La verdad me pilló por sorpresa.
Siempre la había tomado por una mujer dura, gritona y capaz de resistir contra todo pero, no. Al parecer todos tenemos un corazón o algo así. Meh, en mi caso eso estaba sobrevalorado. Lo importante estaba dentro, sí, pero no a la altura central de cuerpo, sino mucho, mucho más arriba.
- ¡Hey! ¿Qué? ¡Espacio personal, por favor!- Dije asombrado ante en abrazo de Renata. - ¡Que el porro lo he tirado!- Levanté los brazos e intenté dar un paso para atrás. Fue inútil, pues el abrazo pegajoso de la latina me llegó igualmente. - Ah, no ... Que quieres un abrazo... ummm... - rodeé muy a mi pesar el pequeño cuerpo de la mujer café con leche- ... un abraaazo- Oh, cielos, la estrangularía allí mismo de no ser por el bueno de Scott, pero realmente olía muy bien su pelo.
Mientras tanto, se llevaron al cadáver del chino, ese que solo lo habíamos conocido porque Mccartur lo echo de clase por hacerse el gracioso. Desde luego su última broma fue mortalmente... inapropiada.
- Tranquila, señorita Santos.- Acaricié el pelo de la muchacha en un intento de reconfortarla. Sobre todo cuando menciono a Juancho. Ves, ese chaval si me caía bien. Era la antítesis de todo lo que se espera, uno que pueda ser el mal. Un caos inconsciente de su propio ser. Algo inocente y caótico a la vez. - Solo somos títeres porque entramos en su juego. Quizá debamos hacerle entrar en el nuestro para...
Strike Two. Y este, sí fue una putada. ¡Joder!
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Tengo que dividirlo en 2 para que no se me borre o sea muy largo sorry^^
Un beso significa tanto que es posible que aún no os hayáis dado cuenta de importante que es. Intentaré explicarlo con ejemplos sencillos (para los de la ESO) por si acaso.
El beso de judas, el de Britney Spears y Madonna, el de la Dama y el Vagabundo, el de Ghost, El fin de la II Guerra Mundial entre enfermera y marinero, El beso de Klimt (buscadlo, coño!), el de Iker Casillas y Sara Carbonero, el de Spiderman y la cachonda esa invertidos bajo la lluvia... ¿Lo pilláis?
Bien, pues este beso no se parecía ninguno de esos.
Era un beso liberador el que Nikki me dio. Uno que hizo que la pecera con agua negra en la que me hallaba prisionero se rompió, literalmente, por todos los lados, haciendo que la prisión de mi mente fuera ahora tan solo un papel rajado y mojado por las lágrimas que había estado vertiendo desde que el "Otro Scott" tomara el control de mi cuerpo.
Fue un beso corto, pero que hizo que me quedara sin respiración. Lo recordaba, sí. Como muchos otros antes. Este era dulce y salado a la vez, por las lágrimas de Nichole, pero como un majar que hace tiempo has olvidado y de repente lo pruebas de nuevo. El mundo se abre, como se abrió mi mente para dejarme salir, y disfrutar de nuevo de ello. Su pelo me rozaba la mejilla, y mis manos empezaron a rodearla con suavidad como si fuera a perderla de nuevo.
Una lágrima salió también de mis ojos, rodando mejilla abajo, sin rumbo ninguno y buscando libertad como la que ansiaba yo desde hace ...
- ¿Nikki?- Pregunté en medio del beso separándome levemente y temiendo abrir los ojos por temor a que fuera una nueva travesura del otro. El inconfundible olor de su perfume de Chanel Nº5 Edicion Limited Diamond me indicó que así era y sonreí.
- Estoy aquí, nena.- Abrí los ojos y la acaricié la mejilla.
Para entonces, no sé el tiempo que habría pasado, pero mire al resto, y luego a Nichole. Lo había hecho, ¿delante de todos? Eso significaba que ... Que... ¿No tendríamos que fingir más?
- ¿Ren, Holmes, Rubia, Mindy ?- Sonreí y solté a Nichole para ir a abrazarlos uno por uno- ¡Joder, como me alegro de veros!- hasta que me detuve en uno.- Emm... Steven... tio. ¿Choque de puños? Ya sabes, sin mariconadas.
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Al ver que Renata se tranquilizaba, Lara la soltó para que volviera a poder mover su brazo con total libertad. Volvió también a su actitud normal y abrazó a Daphne cuando esta se acercó, incluso dándole un suave beso en la parte superior de la cabeza. - Esto acabará pronto, te lo prometo. - dijo para intentar reconfortarla.
Su actitud cambió al escuchar los nombres que habían mencionado el resto, en especial uno en concreto. - Ryan... Ryan... - Daphne pudo notar como la chica se quedó completamente helada en el sitio, incluso su respiración se entrecortó levemente. Negó con la cabeza. - Yo... Me tengo que ir. - su rostro denotaba algo muy distinto a lo que estaban acostumbrados a ver reflejados en Lara, una mezcla de miedo, determinación y angustia.
Se separó de su compañera y dio un par de pasos, antes de parar en seco y mirar de una forma bastante directa a Mindy. - No me sigas esta vez. - fue entonces cuando echó a correr e incluso si alguno decidía seguirla, por rápido que fuera, no logró ver donde había ido a parar. Parecía que había utilizado los confusos caminos del parking de caravanas para distraer a los demás.
Mindy por su parte se quedó algo perpleja, sin embargo, decidió acatar la orden. - Pero que coño... - habló de forma sonora. - Da igual, confío en ella, sé que sabrá lo que se hace. - asintió, para entonces echar un vistazo al rededor de las caravanas. - Es curioso que no haya salido nadie ¿tendrán miedo? - pero nada más lejos de la realidad. La mayoría de la gente que vivía allí ya tenía bastantes problemas como para encima meterse en los de otros, más aún si involucraba al tipo enmascarado que aterrorizaba la ciudad.
Como sea... ¿Qué se sabe del póster que dijo Dorcus? Debería estar por aquí en alguna parte, podría indicarnos algo. - fue entonces cuando ocurrió el beso entre Nichole y Scott. - Jo-der. Que calladito os lo teníais, en plan, se notaba que os llevabais mejor de lo que aparentabais, pero no pensé que sería tan... Guau. - aquello la había descolocado bastante, dejando en un completo segundo plano el póster.
Se habría quedado más tiempo así, acurrucada contra él, pero cuando sintió la voz de Nichole, sabía que él la necesitaba más a ella, así que se apartó, secándose los ojos con fuerza como enfadada consigo misma por haberse puesto así. Cuando se besaron, su mirada viajó hacia Steve, pues sabía lo mal que lo iba a pasar su amigo, y con los labios pronunció un "lo siento".
Se percató de las prisas de Lara por marcharse de allí y compuso un mohín disconforme, pero no dijo nada al respecto. De momento. La otra rubia mencionó el poster. Ella ya lo tenia en mente, pero lo sucedido con Scott había logrado relegar la pista a un segundo plano.
- Lo tiene Steve - le dijo a la rubia - Por cierto Mindy ¿a que hora os dieron el alta a ti y a Lara?¿Sabes si seguía ingresado entonces el señor Oldman? - esperó su respuesta mientras se acercaba a Daphne - Hemos encontrado una foto de Sydney con Austin - Sus cejas se alzaron de forma significativa
Miró curiosa hacia Steve, esperando que mostrara aquél póster. La foto por otra parte, le dio bastante igual. - No recuerdo la hora exacta, pero diría que entre cuarenta o cincuenta minutos después de que Nicky nos visitara. - ladeó un poco la cabeza, pensativa. - La verdad es que en cuanto Lara empezó a acostumbrarse a no usar el respirador, nos echaron relativamente rápido de allí, por lo visto necesitaban la cama.
El señor Oldman estaba más grave, por lo que seguía recuperándose allí, es muy probable que continúe aún en su habitación. - se cruzó de brazos, segura de lo que acababa de decir y volvió a mirar a Steve, a la espera de que mostrara aquello que Dorcus había venido a colocar, por alguna razón.
En cuanto sintió sus manos rodeándole la cintura, Nichole supo que Scott había vuelto. Aflojó los dedos que todavía le agarraban la camiseta y un breve suspiro salió de sus labios cuando él se separó y confirmó lo que ya había sentido. Abrió los ojos y los entrelazó con los suyos. Lo había hecho, finalmente había dado ese paso... Tanto tiempo dándole largas, diciéndole que tuviera paciencia, que no podía cambiar completamente su vida y mil excusas más y ahora estaban ellos dos allí, delante de sus compañeros, delante de Steve, demostrando que había algo entre ellos y algo muy profundo.
Quizás no había sido la forma que ella se había imaginado, pero todo lo que estaba ocurriendo esos últimos días la estaba sobrepasando. Había sido verle allí, controlado por ese gilipollas que se las daba de chulo y era lo peor que os podáis imaginar y saber que Scott estaba dentro, atrapado, sufriendo... No podía cerrar los ojos y hacer como si no supiera nada... Quizás hace unos meses lo hubiera hecho, habría esperado a otro momento en el que se hubieran quedado solos y habría intentado llegar a él; pero la Nichole de ahora, la que aquella misma mañana había estado llorando por la discusión con Mindy y poco después había salido corriendo de casa de Jack, asustada, esa Nichole no podía soportar ver a Scott sufriendo de esa manera.
Así que cuando él la miró, sorprendido al ver que estaban los demás, ella se encogió ligeramente de hombros y esbozó una breve sonrisa. Ya estaba hecho, ya no podía seguir disimulando...
Cuando quiso darse cuenta, Lara ya se había ido y Mindy estaba flipando con lo que había ocurrido entre ellos dos. La miró a los ojos y sus mejillas se sonrojaron ligeramente.
— Perdona si no te lo conté... Yo... No se lo había contado a nadie... — Mierda, ¿Por qué se sentía como una colegiala, como si la hubieran pillado haciendo una travesura y tuviera que estar justificándose? Sus labios formaron un pequeño mohín y su mirada se dirigió un instante hacia Steve. Sentía que tenía que hablar con él, no se merecía enterarse así, de esa manera. Pero se sentía super incómoda y era consciente de que él tenía que sentirse mega dolido. — Porfi, no se lo contéis a Jack... — Dijo, apartando la mirada de los ojos de Steve y deslizándola por todos ellos, quedándose unos segundos prendidos de los de Scott, hasta terminar de nuevo en los de su ex. — No puede enterarse así... — «Es peligroso...» Sus pupilas se dilataron, reflejo del miedo que tenía y su cuerpo se estremeció. — Yo se lo contaré, cuando todo esto... Se solucione... —
Miró a Renata y alzó ambas cejas. En ese momento se sentía completamente perdida y no tenía ni idea de qué estaban hablando...
— ¿Austin? —
Daphne no alcanzo a ver directamente el beso que Nichole le robó a Scott, pues mientras este se producía Lara había si acto de fuga del lugar.
—Lara, ¡espera! —Gritó antes de salir corriendo detrás suyo, pero aquel instante de vacilación le costó alcanzarla, su compañera rápidamente se perdió entre los recovecos de las caravanas. Daphne se devolvió abatida y confundida, Lara sabía algo más de lo que decía ya no era solo una sospecha y necesitaba saber que era.
Cuando volvió con el grupo Scott los miraba confundido, como si acabará de despertar de un sueño. Miró las manos en la cintura de Nichole, sus labios entreabiertos y el leve rubor en sus mejillas. Las palabras de Mindy terminaron de dibujar aquella imagen que se había perdido, por suerte su pregunta acerca del póster desvió sus pensamientos.
—¿Estás mejor Scott? —y luego, dirigiéndose a Steve agregó—, ¿puedes dejarnos verlo, Steve?
Miró a Steve con cuidado, había escuchado los comentarios que le había hecho Renata antes de partir y podía imaginarse por lo que estaba pasando. Un poco.
—¿Austin? —preguntó casi a la par que Nichole— espera... Sidney lo mencionó en la universidad cuando cogió el arma de Danno. ¿Quién es Austin?
Lo siento, se me ha complicado todo así que nada me iré a casa, pero antes les digo que encontré una foto de Sydney con un chico vestidos de soldado (creo que eran los dos) y por detrás ponía, lo siento Austin.
La noche cada vez estaba más y más cerrada, a pesar de la situación, llevaban durmiendo mal ya algunos días, por lo que el sueño les empezó a vencer. Tomaron la decisión más lógica, ir a casa a dormir y descansar.
Puesto que eran demasiados para ir en un mismo coche, Steve llevaría a Nichole, a Renata y a Scott en su coche hasta Brownsville.
Por otra parte, Mindy y Daphne, antiguas enemigas y ahora compañeras de preocupación por la repentina desaparición de Lara, tomarían un taxi hasta la residencia de estudiantes donde, si no estaba Lara, Mindy pasaría la noche.
PNJtizo a Steve con las acciones que creo que haría.
Todos se fueron en cuanto vieron llegar al taxi, por lo que tras despedirse, Mindy y Daphne subieron al taxi. Lo que no esperaban era que nada más subir, les esperaba un conductor que no esperaban.
Antes de que pudieran reaccionar, a través del aire acondicionado empezó a salir un montón de gas que las dejó inconscientes en cuestión de solo unos pocos segundos, dejándolas a merced de aquél tipo.