Partida Rol por web

¡Adelante Gordita! Gritó Perséfone tras ver como el entrenador aceptaba el desafío. Entonces de su pokéball salió una belleza de pokémon, se trataba de un Gothita, un pokémon de tipo psíquico.

¡Vamos Gordita, encárgate de ese Rookidee ¡Demuéstrale todo lo que eres capaz de hacer! ¡Manipula la mente de ese pájaro! Y Gothita llevó su mano a su cabeza para realizar un ataque psíquico sobre Rokidee.

Ardsen quedó obnubilado al observar la majestuosidad de aquel edificio. A pesar de ser de esa ciudad, nunca se había acercado hasta allí, y es que había escuchado mucho hablar de aquella Torre, quizás demasiado, y pocas historias eran tranquilizadoras.

Sin embargo, al estar allí, sintió una tremenda paz interior. Abrío su macuto con los dedos y miró que Seedot estaba bien, tranquilo, fortaleciendo ese vínculo de paz entre ambos.

Quizás dentro haya muchos Pokemon atormentados que necesiten nuestra ayuda, amigo. Tendremos que sacarlos de ahí.

Notó un toque en la espalda que le erizó hasta el pelo de las orejas que ya empezaba a asomar. Al girarse, sólo pudo ver una chica que fue ocultada por el grito de una sombra

Gaaaaas!

Ardsen saltó hacia atrás instintivamente. ¿Por qué nos quiere atacar? ¡No hemos hecho nada! Sin embargo, Seedot salió de su macuto sin avisar en posición agresiva. ¡Seedot! ¿Qué te ocurre?

En ese momento aquella figura fantasmagórica se abalanzó sobre su amigo, quien miró a Ardsen pidiendo una llamada.

La imagen de Seedot malherido por aquel Timburr le irrumpió en su mente. No puede volver a pasar. Pensó

¡GOLPE BAJO! Acabó gritando desesperadamente

Willhelm se tomó un momento para hacer un análisis. Estaba en desventaja, Rookidee no tenía un ataque para lidiar con un pokémon psíquico. Y había alguien más luchando contra otro oponente cerca de él ¿Estarían ocultando algo? ¡Ahora si tenía ganas de ver la torre!

- ¡Vamos con todo Rookidee! ¡Ataque furia! ¡Que no te afecte, concéntrate en el enemigo!

Mientras Rookidee ejecutaba su orden Wilhelm buscó con la mirada al chicho que había escuchado, también lo había retado otro entrenador un pokémon psíquico aunque él parecía no querer luchar. La chica con telequinesis, ahora esta chica extraña... Algo raro ocurría.

- Oye, Perséfone, ¿estas con la chica del Gastly? Podríamos hacer un combate doble - le guiña un ojo a Ardsen ¿No te parece amigo?

Una gigantesca esfera de energía oscura se proyectó sobre el Seedot de Ardsen, pero éste logró adelantarse y con una de sus pequeñas piernecitas golpeó la bola y se la devolvió a Gastly. A pesar de que el ataque casi acaba con Gastly, el golpe de la esfera de oscuridad dejó gravemente herido a Seedot.

Ahora Ardsen tendría que volver al centro Pokémon, pues el ataque de Gastly lo había dejado fuera de combate.

Por lo menos, y a pesar de la derrota, Seedot se había fortalecido con aquel combate.

No, no estoy con ella. Y además, esa chica me da escalofríos, la verdad. Dijo mirándola de reojo. Además, parece que su combate ya ha acabado. Dijo al ver como aquel Gastly acababa con Seedot en un momento.

Ardsen estaba bastante nervioso. Nuevamente su amigo se encontraba envuelto en un acto violento. Por favor, que todo salga bien. Pensaba para sus adentros, con la esperanza de que no saliera herido.

Pero, de repente, una voz le llamó su atención

¿No te parece amigo?

 ¿Cómo? ¿El qué? Respondió Ardsen desorientado a aquel chico, sin saber que le estaba preguntando.

Y en ese momento escuchó un gemido. Volvió su vista al frente y contempló horrorizado lo que más temía. Seedot quedaba completamente debilitado.

¡NO! ¡NO, AMIGO! Recorrió desesperado el poco espacio que les separaba. ¡TRANQUILO! ¡TRANQUILO! ¡TE VAS A PONER BIEN! Gritaba desesperado mientras lo metía en su macuto con delicadeza y salía de allí volando

¡SALVAJE! Gritó a aquella chica con su Gastly ¡VOLVERÉ Y ME LAS PAGARÁS! ¡MALDITA VIOLENTA!

Y antes de marcharse, también dirigió su mirada al chico que le interpeló ¡Y TU TAMBIÉN ERES CULPABLE! ¡POR HABERME DISTRAIDO! Mientras las lagrimas le recorrían las mejillas.

Sin más, Ardsen se marchó sollozando

Wilhelm vio el desenlace de la pelea de al lado. Había terminado muy rápido, dándole a penas tiempo de entender que ocurrió.

- ¡Lo siento! - le dijo Wilhelm al tiempo que volteaba a ver a Rookidee que por suerte no había sufrido ningún daño. Perséfone también se había detenido a ver que ocurría junto a ella.

- ¡Eres muy amable por no atacar cuando estoy distraído! ¡Continuemos! ¡Ataque furia Rookidee!

El Rokidee de Wilhelm golpeó rápidamente a su oponente, pero tras los gritos de Ardsen se distrajo y no fue capaz de seguir golpeándole. Así que, Perséfono ordenó a Gotitha que lanzara un ataque mental sobre su oponente para manipularle y obligarle a estamparse contra el suelo repetidamente.

A pesar de ello, Rokidee fue capaz de resistir aquel ataque dejándole una nueva oportunidad para acabar con sus dos enemigas.

 La Torre Shakonya es un edificio abandonado en el que ahora residen gran cantidad de pokémon y algunos entrenadores visitan para entrenar y buscar a otros para combatir contras ellos.

La primera planta está habitada por entrenadores y aspirantes y uno puede ser retado por un oponente más o menos de un nivel similar para realizar una batalla igualada.

La segunda planta, una zona con muy poca luz, está repleta de pokémon de tipo siniestro. 

La tercera planta, una zona algo más iluminada y mucho más agradable, está repleta de pokémon de tipo psíquico, aunque un aura extraña hace estremecerse. 

Y por último, en la planta más alta, habitan los pokémon de tipo dragón.

KAno se sorprendió cuando una mujer llegó por la espalda y le tocó el hombro. No la había ni visto, ni tampoco escuchado. Tenía la mirada perdida y la boca semiabierta y sin decir absolutamente nada, sacó a un gastly.

Gaaaaas! - Gritó el pokémon que sí que parecía dispuesto a luchar contra Kano y su pokémon. La mujer seguía callada y con la mirada como ida... pero aún así estaba claro que ese Gastly estaba dispuesto a retar al que sacase el entrenador.

Otro entrenador se acercó hasta Nate y le saludó. Buenas tardes, ¿te apetece echar un combate pokémon? Le ofreció el chico de aspecto aventurero y bastante joven. Esta torre es increíble y hay gran variedad de pokémon, así que no estaría de más entrenar nuestro equipo para que podamos capturar a los que hay por aquí. ¿Te apetece?

Dijo al tiempo que sacaba a un Gible. 

Kano se sorprendió cuando una mujer le atacó sin previo aviso para luego sacar enfrente suya un Gastly sin pronunciar palabra. Aún con el estómago reclamando atención, decidió esperar a que acabara el combate para comer algo y así centrarse completamente en el mismo. 

Vaya, así que ésto es a los que se refería Nate, combates contra otros entrenadores. - Pensó para sí mismo agradeciendo que la mujer no hubiera sido tan habladora como el entrenador que retó a su compañero. 

Sabiendo que en un combate, sobraban las palabras, sacó a su Larvitar de la pokeball dispuesto a volverle a verle combatir. 

- Aegis, nos volveremos más fuertes luchando contra otros entrenadores, así que machaca a ese enemigo con tu Triturar. - Le ordenó consciente de la potencia que tenían sus mandíbulas al haberlas visto en acción comiendo rocas. - Lamentarán el día que enfrentaron a nuestro gran equipo. 

Por otra parte, Kano quería acabar su combate rápidamente para poder observar el de su compañero y aprender tanto de él como de su rival. 

Nate llego confiado con su nuevo compañero a la torre, esta vez esperaba tener mejores resultados que en su primer combate y así poder pasar a la siguiente planta, no sabía que le había pasado a Miaka, pero seguro les alcanzaría, sin embargo, poco fue el tiempo para reaccionar cuando se le aproximo un joven retandolo a una batalla, el joven sin demorar mucho saco un Gible, el cual podía ser un buen reto para su Ralts, sin dudar llamo al mismo y le dijo Lawliet, esta vez no fallaremos!

De esa manera el pequeño salió de su pokeball dispuesto a dar batalla, Lawliet utiliza beso drenaje en ese gible.

Wilhelm se descuidó viendo como otros chicos llegaban a la torre, entre ellos vio al chico al que había saludado en el mercado. No le sorprendía mucho haber llegado tan rápido. Solía apretar mucho el paso al caminar.

Al ver a su pokemon resistir el ataque mental enemigo alzo un puño al aire - ¡Grande Rookidee! ¡Acabala con ataque furia! ¡Que vea de que estás hecho!

Había pensado usar ave brava, pero si su oponente tenia un ataque psiquico muy fuerte podía dolerle mucho. Avebrava era un ataque muy fuerte pero con un coste que no estaba dispuesto a pagar todavía.

Wilhelm no parecía querer arriesgarse a lanzar un ataque mucho más drástico a Gothitha, así que tomó la decisión de seguir con los arañazos que le estaba encajando repetidamente. Pero la pokémon de Perséfone, fue capaz de esquivar el tercer envite y no le hizo tanto daño como esperaba.

¡Dale de nuevo! ¡Vuelve a manipular su mente! Le gritó Perséfone a su compañera confiando en que aquel ataque sería el último. Pero no fue así y Rokidee aún tenía una oportunidad de acabar con Perséfone. ¡El combate estaba de lo más candente!

¡Bajo tierra! Gritó Darío a su Gible para que esquivara el beso drenaje que Ralts le iba a lanzar. Pero no lo consiguió y el pokémon hada drenó gran parte de la salud de su oponente sufriendo algo de dolor por culpa de la dura piel del dragón.

Después, el pokémon se metió bajo tierra para atacar en el siguiente asalto.

El combate entre Gastly y Larvitar fue breve, ya que aunque Gastly atacó con gran velocidad, sus movimiento fantasma no fue muy efectivo contra el siniestro de Kano, por lo que logró aguantarlo perfectamente. En cambio, Larvitar lanzó una potente dentellada a Gastly que lo dejó fuera de combate al instante.

Fabiola devolvió a la pokéball a su Gastly y con la misma cara de ida con la que estaba salió corriendo para abandonar la torre.

 La Torre Shakonya es un edificio abandonado en el que ahora residen gran cantidad de pokémon y algunos entrenadores visitan para entrenar y buscar a otros para combatir contras ellos.

La primera planta está habitada por entrenadores y aspirantes y uno puede ser retado por un oponente más o menos de un nivel similar para realizar una batalla igualada.

La segunda planta, una zona con muy poca luz, está repleta de pokémon de tipo siniestro. 

La tercera planta, una zona algo más iluminada y mucho más agradable, está repleta de pokémon de tipo psíquico, aunque un aura extraña hace estremecerse. 

Y por último, en la planta más alta, habitan los pokémon de tipo dragón.

Habiendo acabado el combate, Kano vió como su rival se marchó sin decir palabra, cosa que agradeció, y luego se acercó a su pokémon. Viendo que estaba muy débil, pensó en volver al centro pokémon pues no creía poder seguir escalando aquella torre con su compañera en tan mal estado.

- Lo has hecho muy bien. - Dijo acariciando su áspera cabeza con suficiente fuerza para que sintiera algo debajo de la capa rocosa que era su piel, para luego devolverla a su pokeball. - Ahora descansa. 

Viendo que el combate de su compañero aún seguía, decidió esperar a que concluyera para decidir qué hacer a continuación. Mientrastanto, en silencio, observaba los demás combates que se estaban librando intentando ver qué tipo de estrategias seguían los demás entrenadores, deseando que su compañero saliera victorioso contra su propio rival.

En otro orden de cosas, se preguntó que habría pasado con la otra chica que les iba a acompañar y, sintiéndo que sus fuerzas desaparecían por el hambre, esperaba que Nate propusiera posponer su ascenso a la torre para otro momento.