-Sé a qué hombre os referís, septón -indicó el dorniense, en tono bajo para que los otros presentes en el recibidor no llegaran a escucharle-. Viserys Targayren. Hace años, Lord Rhys me ofreció lo mismo que vos. Llevar a un Targayren hasta Essos. Me sorprendió saber que ese Targayren regresó a esta fortaleza, embarazó a una de las hijas de Lord Vaelys y dio muerte al antiguo maestro de armas. Quizá, si nunca hubiera llevado a Viserys para ayudar a mi amigo, nada de esto hubiera sucedido. -Los rastros del príncipe se relajaron-. Sin embargo, Tabitha es la hija de mi difunto amigo y su hijo, aunque sea el retoño de un asesino, no deja de ser una criatura inocente. Estoy dispuesto a ayudaros, septón Tiziano. Déjelo en mis manos. Ese niño no permanecerá en Poniente.
Oberyn dirigió una mirada furtiva a su alrededor y añadió:
-No obstante, sólo le pido una cosa a cambio: quiero la espada de acero valyrio de Lord Rhys. No me refiero a la que ha estado expuesta estos días en el Gran Comedor. Esa es una burda imitación que alguien colocó. No, me refiero a la que Lord Rhys portaba en la batalla. Acudí a esta fortaleza para visitar a mi amigo y ni siquiera pude pasar un momento con él en intimidad. Deseo al menos poder llevarme conmigo un recuerdo de quien fue uno de mis mejores amigos y compañero de armas. Para Lady Alyra esa espada no tiene valor alguno. Hablé con ella acerca de ese acero y ni siquiera sabía de su existencia. Dudo que esa espada interese tampoco a alguna de sus hermanas. Nadie notará el cambio de una espada a otra. Entregadme la espada de Lord Rhys. Solo es una vieja reliquia, pero tiene un importante significado para mí. Creo que es un pequeño precio por el bienestar de Tabitha y su hijo.
Mi señor, la última vez que vimos a Lady Tabitha y al Targaryen fue en el septo, justo antes de que la fortaleza se viniera sobre nuestras cabezas. Después no la hemos vuelto a ver.
El Septón asintió satisfecho ante la respuesta del Príncipe - Os lo agradezco, imagino que estará unos días más en la Fortaleza hasta que se recupere, cuando esté por marchar a Dorne, Tabitha se le sumará con absoluta discreción, nadie sospechará nada - dijo, aliviado. Con la ayuda de Oberyn esa niña y su hijo estarían a salvo.
Las palabras que aquél hombre dijo luego no lo sorprendieron aunque lograron que su frente se arrugase - Entiendo que el dar sin pedir nada a cambio es algo reservado a los devotos mas virtuosos... aún así prefiero ver lo que me pide, no como un intercambio, sino como un modo de ser generoso con un amigo de a familia, no tengo dudas que Lord Rhys hubiese querido que esa espada esté en sus manos - Tiziano parecía incómodo de estar negociando, pero se mostraba más dispuesto ha tener un gesto de agradecimiento hacia el dorninense, sólo cambiaba la perspectiva pero para el anciano éso era importante - No recuerdo haber visto esa espada, pero recomendaré a los señores que se la entreguen como muestra de su buena voluntad hacia Dorne. No puedo plantearlo como un intercambio justo, ellos no pueden quedar ligados al rescate de Tabitha o podrían ser acusados de traición. Pero sí pueden mostrar su generosidad si usted expresa públicamente su apoyo a ellos, como lo adelantó en la Capilla. De ese modo entregarle esa espada será visto como algo natural... que le parece? Si está de acuerdo, hablaré con Alester en cuanto me sea posible - propuso finalmente mientras se acercaban a los cuerpos de los difuntos.
-Estoy de acuerdo, septón -asentí a las palabras de Tiziano-. No temáis por Tabitha. La llevaré a Dorne y, desde allí, tomará un barco rumbo a Essos. Es probable que tenga que cambiar su aspecto y tomar una nueva identidad, pero es poco probable que puedan encontrarla, ni a ella ni a su hijo. Me encargaré de ello.
Alester no sabía qué no habían entendido los soldados de la orden que había dado antes. Les había dejado claro que debían escoltar a ambos a los aposentos de Tabitha y no perderles de vista. ¿Por qué no lo habían hecho?
No era momento de discutir, así que simplemente suspiró con frustración y le respondió:
- Buscadlos. La mejor opción para que esta casa siga con vida es entregar al Targaryen al Rey Robert. Manda a los hombres necesarios a rastrear el castillo, las ruinas. Afuera está lloviendo y es de noche cerrada, pero es posible que hayan escapado ya, así que buscad también por los alrededores. Id primero a los establos, si quieren huir rápidamente, necesitarán monturas. Tal vez estén allí. Si no, preguntad a los mozos si los han visto.
Esperaba que, en esta ocasión, los soldados supieran seguir mejor sus órdenes y antes del amanecer los tuviera a ambos en su poder. Antes de retirarse por completo, añadió:
- Y avisa a tus hombres de que, si ven a Astrid y a Tyler, les digan que vengan al recibidor de inmediato. No querrán estar ausentes en el funeral de Lord Rhys y Lady Myriah.
Tiziano ya sabía que Sloth haría lo posible por proteger a Lady Tabitha y a su hijo. Así que simplemente asintió y no dijo nada más al respecto.
Más tarde, aprovechando que las miradas de todos estaban centradas en Ser Bernard y la noticia que había traído, Sloth se dirigió de nuevo en privado al Septón.
- ¿Creéis que Evan tiene algo que ver con la muerte de Lady Vaelys? Vos pensabais que seguía viva y ahora él ha traído su cuerpo... ¿Creéis que él la encontró malherida y acabó con ella? -le preguntó, pues era la única explicación que tenía a que Tiziano quisiera examinar el cuerpo de Lady Myriah, quien había sido claramente vista suicidándose.
El Septón y el Príncipe estaban ya a pocos pasos de los antiguos señores Vaelys - Gracias, Oberyn. Por lo pronto ya es Tabitha Ríos, es un buen comienzo- murmuró satisfecho, pues la vida de la segunda hija de su amigo estaba a salvo - Ahora sólo nos resta develar la verdad - agregó.
Luego Oberyn expresó su apoyo a Alester, quien no tardó en mostrarse agradecido. Una espada era lo menos que podía entregarle para materializar esa gratitud.
Sloth se acercó nuevamente, y el Septón le sonrió. Un gesto extraño en medio de tanto dolor, pero tenía sus motivos. - Veo que eres observador, efectivamente quiero descartar que la versión de Evan sea cierta. Alyra y Alester bajaron de inmediato y no la encontraron... quien entonces osó mover el cuerpo de la señora de la casa y no avisó a sus hijas ni al castellano? Aquí hay algo extraño, amigo mío - en su mente había aún algunas piezas que no entraban en el rompecabezas - Hasta hace unas horas le hubiese confiado mi vida a Evan, pero muchas sospechas se levantan sobre el Mayordomo y el Maestre. Si Lord Rhys no murió por causas naturales, entonces uno de esos dos le dio muerte. Entiendo los motivos de Caelus pero no los de Evan. Dime, tú escuchaste algo acerca de la misteriosa y oportuna muerte del antiguo jefe de caballos que precedió a Evan? - preguntó inquieto.
Luego, antes que respondiese, agregó - En cuanto a nuestro asunto con Tabitha, ya tiene quien la proteja fuera de la fortaleza - desvió la mirada hacia el joven de Dorne y asintió en silencio.
El Septón se acercó al Maestre y al Príncipe y les habló en voz baja - No tenemos mucho tiempo y lo que hagamos debe ser con suma discreción, pues sus hijas están presentes y pueden sufrir si manipulamos los cuerpos de un modo inapropiado. Pero es imprescindible saber si Rhys o Myriah fueron asesinado o murieron de causas naturales - les dijo con seriedad.
- Maestre, que veneno puede simular los síntomas de esa enfermedad desconocida? Encontró algún rastro de ello en el cuerpo de nuestro amigo? Puede que esos venenos que fueron robados de su laboratorio le hayan sido administrados durante sus comidas?- dijo, sabiendo que Caelus llevaba ya tiempo inspeccionando el cuerpo y podía conocer esa respuesta - En cuanto a Myriah, cuando su cuerpo desapareció, con Alester pensamos que estaba con vida, pero ahora dicen que fue movida hacia los establos, lo cual no fue informado ni a la Castellana ni a ninguna de sus hermanas. Es probable que Lady Myriah no haya muerto de la caída y haya sido asesinada luego?- preguntó al erudito.
Luego volteo hacia Oberyn - Usted conoce mejor que nosotros los juegos de la política y los intereses de los hombres. Conoce algún modo de saber porqué alguien pudiese querer la muerte de estas dos personas nobles y ejemplares? No quiero que el nombre de Alester ni el de Alyra quede manchado, los rumores de que ellos buscaron su muerte son inaceptables - miró al Maestre en silencio, él era el principal sospechoso, después de todo su sobrino era el principal beneficiado, pero ellos tres podían poner fin a toda sospecha si trabajaban juntos. - Decidme cuál es la verdad a vuestros ojos y permitid que os brinde la sabiduría de los Siete antes de pronunciarse al respecto-
Lo pongo en ésta escena para que no se pierda en la principal, si están de acuerdo, definimos ésto en ésta escena paralela.
-Creo que es posible que alguien envenenara a Lord Rhys para acabar con él hoy, pero los síntomas que ha presentado durante todo este tiempo no corresponden a los efectos de ninguno de ellos, sino a algún poder extraño que yo no puedo explicar. Es decir, que Lord Vaelys puede haber estado bajo los efectos negativos de la magia negra durante todo este tiempo pero lo hayan rematado hoy con algún veneno común.
Llego un poco tarde, pero espero sirva para el epílogo.