Partida Rol por web

Mientras Gunther zarandeaba de un lado a otro su bastón con el filo en la punta, y además de forma socarrona se reía de aquellos Millonarios que al parecer habían caído en su trampa una vez más; no se dio de cuenta de que aquella espada tenía doble filo; que significa que puede cortar en ambos lados y en particular, en este caso, que una hoja del filo cortó sin querer parte de la bota que Gunther llevaba, deshaciendola en jirones y mostrando a todos los presentes aquel ojo inquisidor, reconocible en cualquier lugar como la Marca del Conde Olaf.

Jerome sería el primero en levantarse de su asiento y señalar a aquel ojo. A fin de cuentas, y con perdón de Gastón LeFou, el mayor dagnificado en este capítulo no ha sido otro que Jerome, el cual necesitaba este mismo momento para dar un paso adelante en contra de la vil persona que estaba ligando con su mujer.

-Lleva un tatuaje en el tobillo. No es Günther y tampoco es extranjero.

El segundo en levantarse no sería otro que el Señor Poe, el banquero. Este buen hombre al que todos habéis conocido al principio de esta aventura también señaló al ojo de Gunther.

-Detengan a ese hombre ahora mismo.

Por su lado, su querida esposa, también se levantó y llevando la enorme cámara que siempre llevaba a todas partes sacó una foto de la escena, un primer plano de Esme, Gunther, los Millonarios que subieron al atril, la secretaria del Señor Poe y Larry; quien ya se habían colocado a cada lado del escenario para evitar que escapara el vil Conde Olaf.

-Ya verás cuando los lectores del Diario Punctilio se enteren. -Dijo llena de emoción.

Esta vez sería Esme la que hablaría, extendiendo los brazos hacia un público que ya se había levantado con la intención de subir al escenario y así atrapar al vil villano que era el Conde Olaf. Una forma de diplomacia para tratar de apaciguar a aquella masa enfurecida, cual horda sedienta de sangre y justicia.

-Que todo el mundo se tranquilice, no culpéis a los extranjeros de vuestros problemas... 

Jerome alzaría su voz ante el gentío que por un instante se había tranquilizado con las palabras de Esme, como si cambiar el tema de la conversación y victimar al asesino, suplantador, ladrón y lanzador de basura en espacios públicos que era el Conde Olaf hubo funcionado.

-No es extranjero, es del país en el que estamos ahora mismo.

El público volvió a rugir contra Gunther el no-extranjero.

Gunther, protegida de la masa por la labia de Esme aún tenía que hacer frente a la pinza que Larry y la Secretaria le habían hecho, a ambos lados del escenario. Este usando su bastón con filo como arma conseguía mantener alejado a esos dos enemigos acérrimos de él.

-Eso no es motivo para detener a nadie.

La masa volvió a detener su rugido y su camino paulatino hacia el escenario.

-Es un criminal y eso sí que es un motivo.

Espetó firmemente Jerome.

-Jerome Miseria tiene razón.

Apoyó el Señor Poe.

-Es la persona a la que todo el mundo busca. Es el culpable de mucho dolor y sufrimiento. Sin mencionar las horas de difícil negociación en la Corporación Fraudusuaria. 

-Esperad. Ante de que juzguéis a este hombre quiero contaros algo...

Esme interrumpió a aquella masa enfurecida que volvía a tratar de subir al escenario.

-Toda mi vida he luchado por triunfar con la ayuda de mi ambición desmedida y mi gran herencia, me pasé semanas pagando mis deudas para convertirme en la sexta asesora financiera más importante de la ciudad, para convertirme en la persona que ahora se muestra majestuosamente ante vosotros...

-He tenido el mundo a mis pies, que son bastante pequeños, pero... aún así... siempre he sentido que me faltaba algo...

Partes de aquella masa ya no estaba tan enfurecida, algunos incluso se habían sacado el sombrero y puesto a la altura del corazón en signo de respeto por esas palabras tan emotivas que estaba soltando aquella mujer en el escenario. Otros ya habían sacado los pañuelos, dispuestos a enjuagarlos con lágrimas.

-No fue hasta que les abrí las puertas de mi hogar a estos Millonarios cuando me dí de cuenta de qué era lo que me faltaba...

La estancia se llenó de un "Ooooh" de conmoción; aunque había otros tales como Jerome y el Señor Poe quienes aún desconfiaban de esas palabras.

-Me faltaba el Conde Olaf. 

El público se sobresalta por estas palabras tan repentinas.

-¡Es un genio y un gran profesor de interpretación!

El Conde Olaf lentamente fue sacando el traje y los adornos que llevaba para simular el traje de Gunther, y ya de paso, guiñar el ojo a un horrorizado Jerome Miseria que no podía comprender qué era lo que estaba diciendo su mujer.

-Ha vuelto a mi vida despues muchos años de soledad y éxitos extraordinarios, y me ha ayudado a llevar a cabo una venganza a sangre fría y tal vez demasiado apasionada. Mi novio: El Conde Olaf, es el hombre más apuesto y el más "IN" de todo.

-¿Como puedes decir esas cosas?. ¡Eres mi mujer!. Además, los secuestradores malvados no son "IN".

Replicó un Jerome casi al borde del llanto ante aquellas cosas horribles que estaba diciendo su mujer ante todo el público de gente importante y ricos de la ciudad, y sobretodo, ante los Millonarios que él mismo había invitado a pasar una semana de ensueño en la isla.

-Qué razón tienes... No son "IN", pero nosotros... ¡Haremos una "IN"-creible huída!. ¡VAMOS, ESME!

Acto seguido el Conde Olaf, amenaza ferozmente a la Secretaria y a Larry con el filo de su espada; pero pese a que él tuviera un arma formidable estos no se daban por vencidos y aguantaban los golpes bloqueándolos no sin dificultades.

-¡No dejen que ese hombre despreciable escape por sexta vez!.

Un poderoso grito fue proferido por Esme, la cual acaparó toda la atención del público. Una vez que todos los invitados giraron su cabeza hacia esta mujer pudieron ver la portada de un periódico, la cual, ella misma leyó en voz alta y con un tono alarmista.

-El Veblen Hall no esta "IN". Pero el Miltown Friedman Hall sí.

Fue ese preciso momento en el que todos los ricos autóctonos comenzaron a gritar y a correr despavoridos fuera de la estancia, a fin de cuentas, no vaya a ser que alguien los vea en un lugar que no es "IN". El lado negativo de todo este asunto es que los refuerzos proporcionados por el hombre galán y aquella mujer nunca-antes-vista fueron arrastrados por esta corriente de personas, y a diferencia de los salmones, estos no pudieron nadar contra corriente para llegar al escenario.

Momento de distracción que aprovechó el Conde Olaf para abrir la trampilla bajo el suelo y escurrirse dentro, y justo detrás Esme; cerrando tras de sí la trampilla ante unos incapaces Larry y Secretaria del Señor Poe, quienes trataban de abrir, pero al parecer, había sido bloqueada desde el otro lado por el Conde Olaf.

Desesperado, Larry se levanta y girándose hacia su compañera secretaria, se podía ver la cara de la impotencia y del fracaso en su rostro mientras hacía una breve recapitulación de lo que había sucedido con todo esto de la subasta.

-Al parecer Henry Walton Jones no se encontraba dentro de la Caja V.F.D. con agujeros para respirar. Era una cortina de humo... ¿Cortina de Humo?. ¡El Arenque Ahumado!.

Tras exclamar esto, ambos salieron corriendo en dirección a la calle, tan solo para ver pasar delante de sus ojos aquel vehículo oscuro con el Arenque Ahumado en su capota bien atado y amordazado.

Una cortina de humo no es solo aquello para ahumar ese pescado llamado arenque que acaba adquiriendo un color carmesí debido al humo. Una cortina de humo es también una pista falsa, como una caja marcada con las letras V.F.D. que nada tienen que ver con las Organizaciones Secretas ni con un Arqueólogo secuestrado.

Por ejemplo, si os dijese que dos valientes y nobles voluntarios habían salido a perseguir al Conde Olaf y a su víctima; sería una cortina de humo porque implicaría que Olaf estaba a punto de ser capturado, cosa que siento deciros, no era así.

Si os dijese que la periodista y el banquero vicepresidente de asuntos de millonarios más prominente de la ciudad salieron en su búsqueda, sería una cortina de humo, porque implicaría que el Dr. Henry Walton Jones estaría a punto de ser rescatado, cosa que sintiendolo todavía más, tampoco era así.

Si os dijese que los Millonarios estaban a punto de encontrar un lugar seguro, sería otra cortina de humo. 

-¡Eh!, Millonarios, no es seguro que salgáis a perseguir a una peligrosa villana -y a su novio-. Dejad que las autoridades se encarguen de eso con sus medios... Y no seais tan duros con las autoridades, que vosotros tampoco lo habíais visto hasta hace un momento... 

-Pero ahora he abierto los ojos tras la traición de Esme y sigo siendo vuestro hospedador. Así que podéis olvidar todo ese rollo del Conde Olaf. Sé que podéis estar preocupados por Henry Walton Jones, pero dejad que los demás busquen al Conde Olaf mientras yo os mantengo a salvo y felices... Al menos hasta que os vayáis al cabo de esta semana.

La mirada de los millonarios era lejos de ser agradecida, algunos estaban enfadados de que Olaf hubiera escapado por sexta vez, otros porque aún no habían recuperado sus objetos, otros porque la subasta no era lo esperado y otros porque aún había uno de ellos secuestrado.

-Ojalá fuera valiente para ir yo a por esa panda de criminales, pero no... Josephine sí que era valiente... y mira como acabó... aunque ella y el Doctor Montgomery Montgomery también me avisaron sobre Esme, que se casó conmigo por lo del tunel... Os deseo suerte, la necesitaréis...

Acto seguido el pobre y destrozado Jerome subiría a una limusina blanca que lo llevaría a su casa, dejando atrás a los millonarios, los cuales aún estaban molestos y en estado de shock por la estupidez y la incompetencia generalizada.

El Banquero llegaría nuevamente para ver que tal le iba a aquellos Millonarios, los cuales ya estaban todos fuera del lugar; reunidos en un gran grupo, similar a cómo habían llegado a aquella isla, pero con la principal diferencia de que ahora era un grupo mucho menor, quizás por la falta de Gastón LeFou que ocupaba por 5 millonarios.

-¿A donde va Jerome?. No me digais que ya no quiere hospedaros... Bueno, normalmente eso me preocuparía por eso, pero en la Corporación Fraudusuaria estamos analizando varias opciones tras una serie de misteriosos incendios que han destruido las casas de mucha gente...

-Hay un pueblo, muy pero que muy lejos de aquí que se ofrece a cuidar de nuestros invitados. Es un pueblo cuyo nombre os parecerá curioso y os sonará de algo... VFD. ¿Qué os parece, Millonarios?.

Tras unas miradas cómplices entre los Millonarios, el Señor Poe asintió a ellos y llamó al autobús para llevar a los Millonarios a un nuevo lugar seguro, esperando así que fuera más seguro que todos los anteriores sitios. A fin de cuentas, un pueblo entero dispuesto a cuidar de los pocos millonarios restantes... sería una zona difícil de asaltar por el Conde Olaf o sus esbirros.