Partida Rol por web

algo a la calle y una rafaga fria golpea mi cara, bueno, hoy es el dia de atrapar al oso! exclamo energico

me parece bien, digo echando a andar detras de Thomas hacia las colinas que estan forrdas con la niebla matutina

Otto viene tirando su carretilla, cuando llega, se sienta un poco en un tocón para descansar un poco, abanicandose con su gastado sombrero. Después de esas acciones es cuando da un vistazo y repara en lo poco concurrido del lugar.

-Cagonla... hoy no hay huerte. ¿Donde se mete tol mundo?-

-¡Maera de pino de primea calidá! ¡Veintisinco moneas por tablas!-

Otto vocifera y repite la frase unas cuantas veces, esperando que algún curioso se acerque a comprar.

A pesar de los gritos, no parece haber un alma en el pueblo. Otto se rasca la nuca y piensa en voz alta:

-Redio, aqui parece que todo el mundo sa io. ver si encuentro al carpintero del molino, sino no se a quien se lo venderé.-

Dicho y hecho, cogio las dos ss de la carretilla y comenzó a moverse para salir del pueblo.

Paso por la plaza del pueblo con la capa hondeando, voy a paso rápido pues se hace tarde y el mercado no estara mucho tiempo allí. Observo a un chico con un arco en mano, nunca lo habia visto por aqui y por su pinta parecia un cazador, paso cerca y le doy los buenos dias.

Recién caída la noche, nada más salir de la taberna, me acerco hasta la plaza del pueblo, con esfuerzo, como siempre, debido a mi gordura. Al llegar ahí me siento en un banco pesadamente, pasando el pañuelo por la frente. Observo las estrellas tranquilamente, en silencio, con tan solo la noche rodeándome.
Saco la pipa y un poco de tabaco y ahí paso un rato, relajado.

Tras fumar tranquilamente una buena pipa, guardo tabaco y útiles y me dirijo hacia mi taller.

Con su paso característico, mezcla de seguridad y bamboleo, el borrachín sale a la plaza y se queda sorprendido al ver el enorme cambio que se produjo durante la noche. Las llamas en el horizonte le dan a entendar que los problemas no se han acabado, pero optimista por naturaleza Wessel supone que todo se arreglará a su tiempo.

Tras esquivar algunas ramas y manchones de barro, miró con cuidado a su alrededor, buscando alguien con quien poder comentar la situación. A su costado, en bandolera, la cantimplora de vino, totalmente llena, se bamboleaba esperando que la experta mano de Wessel se decidiera destaparla.

En la plaza solo se vena maderos, agua, barro y ruinas. Entre éstas, algunos aldeanos salen de sus maltrechas casas con la intención de reunirse para ver que se puede hacer, aunque ya poco se pueda hacer por los cuerpos que flotan por el agua.
Sobre vosotros, el cielo negro parece cubriros con un manto de oscuridad.

El cazador Thomas Arklo atraviesa la plaza avanzando como puede por ella, ignora cadáveres, desperdicios e incluso el propio cansancio que se hace ostensible en la expresión facial.

un hombre de avanzada edad con capuchón y barba blanca se centra en la plaza y empieza a gritar Aldeanos! por vuestras vidas, ir a refugiaros a la iglesia, es ahí donde nos estamos congregando. La iglesia es fuerte, y está caliente y hemos reunido comida, todos aquellos que puedan contribuir se les agradecerá, carne, leche, cualquier cosa de alimento que haya sobrevivido, así como utensilios de trabajo, traed todo lo que recuperéis y rápido, antes de que avance la noche, pues este muro que cuelga sobre el cielo, caerá sobre la tierra destrozando toooodo aquello que debajo de él esté, y como prueba de que la iglesia será salvada, mirad que no le ha pasado nada tras esta noche, no están sucias sus paredes, el barro nooo llega!

Thomas Arklo y Hake Sloderick entran en la plaza de Cavestone, uno delante y otro detrás.
En medio transportan como si de un rey se tratara un enorme oso muerto, desollado, sobre unas ramas de madera a modo de "camilla".

FI FI FIURIFU- Thomas viene silbando por el camino pero deja de hacerlo. El panorama no es alentador. Desde luego no es lo que pensaba encontrarse.
-Mie'da...-Piensa que debería haberse imaginado como podría estar esto, paso hace relativamente poco por aquí, pero tenía demasiada prisa.

No hay ni un alma en la plaza, la única que podría haber estado hace poco, la de un muerto medio enterrado en el barro. Thomas se acerca lo suficiente a él para percibir por el horripilante hedor que desprende que probablemente lleva hay mucho tiempo.

Vamonó. Lo muerto solo traen muerte.

El sol se ha llevado algo del agua que había en la plaza pero eso solo ha dejado lugar para el barro y las ruinas.

¡HOOOOOOLAAAAAAAAAAAAA! ¡¿HAY ALGUENNN AHI?!- la voz de Thomas resuena por todo el pueblo pero este le contesta con su propio eco. ¡HOOOOOOLAAAAAAAAAAA!

Espeo que haiga alguen...

El pueblo de Cavestone está totalmente barrido por completo, sólo lo que antes era la curtiduría y la taberna, parecen mantenerse en pie; el resto es sólo desolación y muerte.

Maldita sea... digo al ver tanta desolacion, HEY!!!! HAY ALGUIEN AQUI???? Replico sin mucho convencimiento, deberiamos dejar al oso en algun parte, que ya estoy empezando a cansarme

Ambos veis como un tipo asoma la cabeza un poco desde un cobertizo cercano al río... es increíble que esa choza haya aguantado más que la de Thomas. El tipo parece acongojado y se aparta de nuevo como si nadie le hubiera visto.

Hey ´perate!!! digo al ver como se aleja y dejo la camilla suavemente en el suelo, ya mesmo regreso, le digo a mi compañero, y salgo a correr tras el teniendo cuidado de no resbalar.

Llego a la Plaza del Pueblo y me encuentro a los dos cazadores que pernoctaron en mi taberna unos dias antes de salir a cazar el oso,veo que parece que han tenido suerte en su cometido y cobraron la pieza que estaban buscando....

son buenos y valientes estos dos,pero no creo que tengan la merecida recompensa que esperaban,si esto se arregla un poco y las cosas mejorasen,les puedo proponer que sean mis proveedores de carne fresca de caza,jejeje.....viejo iluso,tu ya no tienes comercio,todo ha desaparecido bajo el ímpetu del agua,bueno,gran parte de ello,no sea tan fantasioso,las cosa tardaran mucho en volver un punto en el que sean medio normales,y no sabes si podrás abrir de nuevo la taberna,ademas,¿quien iría a tomar tus caldos y probar tus patatas?,nadie,no queda nadie para hacerlo....a menos que los grupos de trabajo necesiten un sitio en el que comer caliente y podría ampliar el negocio montando una posada........

Y continua pensando en mil cosas fruto de la desolación y los planes futuros,que pueden o no ser.....