Partida Rol por web

José recoge su móvil de las manos de Scott. -Máquina, tienes suerte de que no haya sido el mío, es mi herramienta de trabajo, te podría denunciar por lo civil que mi abogado es el mismo que Miaure. -Se va caminando, desbloquea su móvil para mandar un twitt y después lo guarda en el bolsillo. Después vuelve a revisar los mensajes, algo le había perturbado esta mañana y le había hecho quitar un poco de su atención al stream, el mensaje de Liliana le había llegado de la nada, prácticamente no la conocía aunque había compartido clase con ella, así que se levantó, no muy seguro de lo que planeaba hacer y se acercó a su compañera fotógrafa.

-Hola, ¿por qué me has mandado esa foto por la mañana? ¿la puedo usar para hacer un top 7 de fotos más perturbadoras encontradas en un móvil?. -Saca de nuevo el móvil para mostrarle la foto que recibió de ella. -Mis seguidores me han pedido en twitter que te pregunte por la foto, dime de dónde la has sacado.

La sangre de Steve se le heló cuando el pesado de Scott tomó el celular de Nichole. Él no sabía con certeza que podría encontrar en el misterioso celular de su ex, pero si que le preocupaban unos cuantos mensajes, fotos y videos que, si ella todavía no había borrado, lo pondrían en una posición... incómoda. 

Grata fue la sorpresa que se llevó, al menos durante unos instantes, cuando descubrió que Lessard había tomado los celulares para actuar de forma que le quedaba muy bien: como payaso de circo. Un lugar al cual Scott sin duda pertenecía. Pero poco le duró el alivio, ya que el torpe de Scott dejó caer el celular de Nicky y el crack que sonó cuando tocó el suelo dejó en evidencia que algo se había roto. 

Estuvo tentando a encarar al malabarista de quinta, pero no fue necesario, pues Nichole demostró el carácter que tanto le gustaba y le clavó una buena y bien merecida cachetada. Steve sonrió al ver eso, pues él sabía bien que detrás de la cara de barby de Nicky estaba una mujer capaz de domar un león y que no se amedrentaba ante nada. Bueno, ante casi nada, porque el compromiso o Emily eran dos excepciones que se le ocurrían. 

Cuando estaba por levantarse se percató de que Jack no se acercó a Nicky ni para comprobar si estaba bien con lo sucedido y con lo que Emily le había dicho. De verdad a veces le costaba entender como ella podía preferir eso a lo que tenía con él. Así que, en parte para recordarle lo que había dejado ir y en parte porque le nacía tener ese tipo de gestos con ella, a pesar de todo, sacó su celular, mandó un par de mensajes y quedó coordinado que le llegara ese mismo día a la casa de Nicky el más moderno y lujoso celular que había en el mercado, acompañado de un protector rosado, el color favorito de ella, anti caídas de una marca reconocida. Todo eso envuelto en un regalo y con una nota que solo debía tener la letra "S" escrita en ella. Sabía que ella entendería quien lo enviaba. La facilidad con la que había podido coordinar todo lo relacionado a ese regalo debía agradecerla a las asistentes de su papá, pues esas mujeres de verdad que eran capaces de resolver cualquier cosa en minutos. 

Contento con lo que había orquestado se puso de pie y se acercó a Renata, quien se encontraba cerca de la profe pero Steve no hizo mucho caso a esta o a la conversación que pudieran estar teniendo. -Ahora no me puedes negar que tu amiguito Scott es un insufrible.- Le susurró al oído para que solo ella pudiera escucharlo, luego le sonrío y levantando la voz añadió. -¿Me acompañas a almorzar antes de mi entreno?- Tenía la cabeza tan puesta en lo de Nicky que seguía ignorando si estaba interrumpiendo a Renata o la profe. 

Sonrió ante las dos chicas. - Gracias... Aún así, siento que no estoy realmente transmitiendo los conocimientos que debería, menos aún impongo la autoridad que debería. - al acercarse Steve y este hablar a Renata ignorando completamente a su profesora, simplemente volvió a suspirar y le dedicó una mirada a las dos chicas en la que sin decir nada, se entendía que quería decir "¿lo veis?".

No os preocupéis, estoy bien. Nos vemos en la próxima clase. - recogió sus cosas, las guardó en su bolso y se marchó del aula, a paso lento.

¿No podrías haber esperado un poco? - le inquirió a Steve. - Solo necesitaba un poco de atención y se la has quitado sin dudar. - se la notaba algo molesta. - Bueno... Espero que lo tengas en cuenta para la próxima.

Le dedicó una leve sonrisa a Renata, quien había intentado animar a su profesora junto con ella y entonces volvió junto a su compañera de habitación. - No tengo más clases por hoy Daphne ¿quieres que hagamos algo? - la vio mirando de un lado para otro, algo que la extrañó. - ¿Va todo bien? ¿Buscas algo?

Daphne terminó de teclear algo en el móvil mientras le contestaba a Lara. 

—Estaba buscando a Lilliana. Estoy segura que cuando envió esa horrible foto no lo hizo con mala intención. La cara que puso después de que todos le parasen el carro.. se veía mal.

Hizo un gesto de preocupación y, guardando el móvil en la mochila, se encogió de hombros. 

—No alcancé a desayunar nada hoy día, ¿Me acompañas a la cafetería? —le dijo mientras caminaban fuera del aula, al pasar por el escritorio de la profe puso su mano sobre la de ella—, profe, "Un profesor puede tocar la vida de un estudiante para siempre, incluso si solo logra llegar a uno de ellos", lo está haciendo bien, es sólo que no puede salvarlos a todos. 

Le dedicó una sonrisa sincera y se despidió con un gesto de los que quedaban ahí. 

Yo sé donde anda la colega. - dijo guardando su móvil en el bolsillo. - Le he preguntao y me ha dicho que anda por Central Park, así que voy a pasarme a ver si me echa alguna foto así por la face para mi próxima miniatura. - hizo un gesto con la mano derecha, moviéndola de lado a lado, para despedirse de los demás. Estaba intentando hacer que ese fuera su nuevo saludo del canal, a ver si colaba.

Lara siguió a Daphne a la cafetería, mientras por el camino intentaba animarla. - Seguro que no están tan mal, ni la profesora ni Liliana. - miró de reojo su móvil. - Aunque debo decir que la imagen ha sido muy perturbadora... Lil debería pensar mejor qué manda... Y en especial a quien se lo manda. - un pequeño escalofrío recorrió la espalda de la joven.

Bueno, dejemos de lado los malos pensamientos. - dio un par de zancadas y adelantó a su amiga, para proceder a abrirle las puertas de par en par. - Vamos a pensar en que podemos comernos, ¡yo también tengo hambre!

Pero justo al entrar por la puerta, como si de una casualidad increíble se tratara, se encontraba un tipo con unas pintas bastantes extravagantes. Miró de arriba a abajo a Lara y sonrió. - Si tanta hambre tienes, me puedes comer a mí muñeca, soy todo un bombón. - rió levemente... Aunque no parecía ir en broma.

¿Me seguís? Y no me refiero a una Rebelion cybertronica de los móviles contra los dueños, Drea

-¿Eh?- musité volviendo "al campo de juego" una vez escuché cómo Scott pronunció mi nombre poco antes de continuar su experimento y tirar el móvil de Nichole. Quien le otorgó una “cachetada” digna de telenovela.

Por unos instantes, no negaré que me quedé embelesada esperando que lo maldijera. Scott María de Todos los Santos Lessard, te voy a matar. Hubiera quedado gracioso.

-Madre mía- desgraciadamente, no lo hizo. Y no sólo eso, sino que por muy entretenido/triste/merecido/patético/gracioso o decepcionante que pareciese, esa guerrilla adolescente sí que le afectaba a alguien mas _{que a la mandíbula de Scott} –Elsie.

Guardando en la mochila las libretas y bolis, encontré (algo arrugado) un ticket del combo de palomitas con bebida que pensé en regalarle a Elsie.

-¡Profesora!- dije moviendo torpemente el ticket entre los dedos. Lástima que Steve la hubiese echado antes de poder acercarme.

¿Por qué los pijos tenían tan poco tacto? O sea, ¿Cuándo dejarían de ser así? Su mundo de mentira me parecía una verdadera pena. Una tan grande como… -Espera- Toqueteando acelerada cada uno de los bolsillos, me di cuenta que no las tenía -¿Y mis llaves?- ¿Se habrían quedado en la taquilla del cine?

El bofetón fue tan fuerte que resonó en el aula.

Lentamente, giré mi cabeza y la mira hacia la pija de Nichole. Me relamí los labios pensando que quizá ese sabor a sangre que sentía en la boa fuera producto de algún arañazo provocado por sus anillos o algo así. Quizá lo que más me dolieron fueron sus palabras. Y no es que nunca me hubieran llamado idiota. Era más bien de quién provenían.

- Sí. Claro.- Dije lentamente llevándome la mano a la mandíbula.-Quizá me lo merecía.

Menos mal que la clase terminó y poder llegar hasta mi asiento para recoger mi mochila. El incidente del móvil había que olvidarlo, por lo que era, un simple accidente.

- Vamos, señor José.- Puse las manos en mis caderas con cierta sonrisilla de pícaro- Ese abogado me chupa un huevo.- Le di una palmada en el hombro. - Además, lo tenía todo controlado. - Le dije por lo bajo, al menos para que no se preocupará.

Ese tío era un friki del streamer, pero me llevaba bien con él. Era majo a su manera. Y además, era un cliente en potencia para suministrarle "cafeína animal de la buena" para poder aguantar noches enteras en sus andadas Twicheras.

- Sí, Steve... - dije con cierto asco en mis palabras. No es que fuéramos los mejores amigos, desde luego. Era por Renata que prefería no hacerle ni puto caso.- Que poca delicadeza con la profesora.- Ironicé abriendo un poco de más los ojos, pasando de largo de él y yendo a por mis compañeras.

- Hey, ¿qué tal están mi rubita favorita?- Me colgué de los hombros de Lara, con cierta confianza que se tiene en la amistad, con una sonrisa sugerente y miré a Dhapne después.-¿Y mi futura señorita Dana Scully? Hey, si vais a la cafetería guardadme un sitio. Yo voy a hablar con la profesora. Por cierto... ¿No deberíais ir a buscar a esa amiga vuestra... Sydney? Sí, la que me hizo tirar el móvil. No se la veía con buena cara. Lo mismo le ha dado un chungo.

Deshice el lazo con la rubia y me dispuse a marcharme por la puerta, pero antes...

- Ren.- La devolví el móvil con cierta sonrisa y unos ojos culpables por la torpeza del móvil que se cayó.- Luego te veo en la cafetería. Tengo que hablar algo con la profe. No séa que se vaya a suicidar o algo. Y llevaos a Danno, que si no se duerme de nuevo- 

- ¡Hey, profesora!- Salí al encuentro de la profesora de Arte, que iba cabizbaja y me puse justo a su lado.

- Mi exposición era buena, ¿no? ¡Se merece un sobresaliente!- Dije con cierto aire triunfal.- Vale, no salió como quería, peeero...- La apunté con los dos dedos índices y ladeado la cabeza- Tiene que reconocer que fue acertado. El miedo tecnológico es un tipo de arte también.

Suspiré profundamente y la miré a los, ojos, por un momento nada más, poniéndome delante de ella. La verdad tenía un polvazo, pero era profesora y... un momento. ¡Ambos éramos mayores de edad!

- Señorita Mccarthy- Dije dejando a un lado las bromas y la chulería.- De veras lo siento no pretendo hacer de su clase un chiste y mucho menos reírme de usted. Quizá sea un tipo demasiado extrovertido, pero de ninguna manera pretendo burlarme de nadie. -Mi tono era serio y conciliador. -Esta vida es tan asquerosa que lo que menos necesitamos es precisamente hacérselo pasar mal a alguien. 

Junté las manos en forma de plegaria y la miré nuevamente a los ojos. Y se me ocurrió una idea un tanto... loca.

- Miré, le propongo un trato al que no podrá decir que no. La invito a salir una noche con cena incluida. Y antes de que diga que no puede quedar con alumnos, le seré más en concreto: Trabajo en un puesto de perritos calientes cerca del Angelika Center. La invito al primer perrito.- Dije con una gran sonrisa.-Venga, va. Y a una coca-cola.- Me crucé de brazos, poniendo cara muy seria y frunciendo en demasía el ceño.- Lo siento, pero no puede decir que no. O me dice que si o soy capaz de arrodillarme, delante de todo el mundo, como si la propusiera matrimonio, y seguro que eso si la mata de vergüenza.- Sonreí.

- Y cuando termine la cocacola... sé de una amiga que tiene unas ideas muy locas sobre extraterrestres. Seguro que se divierte. Vamos, ¿Qué me dice? Porfavor...-

Un pinchazo terminó ahí la frase, y me hizo instintivamente coger una de mis pirulas y tomármela. Menudo día me estaba dando.

—Gracias José —trató de imitar la despedida del streamer como para agradecerle su gesto al mismo tiempo que Scott casi aplastaba a la pobre de Lara con toda su humanidad. Lo saludo de vuelta con una sonrisa—Espero que lo digas por la Agente y no por la asesina de puñalada 2. Te esperamos allá. 

​​​​​​»Le mandé un mensaje ya a Sidney,  no es de las que le gusta que se metan mucho en sus cosas, pero es una chica fuerte, cualquier cosa seguro se repone luego. ¡Ah José! Me confirmas que hayas pillado a Lilliana porfa. 

Camino a la cafetería, le envío un mensaje a Lilliana, por si acaso. De paso borro la foto. Lara debió de haber notado su preocupación pues trató de consolarla. 

—Si, tienes razón, a mi también me dió escalofrío la foto. Sobretodo esas cosas de la guerra. No logro verle el atractivo. Pero eso tampoco justifica que la hayan tratado así. Osea, que cuesta solo ignorarlo, ¿Verdad?

Afirmó cuando Lara habló de dar vuelta la página. No es que se nadie se fuera a morir por eso tampoco. Río cuando su compañera de cuarto abrió melodramáticamente las puertas de la cafetería, pero su sonrisa se esfumó cuando aquel tipo le salió al paso. Rápidamente se adelantó y se puso entre ellos.

—¿Disculpa?¿Te conocemos de alguna parte? —le preguntó mirando alternativamente al sujeto y a su amiga por si ella sí le conociera de alguna parte. 

- ¡Almodovár, pintor tremendista! - ante el toque de Anthony, Danno dio un bote y respondió lo primero que se le vino a la cabeza.

Miró alrededor medio dormido y pasándose la mano por la cara. Al ver que la clase se había acabado, saltó de su asiento cogió su chupa y salió a los que quedaban con un gesto guay... o al menos lo era hace 40 años... o tal vez 50. De todos modos, se acercó a la puerta al trote y desde allí se despidió de todos.

- Nos vemos, troncos, yo me abro - y se largó. El hecho de que momentos antes hubiera habido un drama se había perdido entre las capas de sueño, por lo que sólo se preocupó por lo que más le interesaba.

Elsie se sorprendió al ver a Scott parándola en mitad del pasillo, miró de lado a lado, esperando no atraer demasiadas miradas ante aquél espectáculo. - De sobresaliente, sobresaliente... - negó con la cabeza. - Aunque si que puedo decir que fue una propuesta interesante, aunque quizá la ejecución no era la más adecuada para la clase, señor Lessard.

La propuesta le sorprendió aún más que el hecho de que Scott la parase corriendo en mitad del pasillo. Se puso un poco nerviosa, en especial cuando parecía que Scott predijo la negativa de salir a cenar con alumnos. Con gentileza, apartó un poco a Scott hacia el lateral del pasillo, para no estorbar al resto de viandantes como para tener un poquito más de privacidad. - ¿Pero que van a decir el resto de alumnos? Se van a pensar que me estás peloteando para que te suba la nota ¡y puede que ellos lo intenten también!

Negó con la cabeza repetidamente al escuchar que estaba dispuesto a arrodillarse. - ¡Está bien, está bien! ¡No hagas más numeritos, menos aún aquí en público! - suspiró para calmarse un poco. - ¿Qué día y a que hora? - no preguntó nada al ver a su alumno tomarse aquella pastilla, pues dedujo que era seguramente algo para el TDAH, enfermedad que pegaba completamente con Scott.

No, no me conocéis, pero os va a encantar conocerme. - rio nuevamente, se acercó a las dos chicas y extendió los brazos para agarrarlas de los hombros. - En especial tú, rubita, estás como un queso. - le guiño un ojo.

Venía buscando a mi hermanita, la friki, creo que está en vuestra clase ¿no? Me suena haberte visto con ella alguna vez. - comentó esta vez hablando hacia Daphne. - Se había dejado en casa... Eh... Los cascos, sí. Sé que le gusta mucho la música, sea cual sea la mierda que escuche ahora.

Volvió a girar la cara hacia Lara. - Pero suficiente hablar de mí, háblame de ti. ¿Cómo te llamas bombón?

Terrance Hill, quien tenía una figura que imponía bastante, se acercó al ver la situación y con una mirada muy seria y fulminante hacia Rowdy, comentó en un tono bastante grave. - Te estás pasando ¿no crees? - y solo con esas palabras, la situación que era ya incómoda de por sí, se volvió ahora la mar de tensa.

Rowdy rio, intentando mostrar cierta seguridad, pero con un atisbo de nerviosismo. - Venga tío, no me jodas, nos lo estamos pasando bien y conociéndonos. ¿A que sí chicas? - preguntó mirando a los lados, en espera de aprobación.

-Señorita Mccarthy- Sonreí mientras me encogía de hombros.- Qué importa lo que digan los demás. Lo importante es lo que opine usted- Bien, buena entrada Scott-¡Además, soy casi su mejor alumno estrella!- Eso ya... no tenía tanto sentido- Como futuro veterinario, podría decir a mis pacientes, que tuve una profesora de arte que le daba miedo un perrito caliente. ¿En qué lugar la dejaría eso? 

Lo medité durante un momento y negué con la cabeza. Puede que tuviera una bonita sonrisa y un encanto negruno natural, pero desde luego, era alguien que te haría reír un rato.

- Vale, seguramente no dijeran nada, puesto que son animales, pero... desde hoy en adelante, cada vez que vea un perrito no podrá verlo con los mismos ojos y pensará en mí como el alumno...- me acerque lo suficientemente a ella para que o nos oyeran los demás.-... que casi conquista a una profesora con una cocacola y un perrito caliente. Salvo que tenga miedo de eso en realidad pase. Así que... - Saqué el teléfono móvil y miré la hora.- Yo entro a trabajar a eso de las 5. La espero a eso de las 8.

Parecía una cita desde luego. ¿Lo era? Quería que la profesora se sintiera mejor, que se divirtiera un poco y se relajase. 

- [Claro, Scott]- 

La voz sonaba en mi cabeza como fuera una sirena que se acerca desde lejos. Las pastillas hacían que el sonido se diluyera levemente y pudiera pensar con mayor claridad. Pero de ninguna manera la eclipsaba del todo. Y ahora mismo, intentando llevar una vida normal, me mantenía agarrado a la misma tabla que se sujetaba Jack, el de Titanic. 

La puta voz era la grandísima zorra de Rose que le mordió las manos al prota de la peli para que se hundiera en las frías aguas... o algo así.

-[¿Y en qué lugar deja eso a Nichole? ¿Intentas olvidarla tan pronto? ¡Jah!]

La risa se acentuó de tal manera que tuve que suspirar profundamente para evitar decir que se callara en voz alta.

-[Espera, espera... ¿Estás intentando darle celos a la pelirroja con la profesora? Me gusta como piensas, Scott. Pero recuerda, que mientras tú duermes, un día de estos, puede que yo esté libre... y sobre tu cama haya una Mccarthy... o media Mccarthy]-