Partida Rol por web

Vanessa no mira hacia el interior del ascensor,no ve ningún motivo para ello.Los de dentro están muertos y seguramente hechos papilla y no será ella la que sienta el morbo suficiente para mirar.Dándoles la espalda se cruza de brazos y es dedica a estudiar todo el vestíbulo mientras escucha a la sospechosa número uno llevar el carro con la comida

Intentó empujar con todas sus fuerzas, desde probar con las manos y la fuerza bruta, a apoyarse en el otro lado de la puerta para que sirviera de contrapeso, pero no había forma, había perdido su escasa vitalidad y casi también se le escapa algo más.

Limpió sus manos, agitándolas y palmeándolas para quitarse el polvo mientras negaba con la cabeza, confirmando que era imposible (al menos para él) moverlas.

- No hay manera, y tampoco quiero ver qué hay dentro si soy sincero.- Cogió su dossier cuando se lo tendió Nadia sin saber bien si debía abrirlo, pero tras pensarlos unos largos microsegundos ganó la curiosidad antes que la razón.

Siempre había sido igual, a pesar de sus buenos propósitos y las veces que se lo había propuesto siempre caía, una y otra vez, en las trampas de la excitación de lo desconocido, del azar, del juego. Su sentido común le aullaba que aquella carpeta de papel marrón de unos 10 folios no era buena para él, que lo que vería le desestabilizaría pero no podía resistirse, la tenía que abrir y ver su contenido, igual que le pasaba en la mesa de poker, pensando que solo sería una jugada más, rezando para que en la siguiente se recuperara, pero la suerte esquiva nunca estaba de su lado, como tampoco lo estaría ese día.

Wallace abrió el dossier y la primera página fue fácil de digerir, datos personales, estudios, trabajos anteriores y cosas así, pero según avanzaba en el informe más y más se le aflojaban las piernas. En la tercera página tenía un registro detallado de sus pérdidas en el juego, a la gente que había pedido dinero y la cantidades, las cantidades exactas. En la quinta había detalles de su relación, fotos de su mujer y fotos que no había visto del asesinato de su mujer. Las peores fueron las 3 últimas, incluían información detallada sobre su hija y sus rutinas, el colegio, sus notas, las actividades que hacía y el camino que hacía todos los días para la escuela, y, lo último, lo más escalofriante, datos de edificios donde un francotirador podría despacharla.

Lo había vuelto a hacer, había apostado fuerte con ese informe y había vuelto a perder.

El hueco es tan estrecho que no se puede meter el móvil para iluminar por lo que Nadia iluminó desde fuera. Forzando la vista consigue distinguir la cabina del ascensor completamente deformada por el impacto y algo que, no por menos esperado, hace que se le ponga el vello de punta. El cable del ascensor ha sido seccionado de algún modo, y dado su grosor, no parece que haya sido por un accidente.

El polvo en suspensión hace que empiece a picarle la nariz. El silencio no augura supervivientes. Una historia que, no por menos esperada deja de doler menos a la embarazada.

La voz del estirado mayordomo se hizo más estridente y desde la planta de abajo pudisteis captar parte de la conversación que estaba teniendo lugar un piso por encima de sus cabezas.

"no tienes vergüenza?? Quítate .... la ropa.... tuya. YA!!" Que fue respondida por una carcajada sugerente de la doncella mientras la voz de la cocinera se mezclaba con un llanto desconsolado que no podía ser otro que Greg.

Todo ello parecía no ser suficiente en aquella casa de locos porque, desde el piso superior, los gritos desesperados de Nate, el curtido policía resonaban por toda la casa, gritos de rabia, gritos de frustración, los gritos de alguien que puede estar empezando a perder la cordura.

Miró hacia arriba al escuchar a Nate y se volvió a sus acompañantes

-"¿Qué ocurre ahora?"-dice con cansancio-"¿Y Carl y Gustave?Aún no han bajado ¿qué hacemos?"-pregunta mirando a Wallace y cogiendo del brazo a Nadia para llevársela lejos del ascensor-"Pronto será la hora de la cena y sinceramente creo que comienzo a tener hambre a pesar de todo lo sucedido y aunque probablemente alguno de nosotros resulte envenenado no podemos estar sin comer"-

Nate gritó de rabia, de frustración, con el sentimiento ardiente de un animal herido o de alguien a punto de perder la razón, pero si alguien escuchó su grito o le importó que gritara nadie hubiera podido decirlo. Cuando había perdido toda esperanza en hallar una respuesta a su derecha, en la puerta de la habitación Dark pudo escuchar como el orondo Carl le llamaba con una noticia que no sabía si era buena o mala.

"Señor Wallace, Gustave o el señor Dark acaba de abrir la puerta de su habitación, venga aquí con su arma..." 

La puerta se había abierto, solo quedaba saber quien la había abierto y si el abrirla costaría alguna vida más.

Nate amartilló el arma, y fue hasta la llamada... 

- ¿Que pasa?... ¿que pasa?... ¿donde están todos?!

Nunca sabrá por qué no hacía caso a su voz interior, quien le gritaba una y otra vez que parase antes de que fuera demasiado tarde. Fue así desde el comienzo de toda la historia. No sigas yendo. No te pierdas la fiesta de tu pequeña. No juegues con tu vida… No abras la carpeta.- Cientos de avisos que iba callando a base de fichas, perdiendo en todas y cada una de ellas.

No necesito pararse a leer los informes que había dentro, sólo con mirar las fotos fue más que suficiente para que Wallace apoyara la espalda en las puertas metálicas y dejara caerse completamente abatido, apretando con fuerza la carpeta y arrugándola entre sus manos.

- No puedo seguir con esto.- Tenía la mirada perdida en un punto fijo en el suelo aunque su mente viajara a otro lugar bien distinto, cavilando todo lo que había pasado o podría llegar a pasar.- Me quedo aquí.- Necesitaba estar a solas unos minutos, colocando la carpeta sobre sus rodillas y abrazándose a ellas, como un niño asustado.

Asiente a Wallace y cogiendo a Nadia del brazo tira de ella hacia el comedor tratando de aislarse momentáneamente de todo lo que sucede,de todas las muertes que hay en esa casa.Si alguno saliese vivo y descubriese a Dark ese hombre iba a tener mucho que explicar a la policía y ojalá que se pudriese en un agujero hediondo o algo peor

- Pero... - la mirada triste de Nadia se quedó clavada en Wallace mientras Vanessa la sacaba de allí. En parte porque ella la arrastraba, y en parte porque sabía lo mucho que se necesitaba a  veces esos preciados momentos de soledad y no oponia mucha resistencia.

Wallace cayó abatido junto a las puertas del ascensor que no había podido abrir, fulminado por el contenido de un informe que desnudaba todas sus flaquezas y ponía en riesgo a todo lo que para él era importante. Su cara era la viva imagen de la desolación y ,aunque la mirada de Nadia le invitaba a seguirlas y no quedarse desprotegido, su protección era lo que menos le preocupaba en ese momento, necesitaba un momento para él y para derrotar a sus fantasmas, algo que probablemente aquellas mujeres jamás habían tenido que hacer.

Vanessa tiró del brazo de Nadia que se dejó llevar como una niña pequeña en dirección al comedor en esperas de una comida que podía convertirse en la última para alguien. Al ritmo con el que iban muriendo, lo extraño sería que todos vieran un nuevo amanecer.

Los pasos enérgicos de Vanessa alejan a la compungida Nadia de Wallace, uno de sus mayores defensores desde que toda esa locura se desencadenó en la casa, un defensor derrotado por el peso de una lista de pecados tan grandes como para aplastar a una persona y robarle su deseo de vivir y tan pequeña como para caber en un pequeño dossier de color Manila de poco más de 7 u 8 páginas.

El vestíbulo de la planta baja les recibió con una engañosa sensación de acogedor recogimiento, como si no hubiera pasado absolutamente nada y aquella hubiera sido una deliciosa mañana, sin muerte ni el pesado sentimiento de que lo peor aun estaba por venir. Allí, ajena a todo lo que se estaba desarrollando, tan sonriente como siempre esperaba Gloria junto al gong esperando para golpearlo a las 7 en punto. Con un ademán gracioso simulando una reverencia burlona les dijo

"Señoras, si tienen la bondad de seguir al comedor el señor Butler les está esperando para comunicarles los nuevos cambios en la casa ahora que la señora Hemmens nos ha dejado"

La doncella iba vestida de calle con un lujoso vestido totalmente blanco y con el pelo suelto. Demasiado caros para ser suyos aunque por su forma de lucirlos parecía haber nacido para ello.

Una vez más había perdido la mano aunque la partida siguiera en marcha, viendo las cartas que Dark ponía sobre la mesa. Abrió la carpeta sólo para coger la foto de su mujer, dejándola en el suelo frente a sus pies para contemplarla, y dejando el resto a un lado bien cerrado. Aparte, sacó de su bolsillo interior el dibujo que tenía pegado en su nevera y se había llevado consigo, donde mostraba la familia feliz que habían sido gracias a su pequeña, dejándola también al lado de su madre.

- No sé qué quieres de mí, ¿Qué reconozca que está muerta por mi culpa? – Hablaba en voz alta sin mirar a ningún lado en especial, sintiendo que daba igual donde estuviera, él podía verle y escucharle perfectamente.- Lo admito, yo maté a Brooke.- Lloró de forma ahogada mirando la foto de su mujer, recordando los buenos momentos que habían tenido y cuanto la amaba mientras sacaba de otro bolsillo la ficha de póker que siempre iba con él a todas partes, moviéndola entre sus dedos temblorosos.- Mi hija no tiene nada que ver con esto, Dark.- Alzó el rostro, como si estuviera buscando la cámara por donde le estuvieran viendo.- Si lo que quieres es que expíe mi crimen lo haré, pero no la metas a ella en esto. Es inocente.- Se enjuagó la nariz con la manga de su chaqueta, intentando recobrar las últimas fuerzas que le quedaban.- Dame una señal y acabaré con todo.- Cerró los ojos mientras tiraba la ficha sobre el dibujo, una última apuesta sobre la imaginaria mesa que tenía sobre él.

- Parece usted muy contenta con todo esto. Cualquiera diria que no teme ser usted la próxima... - dijo dolida con el rostro teñido de tristeza. Aunque hubiese sentido cierto odio por aquella mujer nunca le deseaba la muerte a nadie. Dejar a Wallace también la había dejado en ese estado, en el que no pudo contener las palabras que habían brotado de sus labios.

Se acarició la tripa con cuidado esperando a ver si Vanessa decia algo o continuaban andando. Tenía miedo de comer, pero por el bien de Andrea debía hacerlo si no queria una bajada de tensión.

Vanessa sonrió con dulzura a la doncella.Cada vez estaba más segura de que esa zorra tenía algo que ver con lo que sucedía allí

-"Dígame,señorita ¿qué piensa de todo lo que está sucediendo aquí?Parece que le divierte ver muertos por doquier"-la sonrisa no abandona su rostro en ningún momento y en su voz no hay asomo de sarcasmo, de hecho habla a la "doncella" como si fueran amigas de toda la vida y estuvieran comentando el tiempo