Partida Rol por web

Al principio pareció que las súplicas de Wallace iban a ser respondidas del mismo modo que las provocaciones de Nate, con un desdeñoso silencio de alguien cuyo único interés en aquellos ratoncitos asustados era el de granjearles un paseo en barca al inframundo en primera clase. El tintineo de la ficha sobre el dibujo de su hija y la confesión de Wallace lo cambió todo y una risa suave y burlona se deslizó a través de los conductos de ventilación, una risa dirigida a él en el que aceptaba el desafío.

Wallace en ese momento no lo sabía pero a ojos de Dark acababa de apostar la vida de su hija en una partida que decidiría el futuro de la pequeña.

https://drive.google.com/open?id=1u9yvyj_kJ5Vquui1CeTZcVHFU4RgPo1E

Casi inmediatamente después el gong de la planta baja resonó dos veces con su sonido sobrio y armonioso. Les reclamaban de nuevo al comedor, el lugar donde todo había empezado hacía unas horas que parecían varias vidas. 

La pizpireta y muy atractiva doncella les mantuvo la sonrisa jovial mientras su mirada especulativa las recorría de arriba a abajo. Con un coqueto giro de cuello dio una vuelta sobre si misma para lucir su modelito y les dijo

"Oh, bueno, la grabación no dijo mi nombre así que más o menos estoy segura de que el señor Dark no va a venir a por mi, o al menos en primera instancia, y en cuanto a mi silencio no debe preocuparse, con un par de millones lo podemos arreglar. Podría venir por mi el mayordomo o alguno de ustedes pero se cuidarme solita, trabajar en una taberna tantos años da mucha experiencia" dijo divertida intentando ver si alguna de las dos se escandalizaba "En cuanto a ustedes" dijo encogiéndose de hombros "no puedo decir que lo sienta de verdad, al fin y al cabo todos son asesinos, no?. No es divertido, menos cuando te toca limpiar la sangre, se pega toda y he limpiado más sangre hoy que en toda mi vida" con un guiño divertido se dirigió a Nadia y le dijo "aunque espero que tu si lo consigas Nadia, más que nada por tu hija, y Wallace también, es tan divertido atormentarle, seguro que no ha estado con una mujer de verdad en su vida"

Entonces a través de los conductos de ventilación resonó la voz metálica y distorsionada de Dark anunciando un nuevo mensaje, aunque en esta ocasión no era de muerte sino de desafío.

https://drive.google.com/open?id=1u9yvyj_kJ5Vquui1CeTZcVHFU4RgPo1E

Al acabar de escuchar el mensaje la doncella silbó apreciativamente y dijo

"Fiuuuu, alguien ha cabreado a Dark..."

y con alegría golpeó con fuerza dos veces el gong. Eran las 7 de la tarde, la hora de la cena.

Escuchar el mensaje hizo que sus labios se tornaran en una triste sonrisa. Confirmó que no estaban solos, Dark estaba pendiente de cada movimiento, cada palabra que surgiera en su casa, viéndolos con cámaras y micrófonos ocultos.

Pero ya nada de eso importaba, saber de la existencia de su futuro asesino no cambiaba el hecho de que su pequeña corriera peligro por su culpa. Asintió una única vez al no tener fuerzas ni para hablar, reflejando en sus ojos desprovistos de vida la seguridad de saber que estaba haciendo lo correcto.

Apoyó las manos en la puerta del ascensor aboyada para incorporarse, dejando en la misma posición que antes la carpeta del informe al lado de la foto, el dibujo y la ficha encima. No iba a tocarlo, la apuesta ya estaba en vigor y cambiar la posición podría ser malinterpretado. Sin embargo miró el dibujo una última vez, perdiéndose en el recuerdo de aquel día mientras se enjugaba las últimas lágrimas que le quedaban.

No sabía a donde ir. No quería ver a sus compañeros, responder a preguntar que no sabía qué responder o que vieran el lamentable estado en el que se encontraba, como un zombie con las horas contadas que deambulaba sin rumbo fijo, esperando que la muerte se apiadara por fin de él.

Recordó la frase completa de Dark mientras subía las escaleras, “después de la cena”, intuyendo que tendría que seguir las ordenes exactas contra su voluntad para no incumplir sus reglas. A paso lento, pesado, prácticamente arrastrando los pies, se dirigió al comedor para la hora de la cena, contando cuánto tiempo le quedaría.

Asiente como si comprendiera a la mujer y luego mira a Nadia haciéndole un gesto para que continúen su camino hacia el comedor justo cuando Dark vuelve a hablar.Tras escuchar lo que dice Vanessa estrecha los ojos y se aleja de la doncella antes de susurrar a Nadia

-"Si lo que dice es cierto entonces es seguro que ese lunático está aquí y por lo tanto aún podemos encontrarlo y...."-deja el resto en el aire y entra en el comedor soltando por fin a la rubia

Con gesto de evidente pánico tras las palabras de Dark, y las de la pelirroja,echa a andar rápidamente en dirección al comedor. Parece que la doncella no tiene nada que ver pero nunca se sabe.

¿A quién se dirigia Dark? ¿A Nate?¿Al gordo con mala leche? Estuvo rumiando aquello los pocos segundos que le llevaron a su destino

Nate decidió volver a su habitación y dejar a Sir Gustave y sus locuras en la habitación de Dark. La casa estaba oscura y sabía que era un riesgo en el que incurría, un riesgo que posiblemente le partiera la crisma pero necesitaba llegar allí, no sabía porque pero necesitaba llegar a aquella habitación y un policía está entrenado para obedecer sus instintos.

Nate recordaba la distribución de la segunda planta lo suficiente para localizar la barandilla del vestíbulo de la segunda planta e iniciar el descenso. Un paso detrás de otro y con cautela fue bajando las escaleras una a una con cada vez mayor confianza hasta llegar abajo. Dio el primer paso camino a su habitación, seguro de encontrar suelo firme cuando encontró un inesperado vacío, y Nate cayó de bruces al suelo. Se había descontado algún escalón pero la caída aunque dolorosa, o al menos sus manos, barbilla, nariz y rodillas así lo atestiguaban, no había sido letal aunque notaba algo líquido goteando de su nariz.

Estaba en el vestíbulo del primer piso vivo pero desorientado.

El golpe había dejado a Nate aturdido. Como si la resaca hubiese llegado rápido con su cálido guantazo en la nuca. La sangre en la nariz era una minucia. Mucho más herido estaba en su orgullo sabiendo que no llegaría a tiempo a su habitación y aquel bufón seguiría mofándose desde su escondrijo.

Solo le quedaba levantarse y volver a correr en la oscuridad.

La sangre de la nariz lo único que hacía era recordarle lo bajo que había caído y los recuerdos de su carrera como polícia, los recuerdos felices desde su graduación en la escuela hasta la resolución de los casos más difíciles se burlaban de él, se burlaban del espectro de lo que había sido uno de los orgullos de su comisaría y se había convertido en alguien más apegado a una botella que a su chapa.

Se levantó del suelo intentando ignorar su maltrecho orgullo cuando, a su izquierda, una puerta se abrió y una pequeña luz, provinente seguramente de un teléfono móvil le mostró que alguien venía hacia él a unos 7 u 8 metros. A esa distancia debía verlo pero seguramente no debía reconocerlo.

Sería Dark? Había llegado su hora? Sería Gustave que había conseguido escapar de algún modo? Fuera quien fuera pronto lo tendría encima.

Desde la planta de arriba, casi con toda seguridad desde la habitación del señor Dark, el sonido atronador de la descarga de una escopeta corredera de gran calibre retumbó en toda la casa. Nate conocía ese tipo de armas y sabía que si había alcanzado a alguien en esos momentos sería hombre muerto.

Nate hizo lo que nunca creyó que haría. Lo que siempre se reía de las pelis de terror... que alguien preguntara si estaba el asesino. No sabía si era el terror, el miedo o los nervios... pero aquella maldita mansión le estaba haciendo perder cualquier tipo de profesionalidad policial... o tal vez fuera el permanecer tanto tiempo sobrio...

- ¿Daaaark?... ¿Guuustave???... 

El sonido de la detonación empezaba a extinguirse debido al rebote de las ondas en las paredes de la casa pero no el impacto que les había producido, menos cuando uno de ellos había visto una figura moverse agazapada en el vestíbulo y otro una pequeña fuente de luz que probablemente fuera un teléfono móvil que le impedía ver quien estaba detrás

Una voz suplicante y temblorosa dijo " ¿Qui-quién anda ahí? Alto, no te muevas."

Mientras la otra voz le contestaba dubitativa "¿Daaaark?... ¿Guuustave???... "

Las voces les resultaban familiares pero la tensión les impedía reconocerlas, solo detectar que no había la seguridad y decisión que podría esperarse de un asesino a sangre fría. Un chasquido vino del techo y la corriente eléctrica volvió a la casa inundándola de una luz demasiado brillante para sus pupilas dilatadas para adaptarse a la oscuridad. Entre las moscas y chiribitas de unos ojos acostumbrándose a una nueva realidad lumínica pudieron reconocerse, Wallace y Wallace.

Mientras se miraban el uno al otro con el corazón desbocado por el susto que se habían dado la voz de Dark anunciaba otra muerte, ya solo quedaban 9.

https://drive.google.com/open?id=1zk0ExDBfcWSc74LV...

Ante su respuesta Bullock se quedó inmóvil, levantando el teléfono para poder enfocar mejor a la figura que tenía delante al creer reconocer la voz, ¿pero de quién sería? No tenía intención de acercarse, quedándose a unos metros de distancia para salvaguardar su pellejo en caso de tener que huir, incluso retrocediendo un par de pasos cuando escuchara que la figura avanzaba.

No fue hasta que volvió la cegadora luz cuando bajó el móvil, parpadeando varias veces y frotándose los ojos al no esperar tal cantidad lumínica en una fracción de segundo, comprobando que la otra persona era su igual, Wallace.

- ¿Detective? – Iba a escapársele “Resacón”, un mote que había escuchado varias veces del difunto Hallard y, ahora, se había acostumbrado a adjudicárselo.- ¿Está bien? – Antes de poder seguir preguntando levantó el rostro ante la voz de Dark, mirándole para comprobar que no movía los labios y no era él quien transmitía la siguiente muerte, aunque todavía quedaba la posibilidad de que fuera un mensaje pregrabado.- Otro ha caído…- Lo que peor llevaba no era saber el motivo de la muerte descifrando las rimas macabras, sino desconocer la identidad de la misma.

El policía le miró en silencio y asintió como única respuesta mientras miraba hacia arriba de forma oscura y siniestra. Con la voz desgarrada por lo vivido, no solo en aquella casa sino a lo largo de su vida le dijo

"No subas allí arriba, Sir Gustave, Dark o quien sea ha disparado la escopeta de su habitación. Si tiene balas podría disparar de nuevo pero esta vez contra ti.... tenemos que reunirnos todos y hablar de lo que ha pasado. Sir Gustave entró en la habitación de Dark, sabía el código y la puerta lo reconoció como tal.... O le están intentando cargar el muerto encima o nos ha estado engañando desde el principio. Me quedaré aquí, siempre quita un número del reloj cuando alguien muere y cuando venga a quitarlo me encontrará...."

Su cara era un cuadro descompuesto. ¿El escritor era realmente Dark? ¿Sería con él con quién hablado todo este rato? – No entendía absolutamente nada, mirando el comunicador que todavía guardaba por si decidía volver a hablar.- ¿Dark? – Miró a todos lados esperando respuesta directa, aunque se centrara más en la parte del techo, como si intentara ver a través de las paredes para captar cualquier tipo de movimiento en el piso superior.

La duda de si realmente sería Dark le reconcomía. Si no lo era, investigar le haría perder los preciados minutos que le quedaban pero, si lo era, ahora sabía que estaba fuertemente protegido por armas mortales que cubrían las entradas a su refugio, siendo prácticamente imposible entrar. Seguiría perdiendo también el tiempo.

- Iré… iré a buscar al resto.- Ni siquiera él se lo creía, menos la parte del reloj ya que también se había fijado que los números se desprendían, dudando que fuera por falta de superglú en una casa tan lujosa.- Tenga cuidado.- Echó un leve vistazo a la mano del expolicía viendo su pistola sin saber muy bien cuando la abría recuperado. ¿No la escondieron? ­No iba a preguntar, no tenía tiempo que perder, caminando hacia las escaleras y deteniéndose antes de tocar el primer escalón.

Pensó seriamente en deslizarse por la barandilla como si tuviera 6 años, pero estaba seguro que, primero, caerse al no tener suficiente equilibrio para mantenerse recto en el tramo y, segundo, controlar la velocidad para no dejarse la poca virilidad que le quedaba estampado contra el final. Sin pensarlo mucho fue bajando los escalones de dos en dos, sin detenerse, intentando pasar el mal trago lo más rápido posible mientras se sujetaba a la barandilla para no caerse.

Nate bufó y simplemente asintió dejando de prestar atención a lo que hacía el enclenque Croupier que fue descendiendo por la escalera de la derecha de 2 en 2 escalones, liviano, como si intentara flotar para no activar una trampa que sentía como inevitable.

Los pasos de Wallace intentaban ser ligeros, casi insustanciales, confiando en que si no pisaba con todo su peso la escalera no le detectaría, que lograría engañar a los sofisticados sensores que Dark había instalado. El primer pitido en el escalón 13 le sacó de su error y el segundo en el quinto hizo que le recorriera un torrente de sudor frío por la espalda aunque, afortunadamente, nada pasó, ninguna explosión, cuchilla asesina, nada, pero no sería Wallace el que se quejara por ello.

Se iba a encaminar hacia el comedor cuando vio a la cocinera corriendo en dirección a su cocina con una mueca de terror en el rostro. Parecía venir del comedor, y por su expresión algo había pasado allí, algo terrible, algo que se estaba convirtiendo en una macabra rutina.