Partida Rol por web

Cuando el ascensor llegó al piso seis El Patrón y Saimon se despidieron de René y Reginald y salieron de allí para adentrarse a un largo pasillo vació. El pasillo estaba alineado con puertas enumeradas con números extraños de un lado a otro, largos jarrones decorativos, muy largos para sostener flores y demasiado pequeños para servir como escondites de espías. Sobre el piso se encontraba una alfombra suave y gris que silenciaban los pasos de los Millonarios.

Y mientras se encontraba de pie en el pasillo, observando todos los números de las puertas que se extendían tan lejos como los ojos de ambos podían ver, los Millonarios tuvieron ese sentimiento otra vez. Estaba seguro de que dentro en algún lugar del hotel, había algo o alguien que pudiese responder todas las preguntas y misterios de los Millonarios y poner fin a todas sus tragedias. Era como sí pudiese escuchar el llamado de esa respuesta, al igual que el llanto de un bebé al fondo de un hueco húmedo o un despertador timbrando debajo de un montón de mantas húmedas.

Sin embargo, sin un catalogo, ellos no tenían ni idea donde encontrar tal solución, así que se abrió camino hacia su tarea como concierge en la Habitación 674, esperando que lo que sea que llegue a observar lo acerque a revelar los misterios de la lista de desgracias de los Millonarios. Sin embargo, cuando se detuvieron frente a la puerta enumerada parecía que sólo estaba añadiendo otra desgracia a su triste lista. De la ranura que había entre la puerta y el piso emanaba humo, extendiéndose hasta el pasillo como una mancha siniestra.

"¿Hola?" llamó El Patrón, tocando a la puerta.

"Hola a ti," respondió una voz que se escuchaba algo familiar y completamente indiferente. "¿Eres uno de esos concertinas?"

"Somos dos concierges," dijo Saimon sin tomarse la molestia de explicarle que una concertina es un tipo de acordeón. "¿Le podemos servir en algo?"

"¡Por supuesto que puedes servirme en algo!" respondió la voz. “¡Es por eso que te llame! ¡Entra de una vez!"

Era claro que ninguno de los dos quería entrar a una habitación llena de humo, pero trabajar, incluso para propósitos de observar secretamente los misterios del hotel, usualmente significa realizar cosas que no quieres hacer, así que el Millonario anciano abrió la puerta, dejando salir una enorme cantidad de humo al pasillo, y dio unos vacilantes pasos hacia la habitación.

A través del humo pudo ver una figura bajita, vestida con un traje de una tela verde brillante, parada a lo lejos de la habitación, viendo hacia la ventana. Detrás de su espalda sostenía un cigarro que claramente era el responsable de todo el humo que salía hasta el pasillo. Pero a los Millonarios no les preocupaba el humo. Casi ni lo notaba. Simplemente permaneció consternado observando a la persona parada frente a la ventana, una persona que ninguno de los dos Millonarios esperaba volver a ver jamás.

Disculpe Señor, en que podemos ayudarle?

No se si sabe que la nueva normativa 4628/A47/F21 impide el fumar en el Hotel e inmediaciones hasta 10 metros delante de la fachada, pero siendo usted un huesped tan distinguido, podemos hacer la vista gorda si solo fuma en sus aposentos...

Por otro lado, nos ha mandado llamar, que necesita el caballero, brandy envejecido en barrica para acompañar a su cigarro? o quizas necesita algun tipo de compañia? una femina, un jovenzuelo, buscamos algo en el establo? Estamos para servirle monsenior!!!

El Patron estaba inspecionando al sujeto mientras le soltaba lo primero que le pasaba por la cabeza, e intentaba encontrar informacion y pistas...

Disimuladamente El Patron le dice a Saimon...

Oye compadre, estoy preocupado, creo que alguien de los que creia inocentes me la ha dado con quesadillas...

tu sabes quienes son los traidores?

El Señor dio la vuelta y la nube de humo dio vuelta también. "¿Cómo supiste mi nombre?" preguntó sospechosamente.

"El concierge no sabe tu nombre," dijo pacientemente otra voz, y ambos Millonarios vieron a través del humo a otra persona de la que no se había dado cuenta, sentada sobre la cama en bata de baño con el nombre HOTEL DENOUEMENT bordado en la espalda. Este hombre también era conocido por los Millonarios los días que permanecieron en El Aserradero de la Suerte. Sin embargo los Millonarios no sabían sí estaban o no estaban feliz de verlo de nuevo. Por un lado, Charles siempre había sido amable con los Millonarios, pero aun así, su amabilidad no había sido suficiente para salvarlos del peligro, aun así siempre es un alivio descubrir que una persona amable de la que no te habías dado cuenta se encuentra en la habitación.

Aunque, por otro lado, los Millonarios lamentaban que Charles aun fuese compañero del Señor, el cual disfrutaba dándole órdenes a Charles casi tantas como a los Millonarios. "Estoy seguro de que el concierge llama 'señor' a todos los hombres huéspedes de este hotel.'"

"¡Claro que lo hace!" gritó el Señor. "¡No soy idiota! ¡Entonces concertina, queremos que nos lleves al sauna, ahora mismo!"

"Si señor," dijo El Patrón, agradecido de recordar que Frank o Ernest había mencionado que la sauna se encontraba en la Habitación 613.

La sauna es una habitación construida con madera, que se mantiene a una temperatura muy muy caliente, en la que la gente puede sentarse en vapor, el cual proporciona beneficios a la salud y hubiese sido muy difícil para los Millonarios encontrar tal habitación en el Hotel Denouement sin un catalogo. "La sauna debe estar bajando la recepción, al lado opuesto," dijo Saimon. "Sí desean seguirme caballeros, los llevaré hasta allí."

"Lamento que hiciéramos hacerte venir hasta nuestra habitación sólo para llevarnos hasta la recepción," dijo Charles.

"Es un placer," dijo Saimon.

Como estoy seguro que saben, cuando la gente dice, "Es un placer," usualmente quieren decir algo como, "No hay nada más en el planeta que desearía hacer," pero el Millonario esperaba descubrir porque su antiguo jefe y su socio habían viajado de Paltryville hasta el Hotel Denouement.

"¡Vayamos en este mismo instante!" gritó el Señor, saliendo rápidamente del pasillo.

"¿No quieres ponerte una bata de baño?" preguntó Charles. "Sí estas completamente vestido, no recibirás los beneficios de salud que proporciona el vapor."

"¡Me importa poco los beneficios que proporcione el vapor!" gritó el Señor. "¡No soy idiota! ¡Solamente me gusta el olor de la madera caliente!"

Charles suspiró, y siguió a los concierges fuera de la habitación 674 hasta el pasillo. "Esperaba que mi compañero se relajara durante nuestra estancia," dijo él, "pero me temo que prefiere tomar vacaciones en su campo de trabajo."

"Vacaciones en campo de trabajo " es una expresión la cual significa que una persona durante sus vacaciones hace las mismas cosas que en su vida diaria, por ejemplo, los fontaneros que visitan el Museo de Fregaderos, o los villanos que se disfrazan incluso en sus días de descanso. Pero ni El Patrón ni Saimon podía creer que estos dos hombres simplemente estaban vacacionando en el Hotel Denouement justo dos días antes de la reunión de V.F.D.

"¿Están aquí por negocios?" preguntó Saimon, esperando que Charles no dejara de hablar mientras se aproximaban a la sauna.

"¡No le digas nada a ese concertina!" gritó el Señor, empleando aun la palabra usada para el "acordeón" en lugar de la utilizada para los "empleados del hotel." "¡Se supone que debe estar a nuestra entera disposición y no entrometerse en nuestros negocios como sí fuese un espía!"

"Discúlpeme, Señor," dijo Saimon tan tranquilo como pudo actuar. "Hemos llegado a la sauna."

Efectivamente, Saimon, El Patrón, el Señor y Charles habían llegado a la Habitación 613, de la cual emanaba humo de la ranura que había entre la puerta y el piso, como sí fuese el reflejo del mismo humo de cigarro que salía de la habitación 674.

"Puedes esperar afuera, concertina," dijo el Señor. "Te echaremos un grito de nuevo cuando estemos listos para que nos escoltes de regreso a nuestra habitación."

"No necesitamos que nos escolten," dijo Charles tímidamente, abriendo la puerta.

Por dentro, lo único que los Millonarios pudieron ver fue una masa de torbellinos de vapor. "Sólo esta bajando la recepción. Estoy seguro de que el concierge tiene tareas más importantes que hacer que esperarnos aquí."

"¡Pero alguien debe sostener mi cigarro!" chilló el Señor. "¡No puedo entrar a un habitación llena de vapor con la cabeza llena de humo! ¡No soy idiota!"

"Por supuesto que no," dijo Charles con un suspiro, y entró al sauna.

El Señor le dio el cigarro a El Patrón y corrió rápidamente a la habitación caliente justo antes de que la nube de humo desapareciera de su cabeza. Detrás de él, la puerta empezó a cerrarse, pero Saimon pensó rápido y la atrancó con su pie. La puerta quedó ligeramente abierta, y tan silenciosamente como pudo la abrió de nuevo y se adentró en la habitación.

Como sospechaba, el vapor era tan denso dentro de la sauna que no pudo ver al Señor ni a su compañero, lo que significaba que los dos ciudadanos de Paltryville no podían verlo a él tampoco, mientras hablaban sentados en la caliente habitación. Era una perfecta oportunidad como flaneur para escuchar a hurtadillas una conversación privada.

"Desearía que fueras más educado," dijo Charles, con una voz lenta a través del vapor. "No hay motivo para acusar a un concierge de ser un espía."

"¡Sólo intentaba ser cauteloso!" dijo el Señor bruscamente, una palabra que aquí significa "en un tono que indica no tener intenciones de ser más educado." Saimon pudo oír el rechinar de su brillante traje y se imagino que el propietario del aserradero se lo estaba quitando. "¡Tu eres el que dijo que los enemigos podrían andar merodeando en el hotel!"

"Eso fue lo que decía la carta que recibí," dijo Charles. "Según J. S., debemos ser cautelosos sí queremos encontrar a los Millonarios."

Saimon estaba agradecido de que su expresión amenazadora se encontraba escondida bajo el vapor. El Millonario no imaginaba porque el misterioso impostor J. S. le estaba ayudando a Charles a encontrarlo a él y a resto de Millonarios y sí no hubiese estado dentro una sauna muy caliente hubiese empezado a sudar frió, una frase que aquí significa "sentirse muy nervioso por la conversación que estaba escuchando."

"¡No quiero encontrar a los Millonarios!" dijo el Señor. "¡Esos inútiles no provocaron nada más que problemas en el aserradero!"

"Ellos no eran la causa del problema," dijo Charles. "El Conde Olaf lo era. ¿No lo recuerdas?"

"¡Por supuesto que lo recuerdo!" gritó el Señor. "¡No soy idiota! ¡El Conde Olaf se disfrazó de una mujer bastante atractiva, y trabajó con esa siniestra hipnotista que causó los accidentes en mi fábrica! ¡Sí los Millonarios no tuviesen esa fortuna en el banco, Olaf jamás hubiese cometido todas esas maldades! ¡Todo es culpa de los Millonarios! "

"Supongo que tienes razón," dijo Charles, " pero aun así quisiera encontrarlos. Según El Diario Punctilio, los Millonarios están en graves aprietos."

"Según El Diario Punctilio," dijo el Señor, "¡los Millonarios son asesinos! ¡Por lo que sabemos, el viejo medio calvo medio melenudo puede aparecerse en el hotel y asesinarnos!"

"Los Millonarios no nos asesinarán," dijo Charles, " aunque después de su experiencia en el Aserradero de la Suerte no los culparía. De hecho, sí logro encontrarlos, lo primero que haré será darles mis más sinceras disculpas. Quizás algunos de los concierges pueda proporcionarme un par de binoculares, ya que J. S. dijo que tal vez lleguen en submarino, con ellos podré vigilar tratando de encontrar algún periscopio que emerja del mar."

"Hubiera preferido que nuestra habitación tuviese vista al estanque," dijo el Señor. "Así cuando terminara mi cigarro, arrojaría la colilla a la tranquila superficie del agua y observaría las hermosas ondas."

"No estoy seguro de que eso sea bueno para el estanque," dijo Charles.

"¿A mi que me importa el estanque?" reclamó el Señor. "Tengo mejores cosas que hacer, que preocuparme por el medio ambiente. El Bosque Finito se esta quedando sin árboles y eso es malo para el negocio de aserraderos. La última gran orden que tuvimos fue para la construcción de la fábrica de rábanos picantes y eso fue hace mucho tiempo. Espero que el Cóctel del Jueves sea una excelente oportunidad para hacer algunos negocios. ¡Después de todo, sí no fuese por mi madera, este hotel jamás hubiera existido!"

"Lo recuerdo," dijo Charles. "Tuvimos que traer la madera a media noche. Pero Señor, me habías dicho que jamás habías vuelto a oír de aquella organización."

"No lo hice," dijo el Señor, " hasta ahora. No eres el único que recibe mensajes de este socio J. S. Estoy invitado a una cena organizada por él este Jueves y me dijo que trajera todos mis  objetos de valor. Eso debe significar que muchas personas ricas estarán presentes esa noche— personas ricas deseosas de comprar algo de madera."

"Quizás sí este negocio del aserradero tiene éxito," dijo Charles, "podríamos pagarle a nuestros empleados con dinero, en lugar de sólo darles goma de mascar y cupones."

"¡No seas idiota!" dijo el Señor. "¡La goma de mascar y los cupones es un trato justo! ¡Sí pasaras menos tiempo leyendo y más pensando en la madera, te preocuparías más por el dinero y menos por la gente!"

"No hay nada malo con preocuparse por la gente," dijo Charles en voz baja. "Me preocupo por ti, Señor. Y me preocupo por los Millonarios. Sí lo que J. S. escribió es cierto, entonces—"

"Disculpen." La puerta de la sauna se abrió, y Saimon vio una figura alta y tenue entrar a la niebla.

"¿Eres tú concertina?" reclamó el Señor. "¡Te dije que esperaras afuera!"

"No, soy uno de los gerentes del hotel," dijo Frank o Ernest. "Sí esta interesado en instrumentos musicales, tenemos disponible una concertina en la Habitación 786. Lamento interrumpir su tarde, pero me temo que debo pedirles a todos los huéspedes que desalojen la sauna. Ha surgido una situación que requiere utilizar el uso de esta habitación. Sí están interesados en el vapor, hay algo de eso en la Habitación—"

"¡No me interesa el vapor!" dijo el Señor. "¡Sólo me agrada oler la madera caliente! ¿En que otro lugar puedo oler madera caliente, además de la sauna?"

"La Habitación 547 se dedica a la química orgánica," respondió el gerente. "Hay todo tipo de olores allí."

Rápidamente Saimon abrió la puerta de la sauna y se reunió con El Patrón que estaba esperando fuera, el cual se asomó por la puerta y aún con puro en mano habló. "Sería un placer llevar a nuestros huéspedes a la Habitación 547,".

"No, no," dijo el gerente. "Se te requiere aquí, concierge. Sucede que por extraña coincidencia afuera en el pasillo hay un químico que estaría gustoso de escoltar a estos dos caballeros."

"¡Oh, muy bien!" dijo el Señor, y dio un salto fuera de la sauna, donde una figura permanecía parada la cual llevaba una larga bata blanca y sobre su boca y nariz traía un cubre bocas de los que usan los cirujanos y químicos. El Señor salió y tomó su cigarro de las manos de El Patrón, regresando la nube de humo a su cara justo antes de que la nube de vapor se evaporara y sin decir más él y su socio siguieron al químico alejándose de la sauna, dejando solo a El Patrón/Saimon con el voluntario o villano.

"Ten mucho cuidado con esto," dijo Frank o Ernest, entregándole a El Patrón un objeto rígido y largo. Era algo liso y ancho, enrollado sobre un tubo grueso como un saco de dormir. —"Cuando lo desenrollas, la superficie se vuelve muy pegajosa—tan pegajosa que cualquier cosa que lo toca se queda atrapada. ¿Sabes como le llaman a esto?"

"Papel Atrapa-Moscas," dijo El Patrón. "¿El hotel esta teniendo problemas con unos pinches insectos?"

"Nuestro problema no es con los insectos," dijo el gerente. "Sino con las aves. Este es Papel Atrapa-Aves. Necesito que coloques uno sobre el alfeizar de esta habitación y que cuelgues el resto por fuera, sobre el estanque. ¿Sabes para qué?"

"Para atrapar aves," dijo El Patrón.

"Obviamente eres un gran lector," dijo Ernest o Frank, aunque era imposible descifrar sí estaba impresionado o disgustado por este hecho. "Así que ya sabes que las aves pueden causar todo tipo de problemas. Por ejemplo: me entere de que recientemente una parvada de águilas secuestraron a un grupo de niños. ¿Qué piensas de eso?"

Los Millonarios quedaron asombrados. Por supuesto que sabía exactamente lo que pensaba sobre la parvada de águilas que secuestró a la tropa de los Niños Exploradores de Nieve mientras se encontraban viviendo en el Monte Tensión. Pensaba que era algo horrible, pero el rostro del voluntario o villano se veía tan insondable que los Millonarios no podían distinguir sí el gerente pensaba lo mismo que él. "Creo que es algo notable," finalmente dijo Saimon, escogiendo cuidadosamente
una palabra que aquí significa que no es algo maravilloso pero tampoco horrible.

"Esa es una respuesta notable," respondió Frank o Ernest y después Klaus escuchó que el gerente suspiró pensativamente. "Dime,"dijo él, "¿Eres quien creo que eres?"

Saimon parpadeó detrás de sus gafas. Decidir encontrar una respuesta prudente es como decidir encontrar un ingrediente prudente en un emparedado, porque sí eliges la decisión equivocada, algo horrible podría salir de tu boca. Mientras Saimon permanecía de pie en la sauna, no quería nada más que encontrar una respuesta prudente y decir algo como: "Si, Soy Saimon Satrustegi Windfog," sí se tratase de Frank o "Lo siento; No se de que habla." sí se tratase de Ernest. Pero sabía que no había manera de descubrir cual de estas respuestas era prudente, así que abrió la boca y pronunció la única otra respuesta en la que pudo pensar.

"Por supuesto que soy quien usted cree," dijo, sintiéndose como sí estuviese hablando en clave, sin embargo, en una que ni él conocía. "Soy un concierge."

"Ya veo," dijo Frank o Ernest más insondablemente que nunca. "Agradezco tu ayuda, concierge. No muchas personas tienen el coraje de colaborar con un plan como este."

Sin más palabras, el gerente se fue y tanto Saimon como El Patrón se quedaron solos en la sauna. Caminó cuidadosamente a través de la niebla hacia la ventana, alzó el pestillo y la abrió, empujándola hacia afuera sobre el estanque. Y como ocurre con los cuartos calientes, el vapor salió rápidamente de la ventana y se evaporó.

Sin el vapor, los Millonarios pudieron ver las ventanas y bancos de madera que complementaban la sauna, y sólo deseaban que todo estuviese tan claro en su cabeza como lo estaba en la Habitación 613. Observando estas raras figuras del estanque, se preguntaron cual de los dos gerentes les ordenó realizar una tarea tan extraña.
 

El Patron estaba flipando con lo que habia oido... no sabia que hacer y por eso pedía consejo

Saimon... que opinas? desplegamos o no?

Yo creo que no lo vamos a desplegar

Saimon estaba aun asimilando lo dicho por aquel dúo de cómicos empresarios mientras, decidían que hacer con el papel.

-Bueno... Yo creo que si hay que usarlas para atrapar esas aves que nos atacaron en la guarida, deberíamos ponerlas... Por que eran del hombre calvo con barba y la mujer con pelo sin barba ¿No? -Se toco el mentón. -Claro que si el enemigo quiere que las pongamos sera por algo... Mmmm... la decisiones no son lo mio, por eso tengo la moneda de probabilidades conmigo. -Alzo su moneda de voto. -Si quieres la lanzo y que la suerte decida. -Sonrió victorioso al demostrar su ingenio.

-Por otra parte... ¿Que me decias de que sospechas de alguien? ¿No estaba la cosa entre Denise que admite estar en la noche con el muerto y Rene que dice verla? ¿Hay mas? -Se mezo las barbas, a veces le era difícil seguir al Patron.

-¡AH! Y una cosa mas. no se si lo has escuchado, pero este dúo parece que no están metidos en el tema de aliados o enemigos. El Señor Charles nos cree inocentes y de encontrarnos nos pedirá disculpas por lo sucedido y no cree que seamos asesinos, punto a favor.-Levanto un dedo. -Pero el Señor Señor, le da todo igual, cree que es nuestra culpa que el Señor Conde fuera al aserradero y lo perdiera así que nos culpa. Pero ademas este jueves a sido citado por J.S. para una cena y le dice que lleve todo lo que tenga de valor... Creo que ese J.S. es enemigo... -Asintió con su cabeza, mientras bajaba el dedo, el puño, la muñeca y el brazo.

Mira pasando... que no curro para estos pendejos

que no lo ponemos...

El Patrón estaba cansado y se sentó un rato

A lo de estos dos, no me fío de ellos, uno es tonto y el otro un pendejo para darle plomo como para hacerle una estatua en medio de la plaza del pueblo, y lo del atrapa aves que no, que no se pone, primero porque no me apetece currar y segundo porque no me fío, han hablado de Águilas y eso solo puede saber un secuaz del Conde Falo... que no se ponen diantres!!!

Yo a lo de estas dos creo que son ellas las asesinas o al menos una y el otro creo que es alguien que me la ha dado creyendo mi amigo... visto las votaciones previas. No estoy seguro.

yo no me fío de ninguna de ellas.

y JS no será Jack Sparrow? 

-O Jakin Soleil... No espera ese era un luchador polaco... -Contesto primero a la ultima de las cuestiones porque era lo que mejor recordaba.

-Bueno... Creo que lo de las aves es cosa de la asociación secreta, podría ser que alguno de los buenos aun controlen las aves. Pero si no te apetece currar no voy a ser yo quien lo haga solo. No se pone y a currar a otra cosa, total, podría ser perfectamente una treta... -Se encogió de hombros, no era algo prioritario para él. -Solo espero que no se enojen y nos echen del trabajo... A no espera, que nosotros venimos a otra cosa. -Se rasco la cabeza, al parecer la locura del hotel le empezaba a afectar... O simplemente se había cansado de huir y tener un curro le ayudaba a olvidar las ultimas semanas.

-Sobre las mujeres... Es raro que se acusen entre ellas, siendo ambas ¿No? Pero podría ser, igual quieren conseguir la simpatía del resto, dando a una de ellas para que dejen de señalar a la otra. El caso es que ambas a estado bastante calladas el día de hoy así que cualquiera puede ser culpable a mi parecer. Y una acuso antes a la otra y la otra siempre a sido mas callada que la otra... -Se froto la barba, la verdad es que llevaba barba porque le encantaba el tacto. -De todas formas creo que la cosa esta entre ellas y la D va antes que la R. Por cierto que dice de otro. ¿Habla de Anya? Por la carta y tal. -Saimon confiaba mas en los machos que en las hembras estaba claro.

Yo creo q juegan al despiste compadre a dividir los votos para conseguir votar a un tercero engañando a alguien o siendo el otro alguien q creía mi compadre y no lo es al final... me tienes estas dos liado y anya quien dice q muestra eso para decir q no pero sí 

No sé estoy en un hotel de dudas... no sé si votar por D o por R aún...

Lo que sí sé seguro q se refiere a Oi J. Simpson no?

Pues nada vamos a meternos un rato en la sauna y a disfrutar, que curre el aborto de Mickey y las féminas, que nosotros somos machos y estas tareas las deben de hacer ellas 

Así que pasando ambos Millonarios un tiempo relajado y obviamente SIN poner el papel atrapa-aves, decidieron que ya habían perdido el tiempo suficiente y que era hora de retornar junto al resto de Millonarios, pero justo antes de que dejaran la sauna, el silencio que envolvía a lo Millonarios quedó destrozado por un enorme ruido.

El reloj en el vestíbulo del Hotel Denouement es una cosa legendaria, una frase que aquí significa "para ser tan famoso hace mucho ruido." Esta localizado justo en el centro del techo, hasta la cima de la bóveda, y cuando el reloj anuncia la hora, se escuchan sonidos metálicos por todo el edificio, que cada hora hacen un inmenso y profundo ruido que parecen sonar como cierta palabra. Particularmente en ese momento, eran las tres en punto y todos en el hotel podían oír el retumbar de las enormes campanas del reloj, pronunciando esa palabra en series de tres: ¡Mal! ¡Mal! ¡Mal!

Mientras se alejaba de la ventaba abierta de la sauna y se dirigía hacia el ascensor para regresar a la recepción, Saimon Satrustegi sentía como sí el reloj estuviese reprimiéndolo por sus pobres resultados obtenidos en resolver el misterio del Hotel Denouement.

¡Mal! Se había esforzado tanto por ser un flaneur, pero no había vigilado lo suficiente para descifrar la razón por la cual el Señor y Charles se encontraban en el hotel.

¡Mal! Intentó comunicarse con uno de los gerentes del hotel, pero fue incapaz de descubrir cual era Frank o Ernest. 

Y—lo más ¡Mal! de todo era que— NO habían realizado su tarea como concierge y ahora una tira de papel atrapa-aves se encontraba en una esquina en la sauna y no colgando fuera del Hotel Denouement, donde quizás serviría para algún desconocido propósito noble

Con cada zumbar del reloj, El Patrón se sentía más mal y mal, y mientras se dirigía al pequeño ascensor, frunció el ceño pensativamente. Esperando fervientemente que los otros Millonarios hayan tenido más éxito en sus tareas, y mientras llegaba a las puertas deslizantes del ascensor y oprimía el botón que llevaba al vestíbulo, lo único que los Millonarios pudieron pensar fue que todo estaba mal, mal y mal.