Guileon pestañeó un par de veces al tiempo que contemplaba como las dos amigas se abrazaban, acompañando la escena con una sonrisa gigante en el rostro.
—Uff... me va a costar mucho llamaros por vuestro verdadero nombre, Lisette —admitió el joven algo cohibido, sin tutearla tal vez debido a la poca familiaridad con el nuevo nombre. Lo único que faltaba es que tuviera un pequeño descuido tras la "muerte" de la falsa lady Thaena— Pero es lo mejor. Recuperarás tu identidad y ya no tendrás una pesada carga que ocultar.
Luego aplaudió con las manos un par de veces para terminar frotándoselas con regocijo.
—Trabajaré todos los días de mi vida para hacer feliz a lady Bessa, y ese trabajo incluye obligarte a visitarla en cada ocasión posible. Nueva Esperanza será como vuestra segunda casa, Ser.
Lisette sonrió a las palabras del joven Vance, y lanzando una mirada como pidiendo permiso a Bessa, se acercó y lo abrazó. -Os voy a tomar la palabra, Ser.- Le dijo, antes de separarse. Tomó entonces las manos de ambos, soltando luego un suspiro. -Gracias por todo. Os deseo lo mejor.- Y con una última sonrisa, los ojos brillantes de lágrimas por la que podía ya ser la despedida, al menos por un tiempo, colocó la mano de lady Bessa en la de Ser Guileon, y se alejó un par de pasos. -Hasta pronto.- Murmuró con una temblorosa sonrisa y una reverencia, antes de darse la vuelta y comenzar a alejarse en busca de su esposo.