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[DM08/20] La Telaraña

⋩ Capítulo 4: Negocios ⋨

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19/08/2020, 12:25
Lady Morna Hawick

Lady Morna asintió al maestre, tras haber escuchado su discurso final, aún con la copa en la mano- Será lo mejor.-convino, al mencionar este la idoneidad de tratar los pormenores restantes en otro momento.

El emisario de los Tully se marchaba, dejando a los tres lores a solas. Y era, precísamente, Esthal, su marido, quien tomaba la iniciativa, al romper el silencio de la sala, tomando la determinación de expulsar a Lyonell del evento. Morna volvió a levantarse- De aquí no se va a ir nadie.-sentenció- Nadie, oidme bien, ni vos, Lord Lyonell, ni vos, Lady Gianna. Cualquiera que cruce el portón de Fuerte Floresta antes de la boda me habrá causado una ofensa. Una ofensa vitalicia. Así que aconsejo a vuestras mercedes pensarlo bien. -aseguró, tajante- Y seré yo quien tome ese tipo de decisiones, Esthal. - dijo, clavando momentáneamente la mirada sobre su marido.

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19/08/2020, 18:04
Lord Lyonell Haffer

Lyonell no respondió al Maestre Debian. Tenía una idea muy clara del Maestre, y ahora de sus intenciones... que si bien lo hubiera sabido antes la situación habría sido muy diferente. Eso le pasaba por confiar de más y en quien no debía. Y por creerse a pies juntillas lo que le decían.

Se limitó a negar levemente con la cabeza. Desde luego algunos miembros de la casa Tully eran idiotas. Miró a Gianna mientras la líder de la Casa Vance se pronunciaba. Luego a Morna... Parecía que habían decidido. Habían tomado partido y era evidente que las palabras de Lyonell no les habían parecido ciertas.

Esthal tomó la palabra, y para variar se encaró con Lyonell. Tampoco le contestó, pues Morna tuvo a bien intervenir contraviniendo las ordenes de su esposo.

- De acuerdo. Permaneceré hasta la boda. - Respondió sin mencionar nada de todo lo demás. Se incorporó luego de su silla y en dirección a Morna solicitó marcharse de la sala.

- Solicito permiso para regresar a mis aposentos. - Dijo a Lady Morna. Por un momento pareció que iba a añadir algo más... mirando primero a Gianna y luego a Morna, pero estando Esthal presente decidió planteárselo mejor y se calló la boca. No diría nada a quien no quería escuchar.

Con lo dicho por el Maestre, por el propio Lyonell, y las reacciones evidentes de todos posicionándose, Lord Haffer no tenía mucho más que añadir.

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19/08/2020, 19:01
Maestre Hazzea

El maestre Debian cuando abrió la puerta que daba a la antesala hizo que Hazzea diera un repullo, claramente la buena mujer estaba escuchando las conversaciones que seguían procediendo "al otro lado del muro", donde quizás comenzara una guerra dialéctica de poder entre los presentes, los señores eran tan predecibles...

- Oh maestre Debian, por supuesto siempre tengo unos minutos para vos, y es todo un honor que os decidáis en pedirme consulta... - estaba claro algo, es respeto que le otorgaba a ese hombre era a todas luces máximo, nada parecido al trato que le daba al resto de la nobleza, quizás con cierta excepción a Lady Morna y a su niñito Haffer, el jovencito del verano.

Ante el maestre la mujer se irguió, y mostró que la edad no la dejaba tan ajada como habitualmente exponía ante los demás, dejando una imagen de sí más segura e inteligente, pues a decir verdad no iba a insultar la inteligencia de aquel hombre con tretas teatrales, las cuáles eran claramente su especialidad.

- Decidme en qué cuestiones podría ayudaros, obviamente tenéis mi discreción y saber a vuestra disposición.... - confirmó la ladina mujer

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19/08/2020, 19:15
Maestre Debian

—Caminad conmigo, por favor —pidió el hombre al echar a andar hacia el pasillo—. Hay un par de cuestiones sobre las que creo que podríais ayudarme...

No volvió a hablar hasta que no estuvieron lejos de los guardias que custodiaban aquellas estancias. 

Maestre Hazzea, después de lo que acabamos de contemplar, estoy bastante seguro de que el conflicto que tenéis con vuestra Casa asignada por la Ciudadela está más provocado por Lord Haffer que por vos. Pero debéis comprender que si vuestro Lord eleva su queja a la Ciudadela, ésta querrá investigar el asunto a fondo.

Hizo una pausa y la miró, sabedor de que entendería la gravedad de ese asunto.

—Si vos sabéis alguna otra locura que haya realizado o planeado ese hombre, podríais compartirla conmigo. De ese modo, yo, por mi parte, podría hablar a vuestro favor cuando escriba a la Ciudadela y a Aguasdulces para advertir sobre Lord Haffer. No estaríais incumpliendo con vuestra lealtad hacia la Casa, ya que cuanto antes se sepa lo que está sucediendo y sea su hijo quien herede su título, será lo mejor para su familia. Además, la Ciudadela está por encima para nosotros.

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19/08/2020, 20:17
Lady Gianna Vance

Gianna casi ni escuchó las palabras del maestre, estaba sentada en la mesa alternando su mirada entre la nada y los que allí quedaban. La reacción de Esthal le hizo salir de su ensimismamiento. Aquel hombre no parecía que fuera a dejar de sorprenderla, la vida a su lado tenía que ser un cúmulo de explosiones y sobresaltos. Si bien en todas sus intervenciones le había parecido algo brusco pero algo razonable, aquella vez pensó que se había excedido, pretender echar al padre del novio cuando la propia Morna había pedido a Gianna que se quedara para no favorecer el escándalo. Y eso que Gianna no era nada para ellos. En otras circunstancias habría disimulado su expresión pero llegado a ese punto le daba un poco igual todo, se sentía muy dolida.

La reacción de Morna no le sorprendió, es más la esperaba. La miró cuando les amenazó y a diferencia de Lord Lyonell no dijo nada. Se quedó pensativa. No miró a Lyonell cuando este pidió permiso para marcharse, se miró las uñas de la mano derecha mientras que apoyó sus dedos de la mano izquierda en la mesa.

- Habéis cedido, tenéis razón, Lady Hawick, os lo reconozco. Y es por ello y por mi hijo aplacaré mi ánimo. Ni lady Bessa ni lord Urthen merecen que su enlace sea eclipsado por nuestras... bueno, nuestros desencuentros.- miró de reojo a Lyonell.- Además Umber dio la vida por lord Urthen, no sería tampoco honorable con su memoria. - arrastró un poco las palabras en aquella frase.

-  El maestre tenía claro a lo que venía a la reunión, tal vez nosotros no tanto .- dijo mirando a Morna y a Lyonell.- Es bastante probable que debiéramos haber hablado antes los tres. - entonces cayó en la cuenta y miró a Esthal.- Los cuatro - se corrigió por compromiso tratando de disimular que no había pensado en él.-  Tal vez nos habríamos ahorrado algunos malos tragos y... ciertos golpes de efecto. Pero no podemos mirar atrás, solo hacia delante.

Lady Gianna se levantó también.

- Creo que necesito descansar. Ha sido todo muy intenso. Demasiado tal vez. Si alguno de vosotros quiere hablar cuando se nos bajen los ánimos para matizar o añadir cualquier cosa.. estaré encantada de escuchar. - añadió mirando a Morna y luego miró a Lyonell colocandose a su lado a su altura. Puso su mano en el hombro del Haffer como él había hecho antes de que todo descarrilara y le dio una pequeña palmadita. Luego retiró su mano y miró a Lady Hawick. Aguardó a que Morna le diera permiso para... ir a darse un baño.

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19/08/2020, 21:26
Maestre Hazzea
Sólo para el director

La mujer asintió siguiendo al maestre con curiosidad, entendiendo que se alejaban de la antesala porque la filtración de sonido sería bidireccional y claro, si ellos podían escuchar a los que estaban dentro, los tres señores, podían enterarse de las cuestiones que ambos eruditos barajasen.

- Comprendo vuestra preocupación por los roces que están surgiendo entre Lord Lyonell y mi propia persona, ya sabéis cómo actúa últimamente, me da la sensación de que ha perdido el juicio y el entendimiento que nos unía desde hace años, y no me cabe la menor duda de que esto se ve influenciado por fuentes externas.... - comentó Hazzea preocupada -...Me preocupa la familia Haffer y desde luego siempre he velado por sus intereses, de hecho la situación actual era satisfactoria para ambas partes, no entiendo el motivo de su queja.... O bueno, puedo entenderla si hubiera sido su enfado en la intimidad de sus aposentos, como correspondía....

Siguió escuchando al hombre con interés y el trato que le proponía sin duda era más que interesante de tener en cuenta, si Lyonell caía, el peso de la casa sería para su niñito Haffer, alguien dulcemente manipulable, y sabía que si elegía bien las palabras, podía darle al perro de Debian justo el hueso que quería. No le gustaba Lord Haffer, lo había demostrado durante las negociaciones, así que un pequeño plomito sujeto al cuello, le haría hundirse al fondo del río, donde debía estar.

- El problema que tiene Lord Haffer es debido a los Vance, cuchichean de manera reiterada, lady Gianna no es de fiar, como bien comenté dentro de la sala, Guileon no está a la altura de los Tully, vergüenza debiera darles solo el ofrecimiento, pero sin embargo, Valder sí podría ser un digno prometido... Pero no nos desviemos del tema que vos proponéis.... Lord Lyonell llamó maldita guerrera a Ser Clarinthe cuando peleó contra su hijo, eso en sí es una falta de respeto de un vasallo hacia su señor natural, puedo jurar que así sucedió ese hecho... También a mi en la intimidad de su dormitorio me aseguró que los Vance debían caer, y ahora habéis visto como favorece a Lady Gianna en las negociaciones... Es un hombre que no actúa de manera cuerda... Y hay algo más... Cuando fui a sus aposentos a verle, la cama estaba revuelta y olía a sexo en el dormitorio.... El honorable Lord, por lo visto no es tanto como quiere aparentar.... - dice bajando la gravedad de su voz -...La ciudadela siempre está encima para nosotros, maestre Debian, y yo jamás actuaría a las espaldas de la misma... Pero solo os pido una cosa..., que Urthen, el heredero natural de los Haffer se case y tenga descendencia con Bessa, la que debe ser digna sucesora de los Hawick, es tiempo de cambio maestre...., es tiempo de cambio....  Lord Lyonell dijo que Lady Morna era con quien yació, pero yo no le creo..., simple y llanamente, estoy segura que con quien fue sería Lady Gianna, a quien defiende de sobre manera... En cualquier caso, maestre, yo firmaré todo aquello que vos escribáis siempre y cuando la casa Hawick siga manteniéndose a flote, y no salpique la inmundicia a la pareja que se une, ni a Morna...  Todo lo que escribáis sobre Lyonell que consideréis adecuado, yo lo reafirmaré en un texto complementario o sencillamente con vuestra firma, como vos designéis, pues vuestra experiencia y sabiduría es mayor que la mía... Dejo mi destino en vuestras manos....

Y claro que lo dejaba, pero se podía leer entre líneas que los Hawick no debían ser perjudicados, tampoco su niñito Haffer y a los Vance, que les partiera un rayo.

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19/08/2020, 23:11
Maestre Debian

El hombre fue caminando junto a la maestre mientras escuchaba sus palabras, asintiendo de vez en cuando. Parecía estar totalmente atento a lo que decía. Así llegaron a una esquina del pasillo, donde él se detuvo hasta que ella acabó de hablar. Entonces se tomó un instante antes de responder.

—Agradezco vuestra oferta de colaboración, maestre Hazzea —le dijo—. Sin embargo, hay dos cosas que debéis tener claras. En primer lugar: lord Valder Haffer no posee un estatus digno de Ser Clarinthe Tully. Es de una casa menor y ni siquiera es el primogénito. Entiendo que le tengáis en muy alta estima, al fin y al acabo le habéis criado —enunció, como si achacase al cariño lo que consideraba una grave imprecisión—, pero eso no le hace más digno.

»En segundo lugar, deberíais cuidaros bien de ese tipo de comentarios donde ponéis la salvación de la casa Hawick por encima de lo demás. Alguien con malas entendederas podría interpretar que vuestro antiguo señor tenía razón. Seguramente lo que ha sucedido es que en su demencia ha malinterpretado vuestra preocupación por la prometida de vuestro heredero —dijo, casi como si propusiera aquella explicación—, pero otros podrían entenderlo de otra forma.

»Por desgracia, nada de lo que decís parecen más que conjeturas para quien no haya hablado directamente con él. Y por más que sea una afrenta para el noble marido de Lady Gianna, que ambos compartan lecho es algo que se queda ahí, en su lecho. —Hizo una pausa—. Estaré en mis aposentos. Si recordáis o descubrís algo más, venid a verme sea la hora que sea. Estaré encantado de escribir a la Ciudadela en vuestro favor, y de conseguiros a vos y a los Hawick el favor de los Tully.

Con esas palabras hizo un gesto de despedida y se marchó, en dirección a sus aposentos, dejando allí a la mujer.

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19/08/2020, 23:32
Narración

La negociación había llevado toda la mañana. Cuando salieron de aquella estancia en la que se habían reunido todos ellos se dispersaron, en dirección a sus aposentos o en busca de otras compañías. Todos los jóvenes nobles invitados a la boda estaban en la cacería y los invitados más adultos disfrutaban de un almuerzo informal en los salones de Fuerte Floresta. 

A primera hora de la tarde comenzaron a llegar los que habían participado de la excursión a los bosques. Traían algunas piezas, un venado, un par de jabalíes y un montón de conejos. Al llegar se dispersaron por el lugar y el jolgorio que traían con ellos se extendió por el castillo. 

Notas de juego

Aquí se acaban las conversaciones. 

Pasamos a: Capítulo 5: Festejos II.

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20/08/2020, 01:10
Lord Lyonell Haffer

Lyonell regresó a sus aposentos. Todo había salido horriblemente mal. Odiaba a Esthal. Odiaba al Maestre Debian… y se preguntaba si debía odiar a sus señores los Tully.

En esos momentos sus pensamientos no eran los de un honorable caballero, sino los de alguien tocado y casi hundido. Alguien que había luchado por intentar hacer lo correcto, y se había visto irremediablemente derrotado, y ahorcado con su propia cuerda.

Hazzea había perdido los papeles cuando Lord Lyonell la había expuesto ante todos… Quizá no había sido el mejor modo, pero aquella anciana era incontrolable. ¿Cómo había sido ella capaz de traicionarle así? ¿De traicionar a los Haffer? Tanto como se preocupaba por el futuro de Urthen y Valder, y mentía a Lyonell en algo como el asunto del bardo… Algo que podía costarles el matrimonio por el que tanto habían trabajado, o el buen nombre de su Casa.

Pero peor aún era el sibilino y artero maestre Debian. No había alcanzado a comprender la magnitud de las palabras de Lyonell para Clarinthe. No contento solo con ello había acusado a Lyonell de buscar granjearse el favor de los Vance, y de ser un cambiacapas…

En parte tenía razón, pero solo en parte. Las sucesivas conversaciones con Lady Gianna le habían ido demostrando que la mujer no parecía tener maldad alguna. Sí, era la misma que hacía tantos años atrás había ordenado asesinar a su propia hermana… Pero Lyonell estaba convencido de que debía haber tenido sus motivos. Quizá justos incluso.

Y todo lo que él había dicho, tanto el día anterior como ese mismo día en la reunión… era verdad. ¿O no? Probablemente no. Sí había habido una mentira en la reunión. Proponer a Guileon había sido un farol. Un farol que le había salido muy mal. No pensaba que el maestre fuera a tener a Guileon en consideración, y mucho menos que fuese a tomarse dicha propuesta como una manera de Lyonell de sacar beneficio cambiando de capa. Lyonell contaba con que se encaminaría la conversación a otros derroteros y creía que los Tully se centrarían en pedir impuestos, o cargos militares, o cualquier otro tipo de tasa. En realidad, él nunca se había opuesto a Guileon,... Bueno sí, muy brevemente al perder los papeles con Clarinthe, pero aquella Tully le hacía perder los estribos con facilidad. De todas formas a ella se lo explicó, y al hablar de meter a la serpiente en la alcoba de Clarinthe se había referido a Gianna, no a su hijo. Cuando habló con Clarinthe no tenía muy claras las intenciones de la mujer Vance, y Lyonell había considerado que, como mínimo, debería advertir a Ser Clarinthe.

Si bien era cierto que, a medida que hablaba más y más con Gianna, su opinión sobre ella había ido cambiando radicalmente.  Pese a todo, su deber había sido informara a la Tully. Creyese o no en las buenas intenciones de Gianna, Lyonell no podía permitir un matrimonio Tully-Vance a la ligera. No al menos sin asegurarse primero. 

Si por lo menos el maestre Debian hubiera hablado con Lyonell antes de la reunión, todo se habría aclarado…

Era una lástima que eso ya no tuviera marcha atrás. Los ancianos eran personas muy cerriles y obtusas, y Lyonell estaba convencido de que el consejero Tully no cambiaría de opinión sobre él, aunque le pusieran a los Siete en persona delante de sus ojos.

En cuanto llegara a sus aposentos iba a vaciar de vino las bodegas de los Hawick. Necesitaba olvidar y ahogar sus penas. Ya le valía de bien poco reflexionar.