Cita:
-Por favor, no me des las gracias, quiero hacerlo Lenia, removeremos cada piedra de éste maldito lugar si con ello damos con tu padre para conseguir irnos de aquí lo antes posible- sonreí cálidamente.
-¿Por dónde empezamos querida?-ahora estaba a merced de sus indicaciones, en aquel castillo ella era la experta. Cuando vi que ella se dirigía en busca de un criado, yo la seguí muy de cerca, casi pegado a ella escrutando la mirada de cada individuo que se nos acercaba atento a cualquier movimiento sospechoso.
Todo el mundo lo anda buscando. Dijo Jevic que estaba sorprendido porque nadie parecía ir a buscar toda la cena que tenía preparada. Pero me temo que no sé dónde se encuentra vuestro padre. La última vez que lo vieron fue durante el desayuno, así que ahora puede estar en cualquier parte. Dijo encogiéndose de hombros sin poder ayudar.
Lenia suspiró, iba a ser realmente dificil encontrar a su padre si con toda la gente buscándole nadie le encontraba. - Gracias - dijo algo decepcionada por no obtener la información que deseaba. Lenia llevó su mano derecha a la boca, cosa que hacía cuando quería pensar con mayor intensidad.
Dudaba que estuviera en sus habitaciones, la biblioteca, el jardín, porque eran zonas visibles. - Muchas gracias - le dijo nuevamente a Jevic y cogida al brazo de Galbart le pidió que salieran de las cocinas.
- No se si en algún momento escuché ... o quizás es cosa mía, pero me viene a la cabeza las mazmorras ... es obvio que no está en un sitio donde cualquiera pueda verle, si no, alguien le habría visto ya y no estaría todo el mundo buscándole - murmuró la muchacha.
- Nunca me han gustado las mazmorras y menos aún las criptas pero deberíamos ir allí - Lenia le miró, con el, se sentía mucho más segura.
El cocinero no pudo ofrecerles ninguna información de utilidad y lo que quería hacer Lenia no le hacía ninguna gracia al norteño, agravando el rostro.
Cita:
Galbart suspiró profundamente-Lenia, es un lugar ahora mismo peligroso, ahí abajo podemos encontrar algo que no te guste...-no lo dijo claramente, pero la idea de encontrar el cuerpo de su padre sin vida podría resultar un shock para la joven y ya había sufrido bastante por aquel día-Pero...si quieres ir, te acompañaré, no pienso dejarte sola ni un instante-juró el enorme norteño, si querían separarle de ella, tendrían que ir una docena de soldados para conseguirlo-Vayamos pues-dijo con una dulce sonrisa mientras le ofrecía su brazo como apoyo para Lenia.