - ¡Ya ha muerto y ya he hecho todo lo que estaba en mi mano! ¡Le pedí que parara y siguió corriendo hacia las chicas, por lo que hice bien mi trabajo! - dio un par de palmadas en su cámara de pecho, obligatoria para todo el cuerpo de policía para registrar que no se cometiera ningún abuso por su parte.

¡Y cómo siga con esa actitud, la voy a detener! - le inquirió, bastante enfadado. Matar a alguien no era del agrado del aquél policía, se le mostraba muy tenso ante toda aquella situación, pero estaba seguro de que había tomado la mejor decisión con los medios y la información de la que disponía. Si hubiera sido un arma de verdad, les habrían hecho mucho daño a Nichole y Daphne.

Jayden no se dejó intimidar por Renata, tampoco mostraba ningún tipo de arrepentimiento. Sacó pecho para paralizar los empujones de aquella chica de forma robusta. - ¡Ya ha muerto y ya he hecho todo lo que estaba en mi mano! ¡Le pedí que parara y siguió corriendo hacia las chicas, por lo que hice bien mi trabajo! - dio un par de palmadas en su cámara de pecho, obligatoria para todo el cuerpo de policía para registrar que no se cometiera ningún abuso por su parte.

¡Y cómo siga con esa actitud, la voy a detener! - le inquirió, bastante enfadado. Matar a alguien no era del agrado del aquél policía, se le mostraba muy tenso ante toda aquella situación, pero estaba seguro de que había tomado la mejor decisión con los medios y la información de la que disponía. Si hubiera sido un arma de verdad, les habrían hecho mucho daño a Nichole y Daphne.

Lara en un principio se dirigió a abrazar a Daphne, la notaba muy afectada, incluso más que ella misma, pero al ver lo que pasaba con Renata y el policía, decidió intervenir. Agarró del brazo a Renata, sorprendentemente, con bastante fuerza y precisión, evitando así que siguiera el ataque contra el policía. - Él solo hacía su trabajo... No podemos culparle. 

Apretó un poco la mano con la que sujetaba a Renata, mostrando así un poco su enfado. - El verdadero culpable es quien le ha traído aquí... El señor G. El señor Ghostface. - supuso, viendo el fanatismo del chico por todo lo relacionado a "Puñalada".

Lara en un principio se dirigió a abrazar a Daphne, la notaba muy afectada, incluso más que ella misma, pero al ver lo que pasaba con Renata y el policía, decidió intervenir. Agarró del brazo a Renata, sorprendentemente, con bastante fuerza y precisión, evitando así que siguiera el ataque contra el policía. - Él solo hacía su trabajo... No podemos culparle. 

Apretó un poco la mano con la que sujetaba a Renata, mostrando así un poco su enfado. - El verdadero culpable es quien le ha traído aquí... El señor G. El señor Ghostface. - supuso, viendo el fanatismo del chico por todo lo relacionado a "Puñalada".

Mindy caminó hacia Nichole, sacó un pañuelo y le limpió un poco el rostro antes de decir nada. - Por allí. - señaló por la calle por la que habían hecho aparición las dos rubias. - Aunque si no ha venido, supongo que tampoco querrá que lo veamos, pero te aseguro que estaba bien, quizá un poco demasiado contento, porque estaba diciendo todo lo que le venía a la cabeza, sin pensarlo demasiado, pero estaba bien.

Mindy caminó hacia Nichole, sacó un pañuelo y le limpió un poco el rostro antes de decir nada. - Por allí. - señaló por la calle por la que habían hecho aparición las dos rubias. - Aunque si no ha venido, supongo que tampoco querrá que lo veamos, pero te aseguro que estaba bien, quizá un poco demasiado contento, porque estaba diciendo todo lo que le venía a la cabeza, sin pensarlo demasiado, pero estaba bien.

Juan finalmente decidió hablar. - Disculpen pero... - se le veía muy cortado y asustado, para lo animado y feliz que solía estar el pobre jardinero. - ¿Puedo irme a casa? Ya que no está aquí el paquete del señorito, creo que no hay nada que deba hacer... Solo quiero irme a casa.

Juan finalmente decidió hablar. - Disculpen pero... - se le veía muy cortado y asustado, para lo animado y feliz que solía estar el pobre jardinero. - ¿Puedo irme a casa? Ya que no está aquí el paquete del señorito, creo que no hay nada que deba hacer... Solo quiero irme a casa.

Sí... Podéis iros todos. - admitió finalmente el policía. - De hecho, deberíais. Aquí ya no hay nada que ver. - parecía suspirar, malhumorado. - No hace falta ni que os interrogue, tengo todo grabado, llegue aquí antes que nadie gracias al aviso de la señorita Bloomer y la insistencia de su tío, por lo que los hechos están claros.

Sí... Podéis iros todos. - admitió finalmente el policía. - De hecho, deberíais. Aquí ya no hay nada que ver. - parecía suspirar, malhumorado. - No hace falta ni que os interrogue, tengo todo grabado, llegue aquí antes que nadie gracias al aviso de la señorita Bloomer y la insistencia de su tío, por lo que los hechos están claros.

- Vaya, vaya, vaya...- Dije saliendo de detrás de unas caravanas justas por donde Mindy decía que me habían encontrado.- Bonita reunión. Aunque ya veo que habéis terminado con la piñata antes de tiempo. 

Reí levemente mientras andaba hacia el grupo y señalaba con la mano, en la que se veía claramente que tenía un cigarrito de la risa, al cadáver del chaval aquel... ¿Cómo se llamaba? No sé, bueno... el graciosillo de la clase de Artes. Estaba claro que estaba un poco... pallá, pero al menos no tenía esos dolores de cabeza y no estaba ido.

- Hey jefe- dije al policía. Tiré el porro a un lado y levanté las manos.- Solo por si acaso, se lo estaba cuidando a un colega. Y con respecto al colega del suelo le juro, que yo no he sido el que lo ha matado.- reí mordazmente- Ya sabe, solo por si alguien dice que había un negro en la escena del crimen. Sé que tengo mis derechos... al parecer menos, pero los tengo. De hecho, creo que me voy a ir con los colegas del bueno de Scott a otro lado, disculpe.

Baje las manos y miré a mis compañeros, incluido al colega Juan -Jack Anderson- fake.

- Señorita Santos, un placer volver a verla.- Metí las manos en los bolsillos mientras ladeaba la cabeza.- Oh, y también está Pride. Por no hablar del señorito Evans. ¿Qué hace un chico blanco como tú con gente como esta?- deseché con un gesto de la mano la misma pregunta que había hecho. - Y usted, señorita ... Bloomer.- Miré a Nichole con cierta cara de asco.

- ¿Nos vamos? Aquí no tenemos nada que ver.- repetí las palabras del policía. - No sea que el señor G de Greenfield...- Alcé una ceja al incidir en ese apellido.-... aparezca y nos dé por el culo.

Renata sentía el impulso de seguir golpeando al policia pero no le apetecía una mierda que la metieran en la trena. Así que se apartó un paso de él con el pecho subiendo y bajando agitadamente y los puños apretados a ambos lados de su costado.

Pero todo su enfado se evaporó al oir a Scott. Ni siquiera verlo con aquel globo y tan feliz cuando ellas habían pasado tanto pánico logró evitar que corriera a abrazarlo con fuerza - Nos hemos asustado tanto... - le dijo con la cara enterrada contra su pecho - Juancho te escuchó gritar y las pastillas por el suelo... - las lagrimas comenzaron a brotar desordenadas, sin control - Nos maneja como títeres. Somos las putas marionetas de ese sádico... -

Por primera vez Renata era consciente de lo que era capaz de lograr Gosthface. Y tenia miedo. Mucho miedo.

Una ambulancia acabó llegando al lugar, levantaron el cuerpo y se lo llevaron al hospital. Puesto que los demás estaban todos bien, no se pararon ni a examinarlos.

Jayden le hizo un gesto a Juan, indicándole que le iba a acercar a casa. - No os metáis en más lios. - tras unos pocos minutos, se escuchó la sirena del patrulla, alejándose.

El gesto de Mindy desarmó completamente a Nichole. Tras la discusión que habían tenido aquella mañana en el hospital, había intentado hacerse a la idea de que ya no iban a ser más amigas pero, a pesar de que algo había cambiado entre ellas, en ese momento sintió que su amistad se había fortalecido al expulsar toda la falsedad que había. 

Sus ojos se enturbiaron y finalmente las lágrimas consiguieron escapar de su prisión y empezaron a rodar por sus mejillas. Ya no hizo nada por evitarlo, por evitar que su maquillaje se corriera y que la vieran débil. Cubrió su rostro con ambas manos y dejó que toda la tensión que había sentido durante aquel largo día saliera entre pequeños sollozos. 

Respiró profundamente al escuchar la voz de Scott y levantó la mirada, cruzándola un instante con sus ojos avellana. Pestañeó y se secó las lágrimas con el dorso de las manos. 

Nada más mirarle se dio cuenta de que no era él, era el otro y acababa de verla en un momento de debilidad. Sus labios formaron una suave mueca y metió la mano en el bolsillo, rozando con los dedos el bote de pastillas que había recuperado de su casa. 

Al escuchar el apellido que pronunció sintió un escalofrío recorrer su espalda. Tenía sentido, podía ser... Pero, ¿por qué allí? Los anteriores asesinos que habían utilizado la máscara habían tenido alguna relación unos con otros. Ese nuevo Ghostface no tenía por qué ser diferente... Pero... 

Se había quedado completamente paralizada, con la mirada perdida en dirección a donde estaban Renata y Scott, mientras las ideas iban y venían por su mente, cuando de repente sintió una vibración en el bolso y cogió el teléfono para leer el mensaje que acababa de recibir. Sus pupilas se dilataron en cuanto se posaron sobre la pantalla y su corazón empezó a acelerarse. Volvió a sentir que sus piernas se volvían de gelatina y se sentó en los escalones de una de las caravanas.

«Mierda, ahora no... Scott me necesita...» Todavía temblorosa guardó de nuevo el teléfono en el bolso y se despidió del agente de policía. Se mordió el labio inferior, indecisa. No era la primera vez que le veía así y sabía cómo podía intentar hacerle volver, pero no podía hacerlo delante de todos... Si al menos quisiera tomarse las pastillas... Sus ojos se cruzaron un instante con los de Steve y volvieron a Scott. Estaba allí, sabía que estaba en alguna parte, aunque ese imbécil quisiera hacerle desaparecer. 

«Algún día tenía que ser...»

Se levantó, llevando de nuevo la mano al bolsillo, pero la sacó vacía. No, ese cabrón no aceptaría tomarse una pastilla. Caminó hasta ellos y posó una mano en el hombro de Renata.

— Déjame... — Susurró, sin apartar sus ojos azules de los de Scott y cuando la latina se apartó*, Nichole posó una mano en el pecho del chico y sus dedos agarraron la tela de su camiseta. Se acercó a él, mirándole fijamente a los ojos, con una mezcla de temor y decisión. 

— Capullo, devuélvenos a Scott... — Le dijo y sus labios buscaron los de él...

Daphne vió como Renata increpaba al policía por no haber hecho nada para salvar a Dorcus mientras Nichole le respondía. No podía quitar la vista del cadáver. Había trabajado con cuerpos antes, pero esto era distinto, había conocido a Dorcus apenas, pero aún así lo había visto moverse y saltar, sobretodo saltar, y ahora parecía que en cualquier momento iba a preparar su último susto. 

—¿Señor G...? —le preguntó a su compañera mientras no dejaba de mirar al cadáver, se pasó la mano por el rostro, como si con eso pudiese deshacerse del miedo que gota a gota comenzaba a ahogarla. Se obligó a pensar en otra cosa. Señor G... ¿Señor Ghostface?¿Podría ser que Dorcus hubiese hecho está "broma" por encargo de Ghostface? Por lo visto Lara había llegado a la misma conclusión, no le sonaba improbable después de lo que le gustaba a esos psicópatas manipularlos. Observó el cuerpo de Dorcus buscando algo que respaldara su teoría, pero sin meter mano aún. Si encontraba algo trataría de aprovechar que Renata y Lara estaban distrayéndolo para recuperar cualquier pista. 

Mientras hacía esto Scott hizo su aparición desde detrás de uno de los trailers, en el mismo momento en que Lara trataba de calmar a Renata. Miró a los ojos a Lara mientras se levantaba con dificultad pues aún sentía las piernas débiles, preguntándole con la mirada si estaba bien.  —había terminando lo que estaba haciendo— y comenzó a caminar hacia ellos a la vez que volvía a pasarse la manga por el rostro. Miraba con curiosidad a Scott, lo conocía alegre, pero nunca "tan" alegre. Instintivamente frunció la nariz oliendo el aire, aunque no era necesario, el porro que él tenía en la mano desvanecía cualquier duda. 

Lo saludo cuando la mencionó, pero no hablo hasta que la palabra "Greenfield" salió de sus labios. 

—¿Ethan Greenfield? ¿Ryan Mui? ¿Crees que está él detrás de la máscara? —Daphne se conocía las peliculas al dedillo y uno que otro dato relacionado a ellas, por lo que no le pasó por alto la mención a uno de los anteriores asesinos, puso una mano sobre el hombro de Lara—, Sí, es mejor que nos vayamos ¿Ustedes están bien?

Paso el brazo por el codo de Lara y se acurrucó junto a ella mientras veían a la ambulancia y los paramédicos hacer lo suyo. Su mirada iba de la sabana en la camilla a los cordones policiales que rodeaban la zona donde Dorcus había muerto. Su sangre aún decoraba el piso y pronto llegarían los peritos forences, lo que le pareció extraño es que aún no se hubiese llenado de curiosos. Seguramente para aquellos que vivían en aquel lugar nada de esto era ya novedad o no querían verse envueltos en ningún problema. 

Entonces volteó a ver a los demás, solo para notar que Nichole se habia acercado mucho a Scott, como si quisiera... ¿Pero qué?