Partida Rol por web

Menos mal que Jack Anderson tenía a Nichole Bloomer a su lado, ella sabía que no era "Cinco Grados Enmienda" sino "Quinta Enmienda"; probablemente sería buena idea invitarla más a menudo en las reuniones de empresa para que le tradujera qué era lo que significaba "S.L." y "S.A." que tienen al final, porque cuando decía "Complementos y Accesorios de Moda AndersonSLLL..." o "Electronics AndersonSA..." la gente le miraba mal.

-¿Mi tía Liz-Liz ha muerto?. -Preguntó desolado por aquella información que había recibido por parte de los policías- Primero mis papis... luego mis hermanos... ¿Y ahora mi tía?... ¿¡Y por que no yo!?. -Dijo tirando el café al suelo en una rabieta infantil pataleando un par de veces- ¿¡Por que nadie me tiene en cuenta a mi?!. ¡Ni la muerte me hace caso!. ¡Es injusto!. -Quizás eso era algo positivo, pero Jack era lo suficientemente egocéntrico como para no centrarse en lo preocupante de la situación y es que su tía había muerto.

Recuperándose y centrándose gracias a la ayuda de su pareja actual, este se secó una lagrimilla de impotencia (y no de tristeza, puesto el hecho de sentirse acomplejado era superior al hecho de que murió su tía). Respondió a los policías de la mejor forma posible.

-La Tía Liz-Liz tiene arrugas, dos ojos... una nariz... no sé porqué necesitais que alguien la identifique... además no tengo ganas de ir ahora... -Dijo finalmente centrándose en el tema realmente importante- Primero quiero ir a comprar un helado para animarme, los helados siempre me animan... y luego voy a ir a allá... ¿Vale?. -Tras decir esto, se dirigió hacia su pareja y le dio un beso en la frente- Ese lugar no es muy agradable y no creo que te guste, agradezco que quieras venir pero es muy desagradable y me preocupo por lo que puedas experimentar allí... hace frío y eso es malo para el pelo. -Lo de los cadáveres ya era otro cantar.

En caso de que los policías le dejaran marcharse, este se iría en su coche a hacer un par de cositas antes de llegar hasta el tanatorio, a fin de cuentas, ya tenía experiencia en identificar cuerpos... lo que no implica que fuera bueno en ello, sino que ya le pidieron que lo hiciera varias veces.

Renata entró leyendo algo en el móvil mientras su otro brazo se enhebraba con el de Steve. Se pararon un momento buscando una mesa vacía y al ver quiénes andaban por allí buscó una que estuviera bien lejos de Nichole, porque ni muerta se sentaba donde pudiera llegarle el tufo de su maldad.

Dió un suave apretón a su amigo pues sabía cuánto le afectaba verla, pero antes de moverse siquiera, por su lado pasaron dos oficiales de policía.

Lo siguiente fue como ver una peli de comedia. Una muy mala. Sabía que Jack era tonto, pero hasta ese extremo... Al menos la pelirroja mostró algo de ¿Compasión? cosa que si sorprendió a Renata.

Bufó enfadada al ver la pataleta del rubio platino forrado en billetes, pues aquella falta de sensibilidad con su propia tía la heria en el alma. La familia era FAMILIA. ¿Como podía importarle tan poco?

- Voy a pedir un café. ¿Qué te pido a ti? - se soltó del brazo para poder alejarse de aquella escena dantesca

Realmente le estaba agarrando el gustillo a poner en aprietos a Thomas cuando el móvil vibró nuevamente. Miró a Terrance ante la mención de sus secretos, pero era difícil tomar en serio cualquier cosa que su amigo dijera. 

—Scott dice que no va a venir... Y que se va a encargar de animar a la profe —informó a Lara en voz alta tras revisar el mensaje y mientras lo hacía el dispositivo volvió a vibrar, el contenido le provocó una sonrisa de tranquilidad, hizo un gesto de disgusto cuando volvió atrás en el menú del chat —, Arg, había olvidado contestarle a Lilliana. Voy a buscar mi café, ¿lo de siempre, compañera?

Le hizo una seña a Thomas

—¿Vamos? Antes que esto se llene aún más.

Caminó hacía la barra mientras aprovechaba para contestar los mensajes pendientes. Estaba en eso cuando la policía entró a la cafetería. A uno de ellos lo había visto algunas veces en la morgue del hospital durante algunas clases prácticas con el doctor Cox, por lo que su presencia activó la curiosidad de Daphne.

Levantó la vista y prestó oído. Los policías iban por Jack. Arqueó una ceja, no esperaba que el mentecato de Jack estuviera metido en algo más grave que un escándalo de portada y al final resultó que tenía razón. Solo era un asunto de identificación de parientes, habría sentido algo de compasión por él si él mismo hubiera demostrado algún rastro de decencia humana. Aún así no dejó de llamarle la atención que Jack supiera acerca del frío de la morgue, aunque había mencionado que tanto sus padres como sus hermanos habían fallecido… seguro en más de un caso había tenido que acompañar a cuerpos.

Soltó un largo suspiro de decepción, había esperado que hubiera algún misterio más jugoso, y volvió a contestar los mensajes que había dejado pendientes. 

Lucas no parecía muy convencido ante la idea de que Jack fuera primero a hacer algunas cosas... Mientras antes identificara el cadáver, antes podría ir a casa a descansar. Por otra parte, también comprendía que quizá debiera tranquilizarse, a pesar de que no es el primera familiar que sabe que pierde aquél chico.

Resignado, finalmente asintió. - Está bien, pero intenta no tardar demasiado, te estaremos esperando en el hospital, concretamente en el sótano, donde está la morgue. - con un chasquido, indicó a su compañero que debían abandonar el lugar y ambos se marcharon.

Lara asintió a su compañera de habitación y se quedó hablando en la mesa con Terrance. Por otra parte, Daphne y Thomas fueron a pedir los cafés, mientras Renata esperaba a que Steve le indicara que bebida pedir.

Por otra parte, Mindy parecía mucho más centrada en su bebida que en la visita de ambos policías, por lo que en caso de que Jack y Nichole se marcharan, ella se quedaría allí con su bebida. No parecía hacerle ilusión ir a ver un cadáver.

Ya en la barra y a solas, Thomas decidió iniciar nuevamente la conversación con Daphne y es que a diferencia de Terrance, no sabía estar callado. - Bueno y... ¿qué tal es convivir con la forastera? Muchas veces Terrance y yo nos preguntamos si le debe parecer duro integrarse, de dónde viene todo es mucho más... Sencillo, por decirlo de alguna forma. - rió nervioso.

Aún así solo la vemos abrirse contigo, supongo que te tiene como a alguien de la familia, con los demás aún es muy tímida normalmente y también la vemos muy paradita ante las adversidades. - por primera vez, Daphne vio serio a Thomas. - Lo que ha pasado hoy con el otro chico... Es solo una cucharadita de todo el mal que hay en esta ciudad. Solo tienes que ver a los "popus". - pronunció esa palabra con cierto resentimiento. - Lo tienen todo y aun así, se esfuerzan por hacer miserables a los que menos tienen.

Entonces volvió a cambiar su expresión, a una más amable, una más habitual en su rostro. - Pero para eso estamos los pringaos, para cuidarnos unos a otros ¡y hacernos reír, que al final eso es lo más importante!

Mientras esperaba respuesta de Steve tecleó con rapidez un mensaje para Scott

"La pasma está en la uni. Luego te cuento. Tu no hagas ninguna locura que te conozco. XOXO"

Nichole no tenía nada de ganas de ir al tanatorio, tal y como decía Jack, aquel debía ser un sitio horrible y tener que ver un cuerpo sin vida podía resultar realmente espantoso. Pero era lo que hacían las novias, ¿no? apoyar a su chico y acompañarle en los malos momentos... Como mínimo tenía que obcecarse un poquito. Estaban siendo el centro de atención y quedaría fatal si aceptaba su recomendación sin insistir en su ofrecimiento; así que cuando él le dijo que no era un buen sitio y se preocupaba por lo que pudiera sentir, ella formó un suave mohín con los labios. 

— ¡Que mono...! Pero cielito, no me gustaría que volvieras a pasar por eso tú solo... — Le dijo con fingida preocupación, esperando en su fuero interno que volviera a decirle que no y librarse de ir a ver a una vieja muerta, que no conocía de nada. Además, en un rato tenía entrenamiento y no soportaba la idea de faltar...

Daphne hizo un gesto rápido con la mano desestimando las suposiciones de Thomas.

—No todos deben ser apuestos, encantadores o graciosos para ser normales, Thomas. Lara es así y está bien, quizás se abre más conmigo porque no estoy tratando de cambiarla...o quizás porque no le queda otra, después de todo dormimos juntas.

Dijo la última frase con un dejo de duda, como si estuviera evaluando en verdad la posibilidad, aunque por la sonrisa que puso luego pareció desechar la idea rápidamente. 

—Igual lo del otro tipo no ha sido tan grave... Ha sido un cerdo es verdad... Pero más parecía un idiota que un criminal. Lo intimidó el careto de Terrance, pero si no era él, le habría llegado su buen bofetón también. 

Lo decía con convicción y seguridad aunque también en el fondo se cuestionaba si no estaba siendo condescendiente porque podría resultar ser de verdad el hermano de Drea. Pagó el café y la bebida que le habían comprado a Lara y volvieron a la mesa, mas antes de llegar no pudo evitar preguntar.

—Oye... ¿Y por qué tanto interés en la seguridad o en el comportamiento de Lara? ¿Algún interés personal? —Su sonrisa pícara y la forma que la miraba denotaba claramente las intenciones de Daphne y que quería insinuar. ¿Sería que Thomas quería con Lara algo más con su misteriosa compañera de habitación?

Cuando llegaron con Thomas de regreso a la  mesa de pronto su móvil y el de muchos más vibraron y/o sonaron al mismo tiempo, lo que provocó una extraña sensación grupal. Tras mirar el suyo comprendió por qué. 

—Se ha montado un buen trabajo José, ¿Quieres ir? —le preguntó a Lara volviendo a guardar el teléfono en la mochila y luego se volteó hacía Thomas y Terrance— ¿Ustedes irán?

Viendo que su novia no quería que fuera el solo a pasar con ello, Jack Anderson entonces hizo lo que todo buen novio haría en ese momento, sacar un fajo de billetes y lanzárselo a la primera persona que viera, en este caso a Daphne Pride, un "fajazo en toda la jeta" además, como si fuera un "Maestro Pokemon" queriendo capturar a un esquivo Shiny.

-Vienes conmigo tú, así no iré solo y mi Cariñín no estará preocupada. -Comentó como un ¿buen? novio- Y ella podrá ir al entrenamiento y su pelo bonito no se dañará por el frio.

Al parecer con este simple hecho se solucionaba todo, puesto que no solo no iría solo sino que además no interrumpiría el entrenamiento de su pareja -y más importante aún, no dañaría su pelo-; porque es evidente que todo se podía solucionar con el fajo de dinero correcto.

Steve había quedado un tanto molesto con los ataques injustificados -según él- que había recibido por parte de sus compañeros. Lo único que había hecho era preguntarle a Renata si quería almorzar con él, no tenía la culpa de las inseguridades de la profesora y si ella no se sentía capaz o motivada, pues eso se solucionaba contratando una mejor. Tan molesto estaba que incluso valoraba si mencionarle a su padre sobre la profesora, para que tomara cartas en el asunto, aunque afortunadamente para ella la voz de Renata lo distrajo de esa idea. 

-Yo no sé si ella sea la mejor persona para sacarte una foto.- El concepto de arte de esa chica le preocupaba un poco a Steve. - Si quieres te consigo un fotógrafo top para que te haga una sesión completa.- Le ofreció a su amiga. Si ella quería una foto para insta, pues él se encargaría de que tuviera las mejores. 

En la cafetería se dejó guiar por Renata, ajeno a los motivos que pudiera tener para la elección del sitio donde sentarse, pues los oficiales habían captado por completo su atención. Al ver que buscaban a Jack sintió un conflicto de emociones. Su primer impulso fue preocuparse por quien había sido su amigo durante tantos años, pero a ese le acompañó el deseo de que hubiese hecho algo malo que finalmente lo pusiera en evidencia ante los ojos de Nicky y de su padre. Aunque se sintió mal por haber tenido ese segundo pensamiento y peor aún cuando escuchó el motivo por el que lo buscaban. Eso sí, la actuación de Jack hacía difícil el sentir pena por él y más lo complicaba el escuchar a Nicky diciéndole "cielito". 

-A mi un jugo verde y una ensalada, que el entrenador me tiene en régimen.- Le respondió a su amiga mientras sacaba el celular para mandar un mensaje y leer otro que le había llegado. 

Había acabado de coger su taza de café —dulce con un poco de crema, justo como a ella le gustaba— mientras esperaba la respuesta de Lara cuando algo, verde, veloz, la golpeó en más manos y por ende en el café. El líquido caliente se derramó sobre la mesa, un poco cayó sobre sus piernas, algo cayó sobre la ropa de su amiga, algo tiene que haber caído sobre quizás cuantos más.

Levantándose la ropa para evitar quemarse Daphne se alzó de  su sitio con la taza en la mano y miró el fajo de billetes que descansaba en la mesa y volteó buscando al culpable. Ni siquiera necesitaba preguntar quién había sido, pues el mismo se estaba anunciando dándole órdenes como si se tratase de alguno de sus lacayos.

—¡Imbecil, ¡idiota! ¡Ricky Rikkon de pacotilla! ¿Crees qué esto es algún tipo de caricatura? —siguió insultándolo a medida que reducía a paso rápido la distancia que lo separaba de él mientras le lanzaba el fajo de billetes en dirección a su cara y acto seguido, cuando ya estaba a una distancia que le hiciera menos probable fallar, hacía lo mismo con el vaso de cartón y lo que quedaba de café en su interior con la secreta esperanza de que el proyectil diese de lleno en el amado pelo del ignorante de Jack.

Ardía de furia (y en algunas partes por el café) por la desfachatez de Jack, por su estupidez, por su insensibilidad, pero ante todo ardía de furia porque si se lo hubiera pedido de buena manera habría estado encantada de ir. 

Renata detuvo su andar al escuchar el ruido que provenía cerca de ella. Al volverse vió lo sucedido y su cara se contrajo de indignación. 

Se arremangó las mangas de su sudadera crop top y se acercó, quedando a la espalda de Daphne expectante, por si aquel niño malcriado se enfrentaba a ella.

- ni se te ocurra tocarle un pelo a Daphne - Su cara furiosa decía que hablaba muy en serio. No dijo nada más por respeto a la muerte de su tía.

La reacción de Jack pilló por sorpresa a Nichole, aunque ya tenía que habérsela imaginado. Él siempre solucionaba las cosas sacando fajos de billetes. Creía que todo en ese mundo se podía comprar y, por mucho que ella, en privado, le había dicho que no podía actuar de esa manera, que todos ya sabían que eran mejores y estaban por encima de ellos, habían ciertos límites. Pues bien, Jack acababa de saltarse, otra vez, esos límites. 

No le dio tiempo a evitar que le tirara los billetes a Daphne, aunque al ver como se le derramaba el café por encima tuvo que esforzarse por no empezar a reírse delante de ella. La cara que se le acababa de poner era tan divertida...

«No, no no, no puedo reírme ahora...» Se dijo y se mordió el labio, apartando la mirada y volviéndola hacia Jack.

Lo que no vio venir fue a la mosquita muerta de Daphne lanzándose sobre su novio. Escuchó los pasos y empezó a girarse cuando vio el café volando y estampándose sobre su novio.

— ¡Oh my god! — Exclamó, apartándose justo a tiempo para que no le salpicara a ella y miró a la chica con los ojos completamente abiertos por la sorpresa. Siempre la había visto muy insulsa, aburrida, mostrando un buen rollo que apestaba a falsedad y allí se estaba demostrando. Jack había conseguido enfurecer a la bestia. Y, justo detrás suyo la marimacho de Renata. Dios mío, qué pintas tenía arremangándose las mangas de esa forma tan ordinaria. 

— Sois patéticas... Encima que te daba un poco de limosna para que no te mueras de hambre... — Soltó con la lengua venenosa, poniéndose junto a Jack. No le gustaba defender aquellos actos y en privado ya le diría cuatro cosas, pero esas niñatas se estaban pasando de la raya. ¿Qué se creían?

Steve observó incrédulo el espectáculo que se acaba de armar y no tenía planeado ser más que un simple espectador sino hubiera sido por la intervención de Renata y Nicky. Por culpa de Jack ambas iban a terminar enfrentadas y eso no lo podía permitir, así que no le quedó más remedio que apresurarse a separar cualquier conflicto y tratar de llamar a la calma. 

-Nick... Nichole estoy seguro de que Daphne y Renata no necesitan los billetes de Jack- Comentó mirando con seriedad a su ex.  -Y chicas, no le hagan caso a él, de seguro está alterado por la noticia y no sabe lo que hace.- Dijo tratando de evitar que las cosas siguieran escalando. -Es más, si quieres Daphne yo te repongo el café que se te regó.- Añadió, mientras con la mirada intentaba implorar a Renata a que dejara así las cosas. 

Normalmente no le habría importado nada el café de Daphne, pero si Jack era el villano, él estaba decidido a tomar el papel de héroe. 

El hecho de que alguien no aceptara su dinero, probablemente por orgullo y respeto propio, fue algo que a Jack Anderson le tomaría por sorpresa; era cierto que Nichole Bloomer en privado le había dicho una y otra vez que lanzar dinero a la gente era un acto denigrante que degradaba a las personas por unos cuantos billetes pero... ¿Y lo bien que se sentirían luego de que usaran ese dinero para intercambiarlo por otras cosas, como bienes y servicios?.

-¡Mi pelo!. -Exclamó el grandullón rubio llevándose las manos a su cabeza, más preocupado por esto que por el empujón de Renata o la presencia de Steve- ¡Me la pagarás!. ¡Persona Mala!. ¡Pero no con dinero con... ¡Disculpas!!.

Sacando otro fajo de billetes este lo alzó al aire, para que todos los del local que, seguramente, estarían mirando aquella escena que habían montado, pudieran verlo con una mayor claridad que eran reales. A fin de cuentas, este dinero era el "cambio" que usaulmente llevaba encima, más ahora que nadie controlaba sus cuentas.

-¡2.000 Dolares para todos que le lancen sus bebidas a esa mujer!. -Inició así el "juego" con todos aquellos que querían ganarse un par de miles por el simple hecho de emular lo que hizo ella, contra ella.- ¡5.000 si le arruinais el cabello!.

Daphne paró su embestida y miró a Nichole y tomó aire. Las palabras de Renata la habían envalentonado un poco más a la vez que las de la novia del año y Steve no hacían sino echar leña al fuego.

—Patetica tú. Muerta de hambre yo y la que se arrima al idiota que anda regalando si dinero eres tú... ¡Seguro papi ya no le alcanza para mimarte y haz tenido que buscar al primer mamarracho con dinero para seguir aparentando que apenas te alcanza para comer en la cafetería de la universidad!

Ya luego tendría tiempo de arrepentirse de todo. Ahora solo sentía ganas de echar todo afuera. 

—¿Y, en serio, Steve? ¿Crees que todo esto es porque perdí mi café? Yo... ¿Qué?

La infantil reacción de Jack la tomó por sorpresa. Era como estar gritándole a un niño, solo le faltaba que se pusiera a llora y no se podía estar enojada de verdad con un crío. Pero Daphne haría e esfuerzo...

—¡Tú, hijo de..! —cogió la bebida más cercana que pudo encontrar y se la volvió a lanzar.

¿Eh? ¡No, no van por ahí los tiros! - rió. - Es simplemente que no me gusta que la gente buena lo pase mal y a veces, aunque la risa es la mejor medicina, también hace falta saber plantar un poco de cara ante las situaciones.

Recogió las bebidas y se dirigió hacia la mesa. - Además que los tipos como Terrance son más mi estilo, ya me pillas jeje.