Partida Rol por web

era el día de descanso de Gwen por lo que decidió acomodarse un poco y pasear por el castillo del señor. llego al jardín del castillo, y en el se sentó viendo las hermosas plantas

El poder es poder, dijo alguien por ahí, y para mantenerlo, hay que jugar el juego de tronos. Si logras respirar al día siguiente, es porque has jugado bien tus piezas. 

Ya eran tres años desde que había terminado la rebelión de Robert Baratheon con la cual se había hecho del trono de hierro con con eso, entregado el dominio de los siete reinos al ciervo, sin embargo, no era el ciervo el que jugaba y jalaba de los hilos, sino que el León estaba al asecho, expectante a los movimientos, ocultando sus fornicaciones y sus sucios secretos que iban mucho más allá de visitar prostíbulos y regar de bastardos por todas partes. Había un oscuro secreto que le costaría la vida a varios, pero sería la muerte de uno en especial, la pieza que movería los engranajes de la muerte y la guerra. Uno que se había atrevido a revisar los libros y ser demasiado listo para su seguridad. 

 Pero en las tierras de Roca Casterly estaban en paz, los Lannister parecían mantener todo bajo control al punto que se desarrollaban sin problemas la vida de todos sus habitantes y vasallos, siempre y cuando mantuvieran su lealtad hacia aquellos que habían traicionado, aquellos que había entrado a la ciudad del Desembarco del Rey y acabado con el Rey Loco, El matareyes, lo apodan, sin saber que había otra historia detrás de aquello, un acto de tiranicidio que estaba justificado, aunque ni siquiera Ned Stark creyó y con eso, nadie más. Los Lannister ganarían su fama de embaucadores y traicioneros y que los Frey se sumarían. Sin embargo, no se preocupen, muchos de estos actos aún no suceden, aun hay una quieta paz, sin embargo, alguien ya revisaba libros y pondría en jaque la lealtad de muchos.

A principio de año 298, ha de celebrarse el día del nombre de Lord Vaelys,  señor de la Fortaleza de Sangre, al occidente de Roca Casterly, bastión Lannister, y lugar de muchas riquezas, las que acrecentaron las arcas de Tywin Lannister entregándole mayor poder al León, lo que favorecía a la Fortaleza de Sangre, vasallos de los Lannister. Y para esto habían organizado una justa de caballeros, invitando a todos los caballeros de la zona para formar parte de tan importante celebración, más considerando que La Paz que el rey Robert había llevado a todos lados, parecía ser duradera a pesar de que aún se le llamase Usurpador, de manera despectiva, y que aún, a pesar de los años, seguía persiguiendo a los Targaryen, aunque ahora solo quedaran dos chiquillos sin poder y tierras, pero que eran legítimos herederos del trono de Hierro.

Para aquel día, todo estaba listo, y serían recibidos todos los invitados a una cena, la mayoría, sino todos, habían llegado en la noche anterior o durante el día y estarían listos para presentarse a la cena de inauguración al día de celebración del día del nombre del señor, y también, de su cuarta hija, aunque este último hecho no era tan importante como la celebración del señor de la Fortaleza de Sangre. 

Un día importante para la casa Vaelys era motivo de alegría, orgullo, pero también preocupación. Era en ese tipo de eventos cuando sus nervios se ponían a prueba. Procurar que la atención a los invitados a la celebración del día del nombre de Lord Vaelys y su hija fuese impecable era tarea de todos. Sin embargo la parte visible del trabajo duro siempre era el servicio por la naturaleza de su labor.

No importaba quien estuviese pelando patatas a granel en la cocina, ni siquiera quien preparase el mejor asado de jabalí de todos los siete reinos si los criados no eran capaces de servir los platos y las bebidas en las mesas con rapidez y eficacia.

Esa noche era el preludio del festejo, la víspera del torneo en honor al anfitrión. Alguien como ella no tenía un lugar reservado al lado de la familia Vaelys. A decir verdad no tenía lugar en ningún asiento vacío del vasto salón ricamente adornado para la celebración.

Solo bajo la orden de su amiga Alyra se atrevería a dejar de lado sus labores cuando el trabajo grueso ya estuviese hecho. Su hermano Kyle sin embargo, si podía gozar de esta velada de un modo más relajado.

La joven, como otro tanto personal de servicio estaba en la cocina ayudando a servir los platos calientes.

Su aspecto era el habitual, un recogido alto evitaba que su pelo se moviese inoportunamente mientras iba de aquí para allá. Vestía un sencillo vestido dos piezas de color azul sobre una camisa blanca de lino, un delantal y zapatos cómodos.

- Au! Estos platos queman demasiado. - se quejó apartando del borde los dedos ligeramente enrojecidos por el calor que desprendía. - No soy una Targaryen... - miró de reojo a Gwen para finalmente esbozar una sonrisa.

La celebración del día del nombre de Lord Vaelys era el evento más importante que había afrontado hasta el momento. Coincidía también con el día del nombre de la joven Alyra, ya una mujer, y todo debía estar perfecto. Muchos amigos, caballeros y damas acudirían para acompañar a los señores en un día tan importante y Evan no pensaba permitir que nada saliese mal.

Agradecía la presencia de Ginevra, desde luego si él hubiese tenido que ocuparse de la decoración, de escoger los platos, de ciertas normas de protocolo... hubiese resultado un desastre. Todo estaba precioso, perfecto, y aunque ella ya lo sabía no dudaría en decírselo si veía la oportunidad. 

Evan, por su parte, estaba ocupándose de que el espacio para la liza estuviese listo, sillas, gradas, un lugar privilegiado para los homenajeados y el resto de la familia, el campo donde se ejecutarían los distintos combates debía quedar en perfectas condiciones. Justas de caballeros con lanza, justas con espada y escudo y, como no, tiro con arco. Él no participaría en ninguna, pero tenía depositadas mucha esperanza y fe en Kyle. También debía supervisar que  las cuadras estuviesen listas para coger a los nobles corceles. Eran días de mucho trabajo.

-¡Venga chicos! ¡Nadie va a comer nada hasta que esto quede listo!- Algunos sirvientes ya flaqueaban, pero Evan siempre cumplía sus amenazas y sabía que las cosas más poderosas para inspirar valor en los hombres era el sexo y el hambre. El deseo por un plato de sopa humeante movería sus músculos.

Algunos caballeros ya habían llegado, pero la mayoría estaban  por hacerlo. Pronto la fortaleza herviría de actividad.

SIRE

¿De dónde te llegan mensajes?

Por ejemplo, del exterior. Pero también me estaban llegado de donde apelé a LADY VAELYS, y no se si de alguno más.

Eso se debe a que la gente envía los posts para todos, en lugar de a los que solo salen por defecto. Tú estabas con Tabitha en el gran comedor hablando con ella. Si no te mueves a ningún otro lado, ignora cualquier otra escena en la que no te encuentres.

ok, gracias.