Sé que tu personaje está hecho polvo. Pero a la partida no le queda mucho, así que puedes narrar que duermes un poco y que recuperas un poco de energía. Piensa que tu objetivo es acabar con Viserys y que parece que Galbart puede estar dispuesto a ayudarte.
La partida, para bien o para mal, no le queda mucho, la partida terminará cuando una de las hermanas se case, o cuando Lord Rhys muera y Edric Colina se proclame heredero legítimo y gane la partida. Esto ocurrirá antes de las 0.00 así que dejar a tu personaje medio dormido no creo que sea la mejor opción. Incluso casarte con Ser Galbart sea el primer paso a dar y el segundo pedirle a su séquito que mate a Viserys pues tú ya serás la Señora de la Casa.
Lenia no fue consciente de cuanto estuvo durmiendo, puede que unos minutos o puede que unas horas, pero cuando abrió los ojos de forma lenta, en sus labios se dibujó una sonrisa. Galbart seguía allí, con ella.
Se incorporó en la cama y alargó las manos hasta coger un pequeño vaso con agua, bebió, se aclaró la garganta y soltó un suspiro al notar, que aunque seguía mal, estaba mejor. Sentía la imperiosa necesidad de respirar aire fresco, pero quizás sería arriesgado, así que miró el exterior por la ventana, pero se quitó la idea de abrirla.
Lo que si hizo fue sentarse en el borde de la cama con intención de ver si tenía fuerzas para levantarse, lo cierto es que se encontraba algo mejor, buscó papel y pluma para trasmitirle un mensaje a su querido norteño.
"Creo que me vendría bien tomar algo de té, ¿me acompañáis a las cocinas?"
Por un instante, había olvidado lo sucedido con Fiona, con sus hermanas, con su padre desaparecido ... ojalá todo fuera un sueño, pero temía que no. Necesitaba recuperar algo de voz para poder decirle a Galbart algunas cosas que no quería hacer por papel.
Si por ella fuera, se quedarían encerrados en esa habitación ... o incluso le pediría que la sacara de allí y se la llevara a su refugio, pero no podía desaparecer sin más, sin saber que sus hermanas estaban a salvo.
Se puso en pie y buscó apoyo en el brazo de Galbart, le miró con ternura y se puso de puntillas, quería darle un beso, pero por temor a que a Galbart le supiera mal el aliento o el sabor de Lenia, se conformó con dárselo en la barbilla.
Oído cocina, máster ^^
Durante un largo rato el norteño se quedó inmóvil manteniendo a Lenia en una posición cómoda para que pudiese descansar algo. Las últimas horas habían sido muy estresantes y la dolencia de su garganta no había hecho más que empeorar las cosas.
No reparó en el tiempo que había transcurrido, pero fue el suficiente para que Lenia abriese los ojos con una mirada diferente, tranquila y descansada-Bienvenida querida-dije sonriendo ampliamente. Cuando vió que ella misma tomaba un vaso de agua y se sentaba en la cama, el norteño la miró orgulloso, aquella joven mostraba una gran fortaleza.
-Por lo que veo estás un poco mejor, me alegra mucho Lenia, éste pequeño respiro te ha venido muy bien-dijo mientras observaba como cogía papel y escribía, a lo que el norteño se acercó hasta pegarse a ella y leer el texto.
Cita:
Galbart sonrió feliz-Será un placer- contestó alargando su brazo para que le sirviese de apoyo-Agárrate bien, has recuperado fuerzas, pero aún estás débil-dijo acariciando la mejilla con el dorso de su mano.
Galbart esperaba un beso de Lenia pero ella le besó en su espesa barbilla. Él sabía por qué-No te preocupes, bésame como deseas-dijo dulcemente, sujetando con mimo la barbilla de Lenia elevando su rostro-Besame- susurró y el norteño unió de nuevo sus labios con los de la joven, cálidos y suaves, para luego mirarla con intensidad-Vayamos a por ese té- susurró mientras caminaban hacia la puerta de la habitación.
Galbart y Lenia salen de la habitación de Galbart y van a la cocina.