Partida Rol por web

Nadia cogió el martillo y pudo comprobar que pesaba bastante más de lo que parecía por lo que un posible golpe con él podría llegar a ser fatal. Lo cogió con asco y repulsión, como si fuera una cucaracha, pero esa cucaracha podía ser la diferencia entre la vida y la muerte por lo que se obligó a superar sus reparos y lo asió con fuerza.

Vanessa se acercó en silencio hacia donde se encontraba Greg, cantándole, o eso parecía, o intentando arreglar un generador que parecía imposible que alguien tan corto de entendederas pudiera arreglar

"Tercero que el ruido no se ahogó, Cuarto que la batería tiene pilas, quinto se activa el conmutador, sexto se revisa la correa de distribución, séptimo no hay líquido en el suelo, octavo la palanca estrecha a la derecha.... Espera.... no está a la derecha...está en el centro, que raro....." Se levantó y las miró a las dos con una amplia sonrisa y dijo "Ya sé como arreglarlo...la palanca estrecha a la derecha... señorita Stinson, que hace con el martillo? Alguno de los caballos tiene algún problema con las herraduras?"

Nadia cabeceó asustada en respuesta a la pregunta del jardinero. Luego señaló con la mirada el box del semental negro.

- Creo que hay alguien escondido - susurró apretando mas fuerte el martillo entre sus manos

Aprieta los dientes exasperada por la lentitud del hombre y para colmo la rubia le dice aquello con lo que el jardinero irá a comprobarlo

-"Greg ¿qué tal si pones la palanca en su sitio y luego miramos lo que sea?"-dice con voz suave y una sonrisa de ánimo para él. Si estaba equivocada y a ese hombre le faltaba un hervor lo mejor era tratarle como a un niño,o eso había leído en algún sitio ¿no?

Greg miró hacia atrás, en dirección a la cuadra de Goliath y dijo con una sonrisa bobalicona

"En la cuadra de Goliath?? Imposible, ese chico es muy temperamental y no lo permitiría. Solo se lleva bien conmigo porque le doy de comer y sé que en el fondo el grandullón solo es un chico grandote y asustado.. pero ahora lo revisaré, primero hay que encender la luz antes de que el señor Butler me castigue"

Greg cogió una pequeña palanca en la parte inferior del generador y la movió hacia la derecha, hasta que un pequeño click le informó que la palanca no se movería más y el generador empezó a zumbar como un enjambre de abejas para quedar en silencio unos instantes después, antes de que el fulgor de la electricidad las cegara por un momento. La sonrisa de autocomplaciencia de Greg le hacía parecer un niño que consigue atarse los zapatos por primera vez, feliz por haber traído la luz de vuelta y haber cumplido con su cometido. Con una palmada cariñosa se dirigió hacia el establo de Goliath pidiéndoles con la mano que se quedaran allí y mientras caminaba dando saltitos que pretendían ser silenciososos sin conseguirlo. Se asomó a la cuadra y dijo a las mujeres

"Señoritas, están seguras que no han puesto ustedes esa lona ahí? La primera vez que vi no estaba...pero tampoco creo que sea importante, no se mueve....La has cogido tu Goliath? Tenías frío caballito bonito?"

Greg las miraba como si no entendiera el porqué debía meterse allí y esperando alguna indicación al respecto.

Evidentemente el factor sorpresa se había esfumado hace mucho y era cierto que el bulto seguía en el mismo sitio. Sin soltar el martillo lo aproximó hacia su pecho.

- Quizás no sea nada, o quizás sea algo importante - le suplicó a Greg - Solo retira la lona para quedarnos tranquilos. Porfavor - musitó.

-"No,Greg,no hemos sido nosotras y seguro que al caballito le molesta ¿por qué no la quitas ¿eh?"-dijo con suavidad mientras ponía una mano tranquilizadora en el hombro de Nadia y la sonreía 

Suspiró pensando en su casa y en la maldita hora que aceptó aquella macabra invitación

-"Al menos ahora tenemos luz"-susurró como para sí misma

Greg sonrió a Nadia con dulzura mientras asentía  a todo lo que decía ella con una mirada de admiración y devoción. En cambio cuando habló Vanessa la mirada le cambió a otra de desagrado, como tendría un niño cuando alguien le hace comer algo que no le gusta.

"Claro que retiraré la lona señorita Stinson, aunque no se llama caballito, solo yo le puedo llamar caballito, es Goliath y es muy sensible, especialmente delante de mujeres, la señora Hemmens no se podía acercar a él sin que el pobre se pusiera nervioso, pero bueno, es que la señora Hemmens sabe imponerse a los caballos también" dijo Greg como si hubiera olvidado que la señora Hemmens ya no estaba entre ellos "Bueno, veamos que tienes ahí Goliath, no sé como has podido meter la lona en tu cuadra pero no me gusta que lo hayas hecho, te podías haber hecho daño, caballo malo, caballo muyyy malo"

Greg abrió la puerta y entró en la cuadra sin miedo, como había hecho muchas veces, y la cerró tras de sí mientras palmeaba el lomo de Goliath con una sonrisa de las que solo se muestran cuando estás con los amigos

"Mañana saldremos a pasear un rato eh, Goliath? Hoy ha llovido mucho y tienes tendencia a resfriarte. Quieres que mañana de traiga manzanas??? Buen caballo, eres un caballo bonito y bueno..."

Greg se fue hacia la grupa del caballo sin dejar de acariciarlo mientras el caballo se hacía dejar calmado, acariciado por la presencia de su cuidador, una figura en la que el tenía depositada toda su confianza, algo que iba a cambiar inmediatamente. Greg miró a Nadia con una sonrisa y alzó los pulgares, intentando calmarla y que viera que no había problema, y cogió la lona para destaparla, al hacerlo dejo al descubierto un muñeco dummy, de los que se utilizan para las pruebas de impacto de los automóviles, tumbado boca abajo. Ambas mujeres pudieron escuchar un silbido agudo que venía del interior del muñeco antes de que Goliath coceara en la cabeza a Greg. El impacto fue terrible y el cuerpo de Greg giró en el aire dos veces antes de impactar con la parte atrás de la cuadra. Su cuerpo cayó al suelo boca abajo, con la cabeza parcialmente enterrada en la paja mientras el olor a sangre hacía que el caballo empezara a piafar nervioso.

-Noooooooooooooooooooooo!!- el grito brotó desgarrado de la garganta de Nadia. No podia creer lo que acababa de suceder mientras se llevaba las manos a la boca intentando tapar los sollozos descontrolados que sacudían los hombros de la mujer.

Tras el susto inicial, intentó calmar el temblor de sus manos mientras apartaba a Vanessa de la puerta del box. Luego se acercó con cautela para abrir la puerta y que ambas se cubrieran detrás de ella para que aquel puto caballo saliera teniendo un único camino posible. El exterior de la cuadra. Seguía empuñando el martillo por si Goliath intentaba atacarlas....

-"¡JODER!"-gritó Vanessa mientras veía cómo Greg caía al suelo con la cabeza abierta y la embarazada la agarraba para ponerla tras la puerta-"¡NO!"-gritó aunque ya era tarde pues el box estaba abierto y el caballo salía sin que nada le pudiera detener

Esperó a ver hacia dónde se dirigía el caballo antes de volver a hablar.Necesitaba unos segundos de sosiego para poder pensar con algo de claridad.Observó al muñeco diabólico y se preguntó si habría sido ese estirado mayordomo el que lo había puesto ahí. Greg era otro de los que según Dark debía morir por sus pecados así que estaba claro que esa trampa era para él pues nadie más iba a ir a ese lugar

-"Debemos irnos a la casa, Nadia. Vamos "-esperó a la otra mujer para salir de allí y dirigirse a la mansión de los horrores

El torrente de adrenalina recorrió el cuerpo de Nadia provocando que su vientre se revolviera frenético mientras su pequeña pataleaba sin consuelo, como si el miedo de la madre pasara a la pequeña o como si ésta le quisiera infundir valor. La sensación no venía sola, ya había sufrido varios episodios y reconocía cuando un desvanecimiento se le acercaba y lo tenía cerca, muy cerca, solo esperó que, en caso de sobrevenirle, fuera en un lugar donde pudiera encontrarse a salvo, si es que existía un sitio como ese en esa casa.
 

Nadia gritó, Vanessa hizo lo propio, dos mujeres y dos gritos pero dos motivaciones muy distintas. La dulce Vanessa necesitó unos segundos para recobrarse del horror que había visto mientras Goliath continuaba piafando nervioso y empezaba a moverse inquieto en su cuadra. Justo tras él, el inerte cuerpo de Greg descansaba en un ángulo extraño mientras la sangre iba tiñendo de rojo la paja.

Nadia tomó una decisión, una decisión que podría costarle la vida pero aquel gigante tierno e infantil le despertaba parte de su instinto maternal aún por estrenar. Con decisión descorrió el cerrojo y empezó a abrir la puerta lentamente mientras se colocaba en la parte interior y arrastraba a una Vanessa que protestaba por la decisión tomada pero se reunía con ella tras aquella pobre protección.

El caballo dudó, como si esa libertad que le brindaban tuviera trampa y empezó a caminar en círculos dentro de su cuadra hasta que acabó saliendo. Se acercó a la barrera y pudieron notar como los resoplidos de los ollares de Goliath, calientes y ligeramente húmedos mientra su boca espumeaba ligeramente

El caballo se encabritó y golpeo con los cascos delanteros la puerta antes de salir al galope tendido a la libertad, a la noche.