Partida Rol por web

Asintió ante las palabras de la joven dama. 

-Muy bien. Esperadme con vuestras hermanas en el laboratorio si es posible. Cuando termine aquí quisiese hablar con ellas también un momento- Sonrió levemente a Mira -Ve, esperaré a oír tu señal en la pared- Aguardó hasta que ella desapareciese por la puerta, se mantendría atento a esos golpes en la pared que debían indicarle que ella ya estaba con sus hermanas.

Ahora, debía apresurarse antes de que el maestre decidiese subir.

Cuando Mira se marchó Evan volvió a consultar los tomos de las familias. Una cosa le había dejado un poco preocupado ¿cómo es que Mira sabía exactamente qué familias habían sido sustraídas del libro? ¿Acaso disponía de algún índice? Lo consultaría, aunque quizás eso fuese algo poco importante. Lo que sí podría serle de ayuda consultarlo para encontrar las páginas que trataban sobre la familia Vaelys. 

Veamos si sale algo extraño, veamos si Fiona no erró en su intuición de que Sloth es legítimo heredero de la Fortaleza de Sangre.

Eso precisamente sería lo que buscaría. Referencia a hijos deformes, a hijos despreciados, alguna cosa extraña que pudiese indicar la existencia de algo así, de si el jorobado podría ser un Vaelys.

Suspiró cuando terminó de leer todo lo que el libro decía sobre los Vaelys. No había nada que pudiese hacer pensar que Sloth tenía sangre de aquella familia noble. ¿Quien era Sloth? Cerró el libro y se quedó mirando sus tapas un instante mientras pensaba en aquello.
Fiona no había tenido tiempo de explicarle qué le hacía pensar que Sloth pudiese ser un legítimo heredero. Él tampoco había logrado desvelarlo, y sin embargo si era el asesino algo debía haberle movido a actuar así.
Devolvió el volumen a la estantería. ¿Sería el jorobado culpable? Siempre había parecido sentir un afecto verdadero por las damas Vaelys y también por Fiona, pero ¿Y si solo era fingido?¿Y si en realidad albergaba un oscuro deseo y negro corazón? Sloth había tenido muchos motivos en muchas ocasiones para hacer daño a otros sirvientes, y también algunos nobles, todos aquellos que le despreciaban, humillaban e incluso le habían llegado a golpear alguna vez. Sin embargo siempre reaccionaba de igual modo, sin volverse y aceptando aquello como algo implícito en su condición. Todo señalaba a Sloth como el principal sospechoso, pero era posible que no tuviese nada que ver. Todos estos pensamientos se sucedían en su mente y sintió que no tenían realmente nada, estaban como al principio.
Bueno, es hora de ir a hablar con las damas


Suspiró, trató de recobrar su compostura y se dirigió al laboratorio del maestre.