Evan estaba agotado. Había llegado muy tarde a la habitación y no de muy buen humor.
No podía evitar sentir rabia al mirar a su amigo Jhon, al que había dejado plantado a causa de lo largas que se hicieron las reuniones de consejo y, lo que era peor, a corretear por la fortaleza en busca de Lord Rhys para entregarle el agua que le pidió pero que no fue capaz de aguardar esperando en un lugar. Ni tan solo había tenido la delicadeza de dejar indicado que informasen a Evan de dónde podía encontrarle. Odiaba cuando le trataban como a una ramera a la que se podía joder de cualquier modo.
Respiró profundamente para coger aire. Esperaba y deseaba que John lo entendiese, aunque tenía motivos para estar disgustado y si era así Evan lo respetaría.
Seguramente Rhys tenía muchas cosas en la cabeza esa noche, y muchos nervios. A fin de cuentas Evan sospechaba que todo aquello había sido más idea de Lady Myriah que de su señor. Quizás Rhys tampoco estuviese del todo de acuerdo, aunque pensándolo bien, si así fuese, en su mano habría estado detener aquella fiesta. O no, realmente la situación podía ser desesperada, quizás era lo único que podía hacer para que la fortaleza permaneciese bajo los Vaelys.
Fuese como fuese quiso disculpar a su señor buscando excusas al comportamiento de la noche anterior. Con todos estos pensamientos se terminó durmiendo para caer en un sueño profundo y agitado. Ahora que el sol se levantaba perezoso a Evan las sábanas parecían habérsele pegado y seguía durmiendo.
Entreabrió los ojos. Comenzaba el gran día. Había esperado con ilusión y temor por igual ese momento. Ahora ya estaba allí y se preguntaba cómo se sucederían las cosas.
Se sentó en la cama, el frío de la mañana golpeó su cuerpo despertándole. Miró a John.
-Buenos días, espero que el día de hoy no sea tan agotador como lo fué anoche. Lamento no haber podido ir a la biblioteca, Lord Rhys precisó de mí hasta el momento de acostarnos-
John emitió un gruñido entre dientes.- Solo Sloth acudió. Esperaba preparar una estrategia para librar de moscones a las hijas de Lord Rhys, buscarles pretendientes entre gente de confianza, buenos hombres que las trataran bien y no extranjeros que caigan como buitres sobre estas tierras.
Kalhan se sentó trabajosmente en la cama, parecía que se hubiera dado un golpe en el hombre bueno ya que asomaba un moreton reciente.- Sloth estará cerca de Lord Rhys. Si algún patán se le acerca con interés por alguna de las muchachas nos lo dirá. El resto deberíais mover ficha cuanto antes.- sugirió con el tajante tono de una orden.
- Y si, eso te atañe ya que Lord Rhys te considera digno de ello y deberías aspirar a su mano, o por lo menos intentarlo.
El viejo soldado dejo de hablar, esperando la respuesta de su compañero a quien estaba empujando al matrimonio por el bien de todos.
- Deseaba ir a la biblioteca, pero me fue emposible.- Había sinceridad en sus palabras, le dolía no haber acudido y haber dejado plantado a John y no haber podido ni avisar. Las cosas deberían haber sido distintas.
-Desde luego probaré suerte con las chicas. Aunque no estoy seguro de que se me aceptase como señor.-
Hizo una breve pausa, serio, como queriendo decir algo y sin terminar de atreverse.
- John, ¿podría confesarte un secreto?-
Las palabras se atascaban en su garganta. Sintió como el sudor acudía frío a sus manos de un modo incontenible.
- Es algo que desearía quedase entre nosotros. -
- Te aceptaran. Es voluntad de Lord Rhys que puedas optar a su mano. A quien no le guste que se joda y si quiere quejarse que venga a decírmelo a mi si tiene huevos.- dijo tajante. No había pasado la mas agradable de las noches posibles y se le notaba preocupado y tenso por la fiesta.
Se puso en pie con intención de lavarse en una palangana con agua limpia.- Puedes.. si quieres hacerlo. De mis labios no saldrá palabra.- aseguro.- Mas si vas a confesar un interés físico en mi ahorraros lo, me gustan con menos barba y mas pecho.- soltó en un intento por relajar el ambiente. El día iba a ser largo, los problemas se olían en la distancia, así que no había necesidad de tensarlo mas.
Evan sonrió a causa de la broma de su amigo. Pronto volvió a mostrarse nervioso aunque algo más seguro.
- El caso... El caso es que hay una mujer que ocupa mis pensamientos y tiene un hueco en mi corazón.-
Hizo una breve pausa, inspiró como si aquello le fuese a dar fuerzas para seguir.
- Lo importante del asunto es... es que precisamente se trata de una de las hijas de Lord Rhys... Entenderás mi nerviosismo, pues no quiero que se me vea desesperado, ni tampoco hambriento del favor de la dama. Aunque... aunque mi mayor temor es que ella se interese por otro hombre y decida desposarse con él.-
Apretó levemente los lábios, el tan solo hecho de imaginarlo le causaba un gran dolor.
John miro a su compañero de cuarto digiriendo la noticia y asintió.
- Esto empieza a tener cierto sentido.- murmuro para si mismo mientras buscaba la toalla para secarse la cara.
- Analicemos esto con calma. Le has dado muchas vueltas a los motivos por los que Lord Rhys te ha seleccionado como un candidato acto para ser su yerno... ¿y si fuera a petición de alguna de sus hijas?.- medito Kalhan
- Hable con Sloth y dijo muchas cosas acerca de lo importante que era casarse por amor. Sloth esta pegado a Lord Rhys y cuenta con la simpatía de sus hijas a las que ha visto crecer desde la cuna. No soy hombre de creer en casualidades Evan, tampoco creo en los milagros y solo hay un maldito consejo que pueda darte. Si la quieres ve a por ella, lucha con toda tu alma o te arrepentirás el resto de tu vida.
John tiro la toalla a Evan convertida en una pelota de tela, algo simbólico que quería significar que tenia el balón en su campo y era momento de actuar.
- Solo dime cual de ellas es y me encargare de apartar a los moscones de su camino.
Evan interceptó la toalla. Asentía a John mientras jugueteaba con ella de un modo distraído. Finalmente la dejó a un lado.
-No se si pueden haber pensado en mí por eso. También asistirá Kyle en mis mismas condiciones. Es decir como un pretendiente más. No descarto que quizás alguna de ellas haya solicitado la asistencia de uno de nosotros, arrastrando así al otro como pretendiente.
También he llegado a plantearme si se trataría de algún tipo de prueba, o incluso de alguna trampa porque alguien se hubiese percatado de los sentimientos que crecen en mi interior. Quizás los miedos hacen que vea fantasmas, pero no todo el mundo aceptaría que el amor de un sirviente por una dama noble se hiciese real.-
Miró a John, estaba seguro de que lo que iba a decirle haría que muchas piezas le encajasen. Seguramente no le sorprendería tanto.
- Se trata de Alyra. Ella es por quién respiro. Mi dulce guerrera.-
Sonrió levemente, con una expresión entre amarga y melancólica.
- La conoces bien. Habrá que actuar con mucha discreción. Si intuye que interferimos apartando sus posibles pretendientes se enfadará y mis opciones bajarán considerablemente.-
John asintió con agrado.
- Quien sabe lo que una mujer puede estar pensando mas el trabajo de dejaros vía libre es mio, no vuestro y no veo ninguna razón por la que deba enterarse.- dijo Kalhan obviando el resto de consideraciones o muros morales que Evan había levantado en torno al tema en cuestión.
- En la guerra y en el amor hay que echarle pelotas, Evan. Tienes que quedar a solas con ella y hablarle antes que nadie, que tu nombre resuene en su cabeza antes que el de cualquier otro bufón. Llévale una rosa del jardín o haz alguna de esas tonterías románticas que tanto le gustan a las hembras y créeme, hasta la mas salvaje de ellas puede derretirse con la palabra justa.
Kalhan resoplo.- Se que es mas fácil de decir que de hacer, saltarse los escalones sociales es un riesgo grande a terminar con las narices en el lodo y el culo expuesto... pero Evan, has visto al plantel de especímenes que están llegando a la fiesta. ¿Crees que Alyra seria feliz recogiendo las cagadas del perrito gigante de ese animal que vimos en el patio?.- pregunto a su compañero.- ¡Esa bestia la partiria en dos la noche de bodas!. Piénsalo Evan, también es su bien lo que esta en juego.
Miro por la ventana, era hora de atender sus obligaciones.- Tengo que irme, debo hacer algunos encargos de Lord Rhys.
kalhan va a los calabozos.