Partida Rol por web

Georgina está cogida de las manos de Shirley y sus labios se acercan peligrosamente a los de aquella alta, espigada y huesuda secretaria, con gran nariz, ojos brillantes y carmín en los dientes. Al parecer, los sentimientos entre ellos eran muy fuertes, o al menos por parte de la "Doctora".

-No lo sabe o no quiere saberlo. Sea como sea, él me envía a los empleados, yo los hipnotizo y los beneficios van a medias. El negocio nunca había ido mejor desde que las demás tiendas comenzaron a arder , salvándose mi estudio de optometría y el aserradero... Nadie se metería en los asuntos de los Hipnotizados, pues no habría nadie por aquí.

-Pero esto es de locos... ¿Ahora tenemos que lidiar con hipnotismo? Y yo que pensaba que todo eso eran patrañas. -El resto de millonarios decían palabras al tuntun sin mas o tal vez tenían algún sentido para alguno de ellos.

-Mmmmm... Ballesta, Reptil, Acantilado, Sanguijuela, Árbol, Astilla, Sir, Hipnosis, ¡¡¡PATATA!!! -Un tío con cara de Hitler que mate ha un tío con cara de Judio...

La situacion se habia vuelto bastante loca,habia que intentar salvar a ambos pero muchas de las palabras que se me habian ocurrido ya las habian usado mis compañeros Laberinto, Serpiente,Pastelito,Conde - me puse a pensar en las pistas que habiamos encontrado - Estatua,Mapa,Plan malvado,barco,bote,bombonas - con suerte alguno acertaria la condenada palabra.

El tiempo se les acababa y debían deshipnotizar a Adolf para evitar la muerte de Henry pero...¿Cómo? No estaba resultando fácil encontrar la palabra clave. Yoshitoko trató de esforzarse en dar con la respuesta y siguió nombrando posibilidades.

- Rosa, Fucsia, amable, grosero, ojo, lucky strike, doctora, jefa, Shirley, omelett, ... Georgina,1984

Alguna habría dado resultado, empezaba a desesperarse. Nonqueria ver morir a dos inocentes...

Elvira ve cómo algunos se unen al intento por dar por la clave mediante la técnica de las palabras aleatorias y no desiste.

-Georgina, hipnosis, stop, cariño, ayuda, asesinato, inocente, culpable, fin, despertar, noche, día, votación, voto...

Se había convertido en una competición y Elvira estaba dando el máximo. No se quedaría atrás...

- Aserradero, Horno, tronco, fuego, incendio, Elvira, te, quiero, quieres, salir, conmigo, me, gustan, tus, tukos.

Nada parecía funcionar...espera...¿Yoshitoko había llamado la atención de alguien?

Georgina estaba satisfecha con todo lo que estaba ocurriendo, los Millonarios comenzaban a desesperarse a medida que Adolf daba pasos hacia el Horno, y el Dr. Henry daba patadas al aire tratando de librarse de las manos del hombre hipnotizado.

-Por mucho que lo intentéis, no dará resultado... Me pregunto quién será el próximo en servir como combustible...

Llevaba un tiempo algo callado, absorto en sus pensamientos, aún así una parte de él estaba atento a lo que sucedía. Al ver que la situación era caótica no pudo hacer más que participar para intentar ayudar, no sin antes escuchar como todos gritaban palabras.

"Mapa... ojo..." Estas dos resonaron en él por un segundo. Algo se le vino a la cabeza, quizás era una torpeza, pero en su mente sonaba bien, además, no parecía que nadie estuviera juzgando las palabras que el resto decía.

-¡Ra! ¡Horus! ¡Egipto! ¡Faraón! ¡Dios!-

No sé sé ocurría mucho más, pero esperaba dar en el clavo.

Elvira sigue lanzando palabras al aire al azar junto a Yoshitoko cuando de pronto se percata de su curiosa elección de claves. La mujer frunce el ceño y responde del mismo modo: gritando cada palabra a Adolf por si surtiera efecto.

-Señor, Yoshitoko, CONTRASEÑA, está, usted, loco, CLAVE, si, cree, en, serio, SEGURIDAD, si, cree, que, soy, COMBUSTIBLE, esa, clase, de, mujer, ISLA.

La palabra "mágica" había sido dicha por Yoshitoko, "Fuego"; haciendo que Adolf perdiera el conocimiento y se cayera al suelo en mitad del camino, soltando así a un asustado e indefenso Dr. Henry Walton Jones, quien rapidamente se alejó lo máximo que pudo del Horno.

-Genial, muy lista. "Fuego", ¿No había otra palabra como por ejemplo "Saturno" o "Ingente"?. ¿!Qué te hizo pensar que "Fuego" era una palabra siquieramente segura?!. Por cosas como estas el Conde Olaf siempre trabaja solo... o con una panda de actores de teatro...

Dicho esto, Shirley se quita los tacones y la peluca y sube las escaleras con un gran enfado en su rostro, dejando atrás a Georgina Orwell.

Viendo que nada daba resultado y pensando en salvarlos a los dos, seguí con el resto de millonarios diciendo palabras al azar, a ver si daba con algo - Vida, muerte, subasta, millonarios, votos, cuervo, enfermería, aserradero, conde, olaf

Georgina estaba roja, bien porque estaba frente al Gran Horno abierto y bien por el enorme enfado e indignación que esta tenía, al parecer por un mero fallo de planificación a la hora de buscar una palabra segura para des-hipnotizar a la gente, tanto Henry como Adolf podrían continuar con sus vidas, al menos por el momento.

Pero lo que más le molestaba a la ex-Doctora es que el Conde Olaf, su gran amor, le abandonara, otra vez.

-¿!Estás cortando conmigo?!

-Después de todo lo que yo he hecho por ti y tu absurdo plan para robarle los tesoros a esos repipis... ¡Tuve que convencer a Sir para que diera el primer día libre a sus empleados en 10 Años, todo para que estos llevaran a mano por el Bosque hasta la Academia Prufrock esas absurdas maletas!.

Elvira no se puede creer que entre tanta palabrería Yoshitoko haya podido dar con la clave. Las dos señoras no están contentas con el descubrimiento y ella, asustada, decide esconderse detrás de Yoshitoko para intentar pasar desapercibida.

Antes que le diera tiempo a Clarence de decir algunas de las palabras que usa en sus fiestas un poco locuelas se le adelanta,suspira y mira a su alrededor alividado,pero a de mas ese gesto le hace pensar en algo.

A ver ,somos multimillonarios y seguramente no hemos llegado a ese estatus sin pisar alguna cabeza o mas bien desacernos de ellas,estamos en un aserradero,opto por tomar unos buenos troncos y jugar al beisbol con las rodillas de esas dos,veamos realmente que nos tienen que decir cuando no hay en su caso una palabra de seguridad.

El capo de la mafia pasó de un estado exultante, de orgullo, alegría y satisfacción por haber acertado la palabra clave "fuego" a que la joven que había empezado a gustarle le diese calabazas. Aquello había sido un golpe bajo demasiado duro de asimilar y retrocediendo lentamente hacia atras, como a quién le han disparado sin piedad y su corazón se parte en pedazos,... fue a apoyarse en el mecanismo de la máquina que momentos antes había estado a punto de arrebatarle la vida a Gastón y por un instante dudò si debía acercar la cabeza... ¿Tenía a caso sentido su vida ahora? ¿Cómo superaría aquello?

Agité mi bastón hacia el desvergonzado que nos encerró allí, amenazándome a mi con el bastón... si no lo mataba ÇOlaf como a todos los demás lo molería yo a bastonazos. Enojada, no me di cuenta de las palabras del francés hasta que confesó. Ni lo habría imaginado, su francés era bastante convincente... hasta que se dejó llevar.

- Pues encantada, señor Gastón - dije de forma estirada, aunque dando la verdad a la señorita Elvira por su afirmación.

Lo siguiente fue un acertijo por parte de una de las señoritas que acompañaban al sinvergüenza del Sir del aserradero, con muy malas intenciones intentando matar a uno de los nuestros. Como si no hubiera habido bastantes muertes.

- Abanico, bastón, Sir, multimillonario... - empecé a decir hasta que la palabra fue acertada.

Entonces, miré la escena con cierta parsimonia, como si ya fuera una tradición que Olaf apareciera de una manera u otra. Es que teníamos que haberlo supuesto.

- Apoyo su moción, señor Seen, aunque yo ya tengo mi propia arma - dije blandiendo mi bastón - parece que el siguiente lugar al que tenemos que ir es a esa Academia Prufrock. Por lo visto, tienen allí nuestros valiosos objetos, por supuesto, después de ajustar las cuentas. ¡Y tu! - apunté con el abanico al japonés - una indirecta más a la señorita Elvira y serás el siguiente en probar mi bastón - lo amenacé con el ceño fruncido.

Los Millonarios escucharon un barullo afuera, algunos se subieron por las ventanas a mirar qué era lo que pasaba y ahí lo que pudieron ver es como el edificio donde estaba el Despacho de Sir (y supuestamente Charles) comenzaba a arder, mientras trabajadores alzaban hachas y antorchas contra la edificación, cabreados y gritando a pleno pulmón frases y consignas apenas ininteligibles.

Bajo aquella ventana, casualmente pasaron Charles y Sir agachados, intentando pasar desapercibidos aprovechando la oscuridad de la noche. Como si fueran dos mapaches tratando de robar en algún cubo de basura cercano, se les veía nerviosos, al menos Charles se veía más nervioso de lo habitual y Sir se veía preocupado por primera vez desde que llegásteis ahí.

-Sir,  ¿!Teníamos empleados hipnotizados trabajando en condiciones que ellos no aprobarían estando bien?!.

Sir, cargando con una enorme maleta de dinero apenas prestaba atención a su socio, ni siquiera en un momento tan importante como era ese, el hacer tratos con optometristas hipnotizadoras para esclavizar a empleados, el escapar de una revuelta violenta, y el llevarse el dinero de los años de beneficio del aserradero lo mantenían lo suficientemente ocupado para prestar atención a Charles.

-Lo que hagan mis empleados en su tiempo de ocio es cosa suya.

-Además, esa mujer me ofreció Atención Sanitaria Gratuita, y no hay nada malo en la Atención Sanitaria Gratuita.

Fue en ese momento donde al final se dio de cuenta de lo que había fallado. El motivo intrínseco por el cual todos fueron despertados por voces gritando, y el cómo los empleados lograron escuchar la palabra clave por parte del japonés.

-¿Quién dejó los altavoces del Aserradero encendidos? Charles... ¿Fuiste tu?.

Antes de decir absolutamente nada, Sir señaló a algo, que ninguno de los millonarios podía ver desde su posición, y tanto él como Charles salieron corriendo en esa dirección.