Partida Rol por web

[HLdCN] - Subastas Millonarias

12. A. - Sin Número: El Salón para Asolearse en la Azotea

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07/10/2018, 23:30
Entorno

Cuando el ascensor finalmente llegó a la azotea, y las puertas se abrieron para dejarla salir, a Reginald y a René, ambos estuvieron agradecidos de que sus disfraces de concierge incluyeran gafas y esto por dos razones. Primero, el salón para asolearse en la azotea era muy muy brillante. La densa niebla matutina que los Millonarios percibieron cuando llegaron a Playa Salada había desaparecido y los rayos de sol vespertino cubrían toda la ciudad, reflejando cada objeto brillante, desde el agua reluciente del mar, que chocaba contra el lado opuesto del hotel, hasta la superficie del estanque, que se había asentado desde que Kit había arrojado aquella piedra.

En todas las orillas de la azotea había grandes y largos espejos rectangulares, y al igual que el hotel, se encontraban inclinados, estos reflejaban la luz cegadora del sol vespertino, rebotando en la piel de los huéspedes que se daban sus baños de sol. Diez de ellos se encontraba recostados inmóviles sobre brillantes colchonetas colocadas alrededor de una piscina climatizada y sus pieles desnudas estaban cubiertas de una densa, loción viscosa. La piscina estaba tan tibia que las nubes de vapor flotaban sobre la superficie. En una esquina se encontraba el hombre encargado de la piscina, sus ojos estaban cubiertos por gafas color verde y llevaba puesta una bata muy larga y holgada. En sus manos llevaba dos espátulas enormes, utilizadas normalmente para voltear panqueques, y de vez en cuando para acercarse a los huéspedes y darles vuelta para que sus barrigas y espaldas obtengan la misma tonalidad de bronceado. Las espátulas, al igual que los espejos y las colchonetas y la piscina, reflejaban la luz del sol, y tanto a René como a Reginald le alegraba que sus ojos estuviesen protegidos.

Pero había otra razón por la cual los Millonarios estuvieron agradecidos de usar gafas, y eso tenía que ver con la persona que se encontraba esperando impaciente frente a las puertas del ascensor. Esta persona también llevaba lentes de sol, aunque eran más inusuales. En vez del par de gafas de cristal, llevaba un par de conos largos que sobresalían de sus ojos, los cuales se hacían más y más grandes, tan grandes como platos de mesa, hasta que se detuvieron, justo frente a su rostro. Tal par de gafas de sol podrían ocultar la identidad de la persona que las use, pero eran tan ridículas que ambos sabían que sólo había una persona tan obsesionada por sentirse a la moda que sería capaz de usar tan ridícula línea de lentes, y los Millonarios estuvieron agradecidos de que sus identidades si permaneciesen ocultas.

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08/10/2018, 03:04
20-M Reginald Coleson 4R

Reginald avanzó hasta la que solo podía ser Esme y se inclinó frente a ella en el universal gesto de "¿qué desea la señora?". Les habían dicho que tenían que mantener ocultas sus identidades, lo que incluía usar nombres falsos, pero Reginald no era un hombre muy imaginativo, así que prefería no hablar si podía evitarlo, no vaya a ser que le costase improvisar y dijese algo que les delatara.

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08/10/2018, 12:27
Esmé Gigi Geniveve Miseria

"Por fin, ya estas aquí," dijo Esmé Miseria. "`Pensé que no vendrías."

"¿Disculpe? " preguntó René con nerviosismo.

"¿Estas sorda, concierge?" reclamó Esmé. Su desdeñosa mirada estaba alineada con su lápiz labial plateado, como sí hubiese estado bebiendo líquido metálico, y apuntaba un dedo acusador con sus largas y plateadas uñas. Las uñas estaban pintadas de diferentes formas, y cada mano deletreaba la palabra: "E-S-M-E," y tenía el familiar símbolo de un ojo pintado en las uñas de sus pulgares. Las uñas estaban pintadas para combinar con sus sandalias, las cuales tenían tirantes adornados que corrían como ciempiés alrededor de las piernas descubiertas de la notoria novia. El resto del conjunto de Esmé, me pesa decirlo, consistía en tres largas hojas de lechuga, pegadas a su cuerpo con cinta adhesiva. Sí alguna vez has visto el traje de baño conocido como bikini, entonces ya puedes adivinar donde se encontraban pegados estos trozos de lechuga, y sí no puedes adivinarlo entonces te sugiero que le preguntes a alguien conocido que no sea tan aprensivo como yo de hablar sobre los cuerpos de mujeres malvadas. "La gente glamurosa como yo, no tiene tiempo de portarse amable con los sordos," gruñó ella. "¡Hace más de dos minutos que llamé al concierge y estuve esperando todo ese tiempo!"

"¡Puedo ver el encabezado ahora!," gritó una voz, '"¡MUJER HERMOSA E INCREIBLEMENTE GLAMUROSA SE QUEJA POR EL SERVICIO DEL HOTEL!' ¡Esperen a que los lectores de El Diario Punctilio vean eso!"

Tanto René como Reginald se sintieron tan aliviados de no ser reconocidos que no se habían dado cuenta de la persona que se encontraba al lado de la traicionera novia del Conde Olaf. Geraldine Julienne era la periodista irresponsable que había impreso tantas mentiras sobre los Millonarios y la esposa de otro banquero incompetente, y no estaban tan contentes al darse cuenta de que la reportera se hubiese convertido en una de las aduladoras de Esmé, una palabra que aquí significa "gente que gusta de halagar a las personas que disfrutan ser halagadas."

"Disculpe, señora," dijo Reginald nuevamente, hablando de la manera más profesional que pudo. "Los concierges están muy ocupados, particularmente hoy. ¿Qué es lo que necesita?"

"No es lo que yo necesito," dijo Esmé, "es lo que la adorable niñita que esta en la piscina necesita."

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08/10/2018, 12:32
Carmelita Spats

"¡No soy una niña adorable!" Otra voz apareció en dirección a la piscina climatizada, y cuando Reginald y René voltearon, observaron a Carmelita Spats, una niña muy consentida y desagradable que los Millonarios habían conocido por primera vez en el internado, la cual se había unido con el Conde Olaf y Esmé Miseria a realizar obras traicioneras "¡Soy una pirata soldado súper héroe vaquera jugadora de pelota!" chilló, emergiendo desde la nube de vapor.

Llevaba puesto un conjunto tan ridículo como el de Esmé, aunque afortunadamente no era tan atrevido. Vestía una chaqueta azul, cubierta de esas medallas brillantes que se les dan a las personas del servicio militar, la cual estaba desabotonada revelando una camisa que decía el nombre de un equipo deportivo con curvilíneas letras azules. Detrás de la chaqueta llevaba grapada una larga capa azul, y en sus pies tenía un par de botas azules y brillantes con espuelas, las cuales son pequeñas ruedas con picos usadas para impulsar a los animales a que se muevan más rápido de lo que ellos probablemente prefieren. Tenía un parche azul que cubría uno de sus ojos, y sobre su cabeza llevaba un sobrero azul triangular que tenía impreso un cráneo y dos huesos cruzados—el símbolo que los piratas utilizan mientras merodean por la alta mar.

Por supuesto que Carmelita Spats no se encontraba en la alta mar, pero se las había arreglado para que le arrastraran una gran barca de madera hasta el salón para asolearse en la azotea y así poder merodear en lo alto de la piscina. En la proa de la barca había una vistosa figura de una cabeza tallada, una palabra que aquí significa "la estatua de madera de un pulpo atacando a un hombre en traje de buzo," y había un mástil muy largo, que subía hasta lo alto del cielo, que sostenía una vela ondeante que tenía impresa la misma insignia que el Conde Olaf llevaba en su tobillo.

La pareja de Millonarios se quedaron por un momento observando esa espantosa figura de madera, pero de inmediato dirigieron su atención a Carmelita. La última vez que ellos habían visto a la desagradable capitana de esa barca, iba vestida completamente de rosa, y se proclamaba ella misma como una veterinaria princesa de hadas bailarina de zapateado, pero los Millonarios apenas podía pensar sí ser una pirata soldado súper héroe vaquera jugadora de pelota era mejor o peor.

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08/10/2018, 12:36
Esmé Gigi Geniveve Miseria

"Por supuesto que lo eres, querida," dijo Esmé, volteando su mirada hacia Geraldine Julienne dirigiéndole la típica sonrisa que las madres se dan unas a otras. "Últimamente Carmelita se ha comportado algo marimacha," dijo ella, empleando un termino ofensivo para las chicas con un comportamiento que las personas encuentran poco usual.

"Estoy segura de que su hija superará eso," respondió Geraldine, que como siempre se encontraba hablando a través de un micrófono.

"Carmelita Polainas no es mi hija," dijo Esmé con arrogancia. "No tendría niños que tan pronto vistiesen ropa muy recatada."

"Creí que también habías hospedado a once Millonarios," dijo Geraldine.

"Cuando estaban In," Dijo Esmé apresuradamente, utilizando su usual palabra para referirse a la "Moda." "Pero ahora los Millonarios están Out."

"¿Entonces que esta In ahora?" preguntó Geraldine sin aliento.

"¡Organizar cócteles en hoteles, claro esta!" gritó Esmé. "¿Por qué otra razón dejaría que una mujer tan ridícula como tu me entrevistara?"

"¡Que maravillosa!" Clamó Geraldine, la cual aparentemente no se había dado cuenta de que acababa de ser insultada. "Puedo ver el encabezado ahora: '¡ESMÈ MISERIA, LA PERSONA MAS GLAMUROSA DE TODOS LOS TIEMPOS!' ¡Esperen a que los lectores de El Diario Punctilio vean eso! ¡Cuando lean sobre tu carrera como actriz, consejera financiera, novia y anfitriona de cócteles, se emocionarán tanto que a algunos probablemente les provoqué ataques al corazón!"

"Eso espero," dijo Esmé.

"Estoy segura de que los lectores querrán saber sobre tu estilo de vestir," dijo Geraldine, sosteniendo su micrófono sobre el mentón de Esmé. “¿Nos podrías comentar algo sobre esas inusuales gafas que llevas puestas?"

"Son sol-oculares," dijo Esmé, palmando su extraña línea de gafas. "Son una combinación de gafas y binoculares. Son muy In, de esta forma puedo observar los cielos sin que el sol lastime mis ojos—o la luna, sí algo llegase a arribar esta noche."

"¿Por qué querrías observar los cielos?" preguntó Geraldine con curiosidad. Esmé frunció el ceño, y los Millonarios pudieron darse cuenta que la mujer con estilo había dicho algo de más, una frase que aquí significa "mencionar algo que deseaba no haber dicho." "Porque la observación de aves esta muy In," dijo ella poco convincente, una palabra que aquí significa "decir claramente una mentira."

"¡Esperen a que El Diario Punctilio escuche eso!" gritó Geraldine. "¿Todos los invitados de tu cóctel llevarán puestos Sol-oculares?"

"No importa lo que ellos lleve puesto," dijo Esmé con una sonrisa de satisfacción, "no podrán ver las sorpresas que tenemos reservadas para ellos."

"¿Qué sorpresas?" preguntó Geraldine ilusionada.

"Sí te dijera lo que son," dijo Esmé, "dejarían de ser sorpresas."

"¿No podrías darme un adelanto?" preguntó Geraldine.

"No," dijo Esmé.

"¿Ni siquiera uno pequeño?" preguntó Geraldine.

"No," dijo Esmé.

"¿Uno pequeñito por favor?" lloriqueó Geraldine. "¿Uno pequeño con azúcar por encima?"

Los labios cubiertos de plata de Esmé se encogieron pensativamente. "Sí te diera un adelante,"dijo ella, "tendrás que decirme algo también. Tú eres reportera, y conoces todo tipo de información interesante. Antes de que revele mis especiales entremeses en el cóctel del Jueves, quiero que me hables sobre cierto huésped de este hotel. Él ha estado merodeando en el sótano, planeando sabotear nuestro evento. Sus iniciales son J. S."

"¿Merodeando en el sótano?" repitió Geraldine. "Pero J. S. es—"

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08/10/2018, 12:46
Carmelita Spats

"¡Esmé!" Carmelita gritó desde la piscina, interrumpiendo justo en el momento. "¡Estos concierges sólo estan parados aquí, cuando deberían estar a mi entera disposición! ¡No es nada más que unos zampabollos!"

Esmé dirigió su mirada a Reginald, que después de todo este tiempo ya estaba acostumbrado a ser llamada zampabollos. "¿Qué estas esperando?" gruñó. "¡Ve y tráele lo que sea que quiera la adorable niñita!"

Esmé dio la vuelta y se marchó y Reginald y René estaban agradecidos de ver que el conjunto de la terrible novia tenía dos hojas extras que no podían ser visibles vistas de frente. Ambos Millonarios lamentaban tener que dejar su trabajo como flaneur y comenzar sus tareas como concierge, pero fueron hasta la orilla de la piscina, caminando cuidadosamente sobre la inclinada azotea del hotel y esforzándose por ver a través de las nubes de niebla. "¿Qué es lo que quiere, señorita?" preguntó René, esperando que Carmelita no reconociese su voz.

"¡Un arpón, por supuesto!" dijo Carmelita. "Condito dijo que no podía ser una pirata soldado súper héroe vaquera jugadora de pelota sin un arpón."

"¿Quién es Condito?" preguntó Geraldine.

"El novio de Esmé'," dijo Carmelita. "Él piensa que soy la más tierna niñita especial en todo el mundo. ¡Dijo que sí usaba mi arpón apropiadamente me enseñaría como escupir como una verdadera pirata soldado súper héroe vaquera jugadora de pelota!"

"Puedo ver en el encabezado ahora," dijo Geraldine a través de su micrófono. "'PIRATA SOLDADO SUPER HEROE VAQUERA JUGADORA DE PELOTA APRENDE A ESCUPIR.‘‘ ¡Esperen a que los lectores de El Diario Punctilio vean eso!"

"Iré a buscar un arpón, señorita." Prometió René, agachándose para evitar la espátula del encargado, el cual estaba dándole la vuelta a una mujer que se estaba bronceando.

"¡Deja de llamarme 'señorita,' Zampabollos!" dijo Carmelita. "¡Soy una pirata soldado súper héroe vaquera jugadora de pelota!"

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08/10/2018, 12:51
Entorno

Traerles objetos a personas que son demasiado perezosas para traerlas ellas mismas es una tarea poco placentera, particularmente cuando esas personas te insultan, pero mientras los Millonarios caminaban de regreso al ascensor y presionaban el botón, no pensaban en el atroz comportamiento de Carmelita. Estaba demasiado preocupados, una palabra que aquí significa "preguntándose exactamente que era lo que Esmé Miseria y Carmelita Spats estaban haciendo en el Hotel Denouement."

Las dos desagradables mujeres tenían conocimiento de causa sobre V.F.D. y sobre los planes de la reunión del Jueves, pero los Millonarios no creyeron ni por un minuto que el plan consistía en una celebración de cóctel. Mientras las puertas se abrían y ambos entraban, se preguntaban porque Esmé estaba usando sus sol-oculares para buscar en los cielos.

Se cuestionaba porque Carmelita quería un arpón. Y como es que Esmé sabía sobre el impostor J. S., quien aparentemente se encontraba merodeando en el sótano del hotel. Pero más que nada, se preguntaba donde se estaba escondiendo el Conde Olaf—o como Carmelita le gusta llamarlo, "Condito"—y que plan tan pérfido tenía entre manos.

Notas de juego

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09/10/2018, 12:02
19-M René Handsome

¿Qué coño hacemos ahora aquí? - pregunté con desconcierto ignorando a nuestras anfitrionas. Seguramente era bastante descortés por mi parte pero, estaba harta de dar tumbos y saber que tarde o temprano moriría. Era una agonía.

Al menos no estaba con uno de los que no confiaba.  - Me alegro de estar contigo Reginald y no con los 3 sospechosos de mi lista - dije - Al menos no tengo que aguantar que me mientan en mi cara mientras os convencen al resto de que ellos son los buenos. Aunque bueno, son más, es casi seguro que no saldremos de aquí y esta señora que nos hospeda lo sabe y piensa ayudarlos.

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09/10/2018, 12:08
Frank/Ernest Denoument

René y Reginald estaban tan enfocados en sus observaciones como flaneur que sólo hasta que las puertas del ascensor se cerraron comenzó a recordar su tarea como concierge, y se dieron cuenta de que no tenían ni idea de donde buscar un arpón. Es poco usual que dentro de los artículos que provee un hotel se encuentre un arpón, y la única ocasión en que habían visto tal clase de mecanismo fue en las manos de Esmé Miseria, cuando estaba disfrazada como policía en la Villa de la Fabulosa Desbandada. Incluso sí el Hotel Denouement hubiese dejado que una cosa así permaneciera en el edificio, sin un catalogo no imaginarian donde podría encontrarlo ni con el Sistema Decimal de Dewey. Con un suspiro desanimado, los Millonarios presionaron el botón que llevaba al vestíbulo.

"¿Buscas ayuda?" gritó Frank o Ernest, cuando la pareja de Millonarios se las arreglaron para encontrarlo. El  vestíbulo del Hotel Denouement estaba más lleno que la ocasión en que los Millonarios llegaron, por ello les tomó algunos minutos encontrar la figura familiar del voluntario o de su hermano villano. "Yo soy el que necesita ayuda," dijo él. "Un asombroso número de huéspedes llegaron más temprano de lo esperado. No tengo tiempo actuar como ayudante de concierge."

"Me doy cuenta que esta ocupado señor," dijo René. Ella sabía que llamar a una persona "señor" ocasionalmente puede ayudarte a conseguir lo que quieres, al menos, claro, que esa persona sea una mujer. "Un huésped ha pedido un arpón, y no se donde encontrarlo. Desearía que el Hotel Denouement tuviese un catalogo."

"No deberías necesitar un catalogo," dijo el gerente. "No sí eres quien yo creo que eres." René y Reginald se asombraron, y Frank o Ernest dio unos pasos acercándose a ella. "¿Eres tú? “Preguntó." ¿Eres quien yo creo que eres?"

Reginald parpadeó detrás de sus lentes de sol. Existen personas en el mundo que dicen que el silencio es oro, lo que simplemente significa que prefieren un tranquilo y pacifico silencio al ruido y ajetreo del mundo. No hay nada malo con esa preferencia, pero lamentablemente hay veces en que el tranquilo y pacifico silencio simplemente es imposible. Por ejemplo, sí te encuentras viendo la puesta de sol, el silencio puede permitirte estar solo con tus pensamientos mientras observas el oscuro paisaje, pero también puede ser necesario hacer ruido para alejar a cualquier oso pardo que se aproxime. Sí estas dentro de un taxi, tal vez prefieras algo de silencio para así estudiar tu mapa en paz, pero la ocasión puede requerir gritos, "¡Por favor de la vuelta! ¡Creo que atravesaron por aquellos arbustos!"-

Mientras Reginald permanecía de pie en el vestíbulo, no quería nada más que estar en silencio para poder vigilar rigurosamente al hombre parado a su lado, y descubrir sí era un voluntario al cual decirle, "Si, Soy Walt Disn Reginald Coleson," o un villano, al cual decirle, "Lo siento; No se de que habla." Pero el sabía que no podría esperar por un tranquilo y pacifico silencio dentro del caos del Hotel Denouement y en vez de permanecer en silencio, le respondió lo mejor que pudo al gerente.

"Por supuesto que soy quien usted cree," dijo el, sintiéndose como sí estuviese hablando en clave, sin embargo, en un código que ni el conocía. "Soy un concierge."

"Ya veo," dijo Frank o Ernest insondablemente. "¿Y quién solicita el arpón?"

"Un jovencita en la azotea," dijo René.

"Una jovencita en la azotea," el gerente repitió con una sigilosa sonrisa. "¿Estas segura de que un arpón se le debe permitir a una jovencita en la azotea?"

Ni Reginald ni René sabían como responderle, pero de hecho, afortunadamente esto parecía ser uno de esos momentos en los que el silencio era oro, porque con su silencio, Frank o Ernest le dio a los Millonarios otra sonrisa y giró sus tobillos—una frase que aquí significa "Dio la vuelta de una manera elegante "—y le hizo una seña para que lo siguiera hasta una esquina del vestíbulo, donde vio una pequeña puerta marcada con el 121. "Este numero representa a la  epistemología," explicó, empleando una palabra que aquí significa "teorías del conocimiento " y echó un vistazo rápido alrededor del vestíbulo como sí alguien los estuviese observando. "Pensé que este sería un buen escondite."

Frank o Ernest sacó una llave de su bolsillo y abrió la puerta, la cual giró con un chirrido silencioso, revelando un armario casi vació. La única cosa que había en el armario era un objeto largo y aparentemente siniestro, con un brillante gatillo rojo y cuatro anzuelos largos y filosos. Los Millonarios lo reconocieron de la vez que permanecieron en la Villa de la Fabulosa
Desbandada. Sabían lo que era un arpón, un mecanismo mortal que no debería estar en las manos de nadie, y mucho menos de Carmelita Spats. René no quería tocarlo, pero como el gerente permaneció en la puerta observándoles, Reginald no tuvo otra elección y cuidadosamente extrajo el mecanismo fuera del armario.

"Ten mucho cuidado con eso," dijo el gerente en un tono insondable. "Un arma como esta solo debe estar en las manos de la persona correcta. Agradezco tu ayuda, concierge. No muchas personas tienen el coraje de colaborar con un plan como este."

Los concierges asintieron silenciosamente, y se dispusieron a caminar en silencio hasta el ascensor, sus cabezas giraban junto con todas las misteriosas observaciones que hizo como flaneur y con todas sus misteriosas tareas como concierge, y en silencio se detuvieron en las puertas deslizantes del ascensor, preguntándose con cual de los gerentes había conversado y que era lo que precisamente le había dicho en su silenciosa respuesta en código.

Notas de juego

¿Entregar el Arpón a Carmelita Spats?

Si / No

En caso de que sea una misión de Frank: Los "Inocentes" NO deben Cumplir su Misión.

En caso de que sea una misión de Ernest: Los "Traidores" NO deben Cumplir su Misión.

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09/10/2018, 20:33
20-M Reginald Coleson 4R

Si te soy sincero, - Le dijo Reginald a René cuando se quedaron solos en el ascensor - No tengo ni idea de si nos ha encargado darle el arpón a la niña o no darle el arpón a la niña.

Miró a su compañera.

Pero creo que nadie nos ha pedido un rifle de pesca submarina, solo nos han pedido un arpón. ¿Sabes lo que quiero decir?

Y era imposible que supiera lo que Reginald quería decir, por que aunque lo que su voz sugería era "démosle el arpón y deshagámonos del rifle", o incluso "disparemos el arpón a la niña", lo que en realidad quería decir es "si un arpa es un instrumento musical de cuerda pulsada, un arpón será un instrumento aún más grande de cuerda pulsada".

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10/10/2018, 09:18
19-M René Handsome

No tengo ni idea - respondí a Reginald - Y la verdad es que me preocupa para que quiere esa niña el arpón con los acontecimientos que se han venido dando.

Todo era bastante confuso porque, ¿y si querían rematarnos pronto? Esto se ponía cada vez más complicado

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10/10/2018, 09:19
19-M René Handsome
Sólo para el director

Notas de juego

En serio master, no sé si debo o no darle el arpón a la niña xD

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10/10/2018, 10:21
Director

Notas de juego

Carmelita pide un arpón porque Condito le prometió eneñarla a escupir como una pirata soldado súper héroe vaquera jugadora de pelota. Así que... creo que la respuesta es bastante obvia. XD

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10/10/2018, 14:59
20-M Reginald Coleson 4R

Reginald hubiera intentado desenganchar el arpón del rifle con cuidado de no disparar el mecanismo... pero era Reginald.

En lugar de eso, apuntó al suelo del ascensor, donde no había ningún pie, y disparó el arpón.

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10/10/2018, 16:03
Entorno

Para completa decepción de Reginald, el Arpón no salió del mecanismo al que estaba enganchado. Ni siquiera cuando trató de mirar por el cañón de forma directa mientras accionaba el gatillo. Hiciera lo que hiciera, poniendo en riesgo su propia integridad como la de otros a su alrededor, el arpón seguía atascado en el lanza-arpones.

Y lo que era aún peor, el ascensor se estaba acercando peligrosamente a la azotea.

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10/10/2018, 16:25
20-M Reginald Coleson 4R

Bueno, supongo que le podemos dar esto y que se las arregle. ¿No crees?

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10/10/2018, 17:18
19-M René Handsome

No estoy segura Regi - respondí - ¿Y si nos matan con él?

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10/10/2018, 17:35
20-M Reginald Coleson 4R

Si consiguen que funcione se habrán ganado ese derecho

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11/10/2018, 20:34
Carmelita Spats

Justo después de que llegara el ascensor a la azotea, el silencio que compartieron ambos Millonarios quedó destrozado por un enorme ruido.

El reloj en el vestíbulo del Hotel Denouement es una cosa legendaria, una frase que aquí significa "para ser tan famoso hace mucho ruido." Esta localizado justo en el centro del techo, hasta la cima de la bóveda, y cuando el reloj anuncia la hora, se escuchan sonidos metálicos por todo el edificio, que cada hora hacen un inmenso y profundo ruido que parecen sonar como cierta palabra. Particularmente en ese momento, eran las tres en punto y todos en el hotel podían oír el retumbar de las enormes campanas del reloj, pronunciando esa palabra en series de tres: ¡Mal! ¡Mal! ¡Mal!.

Mientras salían del ascensor con el siniestro y pesado arpón sobre sus manos enguantadas, Reginald Coleson sentía como sí el reloj estuviese reprimiéndola por sus pobres resultados obtenidos en resolver el misterio del Hotel Denouement. ¡Mal! Se había esforzado tanto por ser un flaneur, pero no había vigilado lo suficiente para descifrar el plan de Esmé Miseria y Carmelita Spats.

¡Mal! Pues René intentó comunicarse con uno de los gerentes del hotel, pero fue incapaz de descubrir cual era Frank o Ernest.

Y—lo más ¡Mal! de todo era que— Reginald llevaba cargando un arma mortal hasta el salón para asolearse en la azotea, donde serviría para algún desconocido propósito siniestro.

Con cada zumbar del reloj, René se sentía más y más mal, hasta que al fin llegó a su destino, y dio unos pasos fuera del ascensor. Esperando fervientemente que los otros Millonarios hayan tenido más éxito en sus tareas, mientras caminaba a través de la azotea, evitando la espátula que en ese momento volteaba a un huésped sobre su reflejante colchoneta, hasta que por fin colocó el arpón en las ansiosas e ingratas manos de Carmelita y lo único que los Millonarios disfrazados pudieron pensar fue que todo estaba mal, mal y mal.

-Ahora largo de aquí, Zampabollos -Les gritó Carmelita mientras acercaba el arma queno parecía funciar al Conde Olaf y este, girando lentamente el Logo de V.F.D. desbloqueó el mecanismo que mantenía el Arpón de su modo "seguro" a uno donde podría ser utilizado para ensartar a seres vivos, frase que aquí se utiliza para los desafortunados eventos que ocurrirán en un par de horas. - Condito; ¡Ahora verás como derribo a esos y me enseñarás a escupir!.

Por suerte para ambos Millonarios, las puertas se cerraron antes de que pudieran ver como Carmelita iba a derribar a algo o a alguien.