Partida Rol por web

La sensación se alejaba, el peligro de desvanecerse había pasado y el caballo ya no estaba allí. Se sentía un poco cansada pero sus pulsaciones fueron bajando y el movimiento en su útero se volvió caricia, una caricia que le hizo tocarse la barriga inconscientemente con una pequeña sonrisa.

Tras la salida intempestiva del animal, Nadia percibió los síntomas previos al desvanecimiento pero no podía permitirse aquello ahora. Se sujetó fuertemente a lo primero que pilló e intentó ralentizar su respiración para calmar los latidos de su corazón.

Alzó ligeramente la vista al techo de la cuadra para agradecer en silencio a Dios que la hubiera librado del desmayo antes de meterse en el box. Apartó el muñeco e intentó recolocar el cuerpo del grandullón mientras las lágrimas se agolpaban en sus ojos.

- Greg...Dime algo, por favor.. -

Vanessa miró al animal irse y observó cómo Nadia entraba en el box.Frunció el ceño y sus ojos se dirigieron hacia el muñeco asesino

-"Nadia,está muerto.Vámonos de aquí,no podemos hacer ya nada por él pero coge el walkie,nos vendrá bien tenerlo y ten cuidado no vaya a ser que el muñequito tenga alguna sorpresa más"-dijo con la voz tensa

No descartaba que efectivamente el psicópata de Greg hubiera preparado algo para quien intentara socorrer al enorme hombre ahora muerto

-"Oye,Nadia,cuando cojiste esas carpetas ¿había alguna sobre el mayordomo o la doncella?"-pregunta tratando de encontrar un hilo del que tirar

Greg no parecía estar escuchando las angustiosas llamadas de Nadia mientras ésta intentaba girarle pero pesaba demasiado y la postura no facilitaba el movimiento. La paja seguía tiñéndose de sangre y  manchaba las manos de Nadia mientras ella intentaba averiguar si podía haber sobrevivido a ese violento golpe y Vanessa, su compañera en aquella amarga experiencia le conminaba a irse.

Al acercarse a Greg Nadia pudo comprobar que seguía por vida aunque podía ser que no fuera por mucho tiempo. Respiraba apenas levemente mientras que la velocidad de salida de la sangre a través de la brecha en la cabeza indicaba que su corazón funcionaba. Nadia no podía creer que alguien hubiera podido sobrevivir a esa coz, pero si alguien tenía ese tipo de fortaleza desmesurada ese era Greg Carter.

- Esta vivo!- gritó mezclando la esperanza con el llanto que aún seguía sacudiendo su menudo cuerpo. - Ayudame a moverlo Vanessa - añadió mientras se quitaba su chaqueta para intentar taponar la herida y evitar que perdiera más sangre.

- Greg, ¿me escuchas? Soy Nadia. Venga, intenta abrir los ojos, por favor. Quedate conmigo - le susurraba mientras intentaba colocarlo en una posición mejor si la pelirroja la ayudaba. Las lágrimas seguían deslizandose por sus mejillas. No podía permitir que alguien volviera a morir por su culpa. Y menos alguien tan inocente como era aquel hombretón.

Su puta madre la gorda esta ¡coño!que se muera el capullo este Dios,que asco de gente,con ese afán de ayudar siempre a los demás ¿no estaría mejor el mundo sin este retrasado mental?

Vanessa ardía por dentro aunque su rostro no reflejaba nada más que su seriedad habitual ¿Y si...?Imaginó cómo clavaba su cuchillo una y otra vez en el pecho de la rubia.Una y otra vez,una y otra vez mientras la sangre la salpicaba.Notó cómo su sexo palpitaba ante la imagen y ordenó a su mente detenerse antes de tener un orgasmo devastador allí mismo

Vanessa miró fijamente a Nadia unos segundos sin decir nada hasta que en un momento dado parpadeó y miró a Greg

-"¿Vivo?"-preguntó con sorpresa.Entró en el box y sin soltar el cuchillo cogió el walkie del jardinero-"¿Hola? Hola...soy Vanessa,Nadia y yo estamos en el establo y un caballo ha coceado a Greg,necesitamos ayuda para moverlo por favor..."-dijo con la voz tensa.

No le gustaba estar allí los tres solos,el psicópata dueño de la casa podía sorprenderlas en cualquier momento y atacarlas o haber preparado otra cosa o...

Ayudó a Nadia a moverlo mientras observaba su herida y la gravedad de ésta aunque a tenor de la coz era poco probable que el hombre sobreviviera

Nadia intentó hacer reaccionar al jardinero susurrándole y rogándole que se quedara con ella, que no entrara en el túnel de luz blanca que a bien seguro debía estar viendo, pero si le escuchaba no lo parecía. La sangre seguía saliendo roja y oscura, sangre de alguna vena, y una vez que le pudieron dar la vuelta pudieron ver en toda su magnitud la herida. El golpe le había alcanzado la sien y el casco de caballo había hecho un surco en la piel desde la mitad de la mejilla hasta la parte superior de la cabeza y, debido al impacto, la parte derecha de su rostro estaba ligeramente hundida y con la marca del casco de caballo impresa en ella.

Vanessa cogió la radio e intentó llamar al interior de la casa pero la única respuesta que recibía era la estática. Estaban solas, dos mujeres solas en la mansión de los horrores, un asesino suelto y allí estaban ellas, intentando estirar del pesado cuerpo del jardinero mientras los cascos y los relinchos de enloquecida de libertad de Goliath resonaban fuera, no demasiado lejos del lugar.

Maldiciendo Vanessa se metió el walkie en el bolso y miró a Greg

-"Nadia vámonos, no podemos hacer nada por él"-se incorpora y mira al muñeco que ha ocasionado aquello mientras mueve la cabeza de manera negativa.Estaban ante un psicópata de la peor calaña y no sabían quién era-"No me respondiste antes ¿había algo sobre el mayordomo y la doncella?"-vuelve a preguntar mientras espera a la embarazada para salir juntas de allí

Mientras discutían si debían dejar atrás a Greg y ponerse ellas a salvo ante el riesgo de que Goliath volviera a las cuadras algo captó la atención de Nadia. Un fino haz de luz roja descendía en una línea recta perfecta desde la torre del reloj hacia la casa y no hacía falta mucha imaginación para saber lo que significaba, en las películas salían a cientos, y Nadia sabía que en ese momento, en algún lugar de la casa, alguien debía tener un puntito rojo en la frente, el punto que utilizaba un francotirador antes de volarle la cabeza a alguien.

Un escalofrío recorrió su espalda al darse cuenta que tenían una distancia de 50 metros por cubrir hasta llegar a la casa sin cobertura, escondrijo o parapeto en el que ocultarse del operador de aquella arma, solo pudiendo confiar en la escasa luz que arrojaba la luna como protección. En aquella circunstancia arrastrar el pesado cuerpo de Greg podía ponerlas en peligro, era una situación en las que los más bajos impulsos humanos debían decidir entre hacer lo correcto y arriesgarse o ponerse a salvo.

Mientras discutían si debían dejar atrás a Greg y ponerse ellas a salvo ante el riesgo de que Goliath volviera a las cuadras algo captó la atención de Vanessa. Un fino haz de luz roja descendía en una línea recta perfecta desde la torre del reloj hacia la casa y no hacía falta mucha imaginación para saber lo que significaba, en las películas salían a cientos, y Vanessa supo que en ese momento, en algún lugar de la casa, alguien debía tener un puntito rojo en la frente, el punto que utilizaba un francotirador antes de volarle la cabeza a alguien.

Un escalofrío recorrió su espalda al darse cuenta que tenían una distancia de 50 metros por cubrir hasta llegar a la casa sin cobertura, escondrijo o parapeto en el que ocultarse del operador de aquella arma, solo pudiendo confiar en la escasa luz que arrojaba la luna como protección. En aquella circunstancia arrastrar el pesado cuerpo de Greg, con el añadido de acarrear con la embarazada, podía ponerla en peligro, era una situación en las que los más bajos impulsos humanos debían decidir entre hacer lo correcto y arriesgarse o ponerse a salvo.

Amparándose en la edificación en la que estaba Vanessa susurró con urgencia

-"¡Nadia ven!"-esperó a que la otra se acercase y señaló la línea roja-"Está allí,en la torre.Esta maldita casa debe tener pasadizos secretos,estoy segura"-masculla con rabia por no haberlo pensado antes.

Así se movía ese hijo de perra,así les cazaba el muy cabrón.Apretó con fuerza el cuchillo y detuvo cualquier amago de la otra mujer de intentar salir de allí en ese momento

-"No lo intentes,no nos daría tiempo a avisar y llamarías su atención sobre ti.Es mejor que no sepa que lo hemos visto"-dice clavando sus ojos en ella

Nadia no pudo evitar lanzar una mirada furibunda y anegada en lágrimas a la pelirroja - No. No había informes de ... - sus palabras fueron interrumpidas al ver un haz de luz roja desde la torre hasta la casa.

Miró a Vanessa confusa mientras seguía abrazando el cuerpo de Greg. - Pero... ¿si está allí arriba como sabes que hay pasadizos? - su enfado se había evaporado. Aquello era más importante que averiguar la frialdad y falta de sentimientos de aquella mujer.

- ¿Y no vamos a hacer nada? Ahora sabemos donde está. Podriamos hablar con él e intentar convencerlo de que deje... bueno, que deje de hacernos esto - en su voz habia ansiedad, esperanza y miedo. Todo bien mezclado y rebujado