Sebastian miró las escaleras de la torre. Éste sería uno de los pocos momentos en que podría estar a solas. Podía dejarse de formalidades.
Subió corriendo las escaleras hasta la primera planta y, una vez arriba, suspiró profundamente. Demasiadas cosas de las que habían dicho en la reunión no tenían sentido:
Primero, Sloth iba a ser el bufón y haría de escudo al lord por si alguien intentaba envenenarlo, o eso era lo que había entendido Sebastian. Sloth merecía más.
Para continuar, Evan y Kyle estaban invitados a la fiesta. No tenía nada contra Kyle. Además era el hermano de Fiona. Pero los dos eran en cierto modo criados de la casa y eso debería prohibirles cualquier tipo de relación con otros criados o la familia. Si eran invitados a la fiesta, ¿significaba que podían cortejar a las hijas de Lord Rhys? Eso iba mucho más allá de la barrera que había puesto el Lord ante Sebastian y sus deseos. No entendía nada. Su cabeza estaba hecha un lío. ¿El Lord había decidido tirar ese muro? No, el lord había decidido darles el privilegio únicamente a Evan y Kyle. Si Sebastian fuera el mayordomo quizá ahora tendría alguna opción con su amada.
Sebastian respiró hondo de nuevo. Tenía que dejar de pensar en eso. Solo conseguiría ponerse más de los nervios. Hizo unos movimientos de cuello para relajarse y se dirigió a la primera habitación de la primera planta.
Sebastian se mueve de las escaleras de la torre de armas a las habitaciones de la primera planta de la torre.