Yoshitoko seguía tratando de analizar los acontecimientos, a cada cual más inquietante. Muchas cosas quedaban en el aire y pocas eran las pruebas o hechos que pudiesen encaminar hacia uno u otro culpable. Desde luego le había parecido muy extraño que un cuervo revolotear por la sala, fijase con determinación como objetivo a Reginald Colleson, lo marcara con una "doble" cicatriz y saliese volando tras "depositar algo" en el sombrero de señor Poe. Aquello habia sido relevante sin lugar a dudas, faltaba dar con el sentido oculto de ello. ¿Manipular las votaciones?
Después estaba el asunto del falso asistente Stefano. Era evidente que el conde Olaf era aquel sujeto y que estaba relacionado con los asesinatos que iban acaeciendo. ¿Por qué razón? ¿Que ganaba con todo aquello? ¿Era simplemente un loco demente?
Ya cuando el señor Saimon Satrustegi profirió su teoría sobre el pequeño plano mal dibujado del asesinato de la señora Pastelito, no pudo guardar por más tiempo silencio.
- Yo no creo que el dibujo del plano signifique que haya cuatro asesinos, sino más bien que el asesinato se realizó en cuatro pasos. Simplemente eso. Si hacen memoria del dibujo que encontró el señor Lefou, me inclinaría a pensar que esto es lo que ocurrió.
En el punto 1 estaban las botellas de gas desde hacía tiempo, por ello cuando las retiraron del lugar, quedaron marcas en las que la hierba no había crecido. Si hubiesen sido colocadas hacía nada simplemente se encontraría aplastada. El asesino o asesinos tomarían las botellas y las llevarían hasta el barco de la señora Pastelito y doy por hecho que abrirían el gas.
En ese momento todos estaríamos entrando hacia el recinto por lo que dejarían en el Punto 2 un "paquete", ¿Quizá el objeto de subasta de la víctima? Al tener un tamaño considerable no podría meterlo sin ser visto, por lo que lo dejaría medio escondido entre los arbustos y disimuladamente se uniría a la comitiva para entrar dentro.
Ya después, cuando todos teníamos libertad de ir donde quisiéramos, el asesino saldría de la mansión y se escondería tras los árboles en el Punto 3. Y ahí es donde me surgen dudas... Una ruta regresa por la playa al barco, otra rodea la casa, entra por la puerta trasera y sube hasta arriba (punto 4) para disparar la ballesta y hacer explotar el navío.
Mi teoría es que en ese punto, uno de los asesinos esperaría el disparo de ballesta del que subiría,su cómplice. Se acercaría a ver lo ocurrido una vez la explosión, y con la confusión del momento y con todos mirando el barco, volvería a tomar el objeto de subasta escondido con disimulo... El otro de los asesinos sería el encargado de disparar... ¿Por qué hacerlo así? ¿No había obtenido ya el objeto y solo necesitaba recogerlo? ¿Buscaba un asesinato o lo hizo para evitar que la señora Pastelito dijese que le habían robado y registraran las pertenencias de los presentes? Si alguien tiene una idea mejor de lo ocurrido soy todo oídos,...
Saimon se sorprendió de las palabras de aquel chino o oriental... al menos de nombre. Y asentía a sus palabras mientras miraba el papelito.
-¿Entonces esto que esta cerca de la embarcación podría ser un cinco? Como siendo el ultimo punto que era dar matarile a la señora. Que rabia, pensaba que al menos tendríamos un claro numero de ellos... Al menos por el punto tres podemos pensar que son mas de uno... -No era palabras muy tranquilizadoras, pero menos daba una piedra o un plano dibujado por un niño, en este aspecto.
El coche del Doctor Montgomery Montgomery había regresado de su visita al cine; y con el todos los invitados que habían decidido acompañarlo, todos ellos regresaban con una enorme piruleta multicolor en su manos; incluído el Ayudante Stefano. El Doctor aparcó cerca de la entrada a la casa y se dispuso a salir del vehículo junto al resto de acompañantes.
Mientras tanto, en el recuento de los votos; la serpiente parecía haberse comido uno de los votos; esperando que esto no afecte al resultado, los que aún se encontraban dentro de la mansión comenzaron a hacer el recuento. En donde se vió que el escogido por la democracia había sido "Reginald Coleson" con un total de 5 votos.
Nada más llegar a la casa, el Asistente Stefano decidió desabrocharse el cinturón y salir corriendo del vehículo sin decir palabra alguna en su marcha; cruzó como un rayo el Recibidor Principal donde se encontraban aún haciendo el recuento el resto de los invitados y subió finalmente a su habitación, la cual daba a la parte delantera de la mansión.
Los invitados con sus piruletas en mano, ya habían salido del vehículo y todos comenzaron a acercarse lentamente hacia la puerta de entrada, encabezado por el Doctor Montgomery Montgomery muy seguido por Reginald Coleson, el cual se había quedado encantado con toda aquella maravillosa experiencia cinematográfica.
Por desgracia para todos los invitados, el sonido risueño de los millonarios se vió roto por un enorme estruendo, algo enorme de cristal se había roto a pocos centímetros del Doctor Montgomery Montgomery, concretamente sobre la cabeza de Reginald Coleson, el cual se encontraba tumbado boca arriba sobre los trozos de la lámpara de cristal que había caído del cielo. Levantando la cabeza, todos pudieron ver a Stefano en la ventana.
-Oh, perdonen ustedes; Stefano es muy patoso, sin querer he tropezado con esa pesada lámpara de cristal y se ha caído por la ventana. ¿estáis todos bien?.
Por desgracia no estaban todos bien, Reginald Coleson estaba en un estado bastante preocupante debido al traumatismo causado por aquella catastrófica desdicha de la caída de una lámpara de cristal de una habitación particular sobre su cabeza sin previo aviso o ruido.
Por suerte para él, cerca de la escena merodeaba alguien ya conocida, la enfermera Lucafont. Quien amablemente se acercó a aquel tumulto que se había formado en la puerta alrededor de un muy herido Reginald.
-Hola, Soy la enfermera... Lu...Lu...Lucafont.... sí, eso...
Tras comprobar toscamente las constantes vitales, le pidió al Doctor Montgomery Montgomery de traer la camilla de la furgoneta con una cruz roja pintada en una esquina, y tras ello, ambos llevaron y metieron al pobre Reginald en la ambulancia, la cual, sin decir nada más, se fue al hospital más cercano.