Partida Rol por web

Los tres supervivientes recorrieron los escasos metros que les separaban de la habitación de Dark. En la casa reinaba un silencio y paz artificial, una calma que presagiaba la tormenta pero que aun así se disfrutaba, una pequeña tregua para aferrarse a la vida, una pausa que fue rota al tirar del picaporte de la puerta de la habitación de Greg. La puerta chirrió de forma escalofriante para dar acceso a una habitación oscura y húmeda, mucho más oscura y tenebrosa que cualquiera del resto del servicio y con un olor a algo rancio, como si su escalafón en el servicio fuera el menor de todos.

El mobiliario de la habitación era escaso, un par de colgadores en la puerta donde reposaban sendos chubasqueros para poder trabajar en la intemperie, un camastro diminuto donde parecía imposible que el corpachón de Greg pudiera caber sin desparramarse por todos los lados, un armario sin puertas donde,en su parte superior, se podían ver colgadas de forma desordenada media docena de camisas de estilo leñador en colores rojos y ocres y en la inferior 3 cajones cerrados. Completaban el mobiliario una pequeña mesita de noche donde había los restos de una vela a medio consumir y una biblia manoseada a juzgar por el estado de los lomos y las esquinas.

Era la habitación austera de un hombre simple.

Me adelanto a rebuscar en el armario y sus cajones.

Revisen bajo el colchón. Si Greg era quien decía ser, era el tipo de persona que esconde bajo su colchón sus fantasmas

Nadia se quedó plantada en la entrada. Aquella estampa la había roto un poquito más por dentro. Se imaginaba a aquel niño encerrado en el cuerpo de un hombretón durmiendo allí solo. Inocente y ajeno a todo, seguramente contento de poder contar con cuarto propio y sin sentir el desprecio al que le había echo destinatario la vida.

La sangre de su vestido era como un recordatorio constante de sus últimos momentos. La asaltó la visión de aquel caballo coceandolo sin piedad y las palabras de Vanessa sobre su horrible agonia final. Todo ello la obligó a aferrarse al marco de la puerta e intentar controlar su respiración. Ya no le quedaban lágrimas que derramar así que el dolor era seco y punzante.

- No... no creo que pueda agacharme - murmuró intentando justificar el que no pasara a la habitación. Se dió la vuelta y se quedó  apoyada en la pared mirando al pasillo - Yo...yo vigilo - comenzó a acariciar su vientre una y otra vez, en un movimiento repetitvo, buscando una esquina donde no fuera un blanco fácil si es que había alguna trampa.

Sir Gustave rebuscó entre las camisas pero no había nada salvo una evidente falta de buen gusto. Telas burdas, con estampados en cuadros y la misma gama de colores, todas con bolsillos en el pecho, talla XXL, lo habitual para alguien de su tamaño. Al abrir el primer cajón encontró los pantalones, doblados pero sin planchar, de tipo vaquero y todos de el mismo color azul oscuro. Un tipo sin imaginación, eso estaba claro.

El segundo cajón era el de la ropa interior, calzoncillos baratos, calcetines de deporte y una pequeña libreta, del tamaño de una agenda de teléfono. Al abrirla se repetía la misma frase a lo largo de la libreta.

Te llamas Greg Carter.

Una y otra vez, en todas las paginas menos en la primera de ellas, la primera frase estaba tachada con saña, dejando ver las palabras Te llamas e impidiendo ver el resto. La letra era infantil, letras grandes y separadas, perdiendo la horizontalidad en ocasiones, lo que estaba claro es que la misma mano había escrito aquel cuaderno.

Sir Gustave empezó a revolver las pertenencias de Greg, manoseando las camisas y abriendo cajones. Del segundo de ellos sacó una pequeña libreta que empezó a leer mientras que el último de los cajones estaba cerrado o atascado, no se abría.

Como suponía, el jardinero oculta algo.

Dice mientras les tiende el diario a sus compañeras.

Con un lapiz y una hoja podremos leer su verdadero nombre por el clásico método del papel marcado y el carboncillo. Entre tanto...

Se arremangó y comenzó a empujar el armario para abatirlo separandolo de la pared y pudiendo comprobar desde detrás el panel del fondo.

Señorita Townsend ¿usted tenía un cuchillo? Ayúdeme con esto. Se trata de romper o desclavar el fondo del armario para acceder desde atrás al último cajón sin abrirlo. Si no somos capaces también podemos extraer por completo los dos cajones superiores de sus guías y dejar acceso al último desde encima. - Le explicó.

Vanessa rebuscó bajo el colchón tal y como le había dicho Gustave tratando de encontrar algún papel u objeto escondido allí que pudiera darles alguna pista de algo aunque no tenía muy claro que eso fuera a suceder

Cuando oyó al otro hombre llamarla Vanessa se incorporó y le miró sacando su cuchillo antes de acercarse a él cogiendo el diario que el hombre le tendía.

-"Tome"-le dijo dándole el cuchillo y mirando lo que hacía

La mujer les escuchaba desde donde estaba. Hizo un mohín con el labio ante lo mencionado por sir Gustave. Sin moverse del sitio giró ligeramente el rostro para hacerse oir

- Todo el mundo oculta algo. No significa precisamente que sea malo ¿no? - esperó respuesta antes de seguir hablando - ¿o es que han encontrado algo incriminatorio? -

Mientras Sir Gustave rebuscaba en el armario Vanessa levantó el colchón del camastro esperando encontrar algún tipo de tesoro escondido, y de hecho lo hizo, al menos el tesoro de Greg, una revista de contenido erótico cuya portada esta protagonizada por alguien parecido a Nadia, si le descontabas el embarazo y le aumentabas un par de tallas en el sostén. El colchón no parecía tener cuerpos extraños dentro ni tener aberturas donde esconder nada, como tampoco parecía ver nada bajo la cama.

En cambio, las pesquisas de Sir Gustave resultaron ser más efectivas. El escritor les enseñó una pequeña libreta, del tamaño de una agenda de teléfono donde se repetía en todas las hojas la misma frase

Te llamas Greg Carter

En todas menos en la primera. En la primera frase de la primera página se podía leer "Te llamas" pero el resto de la frase había sido tachada con saña, como si le hubiera enfurecido a él o a alguien que hubiera cometido ese error. La letra era infantil, letras grandes y separadas, perdiendo la horizontalidad en ocasiones, lo que estaba claro es que la misma mano había escrito aquel cuaderno.

Vanessa le tendió el cuchillo mientras Sir Gustave intentaba mover el armario. Le costó horrores moverlo, aunque no parecía que fuera demasiado pesado, y fue al despegarlo de la pared algo menos de un palmo cuando vio que dos cables, uno rojo y otro azul, entraban en la parte baja del armario a la altura del tercer cajón desde un pequeño agujero de la pared. Antes de que decidieran que hacer la voz de Dark les llegó, esta vez nítida y sin distorsiones, a través de los conductos de ventilación para decirles

Se preguntarán porqué mi voz no está distorsionada... bien, es mi tributo a los tres últimos supervivientes. Sí, el señor Bullocks ha decidido dar el gran salto y lo encontrarán desparramado en el jardín, tsk, tsk, tsk, muy mal por el señor Bullocks me ha quitado parte de la diversión así que no toleraré que vuelva a pasar. Si alguno de ustedes decide suicidarse lo pagarán sus familiares y amigos, las mascotas, las plantas que tengan, todo morirá. Me han entendido?, bien, espero que así sea.

Como premio a sus habilidades les daré la oportunidad de contactar con sus seres queridos. Por supuesto, si intentan decirles donde están o que está pasando aquí la llamada se cortará y ellos morirán. Entienden? Tienen el teléfono en el vestíbulo, el primer piso, junto a los restos del reloj que desparramó nuestro buen amigo el inspector Wallace.

La voz era calmada, con un ligero tinte de diversión, varonil y adulta, entre los 30 y 40 años, fría sin llegar a lo despiadado, una voz analítica que se dirigía a ellos como si fueran los sujetos de un macabro experimento.

Nadia puso una mano en su pecho como si así pudiera controlar su respiración agitada. Se daba perfecta cuenta de su estado de nervios y su pequeña Andrea ya había sufrido bastante aquella noche. Ante aquella oportunidad, quería llamar a su marido, despedirse, pero tenia miedo de meter la pata sin darse cuenta y que él pagase su error. Se asomó a la puerta para ver a Vanessa y Gustave, el armario separado y los cables asomando por detrás

_{- ¿Es una bomba? -} apenas salió sonido alguno, practicamente dibujó las palabras con sus labios, y el miedo teñía sus facciones. Cogió aire para expulsarlo lentamente antes de seguir hablando - Quiero despedirme de mi marido. ¿Os importa si llamo yo primero? -

La absurda situación hace que Vanessa comienza a reírse con unas alegres carcajadas mientras asiente a Nadia y le hace un gesto con la mano para que vaya.Al fin y al cabo ¿a quién va a llamar ella?No tiene familia ni grandes amigos de los que quiera despedirse así que no le hace mucha falta llamar

Cuando deja de reír se acerca a ver lo que Gustave ha encontrado y su gesto se torna en uno de curiosidad mientras comenta 

-"La verdad es que tiene sentido del humor este Dark"-sonríe a Gustave-"Vaya usted si quiere a llamar después de Nadia,yo prefiero no hablar con nadie,la tentación de revelar nuestra posición es demasiado grande"-

Observa los cables y luego a Gustave mientras tiende la mano para que le devuelva el cuchillo

-"Será mejor que no toquemos esto,este hombre parece haber pensado en todo así que no se le ocurra cortar o mover ninguno de esos cables"-

Nadia, deténgase. No llame por teléfono a nadie, y mucho menos sola. Creo que debería ir usted con ella, señorita Townsend, y cuidarla, yo cortaré estos cables cuando ustedes se hayan alejado.

- Estaré bien, sir Gustave. Esto le divierte demasiado como para matarme en este momento. Habrá pensado en otra cosa más macabra - alzó la mirada con acritud y cierto odio antes de salir sola hacia el vestibulo. Eso si, despacio y mirando tras las esquinas, por si acaso

No la dejes ir sola. La reacción de Nadia y la foto... - Un susurro breve era todo lo que hacía falta.

Miró sin comprender al hombre

-"¿Qué foto?"-pregunta también en un susurro.La embarazada andaba tan lenta que ella la alcanzaría en un segundo

Greg y Hemmens. ¿Quién tomó la foto? ¿Por qué Nadia estaba tan afectada por Greg? ¿Por qué Dark salvó a Nadia?

Las palabras de Greg la hacen parpadear pero asiente entendiendo lo que él quiere decirle así que haciéndole un gesto para que tenga cuidado se aleja en dirección al pasillo para ir tras Nadia

-"No tarde,Gustave"-le dice al hombre