Nate se sintió un poco ridículo, anunciando una explosión que no se produjo. Se levantó y ayudó a Nadia a hacer lo mismo: - Lo siento... yo... - Luego se recompuso e intentó seguir el orden que le marcaban los compañeros que ya habían subido las escaleras. En ese sentido, confiaba en su percepción...
Nadia cogió la mano del policia y tiró de él mientras apoyaba la mano libre en su vientre - Tengo miedo Nate. Yo... no puedo - el miedo brillaba en sus ojos mientras echaba un vistazo a las escaleras más altas donde todos estaban subiendo. Intentó recular pero el policia hacía fuerza para el lado contrario así que seguía en el mismo escalón, temblando ligeramente de frio y de pánico a la vez.
- no puedo - volvió a suplicar de nuevo esperando convencerle
Ea, te ha tocado la china Nate, jajajaja
John ve cómo sus compañeros continúan subiendo por los escalones y decide hacer lo mismo. Desde el escalón número doce, decide abrirse de piernas para llegar hasta el escalón catorce y, acto seguido, el dieciséis y el dieciocho, teniendo especial cuidado de sólo pisar donde Sir Gustave y Vincent habían pisado antes que él.
Es entonces cuando escucha los lamentos de la embarazada.
-¡Señorita Stinson, vamos! -le gritó, más preocupado de lo que hubiera querido sonar-. ¿Es eso lo que quiere? ¿Morir en esta mansión? ¡Hágalo por su pequeña, hágalo para que ella tenga una vida! ¡No se quede atrás, rápido!
Nate retrocedió decididamente, sobre sus pasos, y agarró firmemente la mano de Nadia. Le miró a los ojos y le dijó: - No es momento para el pánico. Confíe en mí... sólo tiene que pisar donde piso. - Se dio la vuelta y tiro de ella.
Nadia solo podía imaginar como volaba en miles de pedacitos pero las palabras de Jhon y el gesto de Nate le hicieron coger algo de valor para poner un pie titubeante en el siguiente escalón.
- Dios mio, no dejes que le pase nada a Andrea -murmuró mientras subía otro más, y luego otro más. Siempre siguiendo los pasos del detective.
Edito: piso donde pise Nate
Ya verás cuando todos se enteren que Gustave, que avanza con tanta decisión, no tiene ni idea de donde pisa... xD
Si, yo ya me imaginaba que no tenias ni p....idea, pero algo habrá que hacer, jejejeje
No digas eso Gustave que yo te voy siguiendo con una ciega confianza O.o
Greg miró a Dylan como si no entendiera lo que estaba diciendo, como si las palabras fueran demasiado difíciles para ser entendidas. Con una mirada cargada de dudas le respondió
"La señora Hemmens está enfadada? Han hecho enfadar a la señora Hemmens?" y empezó a temblar. Era ligeramente cómico que un hombre tan grande temiera a una mujer tan vieja y pequeña
En cuanto Sir Gustave mueve el primer pie del escalón 13, cambiando la distribución de su peso de forma significativa, una voz conocida y escalofriante resonó por toda la casa.
https://drive.google.com/open?id=1PTzgOI_ppfXVi86DC9RVA_l0PUQCuK0L
Se burlaba. Se burlaba de ellos mientras los unos se miraban a los otros y Sir Gustave alcanzaba el primer piso. Algo allí capturó su atención. Los números 1 y 6 habían sido arrancados del reloj.
La escalera no había explotado pero Greg temblaba como una hoja mientras murmuraba entre dientes, repitiéndolo como un mantra "Es el fantasma de papá, el fantasma de papá viene a buscarme...y la señora Hemmens está enfadada"
La puerta del ascensor se abrió y de ella salió el mayordomo cargando en un hombro el ligero cuerpo de Felicity y mirando con una mezcla de sorpresa y desazón lo que estaba ocurriendo en la escalera.
Siento la espera.....una risa tan maléfica no me sale todos los días XDDDD
Desde el escalón quinto Wallace siguió los pasos de Sir Gustave y consiguió llegar hasta el final de la escalera sano y salvo y con una cascada de sudor frío recorriendo su espalda.
Poco a poco sus compañeros llegaron hasta el rellano del vestíbulo del primer piso intactos y desconcertados. Había sido una broma? Una demostración de que la muerte les podía esperar en cualquier rincón? en cualquier esquina?. Estaba claro que podría haber acabado con todos en la escalera pero no lo había hecho. Muchas preguntas que responder y pocas respuestas, por qué? cuando? y lo que más importante era, quien sería el siguiente?
Estáis todos arriba, nada ha explotado. Greg está temblando en el piso de abajo incapaz de moverse por el pánico, el mayordomo en el piso de arriba cargando a Felicity.
Sin rastro de los otros pnjs
Voy a la habitación del señor Dark. Son libres de venir conmigo. Nos reencontraremos a las 17:00 en la sala de estar para tomar el té.
Dicho lo cual, me fui. Solo tenía un cuarto de hora.
Me voy a la habitación de Dark
Al llegar arriba escucho de nuevo a Cavanough y digo.- Claro... váyase solo. Primero desaparece, le vuelan la cabeza a Felicity con una trampa, luego aparece, nos dice que lo mejor sería hacer grupo de dos, para así encontrar al asesino más rápido... según usted.
¿Y ahora se va a la habitación del señor Dark?... ¿No querrá decir que se va a su habitación...?.- Miro a todos mientras guardo distancia con Gustave y digo.- Decidme desconfiado, pero por ahora no me fío ni un pelo de este tío... parece gustarle que crezcan las sospechas sobre él.
El mayordomo recompuso su gesto habitual, serio y distante, mientras con un escueto
"Disculpenme, debo llevar a la señorita Kramer ha su habitación. Han visto a la señora Hemmens? Por favor diganle que la buscamos para saber donde servir el té."
Y sin esperar respuesta se encaminó la suite San Francisco donde descansarían los restos mortales de Felicity.
Por favor, joven. ¿No se fía de mi? Fácil solución. Vengan conmigo. Fin del problema. ¿Y esto son los famosos millenials con su pensamiento divergente? Dios nos libre.
-¡Greg! -llamó Hallard al jardinero desde el piso de arriba-. ¡Venga con nosotros, no se quede solo!
Tampoco le insistió mucho. Pese a que el fornido hombretón le resultaba intimidante cada vez que lo imaginaba con un hacha de leñador a mano, estaba seguro de que no era el más peligroso de los presentes. El mayordomo, por el contrario, le daba demasiado repelús.
Entonces escuchó la discusión entre Sir Gustave y O'Brien y se mordió las uñas, con nerviosismo.
-Escuchen, no es momento para que nos enfrentemos entre nosotros -advirtió, inquieto. Colocó una mano sobre el hombro de Dylan de forma paternal. Sentía que solo era un chico asustado, no mucho mayor que su primogénito. ¿Cuánto tendría? ¿Veinte? ¿Ventidós años? Solo un pobre crío que había cometido un error en su vida y había caído en las garras de ese sádico de Dark-. O'Brien, si no confía en Sir Gustave, es tan simple como que no le acompañe. No se separe del resto y no le pasará nada.
Respiró hondo y dirigió una mirada a su alrededor, preguntándose dónde estarían la mujer de la cara operada y el bóvido. ¿Tal vez el señor Dark era uno de ellos?
-Vayamos donde vayamos, deberíamos ir en grupo -sugirió, con nerviosismo-. De haberse quedado en la cocina, puede que Felicity aún seguiría viva.
No entendía los movimientos de Gustave, las sospechosas insinuaciones de ir en pequeños grupos cuando era lo que podía condenar a una prematura muerte. Miró a las escaleras y se apartó de ellas, intentando no pensar que posiblemente luego tendría que usarlas para bajar cuando escuchó a Hallard. - Tiene razón, por ahora prosigamos a la habitación de la señorita. No debemos quedarnos quietos demasiado tiempo, no con un loco suelto
El cuerpo de Nadia se encogió ante aquella risa malvada sin soltar la mano de Nate. Se sentía como una niña asustada y perdida y no podía remediarlo. Aquello la sobrepasaba y el coctel molotov de hormonas que llevaba de serie no ayudaba mucho.
Cuando volvió a erguirse los quejidos de Greg se sumaron a la devastadora imagen de ver el cuerpo de Felicity colgando como si fuera una muñeca rota. Por más lágrimas que había derramado sus ojos volvieron a empañarse. Le había parecido una buena mujer, guapa y educada y había sido tan amable con ella...
Se soltó del soporte del detective y dió un paso atrás. Luego otro. Otro más mientras daba una vuelta sobre si misma, mirando al techo, buscando cámaras o cualquier cosa que les estuviera grabando, ya fuera audio o video
- Señor Dark. Porfavor - juntó las manos a la altura del pecho - Díganos como podemos redimirnos. ¿Que tenemos que hacer para que nos permita marchar? Ninguno quisimos hacer daño a nadie a propósito. Puedo jurarle que cada día y cada noche de mi vida pienso en ella y deseo retroceder en el tiempo para poder deshacer lo que sucedió. A veces hubiera deseado estar en su lugar pero ahora... Ahora hay una vida que no es la mia y no puedo arrebatarle el derecho a nacer - las últimas palabras se le atragantaron. Bajó su triste mirada hacia el resto de sus compañeros sin saber que pensarían de ella y sabiendo que no iba a ser respondida echó a andar según habían indicado Jhon y Wallace
Aunque el comportamiento de Gustave parecía extraño al resto del grupo, tenía la sensación que era la persona que más se parecía a mí en muchos sentidos, y en cierta forma me sentía más cómodo con él que con ese grupito de llorones inseguros con los que me había tocado pasar esta ingrata experiencia.
Sin pensarlo dos veces y sin mediar palabra, salgo detrás de Gustave hacia la habitación de señor Dark.
- En todo caso, más nos vale no dejar a nadie solo...
Salgo hacia la habitación del señor Dark
Hallard observó que Nadia trataba de buscar cámaras a su alrededor y comenzaba a rogar a Dark por su vida y por la de su hija nonata.
-Señorita -dijo el británico, pasándole una mano por la espalda-. Él no va a responderle. Ni va a perdonarle. Ni a usted, ni a su hija ni a ninguno de nosotros. Nos está juzgando a todos y ya ha decidido su sentencia. Lo único que puede hacer ahora es tratar de sobrevivir a este juego sádico. Y si no tiene fuerzas para hacerlo por usted, hágalo por Andrea.
John vio que Sir Gustave y Vincent se marchaban juntos y carraspeó. Era una mala idea separarse en grupos tan pequeños. Solo esperaba que pudieran encontrar en la habitación de Dark las respuestas que buscaban.
-Señorita Stinson, voy con usted -afirmó, echando a andar detrás de Nadia y Bullocks-. En su habitación estaremos menos expuestos a las trampas.